Pedro Arce Alonso - Llano de Bureba

nº 5 de la calle Cádiz y se extendió hasta
la calle Sevilla, destruyendo casi por
completo la zona histórica de la ciudad
santanderina.
Después de haber desempeñado
diferentes destinos, obtuvo puesto en
Burgos capital, donde se emplazaría
definitivamente, ejerciendo su trabajo
primeramente en el servicio de
información, y posteriormente en el
Tercio de la Guardia Civil, que tenía sus
oficinas junto a las vías de la calle
Madrid.
El día dieciséis de noviembre de
1945 contrajo matrimonio en la iglesia parroquial de Hermosilla con Casilda Fustel
Martínez, vestido con el uniforme de gala de la Guardia Civil, siendo sus padrinos su
hermano Casimiro y Ángeles, hermana de Casilda.
El nuevo matrimonio se instaló en Burgos, primeramente en la calle Santa Clara,
después de unos años se mudaron a la casa cuartel de la Calle Madrid, y finalmente fijaron
su domicilio familiar en la calle Santa Cruz.
Del matrimonio de Pedro y Casilda se formó una numerosa familia, en cuyo seno
nacieron sus siete hijas y su único hijo; Concepción (+), Montserrat, Francisca, Teresa, José
Manuel, Mª Cruz, Ana Isabel y Cristina
Tiempos difíciles fueron los de la posguerra, donde era necesario agudizar el ingenio
para que en la casa familiar no faltase nada de lo necesario. Pero Pedro y su esposa Casilda
eran como dos árboles robustos, llenos de vitalidad,
jóvenes y frondosos, capaces de superar con alegría
cualquier dificultad o contratiempo.
Sus hijos -los verdes brotes de las ramas de
aquellos dos árboles unidos por el amor en sus
profundas raíces- fueron llenando con puntualidad la
casa familiar, colmando siempre el hogar con risas y
bromas, venciendo las dificultades con ánimo, con
juventud, entusiasmo y alegría.
Pedro era una persona muy cariñosa con los
niños, era muy niñero, y sus hijos aún recuerdan hoy
con gran ternura, como cuando eran pequeños, su
padre les dormía todos los días cantándoles canciones
y retahílas infantiles.
Junto a Pedro siempre estuvo Casilda, la madre
buena y trabajadora, que parecía incansable, llena
siempre de recursos y de infinita paciencia para hacer
cada día una especie de milagro de la multiplicación
de los panes y de los peces, de los filetes, de los
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PEDRO CON SU ESPOSA CASILDA, SU MADRE, DOS DE
SUS HIJAS, SUS HERMANOS Y VARIOS SOBRINOS.
PEDRO DE UNIFORME EN LOS JARDINES
DE LA PRISIÓN DE BURGOS