Critica 145 - Revista Crítica
Critica 145 - Revista Crítica
Critica 145 - Revista Crítica
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
GABRIEL WOLFSON Y OCTAVIO MORENO CABRERA<br />
126<br />
—Sí, porque en el fondo lo que digo es que para mí la poesía es impo -<br />
sible… Me resulta insostenible, imposible. Sí creo que es una no poesía disfra -<br />
zada de poesía, o una poesía disfrazada de imposibilidad. Ahora bien, además<br />
de esto, digamos que hay un asunto más concreto: me interesaba mucho que<br />
La sodomía, por aquello de lo que habla, estuviera muy blindada literariamen -<br />
te. Me parece que mucha escritura gay o feminista, digamos, ha sido descalifi -<br />
cada desde lo formal como un recurso eufemístico para guardar silencio sobre<br />
todo lo demás. En este caso quería que nadie pudiera decir nada desde ahí,<br />
desde lo formal, para que tuvieran que tragarse a fuerza lo otro. En ese senti -<br />
do, lo “literario”, o lo “muy poético”, como lo llamas, era una especie de estra -<br />
tegia, un disfraz. Es cierto que en mi caso hay una fascinación por lo literario,<br />
pues me permite decir ciertas frases, frases cursis por ejemplo, que de otra ma -<br />
nera me sería imposible. Por otra parte, tenemos versos como “¿Qué fueron<br />
sino verduras / de las eras?”: ahí no me importa que el autor fuera un niño bien<br />
y que su padre se muriera, hay ahí una belleza que me fascina y punto. Sin em -<br />
bargo, claro, no apelaría a esa belleza formal como algo eterno pues siempre<br />
hay una suerte de conciencia histórica en su lectura: las coplas de Manrique<br />
me fascinan, mientras que los endecasílabos de Gorostiza, por poner un ejem -<br />
plo de algo que en México siempre se asocia con belleza formal, me parecen<br />
anacrónicos.<br />
—Muchas veces has dicho, retomando a Pignatari, que lo que te interesa<br />
de la poesía es lo que no es poesía y, parafraseando a Rimbaud, dices que la<br />
poesía está en otra parte. Y cuando eliges y comentas textos de otros en tu<br />
libro de ensayos, Leyendo agujeros, lo que te ha interesado son los agujeros<br />
que hay en esos poemas, lo que en esos poemas no es poesía.<br />
—Vuelvo a lo de antes. Mi poesía realmente es casi una no poesía, y<br />
estoy atento a ver la no poesía en los demás o dónde entronca. Por otra parte,<br />
me interesa el poema que sale del poema y se convierte en otra cosa. Me inte -<br />
resa primero el poema como centro, pero el poema no se acaba ahí. Me interesa<br />
con qué se pone en relación un poema, con qué entra en contacto. Me<br />
interesa mucho ver la trayectoria de los poemas. Tengo una especie de feti -<br />
che por coleccionar poemas de ocasión del siglo XIX. Me gustaba mucho cuando<br />
la poesía tenía una función casi social: es tu cumpleaños y te escribo un<br />
poema, es el aniversario y voy a leer un poema... esa cosa sin mayor preten-