Tesoro del Caríbe - Bienvenido al Proyecto San Lorenzo

Foto 10
Fotografía:
Gerald P. Bauer
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Panamá: Encrucijada histórica
El legado indígena: Los primeros habitantes
El Istmo de Panamá sirvió de ruta migratoria
para las poblaciones que colonizaron
Sudamérica, y ha sido ocupado por grupos
humanos durante más de 12,000 años
(fig. 5). La primera evidencia de actividad
humana data del final del período glaciar hace
unos 10,000 años. Dentro de la cuenca del
Chagres, en un área que fue más tarde inundada
por el lago Madden (lago Alajuela) se
encontraron puntas de proyectiles de fina hechura
para cazar mamíferos grandes. La vertiente
del Caribe del Istmo ha sido ocupada
continuamente por pequeñas poblaciones
que gradualmente desarrollaron innovaciones
en tecnología y vida de subsistencia, tales como
cerámica en el 2º milenio a.C., seguidas
de cultivos de raíces, o agricultura de yuca, en
el primer milenio a.C. A principios del siglo
XVI, los exploradores europeos encontraron
pueblos permanentes y poblaciones humanas
relativamente compactas, entre ellas los
ancestros de los grupos buglé, ngöbe y kuna
que hoy habitan Panamá. Los cuevas, grupo
que ocupaba el Darién, ya desaparecieron.
Durante los siglos XVII y XVIII, el istmo
oriental volvió a ser ocupado por los emberá
(que aparecen en esta foto) y wounaan, gru-
pos vecinos del Chocó colombiano. Su continuada
ocupación de las áreas boscosas ha hecho
que se preserven expresiones artísticas
tales como el tallado y tejido. Los emberá, nativos
del alto Chagres, siguen llevando la vestimenta
que utilizaban cuando arribó Colón.
Sus detalladas esculturas en miniatura talladas
de la nuez de la palma “tagua” (Phytelephas
macrocarpa) son populares entre los turistas y
coleccionistas. También se les conoce por sus
tallados de animales hechos del árbol leguminoso
cocobolo (Dalbergia retusa), y las canastas
tejidas de la palma chunga (Astrocaryum
standleyanum).