a partir <strong>de</strong> los importantes <strong>de</strong>rrumbes, habiendo sido excavado en el estrato rocoso. Presenta una disposición perpendicular a la orientación general <strong>de</strong>l cerro y comunica ambas vertientes, con anchuras entre 6 y 3,20 m y una altura máxima conservada <strong>de</strong> 1,70 m, muy colmatado por el <strong>de</strong>rrumbe <strong>de</strong> las estructuras circundantes. Su planta es trapezoidal y su sección en ‘U’ abierta. La escarpa, ataludada, está formada por la superficie rocosa en la que se excavó el foso y un posible lienzo <strong>de</strong> mampostería irregular que la prolonga hacia el E-NE unos 15 m aproximadamente. La contraescarpa está formada por el terreno rocoso, recortado verticalmente, que en esta zona forma un afloramiento <strong>de</strong> sección rectangular con anchuras entre 1,5 y 4 m y una longitud máxima <strong>de</strong> 22 m (fig. 10, 3-4), a partir <strong>de</strong>l cual se i<strong>de</strong>ntifica un espacio cerrado, excavado en el sedimento rocoso, que cabe interpretar como un segundo foso <strong>de</strong>fensivo, <strong>de</strong> disposición paralela al anterior. Posee planta <strong>de</strong> ten<strong>de</strong>ncia trapezoidal y sección rectangular con una anchura en torno a los 5 m y una altura máxima conservada <strong>de</strong> 1,6 m (fig. 10, 3 y 5). En la zona central documentamos una laja <strong>de</strong> piedra vertical (82 × 37 × 20 cm) hincada en el terreno. Muy posiblemente esta zona fuera utilizada como cantera para la construcción <strong>de</strong>l poblado. La presencia <strong>de</strong> fosos <strong>de</strong>fendiendo el flanco más vulnerable la tenemos i<strong>de</strong>ntificada en diversos yacimientos conquenses más alejados <strong>de</strong> la zona <strong>de</strong> estudio, pudiendo citar los casos <strong>de</strong> Fuente <strong>de</strong> la Mota, en Barchín <strong>de</strong>l Hoyo (Sierra 2004: 113, fig. 3) y El Pico <strong>de</strong> la Muela (Valera <strong>de</strong> Abajo). Diferentes y <strong>de</strong> mucha mayor envergadura son los i<strong>de</strong>ntificados en el yacimiento <strong>de</strong> Fosos <strong>de</strong> Bayona, con una doble línea <strong>de</strong> fosos <strong>de</strong>fendiendo la mitad oriental <strong>de</strong> este importante oppidum <strong>de</strong> 45 ha, i<strong>de</strong>ntificado con Contrebia Carbica, ciudad <strong>de</strong>struida en las Guerras Sertorianas (Gras et al. 1984: 50 y 54-55; Mena et al. 1988: 184). En general, se trata <strong>de</strong> un elemento frecuente en el ámbito celtibérico, con ejemplos que se remontan a la I Edad <strong>de</strong>l Hierro, resultando mucho más habituales durante la etapa más avanzada <strong>de</strong> esta etapa, <strong>de</strong>fendiendo igualmente algunas <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Celtiberia (Lorrio 2005: 88 y 90, fig. 26). El Castellar <strong>de</strong> Meca: fosos y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s ibéricas El Castellar <strong>de</strong> Meca es un importante oppidum <strong>de</strong> unas 15 ha <strong>de</strong> superficie, levantado sobre una extensa península, unida al monte Mugrón a través <strong>de</strong> un istmo que se <strong>de</strong>fendió mediante un potente torreón rectangular (Broncano 1986: figs. 67-68 y 101-102; Broncano y Alfaro 1990: 201; Alfaro 1991: 147), levantado sobre una pared vertical tallada artificialmente, que constituye un foso abierto <strong>de</strong> al menos 6 m <strong>de</strong> altura (Lorrio 2011: 112), en cuyas proximida<strong>de</strong>s se sitúa una poterna (fig. 11, A,1 y 3-4). Los sillares que constituyen la base <strong>de</strong>l torreón, algunos con almohadillado rústico, elemento característico <strong>de</strong> las fortificaciones helenísticas (Adam 1982: 25) con ejemplos en el mundo ibérico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el siglo iv a.C. Alberto J. Lorrio, Fosos en los sistemas <strong>de</strong>fensivos <strong>de</strong>l Levante ibérico (siglos viii-ii a.C.) (Moret 1996: 202), aparecen separados <strong>de</strong>l foso por un espacio <strong>de</strong> unos 0,70 