Arturo Pérez-Almoguera et al., La ocupación prehistórica y romana <strong>de</strong> la cavidad M35 <strong>de</strong>l Baix Pallars (Pallars Sobirà, Lleida) tratamiento y exterior con restos <strong>de</strong> pulimento y <strong>de</strong>sgrasante <strong>de</strong> partículas gran<strong>de</strong>s <strong>de</strong> mica y blanquecinas (figura 4, 2); 3. (M35-3) Fragmento informe, con un mamelón horizontal, perteneciente a un vaso cilindroi<strong>de</strong> o ligeramente ovoi<strong>de</strong>o que en sección presenta el característico aspecto <strong>de</strong> una cocción óxidoreductora con el núcleo negro, sin embargo, sobre las superficies <strong>de</strong> un marrón rojizo hay una capa negra, producto probablemente <strong>de</strong>l pulimento. Presenta <strong>de</strong>sgrasante casi inapreciable a la vista, excepto pequeñísimos fragmentos <strong>de</strong> mica (figura 4, 3); Figura 4. M35: cerámica prehistórica. 4. (M35-4) Fragmento que conserva una pequeñísima parte <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong>. Se trata <strong>de</strong> un vaso también cilindro-ovoi<strong>de</strong>o con un mamelón horizontal. Es <strong>de</strong> cocción reductora y superficies alisadas y presenta <strong>de</strong>sgrasante fino <strong>de</strong> mica y partículas blancuzcas (figura 4, 4); 5. (M35-5) Fragmento <strong>de</strong> un vaso carenado, <strong>de</strong> gran tamaño (circa 400 mm <strong>de</strong> diámetro en la carena), superficie externa rojiza e interna negra, ambas alisadas. Presenta <strong>de</strong>sgrasante grosero <strong>de</strong> mica dorada y partículas blanquecinas (figura 4, 5); 6. (M35-7) Fragmento sin forma con un mamelón horizontal, perteneciente probablemente a un vaso 106 <strong>Revista</strong> d’Arqueologia <strong>de</strong> <strong>Ponent</strong> 22, 2012, 103-118, ISSN: 1131-883-X
Arturo Pérez-Almoguera et al., La ocupación prehistórica y romana <strong>de</strong> la cavidad M35 <strong>de</strong>l Baix Pallars (Pallars Sobirà, Lleida) cilindro-ovoi<strong>de</strong>o, <strong>de</strong> superficie interna marrón negruzca y exterior rojiza, ambas alisadas. Presenta <strong>de</strong>sgrasante medio <strong>de</strong> mica y partículas blancuzcas (figura 4, 7). Aunque reducido, el conjunto permite su adscripción a un horizonte Neolítico Final-Calcolítico (facies Veraza) por la presencia <strong>de</strong> las formas cilindroi<strong>de</strong>s, tan características <strong>de</strong> dicha facies, y <strong>de</strong> los mamelones; aunque menos frecuentes no faltan en este tipo <strong>de</strong> conjuntos las escudillas carenadas, <strong>de</strong> cono superior recto o ligeramente troncocónico, como en nuestro ejemplar (Abelanet 1980; Guilaine 1980; Martín, Petit, Maya 2003; Martín 2003; Martín 2011). En excavaciones llevadas a cabo recientemente y aún en curso <strong>de</strong> estudio, se ha documentado en otra cavidad (M22) muy próxima a la que aquí presentamos un horizonte <strong>de</strong> Neolítico Final con dos dataciones absolutas que lo sitúan a mediados <strong>de</strong>l IV mileno cal ane, por lo que sabemos que el área estaba poblada en este período. En la misma se han documentado taxones <strong>de</strong> bosque <strong>de</strong> ribera, cereales y leguminosas, así como un hogar, don<strong>de</strong> se ha podido constatar el aprovechamiento <strong>de</strong> distintas especies faunísticas domésticas. El paraje <strong>de</strong> Montcortès y su anejo Pla <strong>de</strong> Corts constituyen una unidad geográfica coherente <strong>de</strong> clima relativamente benigno. Nuestras investigaciones en la zona han tenido como resultado la localización en un área geográfica restringida, situada al sudoeste <strong>de</strong>l lago <strong>de</strong> Montcortès, <strong>de</strong> dos cavida<strong>de</strong>s más con materiales prehistóricos y tres monumentos megalíticos (uno ya conocido <strong>de</strong> antiguo y dos inéditos). Todo ello pone <strong>de</strong> manifiesto que la zona, que no había sido estudiada hasta la fecha, tiene un poblamiento significativo entre el Neolítico Final y el Bronce Medio-Final. Esta área geográfica constituye un medio apto para el hábitat, con un medio agroforestal que pivota en el entorno <strong>de</strong>l lago (a menos <strong>de</strong> un kilómetro <strong>de</strong> distancia), en el llamado Pla <strong>de</strong> Montcortès, y que tiene una notable importancia, con espacios aptos tanto para la agricultura como para la gana<strong>de</strong>ría. Aún hoy constituye un mosaico <strong>de</strong> campos <strong>de</strong> cereales <strong>de</strong> secano, <strong>de</strong> forraje, pastos y pequeñas manchas forestales con quercíneas y formaciones arbustivas. El material arqueológico romano Cerámica romanorepublicana Una <strong>de</strong> las características más llamativas <strong>de</strong> nuestra cueva la constituye la presencia, escasa pero presencia al fin, <strong>de</strong> materiales republicanos que cuando menos indican la ocupación, aunque sea circunstancial, <strong>de</strong>l lugar en esta época, cosa que no ocurre, que sepamos, en ningún otro <strong>de</strong> los yacimientos similares conocidos. Son dos los fragmentos recuperados: 8 (M35-24). Fragmento <strong>de</strong> bor<strong>de</strong>, pared, pie y fondo <strong>de</strong> una pieza <strong>de</strong> 14 cm <strong>de</strong> boca <strong>de</strong> barniz negro <strong>de</strong> imitación <strong>de</strong> la serie <strong>de</strong> las Boi<strong>de</strong>s, forma Lamb. 1/M 2323 h1, que se fecha en el siglo ii, sobre todo, y la primera mitad <strong>de</strong>l siglo i a.C. Posiblemente sea esta última fecha la más indicada para la pieza que, por otra parte, se encuentra en la línea <strong>de</strong> producciones que imitan formas <strong>de</strong> barniz negro tanto en el área ampurdanesa como en la iler<strong>de</strong>nse (vi<strong>de</strong> problemática <strong>de</strong> este y otros tipos en Roca, Principal 2007). Es <strong>Revista</strong> d’Arqueologia <strong>de</strong> <strong>Ponent</strong> 22, 2012, 103-118, ISSN: 1131-883-X 8 9 5 cm Figura 5. M35: cerámica romanorepublicana. una pieza <strong>de</strong> no excesiva calidad. Como otras <strong>de</strong> la cueva, parece haber sido expuesta al fuego. La pasta varía entre el color crema y el gris. El barniz semibrillante no es uniforme, faltando en buena parte <strong>de</strong>l exterior (figura 5, 8). 9 (M35-78). Fragmento <strong>de</strong> bor<strong>de</strong> (<strong>de</strong> 4,4 cm) y pared <strong>de</strong> una pieza negruzca por su clara exposición al fuego. Su estado no permite afinar en las características <strong>de</strong> pasta y posible barniz o engobe. Su <strong>de</strong>lga<strong>de</strong>z y la orientación <strong>de</strong>l bor<strong>de</strong> parecen ponerla en relación, no <strong>de</strong> forma clara, con una pieza <strong>de</strong> pare<strong>de</strong>s finas forma Mayet II-III, propias sobre todo <strong>de</strong> finales <strong>de</strong>l siglo ii y aún más <strong>de</strong>l i a.C., sin que pueda precisarse su posible adscripción a los numerosos lugares <strong>de</strong> fabricación <strong>de</strong> este tipo <strong>de</strong> cerámicas (figura 5, 9). Cerámica bajoimperial Si prescindimos <strong>de</strong> los fragmentos <strong>de</strong> cerámica pintada y <strong>de</strong> las comunes, todas las piezas recogidas correspon<strong>de</strong>n a DSP (<strong>de</strong>rivadas <strong>de</strong> sigillatas paleocristianas) o Gálica tardía, a las que también se las ha <strong>de</strong>nominado Narbonenses (Atlante I), y antes, erróneamente, visigodas. Su presencia es muy frecuente en todos los yacimientos <strong>de</strong> la Antigüedad tardía en Hispania (aunque incompleta, vid. relación reciente en Blázquez 2010) don<strong>de</strong> por otra parte será imitada. Cierto es que en nuestra cueva no son muchos los ejemplares, pero en cualquier caso la ausencia <strong>de</strong> africana D o tshT acompañando a estos, constituye una originalidad. Contrasta este panorama con el que ofrece la zona costera, <strong>de</strong> la que un buen ejemplo lo constituye un conjunto cerrado <strong>de</strong>l siglo v <strong>de</strong> Darró, Vilanova y la Geltrú, don<strong>de</strong>, junto a la DSP, abunda la africana y la tshT (López Mullor-Fierro 1993), o en Cullera don<strong>de</strong> la DSP es mínima (Rosselló-Cotina, 2005). También en el interior, en los niveles tardíos bien estudiados <strong>de</strong> la Paeria <strong>de</strong> Lleida, hay un buen conjunto <strong>de</strong> DSP, pero también un buen número <strong>de</strong> ejemplares africanos y tshT (Junyent-Pérez 1992). En cualquier caso la cronología <strong>de</strong> los estratos bajoimperiales <strong>de</strong> este último lugar se sitúan entre los últimos <strong>de</strong>cenios <strong>de</strong>l siglo iv y la primera mitad <strong>de</strong>l v, las mismas fechas que proponemos para la cerámica <strong>de</strong> nuestro yacimiento. En general la DSP es, para esta época, la más frecuente en la zona costera e inmediata 107
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