Quizás fuera posible detener el olvido… - Puerto Lleras

Quizás fuera posible detener el olvido…
Rapsoda de Calarcá Quindío

Canamicare Editores
&
Administración Municipal 2005-2007
Miguel Ángel Ramírez López
Alcalde Popular
Historiografía
Municipio de Puerto Lleras Meta

Municipio de Puerto Lleras Meta
Canamicare
Medios de Comunicación

Planilla Técnica
Alma Llanera publicaciones
E.mail almallanerapublicaciones@hotmail.com
Teléfonos (098) 6610552
Villavicencio Meta
Canamicare Editores
E-mail: canamicare_editores@yahoo.com
Teléfonos 312 407 72 51
Granada Meta Colombia
Primera edición diciembre /2006
1.000 ejemplares certificados
Derechos de publicación 1ª edición Municipio de Puerto Lleras Meta
Canamicare Editores
ISBN
Hecho el depósito legal
Reservados los derechos de autor
Digitación
Trascripción grabaciones
Jennifer Carolina Restrepo
Corrección de estilo
Ernesto Orjuela “Guarataro”
Delia Cortés Lizarazo
Diseño y diagramación
Yudy Angélica Layton
Fotografía
Hugo César Layton
Impresión y encuadernación
Colombia 2004

A los pioneros de esta tierra promesera

Folios prologales

Nostalgias de Alcaraván
Según el catedrático de la Universidad Nacional de Venezuela, doctor
Arístides Medina Rubio, el interés por la historia de las localidades y los
pueblos es reciente, tanto que en el vecino país, hasta hace unos
treinta años, a quienes se dedicaban a la microhistoria, se les miraba con
sorna.
Se necesitaron más de tres décadas, para que en el ámbito de la patria
oriental, los husmeadores del pasado, pudiésemos colonizar un espacio, que
enraíza grandes perspectivas (sueños), un espejo en que la gente puede
mirar su propia identidad.
No se pretende pontificar sobre lo acontecido, sino buscar que estos
elementos, vertidos en la página impresa, se conviertan en motor de
transformación, distanciándonos del concepto occidental, que impone un
mojón temporal con la llegada de los descubridores a las Indias y determina
el periodo antecesor como etapa Prehispánica, cuando en realidad los
antepasados escribieron con letras mayúsculas su propia HISTORIA.
Debemos tener presente que la historia no está para perpetuarse en el
pedestal del pasado sino para cambiar el presente, por esto el documento
compilador, espera ser punto de apoyo en el proceso de cambio que
vivimos, tomando de la pluma de Mark Bloc, padre de la historia del siglo
antepasado, quien se preocupó por hacer del conocimiento histórico un
conocimiento útil.
En mi calidad de sabueso de los aconteceres regionales pretéritos (bello
oficio), he tenido la fortuna de acercarme a la cotidianidad de algunas
poblaciones de la Orinoquia colombiana. Pero quedaba un sueño pendiente:
recuperar el pasado del pueblo donde viví los años de mi infancia.
Pese a diversos intentos, las ilusiones no se volvieron realidad, hasta que la
Administración Municipal presidida por José Euliser Guerrero Gasca,
apretándose el cinturón presupuestal, dio luz verde al proyecto.
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Fue así como se me permitió volver de cuerpo presente a la escuelita donde
una maestra de nombre Raquel, con su mano maternal, inoculó en la pizarra
de mis neuronas el saber elemental. Al colegio, en cuyas aulas, un maestro
con rostro de Nazareno, originario de Chile, sembró en mí la semilla
imperecedera y fascinante de la literatura. A sombrear bajo el alero de la
casa, donde fue el beso primero con la novia virginal.
Al apretón de manos con esos amigos que a pesar de esas vueltas de tuerca
que da la vida, nunca olvido. A sentir de nuevo esas ansias de virar el
mundo, que me hicieron pensar (de manera equivocada), que el tren del
cambio, solo esperaba nuestro pie sobre su estribo, para arrancar en la
desbocada aventura de poner a temblar los cimientos de lo establecido.
A recordar el asombro infantil, frente a ese río de oro, surcado por enormes
peces, tembladores y mantarayas prehistóricas, con sus vegas pobladas por
campesinos de manos encallecidas, que bajo el cielo del Ariari, sembraban la
vida en los arrozales, mientras soñaban con soles más propicios. De
entonces, fueron las noches de bohemia, arrulladas con canciones de Piero,
Ana y Jaime, Oscar Golden y Pablus Gallinazo, luciendo la melena
alborotada, la sandalia hippie, el pantalón de bota ancha y la rebeldía juvenil
propia de los felices años sesenta.
Imposible e imperdonable no rememorar los paseos a la laguna impregnada
de leyenda que circunda esa loma edénica señoreada por norteamericanos a
quienes no supimos descifrar.
Dos décadas fueron menester para apaciguar el alma, antes de escribir la
parábola del retorno:
Ahora una carretera acariciada por el asfalto, reemplazó la trocha barrialosa,
me trajo en un abrir y cerrar de ojos a un parque inimaginado. Las ruinas -
heridas en la piel de mi pueblo - asestadas en inútiles batallas, que sufrí
desde un exilio voluntario, son testimoniadas por quienes, con el alma
apacharruda, diariamente sacaron fuerzas de donde no la tenían para
reinventar el terruño.
Nuevos rostros dan continuidad a la saga que soñamos, otros hombres y
mujeres avezados, que asieron con sus manos el compromiso de ese destino
que se llevó en su turbión a sus mejores hijos por los caminos del mundo.
Por eso plasmé estas Nostalgias de Alcaraván, para exorcizar los
nubarrones matreros que solo me abandonaron con el regreso.
El autor
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Lugar en el mundo

