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TONG LEN SERIE 1 YOGA

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INSTITUTO INSTITUTO DE DE CLÁSICOS CLÁSICOS ASIÁTICOS<br />

ASIÁTICOS<br />

Práctica 3<br />

CONTEMPLACIONES CONTEMPLACIONES SOBRE SOBRE LA<br />

LA<br />

PRÁCTICA PRÁCTICA DE DE DAR DAR Y Y TOMAR<br />

TOMAR<br />

(<strong>TONG</strong> (<strong>TONG</strong> <strong>LEN</strong>)<br />

<strong>LEN</strong>)<br />

1


Sashi pukyi jukshing metok tram,<br />

Rirab lingshi nyinde gyenpa di,<br />

Sangye shingdu mikte ulwar gyi,<br />

Drokun namdak shingla chupar shok.<br />

Mandala<br />

Idam guru ratna mandalakam niryatayami<br />

Ofrecimiento del Mandala<br />

Aquí está la gran Tierra<br />

Llena de olor a incienso<br />

Cubierta con un manto de flores,<br />

La Gran Montaña,<br />

Los Cuatro Continentes<br />

Adornados con la Joya<br />

Del Sol y la Luna.<br />

En mi mente los transformo<br />

En un paraíso de Buda<br />

Y te lo ofrezco todo a ti.<br />

Por este acto pueda cada ser consciente<br />

Experimentar el Mundo Puro.<br />

Idam guru ratna mandalakam niryatayami<br />

2


Sangye chudang tsokyi choknam la,<br />

Jangchub bardu dakni kyabsu chi,<br />

Dakki jinsok gyipay sunam kyi,<br />

Drola penchir sangye druppar shok.<br />

Refugio y Bodhichita<br />

En el Buda, el Dharma y la Sangha<br />

Tomo refugio hasta el Despertar.<br />

Que por la práctica de la Generosidad<br />

Y de todas las demás Virtudes,<br />

Pueda alcanzar la Budeidad<br />

Para beneficio<br />

De todos los seres conscientes.<br />

Kyabdro semkye<br />

3


Gewa diyi kyewo kun<br />

Sunam yeshe tsok-dzok shing,<br />

Sunam yeshe lejung way,<br />

Dampa kunyi topar shok.<br />

Dedicación de la bondad de un acto<br />

Por la bondad<br />

De lo que acabo de hacer<br />

Puedan todos los seres<br />

Completar la acumulación<br />

De mérito y sabiduría<br />

Ngowa<br />

Y así obtener los dos<br />

Cuerpos últimos<br />

Que son producto del mérito y la sabiduría.<br />

4


Instituto de Clásicos<br />

Asiáticos<br />

El Instituto de Clásicos Asiáticos<br />

Práctica III: Contemplaciones de la Práctica de Dar y Tomar (Tong Len)<br />

Temario<br />

Contemplación Uno<br />

¿Dónde encaja la práctica de dar y tomar en el camino budista?<br />

Contemplación Dos<br />

¿Qué relación tiene la práctica de dar y tomar con el desarrollo del amor y la<br />

compasión?<br />

Contemplación Tres<br />

Sobre los beneficios de meditar en el amor y la compasión.<br />

Contemplación Cuatro<br />

El texto original de la práctica de dar y tomar del Ofrecimiento a los Lamas<br />

(Lama Chupa), del Primer Panchen Lama.<br />

Contemplación Cinco<br />

¿Qué va primero, dar o tomar?<br />

Contemplación Seis<br />

Una explicación de la práctica de dar y tomar en la primera referencia del<br />

Ofrecimiento a los Lamas.<br />

Contemplación Siete<br />

Una explicación de la práctica de dar y tomar en la segunda referencia del<br />

Ofrecimiento a los Lamas<br />

5


Contemplación Ocho<br />

Más sobre la respiración en la práctica de dar y tomar.<br />

Contemplación Nueve<br />

¿De quién tomamos el sufrimiento?<br />

Contemplación Diez<br />

Detalles adicionales de la visualización.<br />

Contemplación Once<br />

¿Qué es lo que damos?<br />

Contemplación Doce<br />

Sobre cómo funciona y cómo no funciona el dar y tomar.<br />

Contemplación Trece<br />

Sobre cómo hacer que la práctica de dar y tomar sea una práctica durante todo el<br />

día.<br />

Contemplación Catorce<br />

Sobre cómo utilizar la práctica de dar y tomar para transformar los problemas en<br />

oportunidades espirituales.<br />

Contemplación Quince<br />

Sobre cómo utilizar la práctica de dar y tomar en el momento de la muerte.<br />

Contemplación Dieciséis<br />

Sin prisa y sin pausa ganas la carrera.<br />

Lectura Adicional<br />

Una selección de “El Jardín”: el Capítulo sobre la Compasión.<br />

Lectura Adicional<br />

Los Seis Preliminares a la Meditación y los Siete Ingredientes.<br />

6


Instituto de Clásicos<br />

Asiáticos<br />

El Instituto de Clásicos Asiáticos<br />

Práctica III: Contemplaciones Sobre la Práctica de Dar y Tomar<br />

(Tong Len)<br />

Contemplación Uno: ¿Dónde encaja la práctica de dar y tomar en el camino<br />

Budista?<br />

Para responder a esta cuestión, regresemos primero a una descripción actual de la<br />

fuente más famosa de las enseñanzas de dar y tomar, es decir, Una Ofrenda a los<br />

Lamas, La Unión Indivisible de Gozo y Vacuidad, del Primer Panchen Lama, Lobsang<br />

Chukyi Gyaltsen (1567?-1662). La descripción en sí misma fue compuesta por Ngulchu<br />

Dharma Bhadra (1772-1851), una importante figura dentro del linaje de enseñanzas<br />

del Ángel del Diamante (Vajra Yogini).<br />

En esta explicación vemos el lugar que tiene nuestra práctica dentro de las etapas del<br />

camino a la Budeidad (Lam-Rim).<br />

7


III. Cómo Adiestrar el Propio Corazón en el Camino de Aquellos de la Motivación<br />

Superior.<br />

A. Cómo desarrollar el Deseo por la Iluminación (Bodhichita).<br />

1. Cómo adiestrarse en las cosas que causan el Deseo.<br />

a. Cómo desarrollar la raíz misma del camino: la gran<br />

compasión.<br />

b. Cómo meditar en la práctica de verse a uno mismo igual que<br />

los demás y después cambiarse por ellos.<br />

i. Cómo meditar en verse a uno mismo igual que<br />

los demás<br />

ii. Cómo meditar en cambiarse por los demás.<br />

a) Problemas causados por apreciarse a uno<br />

mismo.<br />

b) Beneficios que vienen de apreciar a los<br />

demás.<br />

c) Un resumen de los problemas y los<br />

beneficios.<br />

d) La práctica real de cambiarse uno mismo<br />

por los demás.<br />

iii. Cómo practicar dar y tomar<br />

8


c. Una presentación de los puntos restantes sobre el<br />

entrenamiento de la mente.<br />

i. Cómo utilizar tu actitud para transformar las malas<br />

circunstancias en el camino.<br />

ii. Cómo convertir esta vida entera en práctica, y cómo<br />

valorar si realmente has tenido éxito en el entrenamiento<br />

de la mente.<br />

iii. Cómo utilizar tus acciones para transformar las malas<br />

circunstancias en el camino, y adiestrarse en los<br />

compromisos.<br />

2. Cómo adiestrarse en el Deseo.<br />

a. Cómo desarrollar el Deseo en forma de una oración.<br />

b. Cómo tomar el voto de realizar el Deseo.<br />

B. Cómo adiestrarse en las actividades de un Bodhisattva una vez que se ha<br />

desarrollado el Deseo.<br />

1. Cómo adiestrarse en dar.<br />

2. Cómo adiestrarse en la vida ética.<br />

3. Cómo adiestrarse en no enfadarse.<br />

4. Cómo adiestrarse en el esfuerzo gozoso.<br />

5. Cómo adiestrarse en la meditación.<br />

6. Cómo adiestrarse en la sabiduría.<br />

a. La práctica profunda del espacio vacío—el periodo en<br />

meditación.<br />

b. La práctica profunda de la ilusión—el periodo posterior.<br />

c. Características de la visión del camino medio.<br />

Seguido de “Cómo Adiestrar el Propio Corazón en el Camino del Diamante…”<br />

********<br />

A menudo vemos la práctica de dar y tomar situada dentro del contexto de las<br />

enseñanzas sobre cambiarse uno por los demás, como por ejemplo en la explicación de<br />

Un Ritual en Siete Partes que incluye Todos los Puntos Esenciales Para Acumular<br />

Bondad y Purificar Errores, compuesto por el primer Changkya Rimpoché, Ngawang<br />

Lobsang Chunden (1642-1714), una vida anterior de Pabongka Rimpoche:<br />

9


A. Cómo desarrollar el deseo por la Iluminación, que es la puerta de entrada al<br />

Gran Vehículo y la base para implicarse en las acciones de un Bodhisattva<br />

1. Desarrollar el Deseo mediante las siete etapas del método de causa y<br />

efecto.<br />

a. Alcanzar un estado de ecuanimidad hacia todos los seres vivos.<br />

b. Desarrollar el estado mental en el que uno se esfuerza por<br />

conseguir los objetivos de los demás.<br />

i. Reconocerlos como tus madres.<br />

ii. Recordar su amabilidad.<br />

iii. Devolverles su bondad.<br />

iv. La “preciosa” forma de amar.<br />

v. La gran compasión.<br />

vi. La responsabilidad personal.<br />

c. Cómo se desarrolla realmente el Deseo.<br />

2. Desarrollar el Deseo mediante la práctica de cambiarse uno mismo por<br />

los demás.<br />

a. La práctica de dar y tomar.<br />

b. Cómo se desarrolla el Deseo.<br />

10


El siguiente apartado, que describe una extraordinaria combinación de los dos métodos<br />

para alcanzar el Deseo por la Iluminación, procede de Una Explicación Detallada de la<br />

Instrucción para el Análisis Minucioso de las Etapas del Camino a la Budeidad. Una<br />

copia de este texto se encontró en la librería personal de Kyabje Trijang Rimpoche,<br />

tutor de Su Santidad el actual Dalai Lama.<br />

Hay trece etapas en las instrucciones sobre cómo llevar a cabo la práctica combinada:<br />

(1) Ecuanimidad hacia todos los seres.<br />

(2) Reconocerlos como tu madre.<br />

(3) Recordar su amabilidad.<br />

(4) Decidirse a devolverles su amabilidad.<br />

(5) Verte a ti mismo y a los demás como iguales.<br />

(6) Contemplar desde diferentes ángulos los problemas de apreciarse a sí mismo.<br />

(7) Contemplar desde diferentes ángulos los beneficios de apreciar a los demás.<br />

(8) Las razones por las que es muy correcto apreciar a los demás.<br />

(9) La práctica real de cambiarse por los demás.<br />

(10) La práctica de tomar, realizada mediante el enfoque en la categoría de la<br />

compasión.<br />

(11) La práctica de dar, realizada mediante el enfoque en la categoría del<br />

amor.<br />

(12) La responsabilidad personal.<br />

(13) El verdadero Deseo por la Iluminación.<br />

11


Contemplación Dos: ¿Qué relación tiene la práctica de dar y tomar con el<br />

desarrollo del amor y la compasión?<br />

La práctica de dar y tomar tiene una clara relación con desarrollar las cualidades del<br />

amor y la compasión. Oiremos en primer lugar de Sol para Ayudar a los Demás, un<br />

Trabajo de Instrucciones sobre el Linaje Mediante el que Ha Sido Enseñada la<br />

Tradición del Adiestramiento Mental, compuesto por el primer Changkya Rimpoche:<br />

Supón que fracasas en cambiar perfectamente<br />

Tu felicidad por el sufrimiento de los demás:<br />

Nunca alcanzarás entonces la Iluminación,<br />

No encontrarás felicidad aquí en esta vida.<br />

Así se ha dicho, y por eso debemos tomar<br />

Nuestro aprecio y nuestra ignorancia<br />

Y darle la vuelta a los objetos que los poseen:<br />

Aquel al que ignoramos deberíamos ser nosotros mismos;<br />

Y aquel a quien apreciamos, todos los demás.<br />

12


El Camino del Bodhisattva dice lo mismo:<br />

“Saca de ti mismo toda la felicidad,<br />

Y toma sobre ti el dolor de los demás”.<br />

La segunda parte es el adiestramiento mental real para esforzarse<br />

Por los objetivos de los demás, y viene en dos secciones: practicar<br />

Durante la sesión real, después y durante los intermedios.<br />

La primera de ellas tiene dos partes también: practicar el dar<br />

En la meditación en el amor, y practicar tomar<br />

En la meditación en la compasión. La primera se describe<br />

En las palabras:”Alternar las dos, dar y tomar”.<br />

********<br />

El primer Panchen Lama también describe la conexión entre la práctica de dar y tomar<br />

y la compasión:<br />

13


Medita tú mismo para generar una actitud de disgusto<br />

Hacia este mundo de existencia cíclica, tres reinos en los que cada uno de<br />

nosotros es torturado como si estuviera en un hoyo de fuego que nadie podría<br />

soportar, sufriendo exactamente de este modo los dolores del nacimiento y la<br />

muerte.<br />

Observa el estado miserable de tu propio sufrimiento y trata de imaginar desde él<br />

Cómo todas tus madres, diminutos seres vivos, deben sufrir lo mismo.<br />

Desarrolla de este modo un estado de compasión verdadera,<br />

Y practica constantemente dar y tomar, alternando los dos.<br />

Esta inmensa máquina que activa nuestro nacimiento y muerte como cosas<br />

Impuras es algo creado por nuestras proyecciones y nada más:<br />

No existe en ella ni un solo átomo que exista de algún otro modo—<br />

Arrójate entonces al reino de la intrepidez pura y verdadera.<br />

********<br />

14


Él también propone la compasión como una razón para practicar dar y tomar:<br />

Recuerda el verso que dice:<br />

El sufrimiento, por otra parte, tiene ciertos beneficios:<br />

Te da tristeza que limpia tu arrogancia,<br />

Y te enseña la compasión por aquellos atrapados en el círculo;<br />

Empiezas a eliminar las malas acciones y aprendes a disfrutar de la bondad.<br />

El punto aquí es que deberías aprender a tomar el sufrimiento con alegría, y adquirir<br />

compasión por aquellos atrapados en el círculo de sufrimiento. Y con esta motivación<br />

deberías hacer grandes esfuerzos en la práctica de dar y tomar para que puedas<br />

acumular una gran energía espiritual positiva y purificarte de obstáculos<br />

espirituales.<br />

*********<br />

El maestro Budista Mongol llamado Namka Pel, en su Adiestramiento Mental de los<br />

Rayos del Sol, repite la conexión entre dar y tomar y el amor y la compasión; entonces<br />

relata la importancia de considerar los beneficios de cada uno:<br />

15


El primer punto [cómo llevar a cabo la práctica real] tiene dos secciones: meditar en el<br />

amor y meditar en la compasión. La primera se describe en las líneas que hablan<br />

sobre “practicar dar y tomar alternativamente”—lo que es decir, deberíamos<br />

meditar sobre el amor y la compasión entregando nuestros cuerpos, posesiones y<br />

nuestros almacenes de buen karma a la demás gente. Nuestro gozo haciéndolo será<br />

mucho más poderoso si, antes de nada, pensamos cuidadosamente sobre los beneficios<br />

del amor, y por eso aquí hay una descripción de tales beneficios.<br />

16


Contemplación Tres: En los beneficios de meditar sobre el amor y la compasión<br />

Namka Pel continúa este texto con los beneficios de la meditación sobre el amor y la<br />

compasión, en el contexto de la práctica de dar y tomar:<br />

El rey de la concentración dice:<br />

Supón que viajas a una galaxia abarrotada con billones y billones de paraísos puros,<br />

Y tomas un número infinito de diferentes ofrecimientos y sentado para siempre los<br />

presentas continuamente a aquellos, los más elevados seres:<br />

Nunca podría esto igualar a una fracción de la bondad de los pensamientos de amor.<br />

El punto aquí es que el estado mental llamado “amor” representa un buen karma mucho<br />

más grande que el acto de tomar una enorme riqueza material y hacer ofrecimientos<br />

sobre una base constante a los más infinitamente santos seres que jamás pudieran<br />

recibirlos…<br />

********<br />

En su Sol Para Ayudar a los Demás, el primer Changkya Rimpoché cita los beneficios<br />

del amor mencionados por el ser realizado Nagarjuna:<br />

Aquí pues están los beneficios de meditar en el amor;<br />

Recuerda ahora las palabras en Collar Joyas que empiezan así:<br />

17


Supón que todos los días, tres veces cada uno, ibas y hacías<br />

Algunos ofrecimientos de deliciosa comida en trescientas copas de plata:<br />

El mérito que esto representa nunca sería igual ni siquiera a<br />

Una fracción del bien que obtienes de un momento, un instante, de amor.<br />

Los dioses anteriores, y los hombres también, todos, te tomarán como su amigo;<br />

Y debido a eso, ellos también se implicarán para siempre en protegerte.<br />

Tu mente estará siempre contenta y tendrás placeres de muchas clases,<br />

Nunca jamás serás dañado por venenos o cualquier otra arma.<br />

En cualquier cosa que te impliques tendrás éxito sin ningún esfuerzo,<br />

Y más tarde nacerás en el Mundo de la Pureza.<br />

Incluso aunque falles en alcanzar tu liberación,<br />

Aún así, obtienes las ocho cualidades excelentes de El Amado.<br />

18


Una vez has llegado a ver la verdad de todas estas palabras, entonces<br />

Ve y entrega a cada ser vivo tu propio cuerpo,<br />

Todas tus posesiones y todo lo que tengas virtuoso;<br />

Ve y medita sobre el más grande estado de amor,<br />

Sobre los pensamientos en los que deseas que todos ellos puedan tener siempre<br />

Cada clase de felicidad y ayuda que pudiera haber.<br />

19


Contemplación Cuatro: El texto original de la práctica de dar y tomar del<br />

Ofrecimiento a los Lamas (Lama Chupa), del Primer<br />

Panchen Lama.<br />

Quizá la más famosa fuente de la práctica de dar y tomar tal y como se sigue<br />

actualmente es el Ofrecimiento a los Lamas (Lama Chupa), del primer Panchen Lama.<br />

Hay dos versos importantes para la práctica: los presentaremos en negrita junto con<br />

otros versos que los acompañan para mostrar el contexto. El primero de los dos versos<br />

está considerado tan vital, que en los monasterios tibetanos actuales se repite tres veces<br />

siempre que la Ofrenda es recitada por la asamblea de monjes.<br />

No existe nadie que desee siquiera la más mínima forma de sufrimiento;<br />

No existe nadie que sienta que tiene la suficiente felicidad.<br />

Por favor, concédeme Tus bendiciones para decirme a mí mismo que no hay diferencia<br />

Entre yo y los demás: enséñame a regocijarme de su felicidad.<br />

Ayúdame a ver que esta enfermedad crónica de apreciarme sólo a mí mismo<br />

Es la misma causa que me trae todo mi sufrimiento. Deseo eliminarla.<br />

Por favor, concédeme tu bendición para colocar la culpa adecuadamente y después<br />

aprender a despreciarla,<br />

Y finalmente aplastar este gran demonio de mantener que las cosas tienen alguna<br />

naturaleza propia.<br />

20


Ayúdame a ver que apreciar [a mis] madres, el pensamiento de llevarles a la<br />

felicidad,<br />

Es la puerta para desarrollar en mí elevadas cualidades sin límite;<br />

Por favor concédeme tus bendiciones para apreciar a todos los seres más que a mi<br />

propia vida,<br />

Incluso aunque todos ellos vinieran como mi enemigo para atacarme.<br />

Para resumirlo, los niños persiguen hacer sólo lo que les beneficia a ellos mismos,<br />

Mientras que los Señores Capaces de hecho actúan sólo para hacer lo que es bueno para<br />

los demás;<br />

Por favor concédeme tus bendiciones para ver los problemas y beneficios que proceden<br />

de uno y de otro,<br />

Y de este modo aprender a verme a mí mismo y a los demás como iguales, para después<br />

cambiarme por ellos.<br />

21


Apreciarme sólo a mí mismo es la puerta para todo problema,<br />

Apreciar a mis madres la puerta de todas las cualidades espirituales;<br />

Por favor concédeme entonces tus bendiciones para hacer de la práctica de cambiarme<br />

