ESTUDIOS DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA Arqueología y ...

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368 estUdios de antropología e Historia / arqUeología y patrimonio en el estado de Hidalgo Los bienes inalienables son expresiones discordantes en tiempo y espacio para individuos que están en la ruta de la modernidad, pero que cuando estos objetos mantienen concordancia externa con los patrimonios de otras sociedades, trazan una línea de continuidad que define el carácter dinámico de la tradición frente a la fuerza social que caracteriza la modernidad, definida en términos de ruptura. Una vez que forman parte del patrimonio, los objetos inalienables adquieren carta de naturalización y el proceso de selección e interpretación queda oculto (Rosas Mantecón, 1998). En una palabra, diría Appadurai, es la emergencia de las definiciones individuales y de grupos pequeños. La singularización que corresponde a los procesos de apropiación de lo simbólico es de tipo colectiva -pero reducida al interior de grupos pequeños y redes sociales-, cuando lo carente de valor se traslada a lo singular costoso y luego a su sacralización cultural como símbolo de identidad. Puesto que la afirmación de identidad supone remontar en el tiempo a los orígenes de los símbolos que la sustentan, es claro que hay un divorcio entre significado de esos símbolos a los que llamamos históricos y el discurrir de la experiencia actual. Esto es, se olvida que el significado de la experiencia se atribuye en el presente, de tal suerte que los símbolos datados y significados en el pasado carecen de pertinencia en el presente. De singularización en singularización, la biografía de estos objetos no es sino la historia de sus diversas singularizaciones, hechas merced a las clasificaciones y reclasificaciones, cuyas categorías son determinantes dependiendo del contexto. Esta singularización proviene de una “búsqueda de su centro” por parte de las comunidades con museo, en cuya tarea los objetos inalienables cumplen la función central, a manera de objetos simbólicos de deseo en los que se depositan los anhelos populares. En los museos comunitarios se lleva a cabo una refuncionalización de todo aquello que de ordinario se guardaba en el pueblo; aquellos objetos que ya poseían cierto valor simbólico y que, con su incorporación como bienes inalienables al museo, son sacralizados y ritualizados en razón de haber ingresado a su “Templo de autenticidad”. Tal ritualización, como lo ven Bourdieu y García Canclini, asegura la reproducción comunitaria, no a manera de “reacción conservadora y autoritaria del orden viejo” para preservar lo que se considera en peligro de extinción, sino para controlar socialmente el cambio. Como mercancía, el objeto arqueológico tiene valor de uso y puede intercambiarse por una contraparte. Mercantilizado, el objeto arqueológico sólo deviene patrimonio inalienable al transitar de un escenario social determinado hacia una singularidad creciente; su desmercantilización tiene que ver más con su entrada a un ámbito en que se vuelve una entidad culturalmente construida, cargada de significados, clasificada y reclasificada de acuerdo con las categorías culturalmente constituidas del Museo Comunitario, construido así en la comunidad. Pero ¿cómo opera este tránsito del objeto alienable al bien inalienable en el contexto de la construcción de los museos comunitarios? Como objetos mercantilizados, Arqueología.indd 368 06/12/10 17:54

16 / el patrimonio CUltUral Como ConstrUCto soCial 369 las piezas arqueológicas no se encuentran en una estado total o final, sino en proceso de gestación, se encuentran integradas al mundo de lo común. Por ser una moneda corriente en la circulación de objetos en su localidad, el objeto arqueológico que es vendido al turista o al saqueador cambia de estatus fácilmente ante la disyuntiva que se le presenta; la institución casi omnipresente que protege públicamente al objeto inalienable contra la mercantilización está ahí como espada de Damocles para castigar el saqueo y venta de piezas. La práctica del saqueo ocurre porque hay una comunidad dispuesta a vender piezas arqueológicas, pero la presencia del Museo Comunitario como representante del Estado que protege al patrimonio cultural puede inhibir esas prácticas, aunque también puede ser el casus beli entre grupos sociales tradicionalmente enfrentados. Lejos aún de constituirse en un sistema de prohibiciones culturales sostenidas colectivamente, las prácticas del rescate patrimonial de los museos comunitarios se inscriben dentro de las prohibiciones instrumentadas por el Estado y que forman parte del “inventario simbólico de la sociedad”. Pero no es sino hasta que el nicho de la autoafirmación simbólica del poder singulariza al objeto arqueológico, que la fórmula combinada del poder Federal y local expanden el alcance visible del poder local al proyectarlo en los objetos arqueológicos del Museo Comunitario. Paradoja del objeto inalienable: para ser colectivo, un objeto mercantil debe ser extraído primero de la esfera de intercambio, donde ya es colectivo. Al ser desactivado como mercancía, se le expone a otro tipo de singularización, motivada por las redefiniciones individuales que se oponen a las definiciones colectivas y, al llegar así a su mercantilización terminal, ingresan a esferas definitorias cuya ductibilidad simbólica y carácter abierto le permite adaptase a los intereses de los actores que la componen. La singularización privada del objeto arqueológico tiene un carácter informal en el proceso de apropiación del Museo Comunitario; como singularización privada en este contexto, es la compulsión patrimonialista o coleccionismo cuyo anhelo de singularización es satisfecho individualmente mediante esta apropiación privada que está basada en la antigüedad del objeto y en los imaginarios que circulan en torno de él. Pero de la singularización privada a la colectiva aún mediará el paso del tiempo y los procesos que se desarrollan con el trabajo del patronato y sus redes sociales. La etapa de la singularización colectiva de los objetos del museo está marcada por el sello de la aprobación social conjunta y porque asume la responsabilidad del carácter sacro-cultural del objeto, el del discurso mítico del objeto que se encontraba gravitando en los imaginarios populares. El INAH como institución pública de singularización se presenta en el proceso como la instancia que legitima el poder y la identidad de esta singularización que comienza en privada y madura en pública. Así, la esfera de intercambio del objeto arqueológico se ve cerrada ante la irrupción de la institución singularizadora, la singularización individual, pero no cancelada. Ahora su esfera de acción se verá acotada por la acción del Museo Arqueología.indd 369 06/12/10 17:54