República de Colombia
La República de Colombia está ubicada en el extremo noroccidental de
América del Sur, situación que le permite ser el país más central de
todo el continente americano y el único en Suramérica con costas en el
océano Pacífico y el Atlántico.
Su orografía presenta una compleja región montañosa que ocupa más de la
mitad del occidente del territorio y una región plana en el oriente, marco de
la Orinoquia y la Amazonia.
La Orinoquia colombiana se caracteriza por extensas sabanas, surcada por
los ríos tributarios del Orinoco, el tercer río más caudaloso de Suramérica,
uno de cuyos afluentes principales es el río Guaviare, conformado a su vez
por el Guayabero y el Ariari.
Enciclopedia Colombia Viva – Casa Editorial El Tiempo – Bogotá 2000.

Departamento del Meta
El departamento del Meta, está situado en el centro del país, al este de
la cordillera oriental; su capital es Villavicencio. Gran parte de su
geografía es plana y suavemente ondulada; la vegetación se compone
de pastizales, pajonales y bosques de galería.
Al norte y al sur lo enmarcan dos grandes ríos: El Meta y el Guaviare; este
último le sirve de límite con el departamento del mismo nombre y es una
zona de transición entre las praderas naturales y la selva amazónica. El
Ariari es otro de sus afluentes principales; en su parte baja se encuentra la
población de Puerto Lleras.
Enciclopedia Colombia Viva – Casa Editorial El Tiempo – Bogotá 2000 – Municipios del Meta –
Secretaría de Planeación Departamental – Villavicencio 2002.
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Municipio de Puerto
Lleras
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Hilos territoriales
(Ordenanza No. 063 de 1965)
Por medio de la cual se crea el Municipio de Puerto Lleras Meta
La Asamblea Departamental del Meta
en uso de sus atribuciones legales
O R D E N A
Artículo Primero: Créase el municipio de Puerto Lleras, en jurisdicción del
departamento del Meta, formado por el territorio de las actuales
Inspecciones Departamentales de Policía de Puerto Lleras y Puerto Rico y
por las demás que se hallan comprendidas dentro de los siguientes límites
generales: Partiendo del sitio denominado Puerto Esperanza, casa de Jorge
Florez sobre el río Ariari, margen izquierda, en línea recta, dirección Noreste,
pasando por el Hato El Crucero, hasta encontrar los nacimientos del río
Manacacías. Este río, aguas abajo, hasta encontrar la desembocadura del
caño Las Brisas. De este punto, línea recta en dirección Sureste, hasta los
nacimientos del río Pororio, por este aguas abajo, hasta su desembocadura
en el río Ariari.
Río Ariari, aguas abajo, hasta su desembocadura en el río Guayabero. Este
río aguas arriba, hasta encontrar la iniciación de los límites entre la
comisaría del Vaupés y el departamento del Meta, sobre este río.
De este punto, línea recta en dirección Sureste Noreste, hasta encontrar la
desembocadura de la quebrada La Danta, en el río Güejar. De este punto,
río Güejar, aguas abajo, hasta encontrar la desembocadura del río Nemo. De