Por los demás el corazón mismo de toda mi vida espiritual.<br />

Y después, mi elevado y santo Lama, Señor de Toda Compasión,<br />

Concédeme por favor tu bendición para que así todo el dolor de los seres-madres,<br />

Sus malas acciones y sus obstáculos, puedan madurar ahora en mí,<br />

Y así pueda darles yo ahora toda mi bondad y felicidad,<br />

Para de este modo asegurarle a cada uno toda la felicidad.<br />

Si el mundo a mí alrededor y aquellos sobre él se desbordan con los frutos del error<br />

Que yo he cometido antes, y una lluvia de dolor—las cosas que odio— cae sobre mí,<br />

Concédeme tu bendición para verlo como la terminación de todos los resultados<br />

De mis propios actos negativos, para transformar las circunstancias negativas en el<br />

camino.<br />

22


Ayúdame, en resumen, a considerar todo lo que aparece en mi vida,<br />

Lo bueno y lo malo, y a usar la práctica de los cinco diferentes poderes,<br />

Para transformarlo en el camino para incrementar las dos formas del Deseo<br />

Por la Iluminación: concédeme tu bendición para no sentir nada excepto gozo.<br />

Ayúdame a encontrar los medios hábiles con las cuatro aplicaciones<br />

Para hacer, en el momento, de cualquier cosa que me ocurra, una parte de mi práctica;<br />

Por favor concédeme tu bendición para seguir el entrenamiento de la mente, mis<br />

Plegarias y las diferentes normas de vida para darle a mis libertades y fortunas un gran<br />

sentido.<br />

Las cuatro aplicaciones son métodos para aplicar a los problemas que acontecen en<br />

nuestra práctica, tal y como sigue: utilizarlos para llenarnos con el poder de las buenas<br />

acciones; para purificarnos del poder de las malas acciones; como un “ofrecimiento a<br />

los demonios” en el sentido de darle las gracias a cualquiera que nos haya dañado e<br />

inspirado de ese modo a practicar más seriamente, y para presentar ofrendas a los<br />

protectores del Dharma—después pedirles que realicen su labor con éxito.<br />

Ayúdame a encontrar tanto amor como compasión y responsabilidad personal,<br />

Con la grúa de dar y tomar, que cabalga sobre el viento.<br />

Por favor concédeme tus bendiciones para dedicarme a aprender<br />

El Deseo por la Iluminación,<br />

Para que pueda usar esos pensamientos para liberar a todos los seres del océano<br />

del ciclo de la existencia.<br />

23


Contemplación Cinco: ¿Qué va primero, dar o tomar?<br />

Pabongka Rimpoche (1878-1941), en su afamado texto sobre las etapas a la budeidad<br />

titulado La Liberación en la Palma de tu Mano, explica la cuestión de si deberíamos<br />

practicar primero el dar o el tomar.<br />

Aquí está el primer punto, que es usar esta práctica [es decir, cambiarse uno por los<br />

demás] como una base para la meditación de dar y tomar. Practicamos tomar<br />

concentrándonos en el objeto de nuestra compasión, y practicamos dar concentrándonos<br />

en el objeto de nuestro amor. Recuerda el texto raíz [del Entrenamiento Mental en Siete<br />

Puntos] donde dice: “Alterna las dos, dar y tomar”. El asunto es que esta práctica de dar<br />

y tomar nos proporciona una actitud para cambiarnos por los demás desde una nueva<br />

perspectiva.<br />

Ahora existen muchos libros de instrucciones que dicen que—de las dos etapas, dar y<br />

tomar—deberíamos hacer el dar en primer lugar. En la práctica actual, sin embargo,<br />

haremos el tomar primeramente; y también está permitido sólo tomar sin la parte del<br />

dar. Piensa sin embargo en esto: a menos que tomemos su sufrimiento primero, esto no<br />

nos ayuda mucho a darles nuestra felicidad. Así que primero deberíamos concentrarnos<br />

en la etapa de la compasión: deberíamos tratar de desarrollar el estado mental<br />

compasivo en el que decimos: «Pueda yo liberar a todos los seres de su dolor».<br />

24


Contemplación Seis: Una explicación de la práctica de dar y tomar en la primera<br />

referencia del Ofrecimiento a los Lamas<br />

La siguiente explicación de la práctica de dar y tomar viene de un comentario sobre el<br />

primero de los dos versos en el Ofrecimiento a los Lamas que trata de la meditación. El<br />

comentario es, de nuevo, de Ngulchu Dharma Bhadra, y se titula, “La Realización de<br />

Cualquier Deseo de Aquellos con la Fortuna Concedida por la Virtud”, que consta de<br />

Notas de una Enseñanzas sobre la Prácticas de Transmisión y Confesión, basada en la<br />

“Ofrenda a los Lamas, la Unión Indivisible de Gozo y Vacuidad”.<br />

Aquí está el tercer punto, que es cómo hacer la práctica de dar y tomar. Se basa en el<br />

verso de cinco líneas que comienza con las palabras: «Y luego mi elevado, santo<br />

Lama…». El gran Takpukpa entendió que este tema en particular era de la más alta<br />

importancia, y por eso le pidió a [el autor, el primer Panchen Lama] Chukyi Gyaltsen,<br />

que le permitiera añadir la primera línea. Le fue concedido el permiso, y por eso<br />

podemos clasificar esta línea de las de la clase de palabras sagradas que llamamos<br />

“otorgadas”.<br />

Aquí es cómo se lleva a cabo realmente la práctica. Visualiza de nuevo a cada ser vivo a<br />

tu alrededor. Haz una súplica sincera de que todo su karma—tanto bajo la forma del<br />

karma que produce dolor, es decir, acciones negativas, así como bajo la forma del<br />

karma cuyo resultado es el dolor, es decir, el dolor mismo—madure en ese mismo<br />

instante sobre ti mismo.<br />

25


Visualiza luz negra en los corazones de todos esos seres; piensa que esa luz son todas<br />

sus acciones negativas y sus obstáculos espirituales, junto con todos sus diferentes<br />

sufrimientos. Imagina todo esto saliendo de esos seres como una corriente de luz negra<br />

entrando en ti, en tu corazón, hacia una llama que representa tu tendencia a mantener<br />

que las cosas tienen alguna naturaleza en sí mismas. Después visualiza todo como un<br />

destello en una oscuridad total, y después de esto imagina todas las malas acciones,<br />

obstáculos y dolor de todos los seres totalmente eliminado, y desapareciendo en una<br />

espiral de humo.<br />

A continuación, visualiza la felicidad y el buen karma que tú mismo has acumulado y<br />

acumularás durante el pasado, presente y futuro: todo ello en forma de luz blanca. Envía<br />

esta luz fuera para envolver a todos los seres vivos, y piensa que esto les trae una<br />

perfecta y total felicidad.<br />

Después, describiendo la práctica con más detalle, como yendo más allá, Ngulchu<br />

Dharma Bhadra nos ofrece más apuntes sobre cómo incorporar esta meditación en la<br />

práctica personal:<br />

26


Si tienes pensado hacer de la meditación sobre dar y tomar la parte central de tu<br />

práctica, puedes seguir el modo en que solía hacerlo el Venerable Ngawang Dorje. En<br />

primer lugar haz toda la parte de tomar refugio y generar el Deseo por la Iluminación.<br />

Después, realiza la meditación de dar y tomar. Seguidamente haz la oración para que tu<br />

meditación llegue a hacerse realidad, por el poder de la verdad, con la línea que incluye:<br />

«Por la pureza del poder de mis intenciones…».<br />

[La oración completa dice así:<br />

Por la pureza del poder de mis intenciones,<br />

Por el poder de las bendiciones de Los que Así se Han Ido,<br />

Por los poderes del reino de la vacuidad,<br />

Puedan todas las aspiraciones que pudiera tener,<br />

Y todos mis deseos, cualquiera que estos sean,<br />

Hacerse realidad con una facilidad perfecta].<br />

Después de esto genera en tu mente la clara convicción de que no existe objeto en el<br />

universo que tenga alguna naturaleza en sí mismo: ni el objeto sobre el que se medita, ni<br />

la persona que medita sobre él, ni nada en absoluto. Y luego continúa con ciertas<br />

prácticas especiales seguidas por la dedicación final y oraciones.<br />

27


Contemplación Siete: Una explicación de la práctica de dar y tomar en la segunda<br />

referencia del Ofrecimiento a los Lamas.<br />

Más tarde en el mismo comentario, Ngulchu Dharma Bhadra explica la segunda<br />

referencia de la práctica de dar y tomar del Ofrecimiento a los Lamas.<br />

Aquí está la segunda parte, que es cómo adiestrarse uno mismo en el Deseo por la<br />

Iluminación. Aquí hay dos puntos: cómo desarrollar el Deseo en la forma de una<br />

oración, y cómo tomar el voto del Deseo en forma de acción. El primero de estos se<br />

expresa en uno de los versos del Ofrecimiento a los Lamas, que incluye las palabras:<br />

«dar y tomar, que cabalgan sobre el viento». Ahora si hiciéramos la práctica de dar y<br />

tomar “cabalgar sobre el viento” es más fácil desarrollar el Deseo por la Iluminación;<br />

esto se debe al punto clave de que la mente y los aires internos viajan conjuntamente.<br />

Aquí hay algunas notas sobre la palabra poco usual del tibetano truldek, que se<br />

encuentra aquí en el verso del Ofrecimiento. Piensa en un artesano que está<br />

construyendo un edificio que se eleva alto en el cielo con muchos pisos. Él desarrolla<br />

una máquina (trul) que puede actuar como una grúa (dek) para subir los materiales hasta<br />

la parte de arriba de los pilares de la planta baja, para poder terminar el piso siguiente y<br />

así sucesivamente. Es igual que en las siete etapas, el método de causa y efecto para<br />

desarrollar el Deseo por la Iluminación: obtener soltura en la primera etapa— reconocer<br />

que todos los seres han sido nuestras madres— es la llave que nos permite alcanzar la<br />

siguiente etapa, y así por todo el camino hasta el Deseo mismo.<br />

28


En lo que respecta a cómo hacer esta meditación “cabalgar sobre el viento”, sigue<br />

primero las etapas que hemos mencionado anteriormente[en la explicación de la primera<br />

referencia, que encontramos arriba]. Luego imagina toda tu felicidad y buenas acciones<br />

bajo la forma de luz blanca. Envíala junto con tu respiración al exhalar, desde tu orificio<br />

nasal derecho hacia todos los seres vivos. Visualízalo entrando por su orificio nasal<br />

izquierdo, y piensa para ti que ellos están ahora llenos de felicidad. Medita así en el<br />

amor.<br />

Contempla a continuación sobre cómo todos esos seres vivos están atormentados por los<br />

sufrimientos de la existencia cíclica y los tres reinos inferiores. Imagina sus<br />

sufrimientos y todas sus malas acciones como luz negra y visualízala surgiendo por su<br />

orificio nasal derecho. Cuando inhales, imagina esta oscuridad entrando en ti junto con<br />

el aire por tu orificio nasal izquierdo, e imagina que esto ha destruido, en el fondo de tu<br />

corazón, la tendencia a aferrarse a las cosas como si tuviesen alguna naturaleza propia.<br />

Medita de este modo en la compasión.<br />

29


Desarrolla entonces en tu corazón un sentimiento de gozo, pensando cuán afortunado<br />

eres por haberte implicado en esta práctica. Luego, finalmente, entra en una meditación<br />

profunda en detong. Cuando salgas de dicha meditación, trae a tu corazón aquel estado<br />

de responsabilidad personal en el que te dices a ti mismo: «Cada ser vivo debe ser<br />

liberado de toda forma de sufrimiento, y debe llegar a tener toda forma de felicidad. Yo<br />

mismo me aseguraré de que la tengan». Date cuenta también de que esto es posible ya<br />

que todas las cosas son solo una construcción de tu propia mente. A continuación<br />

vuelve y examínate a ti mismo y reflexiona para ver si en el momento presente tienes o<br />

no alguna capacidad para llevar realmente a cabo ese objetivo. Enseguida te darás<br />

cuenta de que hasta ahora has fracasado incluso en alcanzar tus propios objetivos, así<br />

que mucho menos tienes la capacidad de ayudar a otros a alcanzar los suyos propios.<br />

Reflexiona entonces en si hay o no alguien que tenga ya esta capacidad. La respuesta es<br />

que un Buda completamente Iluminado la tiene. Y tú deberías seguir trayendo a tu<br />

corazón la aspiración de lograr los objetivos de todos los demás seres diciendo: « Yo lo<br />

haré para liberar a todas mis madres, a cada ser vivo, de este océano de sufrimiento<br />

cíclico». Y genera también la aspiración de alcanzar la Budeidad pensando: “¡Qué<br />

maravilloso sería si yo mismo pudiera alcanzar la Iluminación!”.<br />

Este último estado mental es solo desarrollar el Deseo por la Iluminación en la forma de<br />

una oración; ve más allá y trata de desarrollar el modo definitivo del Deseo en esta<br />

misma forma. Aquí es donde haces un compromiso para ti diciendo: «Además siempre<br />

lo mantendré y nunca abandonaré este estado mental que dice “yo lo haré” ». Este verso<br />

entonces pide que los Lamas te concedan su bendición para ser capaz de alcanzar este<br />

Deseo.<br />

30


Contemplación Ocho: Más sobre la respiración en la práctica de dar y tomar.<br />

Quizá la más famosa y antigua fuente sobre la práctica de dar y tomar es el texto del<br />

“adiestramiento mental” (lojong) titulado el Adiestramiento Mental en Siete Puntos,<br />

escrito por el Bodhisattva Tokme Sangpo (1295-1369). Aquí hay dos líneas relevantes<br />

que ya mencionan cómo la meditación tiene que ver con la respiración.<br />

Alterna las dos, dar y tomar.<br />

Deja a estas mismas cabalgar sobre el viento.<br />

Pabongka Rimpoché, en su famoso Don de Liberación, comienza su explicación de la<br />

práctica con estas dos mismas líneas:<br />

Recuerda la línea que dice que deberíamos “dejar a estas dos cabalgar sobre el viento”.<br />

El punto aquí es que, cuando estás haciendo alguna practica de visualización de dar y<br />

tomar, deberías hacer el dar cuando el aire está saliendo y el tomar cuando el aire está<br />

entrando.<br />

Podrías no ser capaz de lograr este “cabalgar sobre el viento” al principio. Pero si<br />

practicas una y otra vez los harás cabalgar; y ya que los aires internos y la mente se<br />

mueven al unísono, encontrarás bastante sencillo traer a tu corazón el Deseo por la<br />

Iluminación siempre que te cambies por los demás. Por lo tanto esta práctica es como<br />

una gran grúa.<br />

31


Esta meditación, por consiguiente, tiene algunos paralelismos con la “recitación del<br />

diamante” que forma parte de las enseñanzas secretas. Este también es el punto que el<br />

gran Kedrup tiene en mente en su famosa línea de oración dirigida a nuestro Noble<br />

Lama [Je Tsongkapa]:<br />

Un solo soplo del aliento de Tus santos labios, Oh Salvador,<br />

Trae el beneficio reconfortante a seres ilimitados.<br />

Hay muchos libros de instrucciones sobre estos puntos, pero sería inadecuado para mí<br />

explicarlos a una audiencia que no ha seguido la práctica de ausencia de deseos con<br />

regularidad.<br />

Algunas indicaciones del poder último de la práctica son impartidas en una oración<br />

muy especial del mismo Pabongka Rimpoche, escrita por su discípulo devoto Kyabje<br />

Trijang Rimpoche—tutor de Su Santidad el Decimocuarto Dalai Lama, y Lama raíz de<br />

nuestro propio Lama Raíz, Khen Rimpoche Gueshe Lobsang Tharchin:<br />

32


En resumen, podemos recordar las líneas de los Cuatrocientos Versos [del Maestro Arya<br />

Deva, c. 200 d.C.] que dicen:<br />

El Buda nunca mueve el más pequeño nervio<br />

A menos que sirva de gran propósito;<br />

Incluso el más leve aliento de sus labios<br />

No es sino pura ayuda para los seres vivos.<br />

Así, no hay ninguna necesidad en absoluto para mí de mencionar ahora aquellas<br />

acciones sagradas trascendentales de Su sagrado cuerpo, palabra y mente; incluso la<br />

más insignificante fracción de Sus elevadas acciones representan infinitas e<br />

inconcebibles cualidades secretas de actos divinos, palabras y pensamientos—y esto es<br />

cierto incluso ya desde el modo en que respira, practicando constantemente dar y tomar<br />

por el beneficio de todos los demás, constantemente repitiendo la canción de la<br />

expresión de la vacuidad, un himno espontáneo del santo sonido de nada.<br />

Junto con esas mismas líneas el glorioso Chandra Kirti había dicho:<br />

No es como si un ser Alado volviera alguna vez<br />

Porque no hay más cielo en el que volar;<br />

Más bien viraron en su vuelo a través de él porque<br />

Su propia fuerza se ha agotado.<br />

Es lo mismo que cuando los nobles hijos y los Budas, junto con<br />

Los discípulos, intentaban describir las cualidades<br />

De un solo Buda: estas son infinitas como el cielo,<br />

Indescriptibles, por lo tanto abandonaron el intento.<br />

33


Esta es una alusión a los grandes pájaros garuda, quienes se iniciaron en un viaje para<br />

cruzar el cielo. En algún momento de este pasaje, las fuerzas de sus alas se agotaron, y<br />

se encontraron con que deberían regresar. Pero no es como si ellos viraran en su vuelo<br />

porque el cielo se hubiera acabado de algún modo.<br />

Supón ahora que los “Budas” y los nobles hijos de los Budas —es decir, los<br />

Bodhisattvas—estuvieran intentando indicar siquiera las sutiles cualidades de un solo<br />

Buda. [La primera palabra “Budas” aquí se refiere a los practicantes del camino inferior,<br />

conocidos como “Budas Autorrealizados”, y “discípulos” se refiere a otros practicantes<br />

del camino inferior comúnmente llamados “Oyentes”]. Nunca tendrían éxito en hacer<br />

esto por completo, incluso si lo intentaran durante el mismo número de eones que gotas<br />

de agua hay en el océano.<br />

Esto son cosas que solo los Budas pueden ver entre uno y otro, objetos que sólo su<br />

sabiduría discriminativa puede tocar. Ellos están completamente más allá de la habilidad<br />

de las personas como tú y yo, personas “miopes” y que todavía tienen que ver la<br />

vacuidad directamente: ni siquiera [podemos] describirla con palabras o imaginarla en<br />

nuestros pensamientos.<br />

Changkya Rimpoche describe más tarde el proceso de la respiración, en su comentario<br />

sobre la tradición del adiestramiento mental, en las siguientes líneas:<br />

La Oración de los Setenta también dice:<br />

Piensa en el más insignificante de los karmas negativos que les ocurran<br />

A aquellos que están atrapados en la confusión de una aflicción mental;<br />

Cualquier sencillo acto como ese podría ser suficiente para arrojarme<br />

Con una gran facilidad a los reinos del infierno más profundo.<br />

34


Tomo sobre mí, con gran gozo, todos y cada uno<br />

De los sufrimientos de todos y cada uno de los seres que deben padecerlos.<br />

Puedan los corazones de todos los mundos llenarse con la más elevada<br />

Felicidad, y puedan siempre vivir en las acciones de la virtud.<br />

Medita en estos pensamientos constantemente.<br />

Cuando quieras hacer una meditación para dominar estos puntos, aquí hay una<br />

descripción sobre cómo proceder mediante la práctica de dar y tomar:<br />

Recuerda el texto que indica: “Dejar a estos dos cabalgar sobre el viento”.<br />

