El curioso impertinente.pdf

El curioso impertinente.pdf El curioso impertinente.pdf

14.05.2013 Views

y si mi honor no mirara, yo te quitara la vida. LEONELA: Esta merced esperaba quien tal señora servía. CAMILA: Quien de sus crïadas fia, de señora se hace esclava. LEONELA: Pues que tu cordura es tan poca, sabré decir mi razón. CAMILA: Si hablas, el corazón te sacaré por la boca. Vase CAMILA LEONELA: Tú verás, pues soy mujer, si mi agravio sé vengar. Sale ANSELMO ANSELMO: No hay más gusto que esperar, ni más glorias que tener. LEONELA: Ya tengo ocasión de hacello. Furiosa estoy, estoy loca. ANSELMO: Pues al pescuezo la toca y por la espalda el cabello, ¿qué tienes, que voces das? LEONELA: Si me aseguras primero, la verdad decirte quiero. ANSELMO: Sí, aseguro. LEONELA: ¿Dónde vas? ANSELMO: El gran duque me ha llamado, y con priesa voy allá. LEONELA: ¿Y tu esposa dónde está? ANSELMO: Con Lotario la he dejado. LEONELA: Apenas habrás salido de casa, cuando los dos te ofendan. ANSELMO: ¡Válgame Dios! ¿Qué dices? LEONELA: Que fue fingido cuanto viste en tu aposento. 98 El curioso impertinente

Fue traición y fue cautela. ANSELMO: Mira qué dices, Leonela, si adviertes bien lo que siento. LEONELA: Finge salir de tu casa, si crédito no me das, y vuelve luego y verás adónde tu honor se abrasa. ANSELMO: Yo voy ¿Qué hacer? LEONELA: Por aquí. ANSELMO: ¡Ay, mudanzas de Fortuna! LEONELA: Ésta es la puerta. ANSELMO: Ninguna queda abierta para mí. Voy sin alma, voy perdido. LEONELA: ¡Qué ciego va y qué turbado! ¡Jesús! ANSELMO: Pues he tropezado en la puerta, habré caído. Vase ANSELMO Y sale CULEBRO 99 El curioso impertinente CULEBRO: ¿Qué es esto, mi vida? LEONELA: Ya no hay "mi vida." CULEBRO: ¿Qué ha pasado? LEONELA: Todo estaba remediado y todo perdido está. Yo fui causa de este efeto, y ya estoy arrepentida. CULEBRO: ¿Cómo? LEONELA: Loca de ofendida he descubierto el secreto. Dije a Anselmo lo que pasa, y que se fue habrá fingido de casa, y si se ha escondido, tiene de arderse esta casa. CULEBRO: ¿Qué hiciste, Leonela? ¡Ay, triste! Para tanto mal conviene remedio. LEONELA: Ninguno tiene.

Fue traición y fue cautela.<br />

ANSELMO: Mira qué dices, Leonela,<br />

si adviertes bien lo que siento.<br />

LEONELA: Finge salir de tu casa,<br />

si crédito no me das,<br />

y vuelve luego y verás<br />

adónde tu honor se abrasa.<br />

ANSELMO: Yo voy ¿Qué hacer?<br />

LEONELA: Por aquí.<br />

ANSELMO: ¡Ay, mudanzas de Fortuna!<br />

LEONELA: Ésta es la puerta.<br />

ANSELMO: Ninguna<br />

queda abierta para mí.<br />

Voy sin alma, voy perdido.<br />

LEONELA: ¡Qué ciego va y qué turbado!<br />

¡Jesús!<br />

ANSELMO: Pues he tropezado<br />

en la puerta, habré caído.<br />

Vase ANSELMO Y sale CULEBRO<br />

99<br />

<strong>El</strong> <strong>curioso</strong> <strong>impertinente</strong><br />

CULEBRO: ¿Qué es esto, mi vida?<br />

LEONELA: Ya<br />

no hay "mi vida."<br />

CULEBRO: ¿Qué ha pasado?<br />

LEONELA: Todo estaba remediado<br />

y todo perdido está.<br />

Yo fui causa de este efeto,<br />

y ya estoy arrepentida.<br />

CULEBRO: ¿Cómo?<br />

LEONELA: Loca de ofendida<br />

he descubierto el secreto.<br />

Dije a Anselmo lo que pasa,<br />

y que se fue habrá fingido<br />

de casa, y si se ha escondido,<br />

tiene de arderse esta casa.<br />

CULEBRO: ¿Qué hiciste, Leonela? ¡Ay, triste!<br />

Para tanto mal conviene<br />

remedio.<br />

LEONELA: Ninguno tiene.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!