OBRAS/EL CHAT.pdf - Tomás Urtusástegui

EL CHAT
música. La escucha con gusto, será música de los años cincuentas o un
poco más. Pueden ser boleros cantados por una Avelina Landín o Pedro
Vargas. Sigue navegando en Internet. (Sigue navegando. Ahora se conecta
al messeger. Alista su cámara. Se ve en la pantalla) Me veo bien aunque
falta algo de luz. (Se levanta, va por una lámpara de chicote, la conecta, la
enciende, acomoda el haz de luz para que le dé en la cara. Modela frente a
la camarita. Sonríe) Así está mejor. (Se contempla nuevamente, ahora se
divierte haciendo gestos ante la cámara, puede acompañarse de sonidos
como cuando imite a un chango o cosas así. Sonríe. Se levanta, sale del
despacho, regresa un momento después con un vaso con agua, toma
alguna medicina. Se escucha el timbre de la puerta. Sale del despacho
nuevamente para ir a abrir. Regresa con Enrique. Éste es otro. Viene muy
arreglado, muy peinado, con otro traje, tiene un clavel en la solapa. Se
nota que se pintó algo el bigote y el pelo de oscuro)
ENRIQUE.- Cómo ve veo.
BELISARIO.- Sin una pizca de gripe.
ENRIQUE.- No tengo.
BELISARIO.- Por teléfono me dijiste que tenías fiebre, tos…
ENRIQUE.- ¿No está muy exagerado el peinado?
BELISARIO.- Dirás el color del pelo.
ENRIQUE.- Eso, me lo teñí un poco. ¿Se ve mal?
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