Para esto, coges la respiración que sale por los dos orificios nasales<br />

Y das con ella a todos los seres vivos, en primer lugar, tu cuerpo,<br />

Y después todas tus posesiones, seguido de tus acciones virtuosas.<br />

Imagina entonces que todos ellos han encontrado la felicidad última,<br />

Libre de toda impureza. Ahora cuando inhales, visualiza<br />

El aire que entra junto con el dolor y las causas del dolor de cada<br />

Ser vivo, profundo en el centro de tu corazón;<br />

Imagina entonces que se han liberado de todo el dolor que existe.<br />

Se ha dicho que hacer la práctica de este modo es especialmente poderoso,<br />

Debido a que—como la mente y los aires se mueven a la par—<br />

Serás capaz de evitar la distracción y mantener el recuerdo con fuerza.<br />

Ahora lo próximo son versos de la Esencia Abreviada, un texto sobre el adiestramiento<br />

mental, de nuevo del primer Changkya Rimpoche:<br />

35


Ahora,<br />

Lo pongo todo junto para ti;<br />

Observa<br />

Tu respiración saliendo fuera,<br />

Da<br />

Con ella el Dharma: felicidad, lo bueno,<br />

A<br />

Cada madre de los seis reinos.<br />

Luego,<br />

Cuando tu inspiración se lleve de cada<br />

Ser<br />

Todas sus malas acciones y su dolor,<br />

Ve<br />

De este modo profundo dando y también tomando.<br />

Abandona<br />

Tu corazón a este supremo Deseo.<br />

Cuando<br />

Y donde quiera que estés<br />

Corre<br />

Hacia tu Lama y las Tres Joyas.<br />

Vive<br />

De este modo, dando y tomando;<br />

Qué suerte<br />

Extraordinaria haber encontrado este Dharma.<br />

Concédeme<br />

Las santas joyas de tus bendiciones,<br />

Deja<br />

Que cada deseo de Dharma se haga realidad<br />

************<br />

36


El primer Changkya Rimpoche también describe la regla de la respiración en la<br />

meditación de dar y tomar en su obra titulada “Entretenimiento para Aquellos del<br />

Elevado Camino”, siendo una explicación de la carta de instrucciones conocida como<br />

los “Ocho Versos”, una Obra de Consejos Sobre la Práctica del Deseo por la<br />

Iluminación compuesta por el Gran Bodhisattva, Dorje Senge de Langri Tang:<br />

Sobre dar el cuerpo y demás, el Maestro Shantideva dijo:<br />

«Pueda yo llegar a ser un tesoro inagotable para suplir<br />

Toda la variedad de cosas materiales que alguna vez pueda ser necesitada<br />

Por todos aquellos seres vivos con profunda necesidad e indigencia,<br />

Apareciendo justo delante de ellos como aquello que más necesitan».<br />

Utiliza tu habilidad, como él dice, genera el deseo sincero<br />

De que tu cuerpo pueda llegar a ser una joya que concede los deseos:<br />

Practica el dar, envíales cualquier cosa que puedan desear.<br />

En lo que respecta al acto de tomar, ve de nuevo y genera el Deseo<br />

De que todas las malas acciones y el sufrimiento de todos los seres vivos<br />

Pueda venir y no madurar en nadie más que en ti.<br />

En tu nivel actual, esto no es más que un mero deseo,<br />

Pero en todo lo que hacemos, lo que deseamos juega el papel más importante.<br />

Practica ambos entonces, dar y tomar, del siguiente modo.<br />

Cuando sale la respiración por los dos orificios<br />

De tu nariz, visualízalo bajo la forma de una luz blanca<br />

Que lleva consigo toda la felicidad y todo acto bueno:<br />

Envíalos hacia delante en un viaje a la par con la respiración.<br />

Imagínalos entrando por los orificios nasales de cada ser, tus madres,<br />

Y que llenan a todas esas madres nuestras con toda la felicidad.<br />

37


Cuando vuelve la respiración y entra, imagina que<br />

Todas las malas acciones y los obstáculos espirituales que pueda haber<br />

En tus madres vienen desde sus orificios nasales bajo la forma<br />

De rayos de luz negra que te alcanza, y luego penetra<br />

Por tus orificios nasales. Piensa entonces que todo<br />

Lo que ha venido de ellas madura en ti en lugar de en ellas.<br />

Supón ahora que eres capaz de practicar dar y tomar<br />

De este mismo modo, generando un fuerte deseo para ti mientras lo haces.<br />

Porque debido a que la mente y los aires internos se mueven al unísono,<br />

Es fácil— las escrituras lo dicen— para ti desarrollar intensos buenos<br />

pensamientos.<br />

***********<br />

Una nota final sobre la conexión entre la respiración y la práctica de dar y tomar aparece<br />

en las Instrucciones del Gran Sello (Mahamudra), escrito de nuevo por el primer<br />

Changkya Rimpoche alrededor del 1700:<br />

Cuando comprendas las cuatro líneas con la parte sobre “dar y tomar que cabalgan sobre<br />

el viento”, trata en primer lugar de generar en tu corazón una motivación que incluya<br />

pensamientos de amor, compasión y responsabilidad personal. Entonces espira por tu<br />

orificio nasal derecho; mientras la respiración sale, imagina toda tu felicidad y bondad<br />

saliendo con ella, es decir, da esas cosas a todos los seres vivos, tus madres, y<br />

visualízalo desarrollándose en sus mentes.<br />

38


Inspira pues a través de tu orificio nasal izquierdo, y con la respiración imagínate a ti<br />

mismo tomando todo el sufrimiento de cada madre, de cada ser vivo, junto con las<br />

causas que han creado ese sufrimiento. Vierte todo esto sobre la tendencia de apreciarte<br />

a ti mismo que permanece en tu propia mente. Utiliza de este modo las instrucciones de<br />

la práctica de dar y tomar para desarrollar la forma “engañosa” del Deseo por la<br />

Iluminación. [esto es lo mismo que lo que normalmente pensamos que es el Deseo,<br />

como lo opuesto a lo que se conoce como el Deseo “último” por la Iluminación, que es<br />

realmente un nombre en clave de la percepción directa de la vacuidad].<br />

39


Contemplación Nueve: ¿De quién tomamos el sufrimiento?<br />

Hay detalles del sufrimiento que tomamos durante la práctica de dar y tomar que<br />

pueden marcar la diferencia entre si nuestro intento tiene éxito o no. Estos son<br />

resumidos por Pabongka Rimpoche en su famoso Don de Liberación:<br />

Aquí hay algún detalle más sobre la práctica. Imagina que el dolor del calor que sufren<br />

los seres que están en los infiernos calientes, y de hecho todo el fuego mismo de allí,<br />

llega a tu corazón como una gran masa de calor y funde al demonio que vive en él: tu<br />

propio egoísmo. Después toma todos los sufrimientos y todas las malas acciones, los<br />

obstáculos espirituales y demás tormentos de aquellos en los infiernos fríos y los<br />

espíritus ávidos, animales, semi dioses, dioses, humanos y todos los demás, y de todos<br />

los Bodhisattvas desde el primero al décimo nivel. Imagina que has tomado todos sus<br />

problemas sobre ti; genera el deseo de que se vean libres de todo dolor y de que puedan<br />

limpiarse ellos mismos de sus acciones negativas y obstáculos espirituales. Y haz una<br />

oración, di para ti: «Pueda todo esto venir y madurar sobre mí en lugar de hacerlo en<br />

ellos».<br />

**********<br />

Pabongka Rimpoche, en el mismo texto, también describe la progresión correcta de la<br />

práctica de la manera siguiente:<br />

40


Diferentes tipos de personas tienen una extensa variedad de capacidades mentales para<br />

la práctica. Incluso sucede que hay algunos principiantes que no son capaces de<br />

practicar dar y tomar en absoluto. Para ese tipo de personas deberías recordar la línea<br />

que dice: «El orden apropiado de tomar es empezar a hacerlo sobre ti mismo». El tema<br />

aquí es que deberías empezar a limpiar a los seres del sufrimiento mediante el proceso<br />

meditativo, y tomar sobre ti mismo, en primer lugar, el dolor que prevés que te pudiera<br />

suceder esa misa tarde, suponiendo que estés meditando por la mañana. Toma después<br />

el sufrimiento que vayas a experimentar mañana después de la práctica de hoy. Después<br />

toma el dolor que tendrás que soportar durante el mes siguiente, y luego el próximo año<br />

y después el de toda tu vida. Acto seguido el sufrimiento de tu vida futura, y después,<br />

por último, todo el dolor del continuo de todas tus vidas, todo junto.<br />

Después limpia esos mismos problemas de tus propios padres, y luego de todos aquellos<br />

cercanos a ti y después de aquellos hacia los que tienes sentimientos neutros; después<br />

continúa con tus enemigos y demás, y finalmente con todos los seres que existen. Cada<br />

vez que termines de limpiar a un grupo, enfócate en el siguiente, empieza de nuevo, y<br />

así en adelante. Toma sobre ti todos sus sufrimientos; sus malas acciones, obstáculos<br />

espirituales y todo lo demás.<br />

Deberías practicar la meditación en una progresión gradual como esta; no trates al<br />

principio de tomar el mal karma y el dolor de tus enemigos o cosas por el estilo, ya que<br />

no eres capaz de tener el sentimiento adecuado.<br />

41


Podemos decir, entonces, que en algunas ocasiones deberías empezar la práctica contigo<br />

mismo y dejar a los demás. En otras ocasiones deberías empezar con los infiernos e ir<br />

hacia arriba progresivamente hasta el décimo nivel de los Bodhisattvas. Otras veces<br />

puedes empezar tu meditación desde las colinas de tu tierra y trabajar gradualmente<br />

hacia abajo hasta las llanuras. Otras veces empieza tu meditación desde las llanuras y<br />

trabaja gradualmente hacia arriba hasta las colinas. Al final deberías aprender a tomar<br />

sobre ti cualquier dolor que sea, todas las formas hacia abajo hasta llegar al dolor que<br />

siente un perro cuando alguien le tira una piedra.<br />

*********<br />

En este comentario del Ofrecimiento a los Lamas, Ngulchu Dharma Bhadra describe<br />

los objetos más sutiles que tomamos sobre nosotros, con un poco más de detalle:<br />

Aquí hay algunos detalles más. Cuando estamos hablando sobre de quién estamos<br />

tomando, recuerda que tus Lamas son realmente Budas. Tú puedes tomar sin embargo,<br />

todas las malas acciones, obstáculos espirituales y cualquier clase de dolor que<br />

cualquiera esté experimentando: así puedes ir por todas las formas de obstáculos sutiles<br />

a la omnisciencia que puedas encontrar entre los Bodhisattvas, Oyentes o Budas<br />

Autorrealizados, e ir bajando por todas los tipos hasta los infiernos.<br />

*********<br />

Por último están los comentarios del autor que se encuentran en “La Casa del Tesoro<br />

de Joyas Preciosas”, que son notas al “Análisis Minucioso” Instrucciones para las<br />

Etapas del Camino a la Budeidad titulado “Camino Fácil para Viajar a la<br />

Omnisciencia”.<br />

42


En este momento, mientras tengas profundamente en tu pecho la tendencia de apreciarte<br />

a ti mismo, no hay modo alguno de que puedas tener una experiencia inicial de la<br />

tendencia opuesta: el apreciar a los demás; de hecho, caerás víctima de nuevo de la<br />

violenta acometida de tus pensamientos inútiles. Es decir, incluso si te las arreglas para<br />

sentir una minúscula parte de la actitud de apreciar a los demás, ésta se verá<br />

interrumpida por la tendencia de apreciarte a ti mismo y nunca serás capaz de establecer<br />

una continuidad real. Por lo tanto deberías tomar la siguiente resolución una y otra vez:<br />

«Nunca, ni por un solo instante, me permitiré la actitud de apreciarme solo a mi mismo<br />

e ignorar las necesidades de los demás».<br />

Piensa sobre la parte que mencionamos: «Me ignoraré a mí mismo y en cambio<br />

apreciaré a los demás. Tomaré sobre mí todos los sufrimientos y todas las acciones<br />

negativas de los demás». En este punto deberías meditar en compasión, pensando en<br />

cómo los demás están atormentados por el sufrimiento.<br />

Ahora piensa sobre la parte del texto donde se menciona: “Por mi acto de regalar toda<br />

mi felicidad y buenas acciones”. Aquí deberías contemplar cuán privados de cualquier<br />

felicidad están los demás, y así meditar en el amor. Si al principio encuentras tales<br />

actitudes difíciles de generar en tu corazón, entonces empieza por tomar el sufrimiento<br />

que tú mismo experimentarás esa misma tarde. Después toma el sufrimiento que tendrás<br />

mañana, el mes próximo, el próximo año y así sucesivamente. Así, por etapas, puedes<br />

practicar dar y tomar.<br />

43


Alternativamente puedes empezar con las más grandes formas de sufrimiento, por<br />

ejemplo con el calor o el frío de los infiernos, y tomar sobre ti todo el sufrimiento de<br />

ambos casos. Trabaja por todos los estadios hasta los más sutiles obstáculos a la<br />

omnisciencia que hay en las mentes de los Oyentes, de los Budas Autorrealizados, y de<br />

los Bodhisattvas del décimo nivel; toma sobre ti todos los problemas que existen tanto<br />

en el mundo a tu alrededor como en aquellos que viven contigo.<br />

44


Contemplación Diez: Detalles adicionales de la visualización<br />

Cómo les abandona la oscuridad.<br />

Seguiremos ahora con unas pocas notas sobre los detalles de la meditación. La primera<br />

y la segunda se encuentran en Don de Liberación, de Pabongka Rimpoché:<br />

Despega de ellos todo el sufrimiento como si estuvieras afeitando un pelo con una<br />

navaja; visualízalo saliendo bajo la forma de luz negra e imagina que llega a tu corazón<br />

y ahoga allí mismo tu tendencia a apreciarte a ti mismo.<br />

Sobre cómo se siente esto.<br />

Concéntrate ahora en lo que tomas de ellos. Nunca deberías permitir que se disolviera<br />

en algún otro lugar, o hacer algo como sacarlo fuera, a un lado, sino que más bien<br />

deberías tomarlo correctamente en el mismo centro de tu corazón. Si llegado este punto<br />

sientes un poco de miedo, es un signo muy bueno.<br />

Sobre no tratar de tomar el “sufrimiento” de tu Lama.<br />

El tema de no intentar tomar el “sufrimiento” de tu Lama se repite a menudo en las<br />

enseñanzas de dar y tomar:<br />

Ngulchu Dharma Bhadra en “La Casa del Tesoro de Joyas Preciosas”, que son Notas al<br />

“Análisis Minucioso” Instrucciones para las Etapas del Camino a la Budeidad” titulado<br />

“El Camino Fácil a la Omnisciencia”, declara:<br />

45


Deberías pensar siempre en tu Lama como en un Buda real. Por lo tanto, en primer<br />

lugar, aquí no habría nunca nada que tomar de ellos.<br />

Pabongka Rimpoche ratifica:<br />

Cuando haces la parte de tomar, no hay nada en absoluto que pudieras tomar nunca ni<br />

de los Lamas ni de los Budas.<br />

En una extraordinaria grabación de entrevistas con varios de sus estudiantes, Ngulchu<br />

Dharma Bhadra explica este punto con algunos grandes detalles. La sección aquí se<br />

llama: Una Demostración sobre Cómo aquellos Textos que Describen un Método para<br />

la Expiación de las Acciones Erróneas de Nuestro Lama No Tienen una Fuente<br />

Acreditada:<br />

Aquí está el noveno punto. No veo una fuente acreditada en absoluto para todos<br />

aquellos libros que describen cómo ayudar a tu Lama a que él o ella purifiquen su karma<br />

negativo. Lo vemos por todos lados, por todas las secciones de los textos del<br />

adiestramiento mental en los que se enseña sobre dar o tomar, como no hay problemas<br />

en absoluto que puedas tomar nunca de tu Lama o de los Budas. Me parece mejor si<br />

nosotros no hiciéramos la intentona de ayudar a nuestros Lamas a purificar ellos<br />

mismos cualquier, así llamado, “mal karma”.<br />

46


Contemplación Once: ¿Qué es lo que damos?<br />

No faltan exquisitas descripciones en las escrituras para lo que enviamos a todos los<br />

seres vivos cuando hacemos la práctica de dar. La primera selección está tomada de<br />

nuevo de la Casa del Tesoro de Joyas Preciosas, de Ngulchu Dharma Bhadra:<br />

Cuando haces la práctica de dar, mientras exhalas, piensa en la cantidad de virtud que<br />

has acumulado por tus acciones de tomar refugio, y de observar las leyes del karma y<br />

sus consecuencias. También imagina que tienes una felicidad inmaculada para dar,<br />

incluso si en este momento aún tenemos que obtenerla. Realiza el acto de dar todo esto<br />

enfocándote en aquellos [seres que habitan en los] los reinos inferiores. Imagínalos<br />

alcanzando, como resultado de tu dádiva, los más elevados reinos.<br />

A continuación toma toda la virtud que poseas por seguir el camino de los tres<br />

adiestramientos. Dásela a aquellos de los reinos superiores, e imagina que de ese modo<br />

alcanzan la libertad.<br />

Toma finalmente toda la virtud que tengas por aprender el Deseo por la Iluminación y<br />

por seguir el modo de vida de los nobles hijos e hijas de los Budas. Imagina que has<br />

dado toda esa virtud a las personas como los Oyentes y los Budas Autorrealizados.<br />

Imagina finalmente que esto les ayuda a alcanzar la Budeidad.<br />

47


Para resumirlo todo, piensa para ti que todo este planeta y los seres que contiene<br />

constituyen una auténtica galaxia de pureza total. Emana todo lo que posees—tu<br />

cuerpo, posesiones materiales y la totalidad de la bondad que hayas hecho alguna vez—<br />

bajo la forma de una infinita nube de ofrecimientos. Desea para ti que, mientras los<br />

ofreces, los Budas Victoriosos podrían recibir estas ofrendas y que sienten con ellas una<br />

fresca experiencia de la inmaculada combinación de gozo y vacuidad. Al principio haz<br />

esto sólo en tus pensamientos, y después—cuando te hayas acostumbrado un poco a<br />

ello—hazlo del modo en que lo hacemos cuando dejamos que el dar y tomar cabalguen<br />

sobre los vientos.<br />

*********<br />

Pabongka Rimpoché, en su Don de Liberación, describe el dar como sigue:<br />

Así es cómo hacer la práctica de dar enfocándose en la categoría del amor. Recuerda el<br />

texto que dice:<br />

Con la finalidad de llevar a cabo los objetivos de cada ser vivo,<br />

Transforma tu cuerpo en una joya que concede los deseos.<br />

Los sutras como Manojo de cañas y La Bandera de la Victoria del Diamante también<br />

afirman que debemos aprender a regalar nuestro cuerpo y nuestras posesiones. Aquí<br />

transformas tu cuerpo en cualquier cosa y en todas las cosas que alguien podría querer,<br />

y después lo envías al mundo y a los seres que viven en él.<br />

Primero, por ejemplo, envía tu cuerpo a las criaturas de los infiernos calientes como una<br />

dulce y delicada lluvia; luego visualiza que esta lluvia ha eliminado todo su sufrimiento.<br />

Después cambia de forma tu cuerpo en uno con todas las libertades y los dones para<br />

tener éxito en la práctica espiritual, e imagina que ellos lo han alcanzado.<br />

48


Después transforma tu cuerpo en un lugar hermoso con un precioso edificio en él.<br />

Entonces dalo, e imagina que disfrutan de ello. Transfórmate entonces en comida y<br />

bebida excelentes y dáselo imaginando que están saciados de contento en sus corazones.<br />

Transfórmate en ropas, y deja que se vistan contigo. Imagina finalmente que te has<br />

transformado en un guía espiritual y que les enseñas el Dharma, y que por ello les llevas<br />

al estado de un Ser Iluminado.<br />

Después transfórmate en luz del sol, o ropas o cualquier cosa por el estilo, y dalo a<br />

aquellos que están sufriendo en los infiernos fríos. Para los espíritus ávidos, trasfórmate<br />

en comida, bebida y cosas así y dáselas. Para los animales transfórmate en la sabiduría<br />

capaz de analizar las cosas claramente. Para los semidioses, transfórmate en amor [ya<br />

que debido a los celos ellos están constantemente peleando con los dioses]; y para los<br />

dioses mismos llega a ser los cinco objetos de los sentidos. Los humanos están<br />

completamente llenos por el deseo, así que para ellos llega a ser cualquier cosa que<br />

puedan querer en el momento y dáselo.<br />

49


Haz lo mismo con las dos clases diferentes de posesiones materiales: sólo puedes dar las<br />

de tu vida actual y las de tus vidas futuras; las de tus vidas pasadas no se pueden dar.<br />

