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REVISTA CINECLUB UNED:Maquetación 1

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REFERENCIAS<br />

PAUL M. SAMMON: “Future Noir: The Making<br />

of Blade Runner” (Harper Collins, 1996-2007;<br />

en español, Alberto Santos, 2004)<br />

MIGUEL ÁNGEL PRIETO: “Blade Runner” (T&B<br />

Editores, 2005)<br />

BSO<br />

BLADE RUNNER<br />

(Blade Runner)<br />

Título del CD: BLADE<br />

RUNNER TRILOGY,<br />

25th ANNIVERSARY<br />

Música Compuesta por<br />

VANGELIS<br />

CD: Universal Music TV<br />

(UMe), B0010558-02<br />

149:56 min.<br />

Como el propio Ridley Scott reconoce en las notas<br />

a la última edición de la banda sonora de Blade Runner<br />

(1982), “He sido lo suficientemente afortunado para trabajar<br />

con algunos de los compositores con más talento de<br />

la historia del cine, incluyendo a Jerry Goldsmith y Hans<br />

Zimmer. Y sitúo a Vangelis entre los primeros de esa lista”.<br />

Sin embargo, lo que no dice es que algunos de esos<br />

Maestros debieron sufrir un auténtico calvario ante los<br />

caprichos, indecisiones y continuos cambios de opinión<br />

del director, y buena muestra de ello es la manipulación<br />

que sufrieron, por ejemplo, las partituras de<br />

Goldsmith para Alien, el 8º pasajero (1979) –desfigurada<br />

durante el montaje final y sustituida parcialmente<br />

por otras composiciones del propio Goldsmith– y Legend<br />

(1985) –directamente eliminada para el público<br />

americano en favor de un score electrónico de Tangerine<br />

Dream–. En cualquier caso no cabe duda sobre la<br />

genialidad que alumbró cada aspecto creativo (artístico<br />

y técnico) de Blade Runner, y si la película ha alcanzado<br />

un incuestionable estatus de culto, lo mismo<br />

puede decirse de su visionaria banda sonora.<br />

Evangelos Odyssey Papathanassiou (ΕΕΕΕΕΕΕΕΕ<br />

ΕΕΕΕΕΕΕΕ ΕΕπΕΕΕΕΕΕΕΕΕ), de nombre artístico Vangelis,<br />

vino al mundo en la ciudad griega de Volos en<br />

1943. Pionero absoluto de la música electrónica, fundó<br />

a los 24 años, junto a su primo Demis Roussos y al percusionista<br />

Loukas Sideras, una banda de rock progresivo<br />

conocida como Aphrodite’s Child, en la que<br />

Vangelis no sólo se encargaba de los teclados, sino que<br />

también escribía las canciones. Sus ansias de experimentación<br />

pronto le llevaron a disolver el grupo y comenzar<br />

una carrera en solitario que le daría fama<br />

mundial; una fama a la que sus composiciones para pe-<br />

FILMOGRAFÍA<br />

RIDLEY SCOTT<br />

Director<br />

Los duelistas (The duellists, 1977)<br />

Alien, el octavo pasajero (Alien, 1979)<br />

Blade Runner (1982)<br />

Legend (1985)<br />

La sombra del testigo (Someone to watch over me, 1987)<br />

Black rain (1989)<br />

lículas como Carros de fuego (1981) –por la que obtuvo<br />

un Oscar anteponiéndose a John Williams (En busca del<br />

arca perdida), Dave Grusin (En el estanque dorado) o<br />

Alex North (El dragón del lago de fuego)– y Blade Runner<br />

contribuyeron en no poca medida.<br />

Vangelis suele optar por la improvisación cuando se<br />

enfrenta a la tarea de poner música a un film. Con el<br />

teclado como herramienta principal, el genio griego<br />

observa la película al tiempo que ritmos y melodías van<br />

surgiendo en vivo de sus sintetizadores. Scott lo describe<br />

con estas palabras: “Una de las mejores experiencias<br />

de mi carrera como cineasta ha sido trabajar junto a<br />

Vangelis (…) en su estudio Marble Arch de Londres, donde<br />