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las piezas arqueológicas no se encuentran en una estado total o final, sino en proceso de<br />

gestación, se encuentran integradas al mundo de lo común. Por ser una moneda corriente<br />

en la circulación de objetos en su localidad, el objeto arqueológico que es vendido al<br />

turista o al saqueador cambia de estatus fácilmente ante la disyuntiva que se le presenta;<br />

la institución casi omnipresente que protege públicamente al objeto inalienable contra<br />

la mercantilización está ahí como espada de Damocles para castigar el saqueo y venta<br />

de piezas. La práctica del saqueo ocurre porque hay una comunidad dispuesta a vender<br />

piezas arqueológicas, pero la presencia del Museo Comunitario como representante del<br />

Estado que protege al patrimonio cultural puede inhibir esas prácticas, aunque también<br />

puede ser el casus beli entre grupos sociales tradicionalmente enfrentados. Lejos aún<br />

de constituirse en un sistema de prohibiciones culturales sostenidas colectivamente, las<br />

prácticas del rescate patrimonial de los museos comunitarios se inscriben dentro de las<br />

prohibiciones instrumentadas por el Estado y que forman parte del “inventario simbólico<br />

de la sociedad”. Pero no es sino hasta que el nicho de la autoafirmación simbólica del<br />

poder singulariza al objeto arqueológico, que la fórmula combinada del poder Federal y<br />

local expanden el alcance visible del poder local al proyectarlo en los objetos arqueológicos<br />

del Museo Comunitario.<br />

Paradoja del objeto inalienable: para ser colectivo, un objeto mercantil debe ser<br />

extraído primero de la esfera de intercambio, donde ya es colectivo. Al ser desactivado<br />

como mercancía, se le expone a otro tipo de singularización, motivada por las redefiniciones<br />

individuales que se oponen a las definiciones colectivas y, al llegar así a su<br />

mercantilización terminal, ingresan a esferas definitorias cuya ductibilidad simbólica y<br />

carácter abierto le permite adaptase a los intereses de los actores que la componen. La<br />

singularización privada del objeto arqueológico tiene un carácter informal en el proceso<br />

de apropiación del Museo Comunitario; como singularización privada en este contexto,<br />

es la compulsión patrimonialista o coleccionismo cuyo anhelo de singularización es<br />

satisfecho individualmente mediante esta apropiación privada que está basada en la<br />

antigüedad del objeto y en los imaginarios que circulan en torno de él. Pero de la singularización<br />

privada a la colectiva aún mediará el paso del tiempo y los procesos que se<br />

desarrollan con el trabajo del patronato y sus redes sociales. La etapa de la singularización<br />

colectiva de los objetos del museo está marcada por el sello de la aprobación social<br />

conjunta y porque asume la responsabilidad del carácter sacro-cultural del objeto, el del<br />

discurso mítico del objeto que se encontraba gravitando en los imaginarios populares.<br />

El INAH como institución pública de singularización se presenta en el proceso como la<br />

instancia que legitima el poder y la identidad de esta singularización que comienza en<br />

privada y madura en pública. Así, la esfera de intercambio del objeto arqueológico se ve<br />

cerrada ante la irrupción de la institución singularizadora, la singularización individual,<br />

pero no cancelada. Ahora su esfera de acción se verá acotada por la acción del Museo<br />

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