Cuando hagas la práctica de dar, piensa en todos los seres tal y como hemos hablado<br />

antes. Piensa en cómo sus vidas están desprovistas de cualquier felicidad y concéntrate<br />

principalmente en desarrollar sentimientos de amor. Debes tratar de hacer de esta<br />

sección del adiestramiento mental el corazón mismo de tu práctica.<br />

*********<br />

Ngulchu Dharma Bhadra, finalmente, nos hace una sugerencia sobre cómo tener éxito<br />

en la práctica de dar, en la siguiente nota de su Satisfacción de Todas las Esperanzas de<br />

Aquellos con la Fortuna Dotada de Virtud:<br />

Cuando estás aprendiendo cómo hacer la práctica de dar, empieza dando cosas<br />

pequeñas, cosas para comer y beber, como verduras o así. Asegúrate de que tanto los<br />

pensamientos que tienes mientras das esas pequeñas cosas como la manera en que se las<br />

presentas [al receptor] sean tan puros como sea posible. Al final serás capaz de dar<br />

incluso tu propio cuerpo y tu vida. Como dicen las famosas líneas:<br />

No existe ni una sola cosa en absoluto<br />

Que no resulte fácil una vez te habitúas a ella.<br />

50


Contemplación Doce: Cómo funciona y cómo no funciona el dar y tomar.<br />

El primer Changkya Rimpoché, en su Entretenimiento para Aquellos del Elevado<br />

Camino, explica cómo la práctica de dar y tomar realmente funciona y cómo no lo<br />

hace:<br />

Es cierto que es difícil hacer algo bueno por los demás directamente<br />

Sencillamente practicando la manera de pensar que hemos descrito.<br />

Aún así, es muy importante practicar el pensar de este modo,<br />

Y esto se pone de manifiesto en las palabras del ser realizado Nagarjuna:<br />

«Aun cuando esto no tenga el poder de funcionar para ayudar a los demás,<br />

Sin embargo, uno debería seguir pensando siempre así.<br />

Cualquiera que mantiene esta clase de motivación,<br />

Mantiene consigo el poder en su forma real».<br />

Así se ha dicho, y el Maestro Shantideva dijo también:<br />

«Si la cuestión de si has alcanzado o no la perfección del dar se decide<br />

En base a si hemos erradicado la pobreza del mundo,<br />

Entonces dado que vemos a tales seres en la miseria,<br />

¿Cómo se podría decir que los Protectores han alcanzado esa misma perfección?<br />

51


Así se ha dicho, y por eso los santos y elevados<br />

Han cantado las más altas alabanzas de esta misma actitud.<br />

Es de vital importancia entonces practicarla todo el tiempo.<br />

Usándola de este modo deberíamos poner mucha atención para acumular una<br />

Gran cantidad de buenas acciones con el propósito de alcanzar el estado de<br />

Conocerlo todo; recuerda que tales actos deben estar imbuidos de una cantidad<br />

De sabiduría. Así el Maestro, Shantideva, lo pone de manifiesto en las siguientes<br />

Palabras: «Cada una de estas diferentes partes fue expresada por Los Capaces<br />

para Ser dirigida hacia el logro de la Iluminación. Debido a esto, entonces,<br />

Aquellos que tienen alguna esperanza en detener todo su sufrimiento deberían<br />

Desarrollar esta misma sabiduría».<br />

Así lo dijo, por lo tanto coge todas esas partes relacionadas con el método<br />

Del Deseo por la Iluminación, las seis perfecciones y demás,<br />

Y úsalas, con la sabiduría que ve que nada tiene naturaleza propia,<br />

Para eliminar los dos obstáculos. Así lo dijeron ellos, es lo que él está diciendo.<br />

*********<br />

Ngulchu Dharma Bhadra, en otro sitio, describe cómo la práctica de dar y tomar, junto<br />

con las versiones más avanzadas de la meditación, realmente funciona. Lo que sigue se<br />

encuentra en su “Tesoro Secreto de los Ángeles”, consistente en Notas sobre las Etapas<br />

de Creación y Terminación en la Práctica Secreta del Santo Ángel (Vajra Yogini) en la<br />

Tradición de Naropa:<br />

52


Esta práctica no puede ayudar a los seres vivos directamente, pero puede ayudarte a ti a<br />

reunir muy rápidamente una gran cantidad de bondad para ti mismo, y esto te llevará al<br />

estado de la Iluminación: entonces serás capaz realmente de ser de alguna ayuda directa<br />

a cada ser vivo.<br />

**********<br />

El mismo Lama, en su Casa del Tesoro de Joyas Preciosas, habla con más detalle sobre<br />

el tema:<br />

Ahora todo esto solo es una imagen en la meditación; en hechos reales, todos los seres<br />

vivos y yo estamos siendo atormentados por el sufrimiento. Trata de generar en tu<br />

corazón el sentimiento de la responsabilidad personal, dite a ti mismo: «Yo veré que<br />

todas las demás personas, cada ser vivo, es liberado del dolor, y que llegan a tener una<br />

felicidad perfecta».<br />

Piensa para ti cosas como: «Pero en este momento carezco totalmente de la habilidad<br />

para hacerlo». Con estos pensamientos, medita en el Deseo por la Iluminación: visualiza<br />

a tu lama en la cúspide de tu cabeza e imagina un duplicado de él o de ella mezclándose<br />

contigo. Entonces realiza todas las etapas donde das tu cuerpo, tus posesiones<br />

materiales y toda tu acumulación de virtud, del mismo modo que lo hiciste cuando<br />

hablábamos sobre las siete etapas, el método de causa y efecto.<br />

Todo esto no es más que una breve presentación de los puntos esenciales sobre cómo<br />

hacer la práctica de dar y tomar.<br />

**********<br />

53


Pabongka Rimpoche, en su afamada obra sobre las etapas del camino, aborda el mismo<br />

punto en dos sitios diferentes:<br />

Incluso si abordas la contemplación de este modo, el hecho es que te encontrarás<br />

incapaz de eliminar nada directamente. Sin embargo terminarás por acumular una gran<br />

cantidad de karma virtuoso de un modo muy efectivo; y si realmente te acostumbras a la<br />

práctica, más tarde te encontrarás realmente siendo capaz de tomar algo. Esto es<br />

similar—dice nuestro Lama—a la historia del practicante dedicado a la meditación de<br />

El Amado.<br />

Ahora, llegando al final, deberías mirar en tu interior y ver si las cosas han ocurrido del<br />

modo en que imaginaste que lo harían cuando hiciste la práctica de dar y tomar. Y lo<br />

que encontrarás es que era solo un deseo: que en realidad no había ayuda o felicidad que<br />

se hubiera dado en el presente. Esto debería llevarte a pensar: « Bien, entonces tendré<br />

que verlo de manera que ocurra en realidad». Por lo tanto, trata de generar en tu corazón<br />

el sentimiento de responsabilidad personal, donde decides que estarías dispuesto a llevar<br />

toda la carga sobre ti mismo.<br />

54


Contemplación Trece: Sobre cómo hacer que la práctica de dar y tomar sea una<br />

práctica durante todo el día.<br />

Pabongka Rimpoché, en su obra maestra sobre las etapas del camino, incluye la<br />

sección siguiente sobre cómo hacer una práctica para todo el día de la meditación de<br />

dar y tomar.<br />

Recuerda además las líneas que dicen:<br />

En todas tus actividades, practica las palabras<br />

Para inspirarte a recordarla.<br />

El asunto aquí es que, para estar constantemente despierto a la práctica de dar y tomar,<br />

deberíamos en todo tiempo y lugar seguir recitando las líneas para ello. Para hacerlo<br />

existen unas líneas que se encuentran en el Sutra de la Luz Dorada, pero podría ocurrir<br />

que no las conocieras, y en este caso es muy apropiado recitar las líneas que empiezan<br />

con: “Y luego, mi elevado y santo Lama, Señor de toda Compasión…” Incluso existen<br />

historias de Lamas del pasado que utilizaron estos versos como la base de una práctica<br />

de recitación, diciéndolo una y otra vez y llevando la cuenta del número acumulado.<br />

55


Deberíamos, además, tratar de usar dar y tomar durante todas nuestras actividades<br />

diarias, como un medio para desarrollar más y más nuestro Deseo por la Iluminación.<br />

Para esto deberías remitirte a las descripciones del Sutra de la Mayoría y al Sutra sobre<br />

Todos los Objetos Puros de las Actividades de los Bodhisattvas. Aquellos de vosotros<br />

que deseéis hacer del Deseo por la Iluminación el corazón íntimo de vuestra práctica,<br />

deberíais estudiar y contemplar una y otra vez el Sutra de la Mayoría, tal y como se<br />

describe en la historia de la vida de nuestro amable protector, el gran Tsongkapa.<br />

*********<br />

La referencia del Sutra de la Luz Dorada, por cierto, es citada por completo en obras<br />

tales como el Camino Fácil, por el primer Panchen Lama, y el Gran Libro de las Etapas<br />

del Camino, por Tsongkapa el Grande. Aquí está el contexto como se encuentra en el<br />

último de estos dos:<br />

El Compendio de Todos los Adiestramientos [del Maestro Shantideva] declara lo<br />

siguiente:<br />

Hay ciertas líneas en el Santo Sutra de la Luz Dorada que nos enseñan<br />

Cómo meditar sobre el amor y la compasión. Deberíamos contemplar<br />

Sobre ellas con cada uno de nuestros pensamientos, y al final<br />

Deberíamos recitarlas incluso con nuestras palabras, de modo continuo.<br />

Las líneas siguen así:<br />

Pueda el sonido del gran tambor<br />

De la Sagrada Luz Dorada<br />

Volar por todos los tres reinos de un millar<br />

De millares de mil mundos<br />

Y poner fin a todo el dolor allí:<br />

El dolor de los reinos inferiores,<br />

El dolor del Señor de la Muerte,<br />

Y el dolor de la pobreza.<br />

56


Contemplación Catorce: Sobre cómo utilizar la práctica de dar y tomar para<br />

transformar los problemas en oportunidades espirituales.<br />

El incomparable maestro tibetano Je Tsongkapa da la siguiente descripción sobre<br />

transformar los problemas que nos ocurren a lo largo de nuestras vidas en<br />

oportunidades espirituales junto con la ayuda de dar y tomar. La selección se<br />

encuentra en una parte titulada Una Instrucción muy Breve sobre la Práctica de<br />

Transformar el Sufrimiento en el Camino Espiritual:<br />

--<br />

Piensa en los seres vivos en general, y más especialmente en aquellos humanos y<br />

espíritus no humanos que actúan como los factores externos para hacer que sufras.<br />

Contempla una y otra vez sobre el hecho de que ellos son tus madres, y genera el deseo<br />

de que el dolor que tú vas a sentir pueda compensar todos los problemas que pudieran<br />

tener ellos alguna vez —que cesen todos sus problemas—. Purifica así el modo en el<br />

que piensas: esfuérzate en la práctica de dar y tomar, incluso si todo esto es para ti, en<br />

este momento, algo forzado y artificial. Dales a ellos toda tu felicidad y bondad, y toma<br />

de ellos todo su dolor.<br />

57


Utiliza el ritual de Kusali, aquel para acumular grandes cantidades de mérito, para<br />

enviar un número infinito de formas de ti mismo, dando a cada ser vivo cada cosa que<br />

desee, sin reparar en quién o en qué. Lleva a cabo esta pequeña práctica cada día tantas<br />

veces como te sea posible, y al final de cada una pon el toque final a la práctica<br />

reflexionando sobre cómo las tres partes de tu acto [lo dado, aquel que lo recibe y tú<br />

mismo— aquel que lo da—] están, cada uno de ellos, vacíos de cualquier naturaleza en<br />

si mismos.<br />

Luego, por último, haz una poderosa oración—desde el fondo de tu corazón— por toda<br />

la vida en general y, más concretamente, por el beneficio de aquellos que te han hecho<br />

daño. Este modo de meditación es altamente elogiado y puedes hacer de ello la base de<br />

tu práctica diaria, haciendo tus otras recitaciones y meditaciones entre las sesiones de<br />

ésta, alternándolas mientras las realizas. Si mantienes esto, tu comprensión de la<br />

práctica se incrementará constantemente. Por eso te pido que la mantengas de este<br />

modo.<br />

Cuando mantienes esta práctica, entonces todo el dolor y problemas que te surjan en un<br />

día en particular—todos aquellos problemas que pudieran impedirte de otro modo hacer<br />

el bien—se tornan en oportunidades que te ayudan a alcanzar los más elevados<br />

objetivos. Mantén este modo de pensar: comprende que puedes transformar las<br />

dificultades en el camino, utilizar la mala suerte para atraer fortuna y, por hacerlo,<br />

puedes transformar al mismo diablo en un maestro de los caminos de virtud.<br />

Sigue transformando las cosas de este modo y cada vez que seas capaz de llevar a cabo<br />

una transformación, haz una súplica a tu Lama y a tu Ángel íntimo. Ofrece también un<br />

pastel o torma a los espíritus que te están obstruyendo. Comienza tu súplica diciendo: «<br />

¿Serías tan amable de enviarme ya otro problema como el otro o quizá incluso un poco<br />

peor?». Cuando demuestres una clase de firmeza, entonces esas dificultades no tendrán<br />

poder para molestarte, y serás capaz de verlas como algo que realmente soporta tu<br />

intento de vivir una vida virtuosa.<br />

58


Los Santos han afirmado que si eres capaz de seguir estas prácticas y trabajar sobre los<br />

problemas mientras todavía estás en las etapas más bajas, entonces serás capaz de<br />

eliminar el karma que te hubiera traído problemas más serios. Por lo tanto te ruego que<br />

vivas tu vida de este modo.<br />

Esta breve explicación ha sido escrita por el Glorioso Lobsang Drakpa [Je Tsongkapa]<br />

como respuesta a una petición recibida, a través de otros grupos, de la encarnación de<br />

todas las escrituras y razonamientos: Rinchen Samdrup, el Maestro de Nyel.<br />

El eminente Pabongka Rimpoche, en su Don de Liberación, relaciona todavía más el<br />

concepto de dar y tomar con transformar los problemas en oportunidades espirituales:<br />

Cuando vengan a ti enfermedades y diferentes sufrimientos, problemas diversos o<br />

cualquier cosa por el estilo, debes pensar en ellos como que te ayudan en tu búsqueda<br />

para alcanzar la Iluminación. Recuerda la línea [hablada por Lama Serlingpa al Noble<br />

Atisha, así como las de abajo] que dice: «La enfermedad es una escoba que barre tus<br />

malas acciones y obstáculos». Y por eso cuando la enfermedad o cualquier otro<br />

problema te acontezca, debes pensar que tu mal karma del pasado, todas tus acciones<br />

negativas y obstáculos, cosas que con toda seguridad iban a enviarte abajo, a un<br />

renacimiento en los reinos inferiores, en lugar de eso han madurado sobre la mente y el<br />

cuerpo que posees actualmente, y debido a esto han sido subsanadas completamente.<br />

Por lo tanto deberías en toda tener, como es correcto, un inmenso sentimiento de alivio.<br />

59


Y eso no es todo. Más aún, deberías sentir un gran gozo, pensando: «Anteriormente hice<br />

la práctica de dar y tomar tratando de que recayeran sobre mí todas las malas acciones y<br />

obstáculos de cada ser vivo. Y ahora veo que mis deseos han sido cumplidos». Después<br />

continúa tu meditación, con la esperanza de que cualquier sufrimiento que pudiera<br />

quedar venga también y madure sobre ti, que debería ser añadido a lo que ya ha pasado<br />

y que debería compensar por completo la cantidad de sufrimiento que los vivos van a<br />

tener que experimentar siempre en el futuro.<br />

Piensa con todo tu corazón, haz una práctica intensa de dar y tomar diciendo: «Ahora<br />

finalmente ha llegado el momento, esta es mi oportunidad de tomar realmente sobre mí<br />

el dolor de cada ser vivo». Entonces la enfermedad—en lugar de actuar como un<br />

obstáculo en tu vida—se transformará en algo que producirá bondad en tu práctica para<br />

crecer aún más. Esto terminará exactamente igual que la historia del discípulo del<br />

ermitaño Drakpa Gyeltsen, aquel que cayó enfermo de lepra y fue curado por Kyimo<br />

Dzatreng [mediante su decisión de hacer de la enfermedad una práctica espiritual].<br />

Recuerda también la línea que dice: «Los problemas te impulsan a una elevada práctica<br />

de bondad». Si lo haces, entonces este pensamiento vendrá a ti: «Si no te gusta sufrir,<br />

entonces, ¿por qué no abandonas todas las acciones negativas que cometes?». Luego<br />

observa a tu alrededor y haz todo lo que puedas por acumular nuevo karma positivo, y<br />

límpiate de todos tus obstáculos del pasado.<br />

60


Si la gente como tú y yo no tuviéramos algún problema ocasional, entonces nuestra<br />

tendencia sería sentarnos simplemente por ahí disfrutando de nosotros mismos y olvidar<br />

el Dharma. Cuando tenemos un problema—cuando algo va mal; cuando sufrimos la<br />

gran pérdida de algo; cuando estamos enfermos o algo por el estilo—entonces empiezas<br />

a tener un sentimiento de renuncia. Esto nos despierta del estupor y nos inspira a<br />

implicarnos en acciones positivas.<br />

Piensa finalmente en las líneas que dicen:<br />

Los demonios y los espíritus que te hacen enfermar<br />

Son un milagro enviado por los Victoriosos<br />

Y el sufrimiento es el crisol<br />

En el que descubres la realidad.<br />

Siempre que seas dañado en cualquier modo—por una autoridad, por cualquier clase de<br />

fuerza maligna, o demonio o espíritu dañino o cualquier otra cosa—acostúmbrate a<br />

pensar: «Esto me ocurre a mí ahora porque en el pasado no pensé en el Dharma, y así<br />

defraudé al mundo entero. Entonces es un gran favor que esto esté sucediendo y me<br />

impulse a practicar».<br />

Si realmente comprendes cómo transformar las cosas a tu alrededor de este modo,<br />

entonces no es imposible en absoluto que puedas utilizar los diferentes sufrimientos que<br />

puedas padecer como algo que te ayude a percibir la realidad última en sí misma.<br />

*********<br />

61


Piensa en la gente que ha llegado a ser realmente buena en adiestrar sus mentes de este<br />

modo. Podrían estar enfermos o algo así, aún en el caso de dedicarse a salvar el Dharma<br />

o algo parecido. Pero podrían pensar:<br />

«Ahora he tenido éxito en culminar los objetivos que estaba tratando<br />

De alcanzar cuando me dediqué a la práctica de dar y tomar: ahora<br />

He sido capaz de conseguir que todos los sufrimientos de cada ser vivo<br />

Maduren sobre mí».<br />

Y pueden también hacer una súplica a estos seres para hacer sus actos grandes y santos:<br />

«Ahora, otra vez, envíame más enfermedad, pero por favor: ¡que sea<br />

Incluso más terrible que la anterior!».<br />

Y si vas más allá y ofreces un pastel como torma a los espíritus malignos, habla con<br />

ellos, piensa de este modo:<br />

El daño que me has hecho me ha ayudado a limpiarme de mi<br />

Mal karma y obstáculos. Me ayudó a acumular una cantidad de<br />

Nuevo karma positivo. Ha avivado un nuevo poder en mi práctica también<br />

Y, así, ha sido un gran acto de amabilidad. Por eso ahora envíame,<br />

Por favor, nuevos daños, incluso mayores y más numerosos<br />

Que los que has inflingido sobre mí anteriormente.<br />

62


Quizá haya gente entre vosotros que no hayan aprendido aún a pensar de este modo tan<br />

radical, y quienes os encuentren incapaces de practicar de este modo—puedes tener<br />

miedo de intentarlo—. En tal caso puedes sencillamente seguir el curso normal de la<br />

acción: invoca a los espíritus y pídeles que te ayuden a eludir la enfermedad o lo que<br />

sea. En tal caso, tienes que considerar de dónde procede todo cuando alguna clase de<br />

problema comienza en tu vida. Sé como una persona que encuentra un charco de agua<br />

en el suelo de su casa y mira alrededor buscando de dónde viene para poder pararlo.<br />

Elimina la verdadera causa de tu sufrimiento—tus propias acciones negativas—y<br />

dedícate a reunir las verdaderas causas de la felicidad: tus propias acciones positivas.<br />