m. 23 Las obras <strong>de</strong> mayor envergadura <strong>de</strong>l oppidum se localizaron en torno a la puerta principal (Broncano y Alfaro 1990: 201-206; Alfaro 1991), que se <strong>de</strong>fendió con sendas torres cuadrangulares, <strong>de</strong> las que se conservan tan solo las entalladuras realizadas en la roca para albergar los sillares; otra torre se erigió como <strong>de</strong>fensa a<strong>de</strong>lantada, localizándose sobre el flanco <strong>de</strong>recho, a 26 m <strong>de</strong> la puerta y a 8 <strong>de</strong> altura sobre el camino. Una cuarta torre pudo haberse levantado en el espolón nororiental que quedaba unido a la puerta principal mediante una muralla ciclópea que cerraba la vaguada a lo largo <strong>de</strong> 140 m. Como apoyo a la <strong>de</strong>fensa los autores proponen el camino semiexcavado en la roca que discurre por <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> la muralla, a unos 7 m por <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> ella (fig. 11, A,1-2); presenta un tallado vertical, con una media <strong>de</strong> 2 m <strong>de</strong> profundidad que habría funcionado como un foso abierto (vid., igualmente, Moret 1996: 457), mejor que como falsabraga (Broncano y Alfaro 1990: 202, fig. 86,3), <strong>de</strong> forma similar a lo observado en el lado oriental. 24 Aunque la ausencia <strong>de</strong> datos estratigráficos dificulta fechar tales <strong>de</strong>fensas, su momento final, constatado por el tapiado <strong>de</strong> la puerta mediante sillares, se ha vinculado con la presencia romana en la zona (Broncano 1986: 141; Alfaro 1991: 150-151), quizás a finales <strong>de</strong>l siglo iii o inicios <strong>de</strong>l ii a.C., aunque para Moret (1996: 485) no habría que <strong>de</strong>sestimar una fase <strong>de</strong> ocupación republicana más tardía con la que se podrían relacionar una parte <strong>de</strong> las construcciones actualmente visibles, lo que coinci<strong>de</strong> con la datación que se ha planteado para la remo<strong>de</strong>lación <strong>de</strong> la puerta principal <strong>de</strong> El Molón a finales <strong>de</strong>l siglo ii o inicios <strong>de</strong>l i a.C. (vid. supra). El Castellar <strong>de</strong> Meca jerarquiza un extenso territorio (Soria y Díes 1998: 429; Lorrio 2011: 125 s.), que engloba el altiplano <strong>de</strong> Almansa, y parte <strong>de</strong> la comarca <strong>de</strong> las Tierras Altas, en la provincia <strong>de</strong> Albacete, así como el extremo <strong>de</strong> la comarca <strong>de</strong> La Costera y el Valle <strong>de</strong> Ayora, en la <strong>de</strong> Valencia, don<strong>de</strong> únicamente se ha constatado la presencia <strong>de</strong> fosos en las tierras valencianas limítrofes (vid. supra). Esta ausencia es 23. Contamos con la <strong>de</strong>scripción que ofrece J. Zuazo <strong>de</strong> tales <strong>de</strong>fensas en 1916: “En el punto en que Meca era vulnerable, como hemos visto, fue cortada la roca verticalmente a fuerza <strong>de</strong> pico, en una altura <strong>de</strong> cuarto a cinco metros, construyendo sobre ella una torre o castillo con gran<strong>de</strong>s sillares, cuyas bases se conservan todavía; tiene <strong>de</strong> ancho 3,40 m, la pared más larga <strong>de</strong> esta fortaleza es <strong>de</strong> 12,80 metros, y la otra, con la que forma ángulo <strong>de</strong> 7 metros” (Zuazo 1916: 21; Broncano 1986: 83). El torreón fue objeto <strong>de</strong> restauración por Broncano, quien no aporta información alguna sobre la intervención (Broncano 1986: figs. 67-70); antes <strong>de</strong> la restauración en 1983 únicamente se conservaban dos hiladas, restituyendo tales obras una tercera y algunos sillares perdidos, <strong>de</strong>volviendo la obra al estado que nos refleja la documentación fotográfica aportada por Zuazo (1916: láms. XI y XII; vid. Broncano 1986: figs. 67-68). 24. No creemos que el camino <strong>de</strong> acceso, fuertemente encajonado —el conocido como Camino Hondo—, pudiera haber hecho las veces <strong>de</strong> foso <strong>de</strong>fensivo en una etapa previa a la construcción <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas comentadas. La i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> posibles cerramientos a una cota superior llevó a Broncano y Alfaro (1990: 198) a plantear que la antigua puerta pudiera haber estado en esa zona, lo que resulta por completo in<strong>de</strong>mostrable. 76 <strong>Revista</strong> d’Arqueologia <strong>de</strong> <strong>Ponent</strong> 22, 2012, 59-86, ISSN: 1131-883-X