este punto, línea recta, en dirección Sureste Noroeste, hasta encontrar el
punto de partida y encierra.
Parágrafo: Los anteriores límites son provisionales hasta que el Instituto
Militar Agustín Codazzi fije los límites a todos los municipios del Meta.
Artículo Segundo: Será cabecera del municipio de Puerto Lleras y sede del
gobierno municipal, la cabecera de la actual Inspección Departamental de
Policía del mismo nombre, para los efectos administrativos, fiscales y
electorales de ley, la Inspección Departamental de Policía de Puerto Rico,
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será de la jurisdicción y circunscripción del municipio que se crea por esta
ordenanza.
Artículo Tercero: El municipio de Puerto Lleras tendrá las funciones que
corresponde a su categoría y que sean indispensables al funcionamiento de
su administración.
Artículo Cuarto: Si la Asamblea Departamental no hiciera las apropiaciones
presupuestales necesarias para el funcionamiento del nuevo municipio a
partir del 1º de enero de 1966, el gobierno departamental queda facultado
para hacer dentro del presupuesto de rentas y gastos de la vigencia fiscal de
1966 y sin sujeción al Código Fiscal, los créditos y contra créditos
indispensables a la financiación de los siguientes gastos:
a) Sueldos, primas y subsidios del alcalde y el secretario en 12 meses.
b) Auxilio hasta el orden de veinte mil pesos moneda corriente para la
adaptación y dotación de las oficinas públicas municipales.
Artículo Quinto: Esta ordenanza rige de la fecha de su promulgación y
para los efectos administrativos y fiscales, desde el 1º de enero de 1966.
Dada en Villavicencio, a los veintinueve (29) días del mes de noviembre de
mil novecientos sesenta y cinco (1965).
(Fdo) Adriano Hernández (Fdo) Ismael Espitia Leal
Presidente Secretario General
Ordenanza No. 063 de 1965 Archivo Asamblea Departamental – Villavicencio.
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Emblemas

Bandera
Está compuesta por tres franjas horizontales de igual dimensión, con los
colores rojo, blanco y verde, que representan la vocación de
desarrollo, convivencia pacífica y agrícola de sus habitantes.
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Escudo
Encima de tres franjas iguales, identificando la riqueza de la
municipalidad, está una estrella tutelar, posada en una cinta marcada
con la consigna:
Paso firme hacia el progreso.
En la franja superior, la bandera hace marco al paisaje de sabana, un sol
naciente y la laguna de Loma Linda rodeada de vegetación.
La parte central muestra la producción agropecuaria fruto de los moradores
del campo.
El ribete inferior da una alegoría sobre las posibilidades económicas e
ictiológicas que ofrecen las aguas del río Ariari, cuyos caudales irrigan la
jurisdicción, fertilizando su suelo.
Municipios del Meta – Secretaría de Planeación Departamental – Villavicencio 2002.
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Referencias
universales