Nuestra siguiente selección está extraída de Los Rayos del Sol (S0185), un texto sobre<br />

adiestrarse en el Deseo por la Iluminación, de Hortun Namka Pel:<br />

Lo que sigue a continuación es una línea que habla sobre cómo saber cuándo hemos<br />

tenido realmente éxito en adiestrar nuestras mentes: cuándo este adiestramiento ha<br />

alcanzado el punto que deseábamos. La línea dice:<br />

Eres capaz de permanecer en un estado de felicidad<br />

Solamente, en un fluir constante.<br />

63


El punto es que, una vez lo has practicado, empiezas a tener un sentimiento por el dulce<br />

sabor del Dharma; entonces no importa la clase de problema que te suceda—tanto si es<br />

alguna clase de dolor, mal nombre o lo que sea—aprendes a pensar que el objetivo de tu<br />

práctica de dar y tomar, tu adiestramiento en el Deseo por la Iluminación, ha sido<br />

alcanzado. Entonces esos problemas dejan de ser algo que te produce alguna clase de<br />

infelicidad; más bien no producen nada que no sea pura alegría. Cuando eres capaz de<br />

meditar de este modo, se puede decir que has alcanzado el primer punto del antídoto.<br />

En resumen, hay un gran problema potencial en tu práctica de tratar de desarrollar el<br />

Deseo por la Iluminación: que cuando sucede algo que no te gusta empiezas a tener<br />

pensamientos infelices, que te pueden llevar a la ira, y después la ira se lleva tu reserva<br />

de virtud. Recuerda las palabras de Shawopa:<br />

Algunas personas van por ahí diciendo cosas como: «Mi maestro espiritual<br />

Parece un poco enfadado». Me parece a mí que este es el mayor error<br />

Que puedas cometer nunca de menospreciar a una persona.<br />

Respecto al punto real en el que has sido capaz de adiestrar tu mente en el Deseo, se ha<br />

dicho que: «El punto en el que estás adiestrado es cuando piensas lo contrario [de<br />

pensar que tu maestro pueda estar enfadado]».<br />

Encontramos el siguiente testimonio real de esta práctica concretamente en la biografía<br />

del eminente Maestro Ngulchu Dharma Bhadra, en S6260. Fue compuesta por su<br />

discípulo directoYangchen Druppay Dorje (1809-1887):<br />

64


Nunca jamás me ha ocurrido que esta enfermedad pudiera suponer algún problema.<br />

Recibí las precisas instrucciones diamantinas de que debería «Ver si tenía o no alguna<br />

naturaleza verdadera por su propio lado», y me tomé el tiempo de escucharlas de ellos.<br />

Desde aquel momento no sufro, no tengo ningún miedo en absoluto, sin importar lo<br />

dolorosa que fuera a veces la enfermedad. Mucho menos, ya que hacía cortas e intensas<br />

prácticas de dar y tomar y similares, acompañadas por pensamientos de alegría de cómo<br />

la enfermedad me estaba purificando de una gran cantidad de mis acciones negativas<br />

pasadas y de mis obstáculos espirituales. Y exactamente como vuestras diamantinas<br />

palabras habían predicho, la enfermedad gradualmente me ha dejado.<br />

Aquí hay un fragmento final de Su Santidad el Primer Panchen Lama advirtiéndonos de<br />

cómo los problemas pueden inspirarnos a practicar dar y tomar. Procede de un trabajo<br />

titulado: Un testimonio de Ofrecimientos Hechos a los Pies del Rey de los Shakyas, el<br />

Precioso Señor (encontrado en S5977-168).<br />

Recuerda las líneas que dicen:<br />

Más allá de todo esto, el sufrimiento tiene virtudes en sí mismo:<br />

Esta consternación te hace sentir que se elimina tu arrogancia;<br />

Te hace generar compasión por aquellos que están en el círculo de dolor;<br />

Aprendes a evitar las malas acciones y a alegrarte de las positivas.<br />

Así, deberías hacer grandes esfuerzos en aprender a tomar sobre ti el dolor con alegría y<br />

a sentir compasión por aquellos que están todavía atascados en el círculo de dolor; y<br />

después, por último, practicar tomar y dar motivado por tales pensamientos para<br />

acumular una gran cantidad de karma positivo, y eliminar todos los obstáculos<br />

espirituales.<br />

65


Contemplación quince: Sobre Cómo utilizar la práctica de dar y tomar en el<br />

momento de la muerte.<br />

Quizá el momento más importante para usar la práctica de dar y tomar es el momento<br />

de la muerte, y existe un maravilloso precedente de esto con un gran Maestro de<br />

Oriente Medio a quien los tibetanos llaman sencillamente “Yishu”. Aquí volvemos a los<br />

cinco poderes que fueron mencionados anteriormente en la Contemplación Cuatro, con<br />

el Ofrecimiento a los Lamas de Su Santidad el Primer Panchen Lama. El Maestro<br />

Ngulchu Dharma Bhadra presenta los cinco dentro de una práctica de dar y tomar<br />

para el momento de la muerte, en un texto titulado “Satisfacer los Deseos de Aquellos<br />

Necesitados de Bondad” siendo Notas sobre la Práctica de Transferir tu Conciencia en<br />

el momento de la Muerte, y una Confesión General asociada a la “Práctica del Lama de<br />

Indivisible Gozo y Vacuidad” en S6411.<br />

1) El primer poder [en el contexto de cómo deberías morir] es el “poder de puras<br />

semillas blancas”. Aquí es donde cualquier cosa que puedas tener, lo regalas todo, sin<br />

ningún apego en absoluto hacia ninguna de esas cosas.<br />

2) El segundo poder es el “poder de la oración”. Aquí es donde te imaginas en presencia<br />

de una asamblea de seres santos, pertenecientes a la práctica del Ofrecimiento a los<br />

Lamas, haciéndoles ofrecimientos y haciendo intensas oraciones—una y otra vez—para<br />

que puedan ayudarte a encontrar la habilidad de completar la práctica de transferir tu<br />

conciencia en el momento de la muerte.<br />

3) El tercer poder es el “poder de la destrucción”. Este es en el que te dispones a ver que<br />

la tendencia a percibir las cosas como si tuvieran alguna naturaleza de su lado y tu<br />

hábito a apreciarte a ti mismo es tu verdadero enemigo—ya que, desde tiempo sin<br />

principio, te ha arrojado al sufrimiento.<br />

66


Toma entonces la resolución de que sin importar cualquier felicidad o sufrimiento que<br />

tengas que experimentar en esta o en la próxima vida, nunca —ni siquiera por un solo<br />

instante— te permitirás caer bajo el poder de cualquiera de las dos: la tendencia a ver<br />

las cosas como si tuvieran alguna naturaleza de su lado, o tu hábito a apreciarte a ti<br />

mismo.<br />

4) El cuarto poder es el “poder de la resolución”. Aquí es donde tratas de alcanzar un<br />

poderoso y decidido estado mental en el que te dices: « Estaría mejor si en el momento<br />

de morir no tengo ninguno de los habituales intensos dolores que acostumbran a<br />

aparecen durante el proceso de la muerte. Pero incluso si los tengo, seguiré este mismo<br />

método específico de transformar toda la experiencia en el camino Budista, llevando a<br />

cabo prácticas como el dar y tomar.<br />

5) el quinto poder es el “poder de la familiarización”. Aquí es donde te implicas en estas<br />

prácticas espirituales—dar y tomar y demás— muy intensamente, una y otra vez.<br />

La siguiente y real descripción de utilizar la práctica de dar y tomar en el momento de<br />

la muerte se encuentra de nuevo en la biografía del Maestro Ngulchu Dharma Bhadra<br />

en S6260.<br />

67


«Sucedió que yo no sería capaz de viajar al Cielo del Gozo a menos que pasara unos<br />

tres años en mi cama para completar el proceso de morir, ya que todavía me quedaba<br />

karma del que yo me tenía que limpiar. Desde entonces hasta ahora sólo han pasado<br />

algo más de dos años de este proceso, pero durante este tiempo he estado siguiendo la<br />

práctica de dar y tomar con gran entusiasmo. Y por eso, la gran mayoría de mi karma<br />

negativo ha sido eliminado, y tan pronto como mi cuerpo y mente se abandonen el uno<br />

al otro, puedes estar seguro, más allá de cualquier sombra de duda, que mi conciencia<br />

volará como un pájaro al Cielo del Gozo».<br />

68


Contemplación Dieciséis: Sin prisa y sin pausa ganas la carrera.<br />

Perfeccionar la práctica de dar y tomar requiere de una práctica lenta y continua: un<br />

poco cada día, sin saltarte ni uno solo—entonces incluso las actitudes espirituales más<br />

elevadas pueden ser alcanzadas—. Aquí de nuevo empezamos con Rayos de Sol:<br />

Este es el significado de la línea “Adiestrarte en la práctica es fácil”. Podrías pensar<br />

algo como: “Tomar todo el sufrimiento que los demás tienen y darles toda mi felicidad<br />

y bondad parece algo que sería muy duro de hacer”. Pero empieza a hacerlo ahora,<br />

aunque solo sea en tu imaginación. Después de un tiempo te habrás acostumbrado a<br />

pensar de este modo, y entonces no encontrarás ninguna dificultad en absoluto en hacer<br />

realmente dar y tomar en la vida real.<br />

Estas palabras son repetidas en el texto Sol Para Ayudar a los Demás, del primer<br />

Changkya Rimpoche:<br />

Los consejos entonces son los siguientes.<br />

“Haz todas tus prácticas en una sola”<br />

Se ha dicho en el sentido de que cuando comes,<br />

Llevas ropas, o cualquier otra cosa que sea,<br />

Hazlo con el pensamiento de ayudar a otros seres.<br />

69


A continuación se dice siempre: “Haz dos cosas<br />

Al comienzo y al final”.<br />

Quiere decir que, hasta el día de tu muerte,<br />

Siempre que empieces el día<br />

Levántate de la cama y piensa:<br />

“Hoy no me permitiré<br />

Ser el esclavo ni de un solo pensamiento negativo”.<br />

Haz en tu mente el firme propósito<br />

De que siempre que comas, o lleves alguna ropa<br />

O disfrutes de un lugar en el que estés,<br />

Lo harás siempre con pensamientos constantes<br />

De desear alcanzar la Iluminación<br />

Por el beneficio de otros seres.<br />

Y luego al final del día,<br />

Cuando es hora de ir a la cama,<br />

70


Comprueba y mira a ver si has sido capaz<br />

De llevar a cabo tu resolución.<br />

Si eres capaz, entonces regocíjate<br />

En tu bondad;<br />

Si no puedes, trata de sentir arrepentimiento<br />

Y toma la decisión de que no<br />

Repetirás el mismo error de nuevo.<br />

Se dice que: “Adiestrarte en practicar<br />

Es fácil”. Lo que esto quiere decir es que<br />

Si sigues la práctica de dar y tomar,<br />

Y lo practicas bien en tus pensamientos,<br />

Llegará a ser un sólido hábito.<br />

Como se dice en la Guía al Modo de Vida del Bodhisatva:<br />

Cada vez que cometes un error en tu práctica,<br />

Recuérdate lo mal que has actuado.<br />

Piensa durante lago tiempo en cómo, no importa lo que sea,<br />

Harás en el futuro lo que debas<br />

Y no cometerás el mismo error de nuevo.<br />

71


Como dice la Guía también:<br />

No hay una sola cosa en el mundo<br />

Que no llegue a ser fácil cuando llegas<br />

A acostumbrarte a ella. Por lo tanto habitúate a soportar<br />

Pequeños daños que otros te hagan,<br />

Y pronto te encontrarás que eres capaz<br />

De soportar los más grandes también.<br />

Incluso los Exploradores Últimos practicaron primero<br />

Regalar cosas como verduras<br />

Y cosas así al principio.<br />

Una vez se habían acostumbrado a ello,<br />

Gradualmente ellos fueron después capaces<br />

De dar incluso su carne.<br />

Llegado cierto momento, serás capaz de pensar<br />

De tu cuerpo del mismo modo en que lo haces<br />

Con las verduras y demás cosas.<br />

En ese momento, no tendrás ningún problema en absoluto<br />

De regalar a los demás tu propia carne y cosas semejantes.<br />

72


Instituto de Clásicos<br />

Asiáticos<br />

Práctica III: Contemplaciones sobre la Práctica de Dar y Tomar (Tong Len).<br />

Una Selección de El Jardín: El Capítulo sobre la Compasión.<br />

E<br />

l encuentro con el Maestro Guna Prabha me dejó con pensamientos para varios<br />

meses. Solía caminar por las calles del mercado de la ciudad, me sentaba junto<br />

a la ventana de la biblioteca mirando los campos de algodón y las arboledas de<br />

naranjos, e intentaba imaginar de qué modo éstos podrían ser el producto de<br />

una semilla o una impresión en mi mente. Me resultaba muy difícil de aceptar, pero<br />

durante mis meditaciones revisé una y otra vez las ideas sobre las que habíamos<br />

conversado y no podía encontrarles ningún fallo. Sabía que Guna Prabha decía la verdad<br />

cuando afirmaba que tendría que superar mis sentimientos naturales acerca de lo que<br />

aparecía ante mis ojos, así como los prejuicios culturales con los que me había criado y,<br />

en lugar de ello, debería hacer valer una perspectiva dotada de razonamiento cuidadoso.<br />

Con el tiempo, tras pensar y observar reiteradamente, me fui acostumbrando a este<br />

nuevo modo de ver las cosas. Me producía un sentimiento de gran comodidad el hecho<br />

de que cada aspecto de mi mundo, así como mis propias experiencias a lo largo de una<br />

vida entera, tenían una explicación. Especialmente cuando las cosas iban mal— cuando<br />

el encargado de la biblioteca me gritaba por alguna falta sin importancia, o cuando algo<br />

que anhelaba no salía tal como yo esperaba— revisaba mi encuentro con el Maestro<br />

Guna Prabha para intentar identificar qué pensamiento, palabra u obra podía haber<br />

llevado a cabo que me causara ahora pasar por dicho lance.<br />

Y comprendí que, en cada caso, la reacción natural que yo solía tener, por ejemplo<br />

respondiendo de modo brusco al encargado de la biblioteca cuando me reprendía, era<br />

precisamente el tipo de acto que plantaba una impresión para que me volviera a gritar.<br />

Es decir, si no refrenaba mi reacción natural, estaba perpetuando el sufrimiento que<br />

intentaba evitar.<br />

Vi claro que lo que tenía sentido para mí era dar pasos para empezar a refrenar mis<br />

reacciones naturales ante cualquier agravio. Así que me determiné a tomar los cinco<br />

votos de laico para toda la vida. El amable abad de la pequeña ermita donde me alojaba<br />

me los concedió con una sencilla ceremonia en sus modestos aposentos.<br />

73


Verdaderamente disfruté con los votos, y adopté la costumbre de revisarlos cada par<br />

de horas: no porque hubiese podido matar a un hombre en cada uno de estos periodos de<br />

tiempo, sino porque para mí era un desafío identificar aquellas acciones cometidas que<br />

pudieran perjudicar la vida de otra persona, o incluso la de un animal. Luego, para<br />

conseguir un equilibrio en mi corazón, busqué también un tiempo para sopesar todo lo<br />

positivo que hubiese hecho para proteger y preservar la vida. Así que reservé unos<br />

minutos para regocijarme por lo que había hecho bien, ya que el abad me había dicho<br />

que éste era un modo de aumentar el poder de las semillas positivas en la mente.<br />

Al final de cada día, antes de ir a dormir, hacía una revisión de algunas de las diez<br />

actividades que el Maestro Guna Prabha había mencionado, y así comprobaba cuáles<br />

eran los actos negativos más próximos a éstas, y cuáles eran las actividades positivas<br />

opuestas que había llevado a cabo durante el día. Con este objetivo, empecé un pequeño<br />

diario donde anotaba dos o tres de las diez acciones y sus opuestos como sigue:<br />

1) Quitar la vida, matar.<br />

Lo más cerca que he estado hoy: casi golpeé a alguien con mi caballo<br />

Lo más cerca que he estado de su oponente (proteger la vida): asegurarme de que R<br />

tomase su medicina.<br />

La lista de los diez actos y sus opuestos rezaba así en la primera página de mi diario:<br />

-Quitar la vida. -Respetar la vida<br />

-Robar. -Respetar la propiedad ajena.<br />

-Llevar una mala conducta sexual -Respetar la pareja de otro.<br />

-Mentir. -Decir la verdad.<br />

-Charla para dividir. -Unir a la gente.<br />

-Utilizar palabras duras -Usar la palabra en tono amable y gentil.<br />

-Charla vana. -Decir solo cosas significativas<br />

-Ansiar lo que pertenece a los demás. -Ayudar a los demás a conseguir lo que<br />

quieren.<br />

-Sentir placer ante las desgracias ajenas. -Ayudar a los demás en su desgracia.<br />

-Sostener ideas perjudiciales. -Examinar mis creencias, y mantener sólo<br />

las que son buenas y ciertas<br />

De este modo, solía escribir ejemplos de lo que había hecho, pensado o dicho y que<br />

estuviera próximo a las dos o tres acciones que había elegido aquella noche, tanto de la<br />

columna negativa como de la positiva. En el curso de tan sólo un par de semanas noté<br />

que algo cambiaba, tanto en mí como en el mundo que me rodeaba.<br />

74


Lo primero que noté era más bien molesto: empecé a darme cuenta de que a lo largo<br />

del día, al hablar con los demás, dejaba caer insinuaciones, o incluso hacía afirmaciones<br />

sutiles, para proyectar una buena imagen de mí mismo y para separar a los demás.<br />

También solía decir cosas que provocaban el mismo efecto, aunque no utilizara palabras<br />

duras. Entonces me empecé a preocupar, porque me parecía que empeoraba en lugar de<br />

mejorar, pero el abad me explicó que ésa era la primera sensación habitual de alguien<br />

que empieza a observar lo que dice, hace o piensa.<br />

El efecto más inmediato de mis esfuerzos fue que, simplemente, dejé de decir, hacer<br />

o pensar aquellas cosas que eran obviamente negativas, y que incluso un principiante en<br />

este Sendero no podía evitar notar. Lo que sucedía después tenía poco que ver con las<br />

semillas o las impresiones sobre las que había aprendido, era mucho más sencillo: tenía<br />

más tiempo para ocupar mi mente en cosas mejores, en pensamientos positivos, y esto<br />

me hacía sentir más creativo. Tenía más capacidad para concentrarme, y estaba de<br />

mejor humor a lo largo del día. En una palabra: era más feliz. Evitar sembrar malas<br />

semillas era divertido, y no el trabajo penoso que creía iba a ser cuando Guna Prabha<br />

me habló por primera vez de los votos.<br />

Lenta pero constantemente me percaté también de que mi mundo cambiaba, y<br />

recordé que si las semillas se plantaban de un modo muy consciente y sincero podían<br />

madurar relativamente deprisa. La transformación que empezó a suceder en mí era<br />

difícil de describir pero, definitivamente, era notoria y real. Las comidas sabían mejor,<br />

los colores eran más brillantes, sentía la alegría y la creatividad hirviendo dentro de mí,<br />

y la gente a mi alrededor parecía empezar a decir y hacer cosas que inspiraban mi<br />

espíritu.<br />

Instintivamente sentí que si podía adoptar esta forma de vida hasta su término,<br />

incluso los males que parecían inevitables —enfermedad, vejez o la muerte misma—<br />

tenían el potencial de cambiar por completo. También presentí que un cambio tan<br />

grande requeriría algo más poderoso que mis esfuerzos hasta el momento y, por ello, me<br />

volví a sentir impulsado a regresar al Jardín.<br />

El invierno ya había terminado, la primavera estaba en su suntuoso punto álgido. Al<br />

entrar por el portalón aquella noche me percaté, quizás debido a mis prácticas recientes<br />

en el arte de una vida virtuosa, de que el pequeño lecho de hierba se había convertido en<br />

un césped lozano. En la fuente, el agua cristalina del desierto parecía fluir más que<br />

nunca, y las ramas del algarrobo se habían extendido más allá del perímetro de la<br />

pequeña plataforma de ladrillos a su alrededor, y caían sobre el simpático banco de<br />

madera donde tanto había aprendido.<br />

Me senté en el extremo del banco en penumbra y dirigí mis pensamientos y mis ojos<br />

hacia la parte sur del jardín, hasta un pequeño ciruelo debajo del cual recordé haber<br />

estado una vez con mi Dama Dorada; había trazado un dibujo sobre su frente con mis<br />

labios, y de repente me vi sorprendido por un sentimiento de interés hacia la gente que<br />

nunca antes había conocido, y sentí simultáneamente una profunda sacudida en mi<br />

cuerpo. Tan inmerso estaba en estos pensamientos que no me percaté de que el Maestro<br />