Alberto J. Lorrio, Fosos en los sistemas <strong>de</strong>fensivos <strong>de</strong>l Levante ibérico (siglos viii-ii a.C.) Fig. 11. A, El Castellar <strong>de</strong> Meca: 1, planta <strong>de</strong>l oppidum con los sectores analizados; 2, vista <strong>de</strong> las <strong>de</strong>fensas <strong>de</strong> la zona norte, con la puerta principal en primer término (<strong>de</strong>s<strong>de</strong> la torre a<strong>de</strong>lantada que <strong>de</strong>fendía el acceso); 3, vista <strong>de</strong>l istmo, con las <strong>de</strong>fensas al fondo; 4, foso ‘abierto’ y torreón oriental (a la <strong>de</strong>recha se localiza la poterna). B, Las Peñas <strong>de</strong> San Pedro: vistas <strong>de</strong>l oppidum y sus <strong>de</strong>fensas naturales <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sur (1) y el este (2) (A-1, según Broncano 1986; B, fotos J. L. Simón). <strong>Revista</strong> d’Arqueologia <strong>de</strong> <strong>Ponent</strong> 22, 2012, 59-86, ISSN: 1131-883-X 77
- Page 1 and 2:
22 2012 Edició Patrocini
- Page 3 and 4:
Paisatge vegetal i gestió del comb
- Page 5 and 6:
The vegetation landscape and fuel m
- Page 9 and 10:
Sílvia Vila Moreiras Raquel Piqué
- Page 11 and 12:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 13 and 14:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 15 and 16:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 17 and 18:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 19 and 20:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 21 and 22:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 23 and 24:
Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 25 and 26: Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 27 and 28: Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 29 and 30: Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 31 and 32: Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 33 and 34: Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 35: Sílvia Vila Moreiras, Raquel Piqu
- Page 38 and 39: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 40 and 41: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 42 and 43: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 44 and 45: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 46 and 47: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 48 and 49: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 50 and 51: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 52 and 53: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 54 and 55: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 56 and 57: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 58 and 59: Joan Ferrer i Jané et al., Aportac
- Page 60 and 61: que en muchos casos pueden aparecer
- Page 62 and 63: analizando su uso en el mundo indí
- Page 64 and 65: Alberto J. Lorrio, Fosos en los sis
- Page 66 and 67: Alberto J. Lorrio, Fosos en los sis
- Page 68 and 69: protegiendo el único acceso identi
- Page 70 and 71: Alberto J. Lorrio, Fosos en los sis
- Page 72 and 73: Alberto J. Lorrio, Fosos en los sis
- Page 74 and 75: conjunto de armas celtibéricas que
- Page 78 and 79: extensible al resto de las tierras
- Page 80 and 81: estar razonablemente seguros de est
- Page 82 and 83: Bibliografía AbAd, l. (2004). La A
- Page 84 and 85: lorrio, A. J., AlMAGro-GorbEA, M. y
- Page 87 and 88: Eva Parga-Dans Estructura y desafí
- Page 89 and 90: Eva Parga-Dans, Estructura y desaf
- Page 91 and 92: Eva Parga-Dans, Estructura y desaf
- Page 93 and 94: Eva Parga-Dans, Estructura y desaf
- Page 95 and 96: Eva Parga-Dans, Estructura y desaf
- Page 97 and 98: Eva Parga-Dans, Estructura y desaf
- Page 99 and 100: Eva Parga-Dans, Estructura y desaf
