Critica 145 - Revista Crítica
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GABRIEL WOLFSON Y OCTAVIO MORENO CABRERA<br />
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—Te preguntábamos al principio si La sodomía era poesía o teatro. Y lue -<br />
go has hablado de un yo mascara y de sketches de cabaret. ¿Podrías comentar<br />
un poco toda esa galería de personajes que a veces son masculinos y terminan<br />
siendo femeninos, o al revés, y que parecen personajes encima de un escenario?<br />
Porque, efectivamente, si hacemos un recorrido por los poemas recogidos en<br />
Cabaret Provenza lo que encontramos es una galería de personajes.<br />
—Es un dramatis personae, digamos. Me gusta leer teatro. Creo que ante<br />
esa imposibilidad del yo lo que ha surgido es una proliferación de máscaras<br />
y de personajes… y que tengo tendencia por cierto tipo de personajes. Me gus -<br />
tan mucho esas divas sospechosamente travestis. Finalmente también yo estoy<br />
jugando al travesti, digamos, en la enunciación. Me gusta algún que otro mal -<br />
hechor por ahí, gente sospechosa… pero me gusta mucho la idea del cabaret<br />
porque el cabaret es como el espacio natural del travesti. Y la figura del tra -<br />
vesti me parece una figura básica que queda muy bien con mis poemas, con<br />
mi poética, porque el travesti es una criatura artificial que no pretende natu -<br />
ralidad jamás. El travesti es mero artificio y al mismo tiempo es una superfi -<br />
cie radical: eso es lo que más me interesa del travesti. Creo que ni siquiera los<br />
punks pudieron hacer de la superficie, de la vestimenta, algo al mismo tiempo<br />
tan feroz como un travesti: el grado de desquiciamiento social que puede gene -<br />
rar un travesti aun en estos momentos no lo lograron los punks, que es otra<br />
vestimenta feroz y me gusta mucho. Porque también voy un poco contra la<br />
profundidad… esas cosas que he dicho del yo, de la profundidad, la hondura<br />
y demás… creo que me gusta mucho el juego con la frivolidad y con la super -<br />
ficialidad porque además pienso que el arte, en gran medida, es una superfi -<br />
cie, una forma, una materia, más que un contenido. El contenido es un efecto,<br />
y a lo mejor ahí sí retomo, no quiero resultar chocante, pero retomo un concepto<br />
que me parece más claro al respecto que es el de pliegue, de Deleuze<br />
y Guattari: la idea de que el barroco se puede cifrar en la idea del pliegue,<br />
esta tela drapeada y que siendo superficie da una idea de profundidad o una<br />
sensación de profundidad… Hablamos de otro tipo de superficie, la superficie<br />
del travesti: no es como un transexual, digamos, donde sí hay una operación fí -<br />
sica, corporal. Los travestis, como digo, son criaturas de carne y tela: la tela<br />
adquiere un poder, que en el teatro también adquiere el disfraz, que es pura<br />
superficie, pero en el caso del travesti me interesa esa superficie feroz, esa su -