Asanga había entrado en el Jardín y estaba sentado a mi lado, en el banco.<br />

Lo primero que vi al volverme fue su mano, extendida hacia mí, sosteniendo un<br />

pequeño y aromático bollo, de un tipo que mi madre preparaba a menudo para nosotros.<br />

—Toma —dijo—, he oído que estos te gustan.<br />

75


Él ya estaba degustando uno con toda confianza y, con sencillez, me urgió a seguirle.<br />

Y de ese modo nos sentamos a disfrutar del espléndido jardín y de la comida. Cuando<br />

terminaba con uno, me instaba a comer otro— de una bolsita procedente de entre los<br />

pliegues de su hábito—.<br />

Su aspecto era muy diferente de lo que me habría imaginado. Él y su hermanastro<br />

Vasu Bandhu, que ya me había bendecido con su instrucción en el Jardín, eran<br />

considerados dos de los mayores y más excelsos pensadores conocidos en los últimos<br />

dieciséis siglos. Y sin embargo, a mí me daba la impresión de ser tan sólo un<br />

compañero agradable y amistoso, con un rostro sencillo, honesto, y con un modo de<br />

comportarse y hablar muy gentil, casi tímido. Vestía los hábitos con naturalidad, no<br />

parecía estar excesivamente pendiente de ellos: más bien parecían una extensión de su<br />

ser mismo, por lo perfectamente que sus pliegues suaves encajaban con su propia y<br />

obvia bondad.<br />

— ¿Están bien? —preguntó— ¿Suficiente? ¿Crees que he puesto demasiado azúcar<br />

en ellos? Intenté empolvarlos, pero aún no les he cogido el punto.<br />

Lo miré con sorpresa, imaginándome a uno de los mayores filósofos de todos los<br />

tiempos pendiente del fuego para asegurarse de que mis pasteles estuviesen bien hechos.<br />

Pero esto parecía tan típico de su naturaleza y me enseñaba una gran lección, incluso<br />

antes de empezar a hablar en serio.<br />

Suavemente dijo:<br />

—El tiempo pasa —y me miró con sus apacibles ojos marrones llenos de interés por<br />

mí— y, personalmente, encuentro que tiendo a descuidar las cosas importantes.<br />

De inmediato entendí que se refería a mi madre y a mi búsqueda, así como a mi viaje<br />

para encontrar un modo de poder ayudarla, si ello aún fuese posible. Noté que la<br />

búsqueda de mi propia felicidad en la vida había ensombrecido mi intención inicial de<br />

ayudarla y, ante tal bondad, enrojecí de vergüenza y bajé mis ojos hacia el banco.<br />

Con un movimiento natural me tomó la mano, como si se disculpara por haberme<br />

herido, pero sostenía mis dedos con tal firmeza que me indicaba claramente que ése era<br />

el punto de partida para empezar con las lecciones que mi vida necesitaba ahora.<br />

—Los jardines son tan bonitos… —dijo con ternura—. ¿Te has preguntado alguna<br />

vez lo mucho que hay que pensar para diseñar un jardín correctamente? Hay que pensar<br />

en lo que más les gustaría a las diferentes personas que fueran a visitarlo; cada uno iría<br />

en busca de un momento de serenidad en su vida que encontraría en el mismo Jardín,<br />

aunque de un modo ligeramente diferente.<br />

Sentí una punzada en el pecho: me pareció como si con estas sencillas palabras él<br />

estuviera de pie ante mí, gritando y acusándome de haber estado intentado construir en<br />

mi vida espiritual un jardín extraño, sólo lo bastante grande para mí, sin pensar ni en mi<br />

madre ni en todos los que como yo necesitaban felicidad, pero que no habían<br />

encontrado un maestro o un Sendero para ayudarles. Su extraordinario modo de valerse<br />

de una conversación cotidiana para atraer mi atención hacia aquellas cosas auténticas en<br />

las que más debía pensar me sorprendió mucho, y me recordó a Alguien con una<br />

cualidad similar.<br />

76


—Supón, por ejemplo —continuó como si fuese totalmente inconsciente del modo<br />

en que sus palabras estaban llegando a mi corazón—, que a quien creó el jardín le<br />

encantasen las ciruelas y las rosas. Supongo que haría falta un cierto grado de<br />

autocontrol y sensibilidad para darse cuenta de que otras personas pueden preferir flores<br />

y frutas diferentes. Así, el creador del jardín debería visitar en algún momento otros<br />

jardines para observar atentamente a la gente que los visita, y esforzarse por ponerse en<br />

su lugar para ver lo que los demás disfrutan en un jardín y aprender a disfrutarlo casi<br />

tanto como ellos.<br />

De nuevo, sus palabras tocaron un punto sensible en mi corazón, y en aquel preciso<br />

momento sentí el impulso de confesarle un pensamiento que me había estado<br />

molestando desde hacía un tiempo.<br />

—No he vivido muchos años —empecé—, pero muy pronto comprendí que poder<br />

ponerme en el lugar de los demás sería una cosa sagrada, conseguir sentirme de verdad<br />

tan interesado por sus problemas como puedan estarlo ellos mismos. En resumen, llegar<br />

a aprender a sentir el tipo de amor y compasión que desea proporcionar a los demás lo<br />

que anhelan y lo desea con tanta intensidad como ellos mismos.<br />

»Pero para ser completamente sincero —continué—, no sé cómo hacerlo posible.<br />

Soy consciente de que me interesa infinitamente más satisfacerme a mí mismo que a los<br />

demás, aunque su anhelo sea más serio, y aunque sea una cuestión de supervivencia<br />

interna o física. Simplemente, me cuesta imaginar una manera de aprender a interesarme<br />

por los demás con el mismo cuidado con el que me preocupo de mí mismo, y esto me<br />

molesta profundamente, pues intuyo que aprender este modo de vida sagrado no<br />

aportaría más que felicidad a este mundo.<br />

—Tienes toda la razón —dijo con una expresión sombría que denotaba su profunda<br />

preocupación por mis inquietudes— es muy natural, y algo innato en nosotros, pasar por<br />

la vida ocupados sólo por las pequeñas necesidades y deseos propios, e ignorar a los que<br />

se pueden estar incluso muriendo de hambre y piden cobijo ante nuestros ojos. Como<br />

bien dices, somos conscientes de esa deficiencia en nuestra compasión, y no sé de<br />

muchas personas reflexivas que no se sientan molestas de vez en cuando por su propia<br />

incapacidad de preocuparse por los demás, aunque tan sólo sea con un ápice del interés<br />

que sienten hacia ellos mismos. Sabemos que queremos amar, y somos conscientes de<br />

que no sabemos cómo.<br />

Nos sentamos en silencio durante un rato, y me maravillé por lo cerca que me sentía<br />

de él, por el modo en que tan sólo en unos pocos minutos me había hecho sentir su<br />

igual, incluso su confidente. Luego se aclaró suavemente la garganta, como si tuviera<br />

miedo a hablar y dijo:<br />

—No soy un gran santo…— y por el modo en que lo dijo, me di cuenta de que sí lo<br />

era —, pero en una ocasión alguien me enseñó esta meditación que quizás nos podría<br />

ayudar…— por descontado, sabía que así sería —. No digo que yo mismo haya logrado<br />

hacerlo bien…— y supe que él la había perfeccionado—, pero quizás la encontrarás útil<br />

— concluyó —.<br />

Instintivamente, llevé las manos a mi pecho tocándome el corazón, como pidiéndole<br />

que me lo cambiara, allí en aquel momento mismo.<br />

—Prepárate para la meditación —dijo con suavidad, pero con un definitivo tono de<br />

autoridad: la autoridad del amor. Y me preparé mentalmente, tal y como ya había<br />

aprendido aquí en el Jardín, con el maestro Kamala Shila.<br />

77


Tras unos minutos, Asanga dijo:<br />

—Ahora observa tu respiración, mira cómo fluye, adentro y afuera. No intentes<br />

modificarla en modo alguno, sencillamente obsérvala.<br />

Con tranquilidad, así lo hice.<br />

Continuó casi en un susurro:<br />

—Y ahora piensa en alguna clase de dolor o problema que sepas que vayas a tener<br />

que sufrir antes de terminar la noche.<br />

En el Jardín, con el Maestro Asanga a mi lado, me sentía incapaz de imaginar algún<br />

dolor o problema. Pero pensé en después, en la sensación de vacío que solía<br />

embargarme al atravesar el portalón para abandonar el Jardín, ya que, una vez más,<br />

debía marcharme sin haber encontrado a mi Dama Dorada, para quien— tenía que<br />

confesarlo— aún vivía.<br />

—Ahora, toma esa sensación de vacío —dijo con naturalidad—. Imagínate a ti<br />

mismo dentro de quizás una hora, y piensa que este sentimiento de vacío se ha<br />

transformado en una pequeña mancha oscura como una luz negra en el centro de tu, su,<br />

corazón.<br />

Así lo hice: me imaginé a mí mismo cerca del portalón con una pequeña mancha<br />

negra en el pecho, dentro de una hora más o menos, mientras él, es decir, yo, dejaba el<br />

Jardín.<br />

—Ahora, formula el deseo de poder quitar esa luz negra de tu yo futuro, desea que él<br />

nunca tenga que experimentar esa sensación de vacío y decide que serás tú quien se la<br />

quite.<br />

Tomé esa decisión; no era tan difícil si consideraba que me sentiría mejor de lo que<br />

podría sentirme de otro modo, y tan sólo en una hora a partir de ese momento.<br />

—Seguidamente, recorta la mancha de luz negra del corazón de tu futuro yo como<br />

con una cuchilla, y decide integrarla en ti ahora para que así él no tenga que sentir dolor<br />

después.<br />

Esta vez tuve una duda, temía que esto pudiera dañarme, pero, puesto que después<br />

me ahorraría aquel dolor, decidí que debía hacerlo, como cuando soportas que te<br />

limpien una herida con alcohol porque sabes que aceptando un dolor menor en el<br />

presente evitas un dolor mayor en el futuro. Decidí, pues, aceptar la “dolorosa” luz<br />

negra.<br />

—Después, atrae hacia ti esta la luz negra, absorbe la sensación de vacío de tu yo<br />

futuro cuando atraviesa el portalón. Transfórmalo en un fluido de luz negra largo y<br />

delgado, y déjalo flotar con tu respiración al inhalar. Si no consigues una imagen clara<br />

con una sola inhalación, imagina que haces entrar la corriente negra en varias<br />

inhalaciones.<br />

Hice lo que el Maestro Asanga iba dictando. Cuanto más me concentraba, más sentía<br />

aumentar en mí una ligera incomodidad. Pero seguí incorporando luz negra a mi<br />

respiración, consciente de que ayudaba a mi ser futuro.<br />

—La respiración y la luz negra que monta en ella están entrando en tu pecho.<br />

Observa una diminuta llama en el centro de tu corazón: es tu propio egoísmo y la<br />

comprensión incorrecta de tu vida y tu mundo que dicho egoísmo crea. Observa,<br />

78


contempla la luz negra, mira cómo se acerca a la pequeña llama de egoísmo, está a<br />

punto de tocarla.<br />

Mientras inhalaba por mis orificios nasales vi descender por la garganta hasta mi<br />

pecho el extremo del fino rayo de luz negra, a punto de tocar la llama roja de mi<br />

egoísmo.<br />

—Seguidamente, observa con atención, concéntrate, porque todo terminará en un<br />

instante. La luz negra toca la llama y se produce un estallido de luz blanca, la llama de<br />

tu egoísmo se apaga, y la luz negra se desvanece en un fino humo blanco que se evapora<br />

en la nada, todo ello en menos de un segundo. Tu propio egoísmo y el dolor futuro—<br />

que has decidido aceptar— han desaparecido para siempre, y tu corazón se encuentra<br />

limpio y puro.<br />

Esta parte era divertida, tenía un final feliz, y la practiqué un par de veces. Cada vez<br />

que la pequeña llama se apagaba y la humareda blanca se desvanecía me sentía aliviado,<br />

liberado.<br />

—Descansa un momento —dijo. Sacó un pequeño tazón de madera de uno de los<br />

pliegues de su hábito, se aproximó con gracia y lentitud a la fuente y lo llenó. Vino<br />

hacia mí y me lo ofreció, y yo la bebí agradecido, dándome cuenta de lo natural que<br />

parecía que este extraordinario experto en filosofía y en la vida misma estuviera<br />

sirviendo a un principiante espiritual como yo.<br />

De nuevo se sentó y continuó:<br />

—Ahora piensa en un sufrimiento, alguna situación dolorosa que puedas vaticinar<br />

que te podría afectar mañana.<br />

Esto no era muy difícil: inmediatamente vino a mi mente la mirada de disgusto en el<br />

rostro del encargado de la biblioteca, al entrar yo al trabajo, quizás con una hora o dos<br />

de retraso, directamente de un viaje en coche iniciado la noche anterior. Podía imaginar<br />

fácilmente la sensación de resentimiento que surgiría en mí, a pesar de los esfuerzos por<br />

evitarlo y de mi sincera determinación anticipada de impedirlo.<br />

—A continuación, observa el resentimiento en su corazón— es decir, en tu<br />

corazón— de mañana, como una pequeña mancha de luz negra.<br />

Cerré los ojos e imaginé la mancha negra en mi pecho, estando de pie enmarcado por<br />

la puerta de la biblioteca, frente al escritorio del encargado.<br />

—Ahora quítala de tu corazón.<br />

Y lo hice.<br />

—Y asegúrate de verlo tal como es, asegúrate de pensar que es ese dolor futuro en tu<br />

corazón, y decide aceptarlo dentro de ti.<br />

»Obsérvalo como una fina corriente de luz negra, montada en la inhalación,<br />

aproximándose a tu rostro.<br />

»Entra en tus orificios nasales, desciende por tu garganta, casi toca la llama diminuta<br />

del egoísmo y la comprensión incorrecta en tu corazón.<br />

» ¡Tocado!<br />

» ¡Un estallido de luz blanca!<br />

» ¡El egoísmo se apaga!<br />

79


»El resentimiento se ha convertido en una columna de humo y, por fin, ¡se ha<br />

desvanecido!<br />

» ¡Tu corazón, puro y limpio!<br />

De nuevo tuve una sensación de alivio, de libertad, unida a una especie de orgullo<br />

por ocuparme de alguien más, aunque fuese de mí mismo. Aquella meditación producía<br />

en mí un efecto más profundo, algo que no podía haber imaginado.<br />

—Ahora piensa en los tres o cuatro peores sufrimientos que vayas a experimentar a<br />

lo largo de la semana que te espera. No seas perezoso, defínelos claramente y<br />

obsérvalos ahora como la mancha de luz negra en su —quiero decir, en tu— corazón<br />

dentro de una semana.<br />

Era algo más que un simple ejercicio, pero así lo hice. Ciertamente, habría algún<br />

insulto o fea observación del encargado de la biblioteca que alteraría mis sueños y<br />

pensamientos unos cuantos días. Con toda seguridad, tendría algún problema por culpa<br />

de mi caballo: siempre perdía una herradura o se escapaba por la mañana, cuando ya<br />

llegaba tarde a la biblioteca. La lluvia primaveral también mojaría la leña de quemar, y<br />

así tendría que cenar más tarde. Y seguro que, después de esta noche, también podía<br />

esperar tener agudos sentimientos dolorosos, sensaciones que se mantendrían a lo largo<br />

de los años, al recordar a mi madre y preguntarme cómo podría ayudarla.<br />

—Ya conoces las etapas —dijo— ahora, acepta el dolor.<br />

Mantener mi mente en tres o cuatro tipos de sufrimiento diferentes a la vez era algo<br />

nuevo, pero sentía que la recompensa por intentarlo sería mucho mayor, y medité<br />

despacio, imaginando claramente cada paso. Era muy extraño, pero me sentía aliviado<br />

al pensar que tenía por delante la semana entera sin estos pocos sufrimientos.<br />

—Y ahora, el mes entero —dijo—, define claramente las siete u ocho cosas peores<br />

que te sobrevendrán en los próximos treinta días y haz tú mismo el ejercicio. Despacio,<br />

y asegurándote de que todo es claro.<br />

Me llevó casi veinte minutos, pero lo hice tal y como dijo el Maestro Asanga. Por un<br />

lado, me iba acostumbrando a mi reticencia natural a aceptar el dolor y aprendía a<br />

superarlo. Pero, por el otro, cada vez que incrementaba la cantidad de sufrimientos me<br />

parecía un trabajo más grande y difícil. Me percaté de que intentaba no pensar<br />

claramente en los tipos específicos de dolor mientras la luz negra se acercaba a mi<br />

rostro, pero instintivamente supe que ésta no era la idea, y así redoblé mi coraje y los<br />

imaginé claramente dentro de la luz negra.<br />

—Suficiente —dijo—, descansa de nuevo.<br />

Me recosté y respiré el dulce aire de la primavera, observé las sobrecogedoras<br />

estrellas del desierto, y dejé que mis pensamientos vagaran hacia los escondrijos y<br />

rincones del Jardín donde Ella me había dado otras lecciones.<br />

Luego, él se inclinó tiernamente, tomó mis manos en las suyas y miró mis ojos con<br />

sinceridad.<br />

—Cuando tengas suficiente fuerza, incrementa la mancha negra, incluye problemas y<br />

dolores mayores que tendrás que afrontar el año próximo. A medida que te sientas más<br />

fuerte, visítate en tu lecho de muerte, y ayúdate extrayendo el extraordinario dolor de<br />

esta situación. Más tarde, empieza a añadir el sufrimiento y confusión que<br />

experimentarás justo después de morir, cuando entres en esa forma de espíritu temporal<br />

80


y dé comienzo el viaje hacia tu nueva vida. Finalmente, toma los dolores de tu próxima<br />

vida y de las que vendrán después.<br />

»Hazlo con cuidado, asegúrate de que vas despacio, identifica cada uno de los<br />

dolores con claridad y no te hagas daño, acepta sólo los que puedas tomar con<br />

comodidad. Sentir un poco de ansiedad y duda es un buen signo, pues demuestra que<br />

imaginas claramente el sufrimiento. Pero no deberías forzar ninguna meditación hasta el<br />

punto de llegar a perjudicarte, de ponerte nervioso o agitarte, ya que sería muy<br />

perjudicial para tu corazón y tu cuerpo espiritual. La clave está en meditar con<br />

regularidad, ir poco a poco, y construir la meditación escalonadamente para que se vaya<br />

haciendo firme y fuerte, en vez de hacer grandes e histéricos esfuerzos, que<br />

normalmente se diluyen por completo en poco tiempo.<br />

»Cuando tu fuerza, tu fuerza interna, sea mayor, empieza a imaginar uno o dos<br />

sufrimientos ligeros de alguien cercano a ti, digamos tu propio padre o madre. Practica<br />

la aceptación de los mismos junto a tu egoísmo y el malentendido que lo origina, y su<br />

destrucción con el estallido de luz blanca. Practica una semana, luego un mes, y así<br />

sucesivamente.<br />

»A continuación, pasa a otras personas que ames, como familiares y amigos<br />

cercanos. Cuando te sientas más preparado, trasládate a gente con la que te sientes<br />

indiferente, es decir, los extraños que visitan la biblioteca, la gente que pasa a tu lado en<br />

la calle.<br />

»Cuando tu meditación sea lo suficientemente poderosa para dar un salto mayor,<br />

acepta en ti mismo los dolores de quienes te desagradan. Cuando lo puedas hacer con<br />

sinceridad, será un gran logro interno, en general muy poco reconocido en este mundo<br />

donde impresiona más la persona que gana una batalla de fuerza con un caballo que la<br />

que gana una batalla contra los propios malos pensamientos y malos hábitos, aunque<br />

esto último sea infinitamente más difícil.<br />

»Y finalmente, cuando estés en tu punto álgido, envía tu mente a cada habitáculo del<br />

mundo: a las casas de los humanos, a las cuevas de los animales, a los estanques donde<br />

viven los peces, a los océanos, a los árboles y hoyos en el suelo; imagina toda forma de<br />

vida y practica este acto sagrado con cada dolor, externo e interno, que puedan<br />

experimentar. Ve más allá de tu propio mundo, a las estrellas y a otros reinos,<br />

principalmente a aquellos donde reina el horror, que tu mente sabe que han de existir, a<br />

pesar de que tus ojos aún no puedan verlos. Llega hasta mundos, planetas y reinos<br />

donde se vive un sufrimiento inimaginable, y libérales de su negro dolor.<br />

Se sentó en silencio, cogió una punta de su hábito y se enjugó las lágrimas,<br />

calladamente.<br />

Nos sentamos en quietud, y disfruté del dulce sentimiento de poder elegir sentir el<br />

dolor ajeno y desear eliminarlo. Sentí que no había una emoción más dulce en el<br />

mundo: ni el placer de una amante, ni la emoción del éxito, ni el fuego del poder o el<br />

dinero.<br />

—A veces pienso —empezó diciendo en otra de aquellas lecciones que no eran tales,<br />

sino enseñanzas disfrazadas de pensamientos casuales— en cómo deben sentirse las<br />

madres; no es un sentimiento que tú y yo podamos sentir en esta vida, pero podemos<br />

mirar y observar a las madres y ver su amor ciego y abrumador hacia sus hijos, un amor<br />

que les pone en disposición de cometer cualquier acto que pueda socorrer a sus hijos.<br />

