OBRAS/EL CHAT.pdf - Tomás Urtusástegui

EL CHAT
BELISARIO.- Vamos a dejar el tema de la computadora de lado.
ENRIQUE.- Me repatea que siempre que vengo me la pongas frente a mí, y
peor cuando sales con tus palabritas, que si el maus, que si los meils, que si
el güeb, que si el clic, que los mega quien sabe qué. Y para qué seguir.
BELISARIO.- Ya te dije que dejemos ese tema.
ENRIQUE.- Lo que creo es que me quieres presumir tu dinero, como tú
tienes una buena jubilación y además tienes esta casa….Ya te dije que a mí
apenas me alcanza con lo que me dan, la mayor parte se me va en
medicinas que ahora están carísimas. Y tú dale con la burra al trigo, que
cómprate una laptop, que esas no son tan caras, que la puedes conseguir de
medio uso, que te vas a divertir. Para qué quiero divertirme. Con vivir basta
y sobra. Ya me veo gastando miles de pesos en un aparato como éste.
Estaría yo lucido. Lo compro y me quedo sin comer no sé cuántas semanas.
Eso, por supuesto, tú no lo comprendes ¿verdad?
BELISARIO.- ¡Ya! ¿No? No te he dicho hoy una sola palabra sobre todo
eso.
ENRIQUE.- Hoy no. Ayer me dijiste que en el periódico había un anuncio
donde rebajaban un veinte por ciento esos aparatos, claro, si los pagaba uno
al contado. Y de dónde voy yo a pagar al contado. Házmela buena.
BELISARIO.- Eso fue ayer. Hoy es otro día.
ENRIQUE.- Hoy me recibiste con lo del chat. Que si el chat para acá, que
si el chat para allá, que si la paraguaya…
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