MARÍA MATOS CAREAGA - Escaparate de Sevilla

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¿Cómo ES El Día a Día DE maría matoS?
Yo me levanto siempre, Mario, con mucha
ilusión. Hay que tirar de mucha
gente. Hay que llevarles ilusión, cariño
y esperanza a toda la gente de nuestra
Fundación. Tengo unos hijos, un marido
adorable que saben lo que significa esto
para mí y me apoyan. Me vengo a la oficina
y desde aquí, centro neurálgico de la
Fundación, miramos las necesidades que
hay cada día. Antes iba directamente a las
cárceles, a los hogares que tenemos para
atender a toda nuestra gente. Ahora me
toca estar con los jefazos. He perdido el
pudor y he aprendido a pedir por doquier
para toda esta gente que nos necesita.
¿Y Cómo ES El Día a Día DE HorizoNtES
abiErtoS?
Nuestra Fundación se dedica a abrirles
el horizonte a los marginados. A los que
están más marginados de nuestra sociedad.
Tenemos todas las infraestructuras,
gracias a que nos ayudan, para poder
atenderles. Tenemos hogares, más de
cien trabajadores profesionales, alrededor
de ochocientos cincuenta voluntarios
y allí que nos vamos a donde se nos
necesite. Nos hemos centrado en los más
marginados, porque pienso que debemos
darle una oportunidad para que puedan
reinsertarse en la vida. Cuando muchas
veces se habla de la reinserción social se
olvida que hay muchos que nunca estuvieron
insertados. Yo prefiero hablar de la
normalización, de hacerles un hueco en
la vida. Ya llevo treinta y dos años en esta
aventura… (sonríe).
DiCEN quE ES uNa buENa rElaCioNES Públi-
CaS Y quE GraCiaS a ESo Ha CoNSEGuiDo
GraNDES loGroS Para ESta FuNDaCióN,
¿Cuál ES El SECrEto?
Intento ser una buena relaciones públicas.
Intento ponerme en los zapatos de la persona
con la que estoy hablando. Yo creo
que la vida es una pura venta, en el buen
sentido. Yo tengo esforzarme por transmitir
un mensaje. Tengo que llevar la voz
de personas de las que, muchas veces, la
gente no quiere saber nada de ellas. Tengo
que llevar a la sociedad la voz de los que
sufren, la voz de otro tipo de vidas. Para
eso tengo que hacer el esfuerzo necesario
para que me quieran escuchar. Quiero
transmitir los valores de la justicia, la
sensibilidad, de la corresponsabilidad de
todos con nuestros hermanos. Ahora hay
una corriente en Europa, en España cada
vez más, de sensibilidad social. La OMS
dice que la salud de una persona está muy
en relación con su compromiso con temas
relacionados con sensibilidad social.
Creo que toda la sociedad deberíamos
corresponsabilizarnos de que existen las
miserias, las tragedias, no muy lejos de
nuestros hogares. Con esa ilusión hablo
de nuestra gente. Entonces hablo con
quien haga falta de los enfermos de drogas,
de Sida, que atendemos en nuestros
hogares. Queremos con verdadera ilusión
y llenos de fe que los enfermos de droga
pobres tengan los mismos tratamientos
que los enfermos de droga ricos.
EN 1979 lE ProPoNE al PaDrE GarralDa la
CrEaCióN DE uNa rED DE voluNtarioS quE
aYuDaraN a laS PErSoNaS quE EStabaN
CumPliENDo CoNDENa a CoNSEGuir laS
HabiliDaDES Y aPtituDES NECESariaS Para
rEiNSErtarSE EN la SoCiEDaD uNa vEz HubiESEN
CumPliDo SuS PENaS, ¿Cómo NaCE
ESta avENtura Y qué EvoluCióN Ha tENiDo?
Yo desde hace muchos año tenía esa llamada
de “Estuve preso y me visitaste”. Lo
tenía dentro, desde el colegio. Yo fui a las
Irlandesas de Madrid. Conocí al padre
Garralda, me habló de la cárcel y me decidí
a ir. Me sorprendió lo joven que era
la gente de la cárcel y que estaban tan cerca
de casa. Me costó casi un mes darme
cuenta que eso era la cárcel y que yo era
una privilegiada. Me costó poder seguir
viviendo ajena a aquello. Pensaba que las
cárceles eran cosa de película. La primera
vez que fui fue al Centro Penitenciario de
Yeserías, en Madrid. Me impactó que los
niños estuvieran en los módulos de las
madres hasta los seis años y vi que esta
gente estaba muy necesitada de cariño.
Pensé, tengo que hacer algo por ellos.
Mis hijos eran muy pequeños y sentí que
tenía que darles a conocer a mis hijos que
esa realidad existía y que hay niños que
no viven como ellos. Lo primero que hicimos
fue sacar a todos estos niños todos
los fines de semana. Pedimos permiso en
la prisión, con la directora no tuvimos
ningún problema, ni con el director general
de Instituciones Penitenciarias. Todo
fueron facilidades. No teníamos entonces
voluntarios y tiraba de mi gente, de
amigos, familia…Me llevaba a mis hijos
para que jugaran con estos niños. Me fui
al colegio de mis hijos, jesuita, y cuál fue
mi sorpresa cuando todos respondieron
positivamente. Estuve en las Irlandesas,
donde estudiaban mis hijas, y me dejaron
sus recintos para que fuésemos con estos
niños. Así empezó la salida de los niños
de prisión. Hacíamos la comida en nuestros
hogares y a sacar a los niños a que
disfrutaran. No me gustaba la idea de que
tuviesen que pasar en prisión los primeros
seis años de sus vidas. Ahora tenemos
un terreno de siete mil quinientos metros
cuadrados que hemos conseguido en
concurso de la Red de Suelos Solidarios
del Ayuntamiento de Madrid en Las Tablas,
en Madrid. No teníamos dinero para
construir allí nada. Entonces Caja Madrid
Obra Social nos lo financió. Se termina de
construir en verano. Albergará a ochenta
pacientes drogodependientes. Pacientes
enfermos de droga que quieren salir adelante.
¿CoN qué NECESiDaDES SE ENCuENtraN EN
EStoS momENtoS EN FuNDaCióN?
Tú me dices y yo te pido, ¿eh? (sonríe).
Caja Madrid nos ha financiado la obra,
ahora necesitamos amueblarlo. Hemos
hecho una especie de “lista de bodas”.
Necesitamos ochenta camas, ochenta
colchones, ochenta lamparitas, ochenta
mesitas de noche…para que la gente
a la que conozco aporte una mesita de
noche, un colchón, una manta…lo que
pueda cada uno. Vamos consiguiéndolo.
Estamos amueblándolo. Luego queremos
poner campos de deporte, para que tengan
prácticas sanas y trabajen en equipo.
Más adelante pondremos un material mejor
para las canchas y le iremos haciendo
mejoras. Tenemos una Web que es www.