81


»Este amor parece tener dos lados: hay un tipo de amor que es incapaz de soportar el<br />

sufrimiento de un hijo; debes haber visto alguna vez a una madre con un bebé enfermo<br />

en sus brazos, abriéndose paso entre una multitud que espera ver a un gran médico; a<br />

una madre que corre para salvar a su hijo del peligro de un carro que se acerca; a una<br />

madre que, como una leona, se revuelve con furia contra cualquiera que pueda<br />

amenazar a su hijo.<br />

»Después, está el otro amor de una madre, que desea dar, que quiere proveer.<br />

Supongo que pensamos de manera natural en cómo, desde el principio mismo, desea<br />

abastecer a su bebé con leche, con esta tierna felicidad líquida que ve reflejada después<br />

en el rostro de su niño. Y a lo largo de toda su vida, la madre se sigue esforzando para<br />

que, incluso cuando ya ha crecido, su hijo tenga todo lo que desea: un vestido especial,<br />

una buena educación y buenos amigos. Cuando ya es un adulto, le desea prosperidad,<br />

una buena ocupación, un buen hogar, una buena esposa y sus propios hijos.<br />

»Una madre desea todo esto para su hijo de un modo que a veces me asombra<br />

cuando pienso en ello, porque a menudo sucede que, de toda la gente en el mundo, sólo<br />

tu madre se ocupa más de ti de lo que te ocupas tú mismo.<br />

Y yo conocía bien la verdad de las palabras del Maestro Asanga, ya que había tenido<br />

una comprensión de ello el día en que murió mi madre, mientras el viento silbaba entre<br />

los árboles de la Academia: comprendí que había perdido a quien se había preocupado<br />

más por mi felicidad que yo mismo.<br />

Con una mirada que era una incongruente mezcla de timidez y un extremo poder<br />

interno, el Maestro dijo:<br />

—Hay una segunda parte de la meditación que, si no te importa, puedo intentar<br />

describir, a pesar de que yo mismo no la comprendo tan bien.<br />

Sonreí a mi pesar, y asentí.<br />

—La práctica que esta noche hacemos juntos se denomina dar y tomar, aunque<br />

cuando la llevamos a cabo, a modo de entrenamiento, con el propio sufrimiento,<br />

primero tomamos y luego damos. Como has visto, lo que tomamos es el sufrimiento de<br />

los demás. Recuerda que el sufrimiento es cualquier cosa que daña a una persona, desde<br />

las atrocidades que tienen lugar en los vastos reinos de miseria, más allá de nuestra<br />

visión actual, hasta el instante de duda, justo en el momento previo al conocimiento<br />

total, en la mente de un gran santo.<br />

»Y lo que damos es toda la felicidad, todo lo que podemos dar, todo lo que tenemos,<br />

tal como te instruiré a continuación. Pensando en cómo las madres se comportan,<br />

fácilmente comprendemos por qué primero viene el acto de tomar: es absurdo ofrecerle<br />

un caramelo o un juguete a un niño atormentado por el dolor de una enfermedad que<br />

está a punto de acabar con su vida.<br />

»Pasemos ahora al acto de dar —dijo, revolviéndose un poco en el banco, como un<br />

niño a punto de empezar su juego favorito—. Prepárate para la meditación.<br />

Y, como antes, así lo hice.<br />

—De nuevo, lleva tu mente a la respiración, a ese fluido hacia dentro y fuera — casi<br />

automáticamente me enfoqué en mi interior, tal y como me habían enseñado—.Imagina<br />

toda tu bondad, tus buenos pensamientos, palabras y actos, todo el conocimiento<br />

sagrado que has aprendido así como las impresiones en la mente que te producirán<br />

82


felicidad en el futuro. Observa todo ello reunido en tu corazón, como una luz blanca,<br />

pura y brillante.<br />

»A continuación, piensa en alguien que conozcas —es más fácil empezar con alguien<br />

querido— y en lo que le gustaría tener (una relación, o cualquier otra cosa).<br />

Pensé durante un momento y dudé. Mi primer instinto había sido enviarle algo a Ella,<br />

pero al reflexionar fui incapaz de pensar en algo que le hiciera falta, porque en mi<br />

corazón guardaba el recuerdo de cómo, con sus párpados medio cerrados, parecía morar<br />

en un gozo constante, parecía completa, no había nada en absoluto que ella pudiera<br />

necesitar. Supuse que también era por esto por lo que el Maestro Asanga no había<br />

mencionado dirigir esta meditación a los Iluminados, pues no había nada que tomar de<br />

ellos, ni nada que necesitasen. Pero al mismo tiempo, se me ocurrió que, en ocasiones,<br />

podía ofrecerles los buenos pensamientos o experiencias espirituales que hubiera<br />

alcanzado, igual que un niño muestra con orgullo a su padre un pequeño dibujo que ha<br />

hecho. Sabía que cualquier cosa que eligiera darles, la verían y sentirían como el gozo<br />

mismo.<br />

Me concentré en mi madre, imaginé que le proporcionaba una gran linterna, una<br />

linterna mística que le mostrase cómo abrirse camino en los reinos de terror donde su<br />

mente quizá podría encontrarse después de morir. Y mientras sostuviera la lámpara, ésta<br />

podría dirigirla hacia el Sendero santo, como un buen caballo que conoce el camino a<br />

casa aún después de que el sol se ha puesto y la oscuridad ha cubierto el mundo.<br />

—Ahora, mientras observas tu respiración, enfócate en una de las exhalaciones. A<br />

propósito, durante la meditación no intentes retener ni forzar tu respiración: debe fluir<br />

libremente, sin ninguna interferencia. En una de tus exhalaciones, o en varias, si ello te<br />

resulta más cómodo, envía junto con el aliento desde tu corazón un fino rayo de luz<br />

blanca.<br />

»Imagina que la respiración sale hacia el mundo, la galaxia entera, y va en busca de<br />

tu madre allí donde esté. En el vértice del rayo de luz imagina tu linterna mágica;<br />

imagínala bien grande, ya que los rayos luminosos del pensamiento no conocen límites:<br />

pueden llegar hasta las esquinas más recónditas de la existencia y dejar allí cualquier<br />

objeto, desde una gota de agua al mayor de los océanos.<br />

»Imagina que el rayo de luz blanca llega hasta tu madre, quien, sobrecogida, lo ve,<br />

comprende que viene de ti, de su hijo, y una alegría, tan blanca como esa luz, llena su<br />

corazón.<br />

»Imagina que ella se acerca al rayo de luz y coge la linterna.<br />

»Imagina que, mientras estamos hablando, ya ha empezado a conducirla hacia la<br />

Gran Luz.<br />

Mientras el Maestro Asanga hablaba, mi corazón se retorcía con recuerdos dolorosos<br />

aunque, al mismo tiempo, saltaba con una repentina esperanza.<br />

— ¿Es posible? —pregunté fervoroso— ¿Puede realmente verlo? ¿Se va realmente<br />

hacia ella?<br />

83


Me dirigió una mirada de intensa compasión, y con ojos brillantes dijo:<br />

—Escucha con cuidado, pues te traigo noticias muy alegres, aunque no son las que<br />

esperas. Déjame hacerte en primer lugar unas sencillas preguntas. ¿Crees en la<br />

existencia de los Iluminados?<br />

—Sí —dije—, puede que no les vea, pero— lo que es más importante— comprendo<br />

que puedan existir y que yo podría convertirme en uno de ellos. Además tengo un<br />

presentimiento que me ha acompañado a lo largo de toda mi vida —aunque he de<br />

admitir que los presentimientos deben tratarse con precaución, mientras que de la<br />

comprensión siempre te puedes fiar— y que me dice que los Iluminados ciertamente<br />

existen.<br />

— ¿Crees —dijo— que un Iluminado es consciente del sufrimiento de los seres que<br />

aún no están iluminados?<br />

—Por supuesto que sí, Ellos conocen todas las cosas, y nuestro sufrimiento es una de<br />

ellas.<br />

— ¿Y crees que estos Iluminados son compasivos? ¿Les afecta ver sufrir a uno de<br />

nosotros?<br />

—Por supuesto que nuestro sufrimiento les importa, incluso más que a nosotros<br />

mismos.<br />

—Y si hubiera algún modo de eliminar el más mínimo sufrimiento, digamos, por<br />

medio de hacer una meditación como ésta, ¿no crees que lo habrían hecho hace ya<br />

mucho tiempo?<br />

Me senté en silencio, aturdido por el pensamiento.<br />

—Y, ¿no podemos afirmar que el hecho de que ahora suframos es prueba de que el<br />

sufrimiento no se puede eliminar sencillamente porque alguien lo desee, seamos<br />

nosotros mismos o cualquier otro ser en el universo?<br />

Mi total silencio confirmó la veracidad de las palabras del Maestro Asanga.<br />

—Entonces, ¿de qué nos sirve? —exclamé—, ¿de qué sirve hacer esta u otra<br />

meditación si no puede eliminar el dolor ni proporcionar felicidad a nadie? ¿Por qué<br />

molestarnos siquiera en intentarlo?<br />

Me miró sombrío y dijo serenamente:<br />

—En primer lugar, dime: ¿por qué empezamos esta meditación al principio de la<br />

noche?<br />

—Yo te había preguntado si existía una manera de aprender la compasión, si había<br />

algún modo de aprender a cuidar a los demás con la misma intensidad con que me cuido<br />

a mí.<br />

— ¿Entiendes por qué tu corazón, como el de cada ser vivo, ansía esta agua santa?<br />

¿Entiendes por qué deseas tan profundamente tener esta capacidad de amar con<br />

ecuanimidad?<br />

—No es algo que pueda poner en palabras, sólo presiento que es cierto, creo que<br />

todos sabemos que es cierto.<br />

—La razón real —replicó sinceramente— es que con este amor podemos hacerlo y<br />

serlo todo. Y aunque somos todavía demasiado débiles para actuar en base a él, hay una<br />

parte de nuestra mente que lo comprende. Para resumir, esta compasión es la cualidad<br />

84


que te puede transformar en un Guerrero espiritual. Es la única emoción que puede<br />

conducirte a las cumbres más elevadas del esfuerzo humano: el servicio absoluto, sin<br />

cuestionar a quienes de cuantos nos rodean va dirigido.<br />

—O sea que, en realidad, esta meditación no puede ayudar a mi madre ni a nadie —<br />

reflexioné, sin apenas escuchar sus palabras.<br />

El maestro Asanga me cogió por los hombros, y por vez primera reveló la fuerza y<br />

poder absoluto, tanto de su cuerpo como de su intelecto. Me zarandeó con fuerza y dijo:<br />

— ¡Mira mis ojos! ¡Ahora!<br />

Miré.<br />

— ¡Piensa!<br />

Lo intenté, pero estaba cansado y empezaba a perder la concentración en el tema.<br />

— ¿Cuál sería el resultado lógico de una meditación en la que intentas, aunque sea<br />

mentalmente, eliminar el sufrimiento de todas y cada una de las criaturas del universo y<br />

satisfacer todos sus deseos, desde la roñosa felicidad de la existencia condicionada que<br />

vivimos ahora, hasta el gozo más elevado de la Iluminación total?<br />

Durante un momento pensé con más claridad, acuciado por la intensidad que<br />

procedía de sus brazos y manos de hierro.<br />

—Como cualquier otro pensamiento —empecé con vacilación—, plantaría una<br />

semilla o impresión en mi mente. Pero no puedo imaginar una intención ni un<br />

pensamiento más puro o que pudiese abarcar un objetivo mayor que desear la felicidad<br />

última, no sólo para uno mismo y unos pocos seres queridos, sino para todas las<br />

especies vivas del universo entero.<br />

Y después se me ocurrió:<br />

»Si tuviera que elegir una acción con bastante poder para crear un mundo totalmente<br />

perfecto en el futuro, si tuviera que elegir una cosa que pudiera dejar una impresión en<br />

mi mente capaz de llegar a hacerme ver cada detalle y persona del mundo como algo<br />

completamente perfecto, como luz y gozo puro, sería precisamente la meditación que<br />

hacemos esta noche.<br />

Asintió y continuó mirando fijamente mi rostro, esperando más.<br />

»Pero ¿de qué sirve un mundo perfecto creado sólo para mí, si mi madre no puede<br />

verlo? ¿De qué sirve un jardín perfecto si sólo es lo bastante grande para una única<br />

persona egoísta?<br />

—Ahora escucha —me ordenó de nuevo—. ¿Qué te dice la lógica? ¿Qué puedes<br />

encontrar en tu mente para dar respuesta a tu pregunta? ¡Piensa! Por esto has venido<br />

aquí, por esto existe el Jardín, por esto nos has visto y has hablado con nosotros,<br />

conmigo.<br />

»Cuando tu madre estaba enferma, cuando el cáncer empezó a devorar sus pechos, se<br />

trasladó a sus brazos y estómago y, finalmente, se abrió camino hasta su corazón, hasta<br />

dejar ensangrentado el suelo de toda tu casa, ¿podría haber venido alguien a eliminar su<br />

enfermedad con un movimiento de manos?<br />

—No, nadie, ni para ella ni para otro, desde que la humanidad ha existido.<br />

—Y ¿qué causó que estuviera enferma?<br />

85


—Según todo lo que hemos dicho, fue debido a que en algún momento pasado falló<br />

en respetar la vida.<br />

—Y ¿por qué falló en respetar la vida?<br />

—Bien, porque era como todos nosotros, como es la humanidad entera, que vive su<br />

existencia y sufre a lo largo de ella sin conocer un fin de dicho sufrimiento, ni reconocer<br />

que el dolor continuará después de la muerte. Y por más que sufra, no se percata de que<br />

está sufriendo, como las ovejas en el matadero; es más, de hecho somos como ovejas<br />

que pudiesen degollarse a sí mismas, ya que sufrimos porque hemos causado<br />

sufrimiento a otros e ignoramos por completo que ésta es la causa de nuestro dolor, y<br />

porque, además, cuando intentamos proteger lo que pensamos que son nuestros propios<br />

intereses, respondemos ante la maldad con más maldad, asegurándonos así que ésta<br />

regrese en el futuro.<br />

—Y ¿cómo has llegado a conocer esta verdad? —dijo con sencillez.<br />

Estallando en lágrimas dije:<br />

—Es por la amabilidad, la tuya y la de todos los maestros que habéis venido al Jardín<br />

a mostrarme que la fuente verdadera de todo el dolor es el dolor que infringimos a los<br />

demás.<br />

—Y, ¿por qué tuvimos que mostrártelo? ¿Por qué tuvimos que hablar, describir,<br />

razonar contigo, hacerte pensar y llevarte a una comprensión auténtica? ¿No podríamos<br />

haberte transferido simplemente lo que sabemos, introducirlo por arte de magia en tu<br />

mente, sin tantas horas de discusión y contemplación sinceras?<br />

—No, no creo que hubiera sido posible.<br />

— ¿Por qué no?<br />

—Si me amas, lo habrías hecho hace mucho tiempo. No habría razón alguna por la<br />

que haber venido al Jardín; ya lo sabría todo, por el simple hecho de que tú desearas que<br />

así fuera.<br />

— ¿Y tú crees que nosotros comprendemos simplemente porque comprendemos? ¿O<br />

crees que, más bien, hace mucho tiempo, en algún momento del pasado, éramos<br />

exactamente como tú y tampoco sabíamos nada del Sendero hasta recibir la gran<br />

bendición de encontrar guías espirituales?<br />

—Sí, creo que en algún momento en el pasado erais igual que yo; después<br />

conocisteis a los guías espirituales, lograsteis comprender su enseñanza y alcanzasteis<br />

finalmente los objetivos últimos de dichas enseñanzas.<br />

—Y así, ahora llegamos al punto crucial. Te pido que imagines un mundo sin ningún<br />

guía espiritual; piensa que este jardín es un lugar oscuro, vacío y no tiene la luz que has<br />

visto aquí desde aquella primera noche en que Ella te concedió la amabilidad de<br />

permitirte entrar en este lugar sagrado.<br />

No podía soportar pensarlo. Sacudí la cabeza violentamente, y retiré sus manos de<br />

mis hombros.<br />

—Entonces dime: ¿cuál es el mejor, y de hecho, el único medio de ayudar a tu<br />

madre? ¿Crees que vas a poder enviarle una casa para vivir, una cama para dormir, algo<br />

de pan o fruta? ¿Crees que esto le ayudará donde está ahora? ¿Crees que es lo que<br />

necesita? ¿No sabes que durante su breve estancia en este mundo ya tuvo una casa,<br />

86


durmió en una cama y se alimentó con la montaña de comida que una persona consume<br />

a lo largo de una vida? ¿Evitaron estas cosas el cáncer?<br />

—No, no —sollocé.<br />

—Así, ¿qué le enviarás con la luz blanca desde tu corazón?<br />

—Luz, una linterna, una linterna especial que la guíe a un lugar sin sufrimiento, la<br />

lámpara del conocimiento de las muchas cosas que me habéis enseñado.<br />

— ¿Y quién puede ser su linterna? ¿Quién puede enseñarle verdaderamente el<br />

Sendero entero, de principio a fin? ¿Quién ve todo su pasado, todo su futuro y toda su<br />

mente: quién sabe exactamente el conocimiento que ella necesita y hacia qué etapas<br />

conducirla?<br />

—Sólo un Iluminado —repliqué.<br />

— ¿Y cómo se crea un Iluminado? —preguntó.<br />

—Igual que se crean todas las cosas: con las acciones de la mente, las acciones de la<br />

palabra y las acciones del cuerpo. Pero para crear a un ser Iluminado estas acciones<br />

deben ser totalmente puras, deben plantar las semillas en la mente que nos hagan vernos<br />

a nosotros mismos convertidos en Iluminados —dije apresuradamente.<br />

— ¿Y qué meditación es la que planta del modo más perfecto esas semillas? —<br />

preguntó.<br />

—No puedo pensar en ninguna más perfecta y completa que la que acabas de<br />

enseñarme —repuse con calma— porque es el Sendero hacia la compasión, la<br />

compasión que ama a todos los demás como nos amamos a nosotros mismos, incluso<br />

más que a nosotros mismos.<br />

—Así, ahora dime —dijo, liberando mis hombros y mirando tranquilamente hacia<br />

abajo—: ¿puedes, sólo con el poder de tu meditación, eliminar el sufrimiento de tu<br />

madre y colmar todos sus deseos, sus deseos últimos, proporcionarle una felicidad<br />

perfecta y un paraíso?<br />

—Si esa meditación me convierte en un Iluminado y me confiere la capacidad de<br />

llegar a ella para enseñarle perfectamente este Sendero —dije, con un sentimiento<br />

repentino de felicidad completa—, entonces sí.<br />

—Pues envíale luz blanca —dijo el Maestro Asanga mientras se levantaba del<br />

banco—, envíale la linterna, sé tú mismo la linterna. Envía agua a los que tiene sed,<br />

conviértete en el agua. Envía un compañero a los que están solos, sé el compañero. Sé<br />

un amante para los que necesitan amor, sé un niño para los que quieren un hijo, sé un<br />

