PORTADA Y FORROS 1-4.indd - Colegio de Contadores Públicos ...

E SPACI O UNIVER SI TA R I O
Por Sandra Hernández Bautista
Docente de la Escuela Superior de Comercio y Administración Santo Tomás.
sandyasimone@gmail.com
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Veritas Enero
Incursión femenina
El registro de las experiencias
contables en voz de las mujeres
resulta prioritario en
la agenda de responsabilidades
sociales que incumben a las profesionistas
de México, pues constituye
una herramienta para comprender los
sistemas simbólicos y sociales que inciden
dentro de las dinámicas económicas.
Una arista de reflexión se
encuentra en la práctica profesional
de las Contadoras, cuyo análisis abrevia
las problemáticas de género (algunos
autores pioneros en estos tópicos
de la Contabilidad pueden consultarse
en C. Cooper y A. Puxty, “On the Proliferation
of Accounting (His)tories”, en
Critical Perspectives on Accounting,
núm. 7, 1996, pp. 285-313) que afectan
directamente la práctica contable, ya
sea en los sistemas de Administración
Pública, las prácticas de Gobierno Corporativo
o las relaciones de equidad profesional en los ámbitos
académicos.
En un intento por conocer la práctica profesional de las Contadoras
en México, se presenta una breve reseña, cuyo recorrido
inicia 100 años atrás, cuando María Guerrero obtuvo
el primer título como Contadora de Comercio en 1908; y el
2008 se presenta con nuevos y viejos retos para las profesionistas
de los sectores público, privado y académico. Es un recuento
incompleto, por cierto, pero se mueve en el ánimo de
promover la reconstrucción de fragmentos que están por venir
de la Contaduría en femenino.
El primer antecedente de una mujer que ejecuta la Contabilidad
en México es el caso de Juana de Asbaje, quien llevó
el balance del convento de San Jerónimo ante la Corte de
la Nueva España. Gracias a los conocimientos de finanzas y
aritmética de su labor, logró construir la retórica que une al
lenguaje instrumental de la Contaduría sobre activos fijos y
partidas dobles con la expresión lírica.
en la historia de la Contabilidad
La historia de la Contabilidad,
desde la perspectiva
de género, es un recuento
de los procesos micro y
macroeconómicos que aún
están por escribirse.
Pero fue hasta 1908 cuando las mujeres iniciaron un capítulo
de profesionalización contable en México. En diciembre
de 1908, María Guerrero recibió el título de Contadora
de Comercio, un año después de que esta carrera fuera reconocida
como actividad profesional. María se tituló en la Escuela
Superior de Comercio y Administración (ESCA) y así se
inició un periodo de incursión femenina en la Contabilidad.
En 1910, se graduó María Quinard y después Micaela Bravo.
El primer ámbito de desarrollo inició en las escuelas contables
(a principios del siglo XX, la ESCA contaba con la
participación de mujeres en su plantilla docente; tenía
60 profesores, de los cuales cuatro eran mujeres) y poco a
poco se fueron abriendo espacios en los sectores público y
privado. El papel protagónico en la formación de Contadores
ha corrido a cargo de la ESCA y la Facultad de Contaduría
de la UNAM.
En la transición
Un icono es la Contadora Refugio Román, una de las prime-