- Page 103 and 104: Arturo Pérez-Almoguera Núria Rafe
- Page 105 and 106: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 107 and 108: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 109 and 110: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 111 and 112: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 113 and 114: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 115 and 116: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 117 and 118: Arturo Pérez-Almoguera et al., La
- Page 119 and 120: Josep Casas Victòria Soler Element
- Page 121 and 122: Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 123 and 124: Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 125 and 126: Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 127 and 128:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 129 and 130:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 131 and 132:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 133 and 134:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 135 and 136:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 137 and 138:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 139 and 140:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 141:
Josep Casas, Victòria Soler, Eleme
- Page 144 and 145:
Joan Ferrer i Jané, Śaleitaŕtin:
- Page 146 and 147:
Joan Ferrer i Jané, Śaleitaŕtin:
- Page 148 and 149:
Joan Ferrer i Jané, Śaleitaŕtin:
- Page 150 and 151:
Joan Ferrer i Jané, Śaleitaŕtin:
- Page 153 and 154:
Joan Llinàs Josep Maria Nolla Jord
- Page 155 and 156:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 157 and 158:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 159 and 160:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 161 and 162:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 163 and 164:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 165 and 166:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 167 and 168:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 169 and 170:
Joan Llinàs et al., El sitjar del
- Page 171 and 172:
Marta Morán Álvarez Les ocupacion
- Page 173 and 174:
Marta Morán Álvarez, Les ocupacio
- Page 175 and 176:
Marta Morán Álvarez, Les ocupacio
- Page 177 and 178:
Marta Morán Álvarez, Les ocupacio
- Page 179 and 180:
Marta Morán Álvarez, Les ocupacio
- Page 181 and 182:
Marta Morán Álvarez, Les ocupacio
- Page 185:
22 2012 El futur del Museu d’Arqu
- Page 188 and 189:
col·laboració en els treballs de
- Page 190 and 191:
ecent o remot. 1 Si aquests museus
- Page 192 and 193:
passat que demostren que no són un
- Page 194 and 195:
i competències en els quals basar
- Page 196 and 197:
El Museu d’Arqueologia de Catalun
- Page 198 and 199:
2. Consolidar la Xarxa territorial
- Page 200 and 201:
En quina direcció va el sistema mu
- Page 202 and 203:
Council Recommendation on policies
- Page 204 and 205:
ect. Per altra banda, es va encolom
- Page 206 and 207:
de caràcter històric, per una ban
- Page 208 and 209:
En aquest context la Llei de museus
- Page 213 and 214:
Crònica científica Memòria de l
- Page 215 and 216:
Crònica científica del Carme, del
- Page 217 and 218:
Crònica científica Intervencions
- Page 219 and 220:
Crònica científica Figura 3. Resu
- Page 221 and 222:
Crònica científica Institució /
- Page 223 and 224:
Crònica científica Direcció: Dav
- Page 225 and 226:
Crònica científica 70. MonEstir d
- Page 227 and 228:
Crònica científica Direcció: Jor
- Page 229:
Crònica científica Romanes 54. cA
- Page 233 and 234:
Recensions pendiente: una inclusió
- Page 235 and 236:
Recensions web, blogs, asociaciones
- Page 237 and 238:
Recensions la historia social ha si
- Page 239 and 240:
Recensions las que en mayor o menor
- Page 241 and 242:
Recensions textos de catorze invest
- Page 243 and 244:
Recensions Les troballes espectacul
- Page 245 and 246:
Recensions Però el que resulta mé
- Page 247 and 248:
Recensions col·legues historiadors
- Page 249 and 250:
Recensions social són indestriable
- Page 251 and 252:
Recensions Patrimoni Cultural Basc
- Page 253 and 254:
Recensions palmente en estudios sob
- Page 255:
Recensions partir del registre mate
- Page 258 and 259:
tre i sis paraules clau, text, note
- Page 260 and 261:
the name of the author(s), a summar