árbol para los que desean sentarse a su sombra, sé una rosa para los que buscan la<br />

belleza, sé todo aquello que dé felicidad. Envíalo todo junto a la luz blanca que sale con<br />

tu exhalación.<br />

»Nuestra respiración se mueve en armonía con el cuerpo espiritual y cambia como<br />

reflejo de la salud del cuerpo espiritual. El cuerpo espiritual, a su vez, es afectado por la<br />

respiración, y a medida que la mente gana en pureza, tanto la respiración como el<br />

cuerpo espiritual rebosan plenitud. Así notarás que, a medida que la respiración<br />

transporta la luz, te verás afectado de un modo que ahora no puedo revelarte.<br />

»Conságrate a esta práctica de tomar y dar. Encontrarás la compasión verdadera,<br />

pero debes practicar con seriedad. Murmura para tus adentros a lo largo del día: “dar y<br />

tomar”, deja que flote en tu mente y en tus labios como la respiración misma. Puedes<br />

87


hacer esta práctica en cualquier lugar: en el mercado, mientras comes, mientras trabajas,<br />

mientras estás tumbado en tu cama aguardando el sueño. Y te lo aseguro, te llevará a tu<br />

paraíso, a tu propio Jardín, donde debes llegar tú primero, si tienes la esperanza de<br />

encontrar y ayudar a tu preciada madre.<br />

»Y ahora, hijo mío —y se inclinó alargando la mano—, coge el resto de los<br />

bizcochos que hice para ti».<br />

88


La siguiente selección está sacada del Gran Libro Sobre las Etapas del Camino (Lamrim<br />

chen.mo), escrito por Je Tsongkapa (1357-1419). Esta parte de su obra es un<br />

comentario sobre una oración especial llamada el Rey de Todas las Oraciones, la<br />

oración del Realizado, Acciones de Bondad Total.<br />

********<br />

Del Gran Libro Sobre las Etapas del Camino, por Je Tsongkapa:<br />

Aquí empezamos con una breve presentación de cómo practicar las etapas del camino a<br />

la budeidad. En primer lugar, haremos la presentación real, y después refutaremos<br />

ciertas ideas erróneas sobre las etapas. La presentación misma viene en dos secciones.<br />

La primera es cómo procedemos en los periodos de meditación. Esto comienza con los<br />

Seis Preliminares a la meditación.<br />

Aquí vamos a seguir las descripciones de cómo Serlingpa practicó durante su vida. El<br />

primer preliminar a la meditación es tener la habitación ordenada y limpia; luego<br />

colocar un bonito altar, con representaciones del cuerpo, la palabra y la mente de Buda.<br />

El segundo preliminar es obtener ofrendas sin utilizar maneras deshonestas. Colócalas<br />

de una manera atractiva.<br />

89


Ahora Niveles de los Oyentes [del Maestro Asanga] dice que, cuando estás practicando<br />

purificar la mente de los obstáculos del adormecimiento y el espesor mental, deberías<br />

“ponerlos uno encima del otro”. También afirma que, cuando estás practicando el<br />

purificar la mente de otras clases de obstáculos, tales como la atracción por los objetos<br />

de los sentidos, deberías sentarte sobre una plataforma o pequeño asiento y adoptar la<br />

posición del loto completo. Por lo tanto el tercer preliminar es sentarte en un cojín<br />

confortable, sentarte erguido, y adoptar la posición del loto completo con tus piernas (el<br />

medio loto también es aceptable). En esta posición sumérgete profundamente en los<br />

pensamientos de tomar refugio y del Deseo por la Iluminación.<br />

El cuarto preliminar es visualizar el jardín para reunir el poder de la bondad. En el<br />

espacio ante de ti imagina a los Lamas del linaje trascendental y los del linaje de la<br />

visión profunda. Junto a ellos hay una inconcebible cantidad de Budas y Bodhisattvas,<br />

Oyentes, Budas Autorrealizados y Protectores del Dharma.<br />

90


Es extremadamente difícil hacer crecer el camino en tu continuo mental si toda tu<br />

práctica son las diferentes causas principales. También necesitas las causas secundarias<br />

para que crezca el camino; necesitas reunir los diferentes factores que conducen al<br />

camino y necesitas limpiarte de los factores que son obstáculos: aquellos que se oponen<br />

al camino. Por lo tanto debes adiestrar tu mente en los Siete Ingredientes que incluyen<br />

todos los puntos críticos para reunir bondad y limpiarse de obstáculos.<br />

El primer ingrediente es la postración. Hay una clase de postración que combina las tres<br />

puertas de expresión. Se encuentra en el verso [del Rey de Todas las Oraciones, la<br />

Oración del Realizado, Acciones de Toda Bondad] que incluye las palabras “Quien<br />

quiera que sean, tantos como puedan ser”.<br />

[El verso completo dice así:<br />

Me postro, y con pureza<br />

De cuerpo palabra y mente,<br />

Ante aquellos Leones de la especie viva<br />

Quien quiera que sean,<br />

Tantos como puedan ser,<br />

Ante Los que se Han Ido<br />

Ido en el pasado,<br />

En el presente o el futuro,<br />

En cualquiera de los planetas<br />

En las diez direcciones del espacio]<br />

Aquí no estamos hablando de un Buda en cierto planeta en cierta dirección del espacio,<br />

ni tampoco de un Buda en un tiempo en concreto; más bien nuestras postraciones están<br />

dirigidas hacia todos y cada uno de los Budas Victoriosos, aquellos que viven en cada<br />

una de las diez direcciones del espacio—aquellos que ya han venido antes, aquellos que<br />

van a venir en el futuro y aquellos que están ahora aquí—. No hagas tus postraciones<br />

sólo para acompañar a la muchedumbre, hazlas más bien desde un profundo respeto<br />

desde el fondo de tu corazón.<br />

91


Sobre esto, el maestro Yeshe De, en este comentario, subraya que “El buen acto que<br />

haces al postrarte ante un solo Buda está más allá de cualquier medida. Por lo tanto no<br />

es necesario mencionar la bondad que es imaginar esta cantidad de Budas y después<br />

postrarte ante ellos.<br />

Así es como explicamos lo que es postrarse a través de cada una de las tres puertas de<br />

expresión. Lo primero es la postración con el cuerpo, y se encuentra en el único verso<br />

que incluye las líneas “Actos de Bondad” [el verso completo lee así:<br />

Por todo el poder<br />

De la oración de los Actos de Bondad<br />

De todos y cada uno de Los Victoriosos<br />

Que están aquí realmente<br />

Delante de mi mente,<br />

Y me postro ante ellos<br />

Perfectamente,<br />

Con cuerpos que son tantos<br />

Como los átomos de todos los mundos<br />

Del universo].<br />

Aquí primero imaginamos a todos y cada uno de Los Victoriosos, los que están en<br />

cualquier lugar, y aquellos de cualquier tiempo; visualízalos en tu mente como si<br />

estuvieran realmente delante de ti. Después envía copias de ti mismo, cuerpos que son<br />

igual en número a los átomos de todos los mundos del universo, y póstrate ante ellos.<br />

92


Después viene la postración de mente. Esto también se encuentra en un solo verso, el<br />

único con las palabras “Encima de un solo átomo”. [El verso completo dice así:<br />

Encima de un solo átomo<br />

Hay Budas tantos<br />

Como todos los átomos<br />

Que hay.<br />

A su alrededor están<br />

Sus hijos e hijas.<br />

Veo<br />

Cada rincón del espacio,<br />

Todos y cada lugar,<br />

Llenos así<br />

Con Victoriosos].<br />

Imagina cada átomo del universo, y encima de cada uno visualiza Budas, tantos como<br />

todos los átomos que hay. Estos Budas están rodeados por sus seguidores, todos los<br />

Bodhisattvas. Trata de tener un sentimiento de dónde los ves, en el que sientes que estás<br />

en presencia de todas sus increíbles buenas cualidades.<br />

Lo último es la postración de palabra. Esto se encuentra en el único verso que menciona<br />

“mis palabras de admiración”. [El verso completo reza así:<br />

Canto las alabanzas<br />

De todos aquellos<br />

Que se Han Ido al Gozo;<br />

Proclamo<br />

Las elevadas cualidades<br />

De todos y cada uno de los Victoriosos;<br />

Y mis palabras de admiración<br />

Son un océano que nunca se seca,<br />

Un mar de sonido<br />

Desde la semilla de la armonía].<br />

93


Di ahora palabras de admiración, palabras que nunca terminan, para cada uno de los<br />

santos seres delante de ti, en una canción de hermosa armonía. Hazlo del modo en que<br />

está descrito en los otros libros; transforma cada cabeza de tus cuerpos en un infinito<br />

número de lenguas y canta. En este verso la palabra “armonía” se refiere a las alabanzas<br />

que cantas, y su “semilla” es lo que las hace surgir, es decir, tu lengua. Las palabras<br />

“mar” y “océano” expresan la idea de una multitud.<br />

Esto nos lleva al segundo ingrediente: el ofrecimiento. El ofrecimiento, que se hace con<br />

algo elevado, se encuentra en los dos versos que contienen las palabras “flores<br />

sagradas”. [El verso completo sigue así:<br />

Hago ofrendas<br />

A todos aquellos entre<br />

Los Victoriosos:<br />

Flores sagradas, guirnaldas sagradas,<br />

Címbalos y ungüentos.<br />

El más elevado parasol,<br />

La más elevada lámpara,<br />

Y sagrados inciensos.<br />

94


Hago ofrendas<br />

A todos aquellos entre<br />

Los Victoriosos:<br />

Sagradas vestimentas de seda,<br />

La más elevada fragancia,<br />

Y una montaña de polvo de incienso<br />

Alta como [el monte] Meru—<br />

Todo dispuesto<br />

De un modo más hermoso<br />

Que cualquier otra cosa que exista—].<br />

Las palabras “flor sagrada” se refieren a las más maravillosas flores de todas las tierras,<br />

tanto de los seres de placer como de los humanos; aquí son simples flores. “Guirnaldas”<br />

son una mezcla de flores atadas juntas en una cadena. Estas flores pueden ser reales o<br />

hechas de otras cosas.<br />

La palabra “címbalos” hace referencia a todas las clases de música, tanto si es de<br />

instrumentos de cuerda, de viento o percusión, como tambores o címbalos.<br />

“Ungüentos” son densas pociones con un delicioso aroma a incienso. El “más elevado<br />

parasol” es el más delicioso paraguas-parasol. La “más elevada lámpara” es una que<br />

arde con una fragancia entre incienso y mantequilla; es reluciente, y nos da una luz tan<br />

hermosa como el destello de una piedra preciosa. El incienso mencionado puede ser<br />

tanto el que es una mezcla de sustancias de dulce aroma como de aquel de cada una de<br />

estas sustancias por separado.<br />

“Sagradas vestimentas de seda” se refiere a las más delicadas prendas que se conocen.<br />

“La más elevada fragancia” quiere decir perfume líquido presentado en la forma de<br />

ofrenda de agua; está hecho de agua, o algo similar, impregnada con una deliciosa<br />

fragancia tan poderosa que puede extenderse por un sistema completo de un millar de<br />

millares de planetas. “Polvo de incienso” se refiere al incienso en polvo, que puedes<br />

extender sólo o salpicar sobre un fuego para crear un humo aromático. Está en paquetes,<br />

o sea, presentado en líneas como la arena de colores que se usa para dibujar un mandala,<br />

en una cantidad enorme tan alta y vasta como Meru, la gran montaña en el centro del<br />

mundo.<br />

La palabra “dispuesto” se aplica a cada una de las sustancias que están siendo ofrecidas;<br />

La palabra original en Sánscrito aquí significa “mayoría”, o “disponer” o “varios”.<br />

95


La otra clase de ofrecimiento es en el que no tienes nada más elevado. Este se encuentra<br />

en el único verso que incluye las palabras “todos y cada uno de los ofrecimientos”. [El<br />

verso completo sigue así:<br />

Veo también<br />

Todos y cada uno de los ofrecimientos<br />

Sin par, por todas partes,<br />

Entregado a cada Victorioso;<br />

Por todo el poder de mi fe<br />

En los Actos de Bondad, pueda realmente<br />

Postrarme y hacer ofrendas<br />

Ante todos los Victoriosos].<br />

Ofrecimientos de los que decimos que “tienen algo elevado” son aquellos de los seres<br />

mundanos. Por lo tanto las ofrendas hechas en este verso constan de todas las diferentes<br />

cosas maravillosas que seres muy poderosos, como los Bodhisattvas son capaces de<br />

emanar de sus mentes.<br />

Las palabras de la segunda parte de este verso deberían ser aplicadas en cualquiera de<br />

los versos anteriores donde la intención no se dice abiertamente. Su función es expresar<br />

tanto la motivación con la que se realizan la postración y la ofrenda así como también el<br />

objeto hacia el que son dirigidas.<br />

96


El tercer ingrediente es la confesión, y se encuentra en el único verso que contiene las<br />

palabras “gustar y disgustar”. [El verso completo es así:<br />

Confieso, uno por uno,<br />

Todas y cada una<br />

De todas las acciones erróneas<br />

Que haya podido cometer<br />

De acto o palabra,<br />

Y también de pensamiento,<br />

Motivado por el agrado y desagrado,<br />

O por la oscura ignorancia].<br />

Esto se refiere a lo que has hecho, con uno de los tres venenos mentales como su causa;<br />

y con mi cuerpo o lo demás como vehículo; y con la naturaleza de haber sido cometido,<br />

tanto por mi directamente como por algún otro a mis órdenes, o por algún otro<br />

habiéndome alegrado de que se haya hecho. Las palabras “todas las acciones erróneas<br />

que haya podido cometer” se ponen para incluir todos estos elementos.<br />

Intenta recrear en tu mente todos los problemas que tales acciones te causarán, y siente<br />

arrepentimiento por cualquier cosa que hayas hecho en el pasado, y un sentimiento de<br />

abstenerte en el futuro. Entonces haz tu confesión. Haciendo esto evitas cualquier<br />

problema que pudiera comenzar en el futuro.<br />

97


El cuarto ingrediente es el regocijo, y se encuentra en el único verso que tiene las<br />

palabras “Los Victoriosos en cualquiera de las diez direcciones”. [El verso completo es<br />

así:<br />

Me regocijo<br />

De todos y cada uno<br />

De los buenos actos que se han hecho alguna vez<br />

Por los seres de cualquiera de las diez direcciones,<br />

Por todos los Victoriosos,<br />

Por todos sus hijos e hijas,<br />

Por los Autorrealizados,<br />

Por aquellos en los caminos del aprendizaje,<br />

Por aquellos en los caminos de aprendizaje terminado<br />

Por cualquiera en absoluto].<br />

Intenta pensar sobre la gran bondad que procede de las acciones virtuosas de estas cinco<br />

clases diferentes de seres santos, y mora en un sentimiento de gozo, como un pordiosero<br />

que ha tropezado con una mina de oro.<br />

El quinto ingrediente es suplicar a los seres santos que giren la Rueda del Dharma. Esto<br />

se encuentra en el único verso con las palabras “Quien en las diez direcciones” [El verso<br />

completo dice así:<br />

98


Lámparas que iluminan<br />

Cada uno de los mundos<br />

En las diez direcciones<br />

Del espacio;<br />

Aquellos que han logrado<br />

Cada una de las etapas<br />

A la Budeidad,<br />

Y así han alcanzado<br />

El estado más allá del deseo:<br />

La Iluminación de un Buda;<br />

Salvadores, os suplico a todos<br />

Que giréis la Rueda del Dharma.<br />

Nada es más elevado].<br />

Este verso está dirigido a aquellos en los paraísos de las diez direcciones del espacio<br />

que han encontrado, pero sólo recientemente, la Budeidad en la Iluminación perfecta de<br />

un Buda—que ha alcanzado el estado más allá del deseo, un conocimiento que va a<br />

cualquier parte que desee, imparable—. Les estamos suplicando a ellos que envíen un<br />

número igual de cuerpos para que vengan y nos enseñen el Dharma.<br />

El comentario de Yeshe De da como texto raíz aquí “Encontrar la Budeidad en la<br />

Iluminación perfecta de un Buda” [en lugar de “Alcanzar cada una de las etapas de la<br />

Budeidad”, y he seguido ese].<br />

El sexto factor es la súplica, y se encuentra en el único verso que contiene las palabras<br />

“pretender pasar al nirvana”. [El verso completo dice así:<br />

Junto mis manos en mi pecho<br />

Y elevo esta súplica<br />

A todos aquellos que puedan tener la intención<br />

De entrar en el nirvana:<br />

Permaneced, os ruego para ayudar a todos los seres<br />

Y llevarles a la felicidad;<br />

Permaneced durante eones igual en número<br />

A los átomos de cada mundo].<br />

99


Aquí estamos haciendo súplicas a todos aquellos en los mundos de las diez direcciones<br />

del espacio que pudieran pretender entrar en el nirvana. Les estamos pidiendo que<br />

permanezcan, en última instancia para ayudar a todos los seres, y provisionalmente para<br />

darles la felicidad. Les pedimos que permanezcan y no pasen, durante eones igual en<br />

número a todos los átomos que componen los diferentes mundos del universo. Hacemos<br />

nuestra súplica, rogando que permanezcan, en cuerpos más allá de todo cálculo.<br />

El séptimo ingrediente es la dedicación, que se encuentra en el verso con las palabras<br />

“postraciones y…” [El verso completo sigue así:<br />

Dedico<br />

A mi Iluminación futura<br />

Todo mi mérito,<br />

Cualquier pequeña bondad<br />

Que haya podido acumular aquí<br />

Postrándome y ofreciendo,<br />

Confesándome y regocijándome,<br />

Exhortando y suplicando].<br />

100


Aquí estamos tomando todas nuestras semillas virtuosas, representadas por la bondad<br />

que hemos conseguido practicando los seis factores anteriores, y dedicándolos como<br />

causa para nuestra completa Iluminación junto con la de todos los seres vivos. Haz esta<br />

dedicación con una gran determinación, y el poder de tu bondad continuará para<br />

siempre y nunca terminará.<br />

Haz esta oración tal y como te la he enseñado yo aquí; comprende el significado de cada<br />

verso y dilo despacio, sin permitir a tu mente deambular hacia cualquier otra cosa. Si<br />

puedes hacer esto obtendrás una gran montaña de buenos actos, más allá de cualquier<br />

medida.<br />

Cinco de los ingredientes que hemos nombrado—postraciones, ofrecimientos, ruego,<br />

súplica y regocijo— te ayudan a reunir los diferentes elementos que conducen al<br />

camino. Uno de ellos, la confesión, te ayuda a limpiarte de los elementos que son<br />

obstáculos, los que son opuestos al camino. Una parte del regocijo—en cierto sentido el<br />

hogar del gozo de la bondad que te has hecho a ti mismo—también funciona para<br />

multiplicar tu virtud.<br />

La dedicación sirve para multiplicar, de manera fantástica, incluso el menor de los actos<br />

positivos que has hecho en los actos de acumular, limpiar y multiplicar. Esto también<br />

implica las acciones positivas a corto plazo, las que van a dar un buen resultado y<br />

después desaparecer, y cambiarlas de tal manera que se extingan. En resumen, trabaja<br />

de tres maneras: acumular, limpiar y multiplicar la bondad para que así nunca acabe.<br />

En el sexto y último preliminar repasa tu visualización y haz un ofrecimiento de<br />

mandala. Después pide a los lamas que bendigan tu continuo mental. Pídeles que te<br />

ayuden a detener rápidamente cualquier cosa, desde faltar al respeto a tu Guía Espiritual<br />

hasta aferrarte a una arraigada auto-naturaleza en cualquiera de sus dos formas.<br />

101


Pídeles que te ayuden a desarrollar, sin dificultad, cada clase de pensamiento que es<br />

perfecto y sin error; todo, desde el respeto por tu Guía Espiritual hasta la realización de<br />

la talidad, el hecho de que nada tiene una naturaleza por su propio lado. Y pídeles<br />

finalmente que te ayuden a terminar con todas las cosas, dentro y fuera de ti, que<br />

podrían obstaculizar tu progreso espiritual.<br />

Haz esta súplica una y otra vez, muchas veces, con intensos deseos de tener éxito.<br />

102

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