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Castanea sativa Miller - Ministerio de Agricultura, Alimentación y ...

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Por medio <strong>de</strong> ensayos <strong>de</strong> laboratorio se<br />

ha podido compren<strong>de</strong>r como se producen<br />

tales fenómenos. La cepa hipovirulenta es<br />

portadora <strong>de</strong> una anomalía celular, que es<br />

infecciosa. Es <strong>de</strong>cir, que cuando una cepa hipovirulenta<br />

entra en contacto con una virulenta,<br />

la primera transmite a la segunda sus<br />

caracteres, la contagia. La cepa virulenta<br />

pier<strong>de</strong> sus características patógenas y las <strong>de</strong>fensas<br />

naturales <strong>de</strong>l árbol pue<strong>de</strong>n eliminarla<br />

cuando antes eran ineficaces contra una cepa<br />

normal (VROT y GRENTE, 1985; ZECHINI<br />

D'AULERIO, et ai, 1982). La capacidad curativa<br />

<strong>de</strong> la cepa hipovirulenta <strong>de</strong> Endoíhia<br />

parasitica está estrechamente ligada a la<br />

compatibilidad vegetativa (ANAGNOSTAKIS y<br />

WAGGONER, 1981; ANAGNOSTAKIS, 1983). Se<br />

ha <strong>de</strong>mostrado que el factor <strong>de</strong> hipovirulencia<br />

está <strong>de</strong>terminado por la presencia <strong>de</strong><br />

RNA, que, como cualquier partícula viral,<br />

se transmite por contacto (DODDS, 1979).<br />

Solamente entre cepas vegetativamente<br />

compatibles es posible la formación <strong>de</strong> anastomosis<br />

hifal y la transmisión <strong>de</strong>l RNA citoplasmático,<br />

transformando la cepa virulenta<br />

en hipovirulenta (GRENTE y BERTHE-<br />

LAY-SAURET, 1978; ANAGNOSTAKIS y DAY,<br />

1979).<br />

El principio <strong>de</strong> la aplicación es introducir<br />

en el medio, sobre las lesiones en evolución,<br />

las cepas hipovirulentas adaptadas, es <strong>de</strong>cir,<br />

compatibles a las cepas virulentas. Como no<br />

se pue<strong>de</strong>n tratar todos los cancros, se introduce<br />

el inoculo solamente en ciertos puntos<br />

encuadrando la zona atacada. Se comienza<br />

por elegir los cancros situados en el medio<br />

<strong>de</strong> los focos <strong>de</strong> la enfermedad. Actualmente<br />

se aconseja tratar los primeros años alre<strong>de</strong>dor<br />

<strong>de</strong>l 10-15 por 100 <strong>de</strong> los cancros presentes<br />

en la parcela. Los años siguientes es necesario<br />

continuar interviniendo sobre los<br />

nuevos cancros. De esta forma la cepa hipovirulenta<br />

se generaliza por toda la zona tratada<br />

(VROT y GRENTE, 1985). Las modalida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> esa introducción consisten en la inoculación<br />

<strong>de</strong> la cepa hipovirulenta en la periferia<br />

<strong>de</strong> los cancros, sobre los troncos y las<br />

ramas <strong>de</strong> corteza lisa. Para practicar esta<br />

inoculación es necesario:<br />

1. Delimitar cuidadosamente la parte enferma:<br />

con un cuchillo, levantamos la capa<br />

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superficial <strong>de</strong> la corteza, sobre todo el contorno<br />

<strong>de</strong> la lesión. El límite <strong>de</strong> los tejidos sanos<br />

y enfermos aparece ahora <strong>de</strong> forma<br />

evi<strong>de</strong>nte.<br />

2. Hacer agujeros con sacabocados con<br />

toda la profundidad <strong>de</strong> la corteza y toda la<br />

longitud <strong>de</strong>l límite. Los agujeros <strong>de</strong>ben distar<br />

los unos <strong>de</strong> los otros 2-3 cm. como máximo;<br />

<strong>de</strong>ben situarse exactamente en la parte<br />

sana, en el bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l límite que ellos <strong>de</strong>ben<br />

tocar.<br />

3. Situar en cada agujero una gota <strong>de</strong> pasta<br />

seleccionada para el tratamiento <strong>de</strong>l castañar<br />

en cuestión (VROT y GRENTE, 1985).<br />

Fig. 40. Árbol afectado por Endothia parasitica.

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