él interpretaba al vuelo piezas que reflejaban con obsesiva<br />

perfección cada detalle de la película, otorgándole una belleza<br />

excepcional. A menudo creaba su música sin escuchar<br />

la banda de sonido, o incluso los diálogos. Respondía<br />

sólo a las imágenes, componiendo desde un nivel estrictamente<br />

emocional”. El resultado es una obra imperecedera,<br />

en cuya complejidad conceptual se dan cita tanto<br />

formas jazzísticas tradicionales (referencia al cine<br />

negro), como experiencias electrónicas futuristas (cita<br />

a la ciencia ficción), todo ello ejecutado por un arsenal<br />

de sintetizadores a los que Vangelis refuerza con instrumentos<br />

acústicos (especialmente de percusión) que<br />

él mismo interpreta. El saxo de Dick Morrisey escuchado<br />

en el inmortal Love theme, las etéreas vocalizaciones<br />

de Mary Hopkin y Demis Roussos, los ritmos<br />

frenéticos y fatalistas del tema final (que los más veteranos<br />

recordarán como sintonía de un célebre programa<br />

de TV llamado En Portada), el tono nostálgico<br />

de la canción One more kiss, dear, la solemnidad de las<br />

primeras imágenes que muestran una apocalíptica Los<br />

Thelma y Louise (Thelma & Louise, 1991)<br />

1492: La conquista del paraíso (1492: Conquest of paradise, 1992)<br />

Tormenta blanca (White squall, 1996)<br />

La teniente O’Neil (G.I. Jane, 1997)<br />

Gladiator (2000)<br />

Hannibal (2001)<br />

Black Hawk derribado (Black Hawk down, 2001)<br />

Los impostores (Matchstick men, 2003)<br />

El Reino de los Cielos (Kingdom of Heaven, 2005)<br />

Un buen año (A good year, 2006)<br />

American Gangster (2007)<br />

Angeles del año 2019, o la emotiva melodía con que<br />

Roy Batty confiesa a su implacable perseguidor cuál es<br />

la parte más humana de su alma sintética…, son momentos<br />

que, dado el poco interés que ha demostrado<br />

Vangelis por editar sus bandas sonoras en formato discográfico<br />

–salvo temas sueltos en algún recopilatorio,<br />

aún permanecen inéditas (legalmente) obras maestras<br />

como Desaparecido (1982), Motín a bordo (1984) o<br />

Lunas de hiel (1992)–, corrieron el riesgo de perderse<br />

“como lágrimas en la lluvia”. Afortunadamente, doce<br />

años después del estreno del film se editó un CD con la<br />

banda sonora original –el álbum del 82 era una regrabación<br />

en formato sinfónico interpretada por The New<br />

American Orchestra–, y en 2007, con motivo del 25 aniversario<br />

de la película, se ha publicado un estuche conteniendo<br />

3 CDs con música ya conocida y numeroso<br />

material inédito, junto a nuevas adaptaciones –más<br />

bien absurdas, que incluyen samplers con las voces de<br />

Ridley Scott, Oliver Stone, Roman Polanski y otras personalidades<br />

del entorno cultural y político internacional–<br />

realizadas por del propio Vangelis. Paralelamente<br />

al empacho de diferentes versiones de la película que<br />

ha perpetrado Ridley Scott con su proverbial buena<br />

mano para los negocios, también circulan por ahí diferentes<br />

copias –en este caso piratas– de la banda sonora.<br />

Este triple CD conmemorativo se ha anunciado<br />

como la edición definitiva, exactamente lo mismo que<br />

la versión de la película que proyectamos este año en<br />

el Cine Club. Háganme caso y no se lo crean. Mientras<br />

resulte rentable, seguirán habiendo otras ediciones,<br />

tanto de la BSO como de la película. Y si no, tiempo al<br />

tiempo. (AGR)<br />

15<br />

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