Lema
Paso firme hacia el progreso.
Gentilicio
Puertollerenses.
Así somos
Extensión
2.410 Km 2 equivalentes a 3´587.590,35 hectáreas.
Plan de Desarrollo Gobierno de Participación Comunitaria.
Temperatura
26.5 º C promedio.
Estudio general de suelos del municipio de Puerto Lleras y parte de los municipios de Puerto
Rico y San Martín, IGAC, 1987.
Altimetría
295 m.s.n.m.
Clima
Cálido húmedo tropical.
Estaciones
Presenta un cuadro bimodal, con un periodo de verano, en el que predomina
el tiempo seco (de diciembre a marzo) y una estación de lluvias entre abril y
noviembre.
Estudio de factibilidad para la construcción de un matadero mínimo en el municipio de Puerto
Lleras Meta, Efrén Montoya Muñoz, Unillanos, diciembre de 1999.
Precipitación
El estudio general de suelos del municipio de Puerto Lleras y parte de los
municipios de Puerto Rico y San Martín, (IGAC, 1987), da como promedio la
cifra de 2.814 milímetros anuales, volumen alto comparado con las
estaciones metereológicas de Puerto Gaitán, Gaviotas y Carimagua.
Esto se explica como un fenómeno resultante de la cercanía de Puerto Lleras
con la cordillera Oriental, receptora de las corrientes de aire húmedo
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proveniente del sur (Amazonia) que al chocar con la cordillera descargan
una precipitación mayor que en el resto de la sabana.
Humedad
Humedad relativa que oscila entre el 85 y el 90 %.
Relieve
Paisaje de piedemonte, topografía casi plana (pendiente 3%).
Áreas topográficas
La tierra
Vegas del río Ariari
Suelos de origen aluvial, localizadas en las dos márgenes del afluente
mencionado.
Serranía o altillanura disectada
Ubicada entre el límite de la vega y el río Manacacías, suelos aptos para
ganadería extensiva.
Altillanura plana o bien drenada
En la margen izquierda del caño Chafurray y el Hato Candilejas hasta el
corredor del caño Pororio y los bancos de sabana que asoman a Puerto
Concordia, utilizados en ganadería extensiva.
Los suelos de Puerto Lleras pertenecen en su mayor parte al orden de los
Óxisoles, cuya parte mineral está constituida por elementos muy difícilmente
alterables y pobres en nutrientes como el cuarzo, la caolinita y óxidos de
hierro y aluminio; la rápida mineralización de la materia orgánica influye
tanto en las propiedades físicas como químicas de dichos suelos.
Estudio general de suelos del municipio de Puerto Lleras y parte de los municipios de Puerto
Rico y San Martín, IGAC, 1987.
La gente
Censo poblacional DANE 1993 12.419 habitantes
Población proyectada 2004 14.870 habitantes
Población proyectada 2005 15.121 habitantes
Población ajustada y proyecciones (DANE).
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Costumbres
Población de carácter cosmopolita, donde las etnias concurrentes han
aportado costumbres de sus sitios de origen, dando lugar a una manera
propia de ser. Son usuales en la gastronomía platos como tamales, lechona
tolimense, bandeja paisa, carne a la llanera, mamona y cachama frita.
Es notoria la influencia de las costumbres del Llano en la vida de sus
pobladores, son descomplicados en el vestir, acorde a las condiciones
climáticas del trópico, alegres, extrovertidos y fiesteros, abiertos a los
visitantes, pese a los sucesos de violencia que los han golpeado.
Ubicación astronómica
Latitud Norte 03 16´ 01´´
Longitud Oeste 73 22´ 28´´
¿Dónde estamos?
Ubicación geográfica
Se encuentra localizado en la zona sur occidente del departamento del Meta,
forma parte de la sub región del bajo Ariari, sobre las coordenadas Y=
1.060.000 a Y= 1.140.000 (-) N = 870.000 a N= 820.000.
Plan de Desarrollo Gobierno de Participación Comunitaria.
Nuestros vecinos
Norte San Martín de los Llanos
Sur Vistahermosa y Puerto Rico
Occidente Fuentedeoro, San Juan de Arama y San Martín de los Llanos
Oriente Mapiripán y San Martín de los Llanos.
Unidades políticas
Barrios
El Porvenir, Jorge Eliécer Gaitán, La Vocacional, La Esperanza y Popular.
Centros poblados margen izquierda
Cabecera municipal.
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Casibare. Ubicado en el extremo nororiental, a 65 kilómetros de la
cabecera municipal, comunicado por un carreteable en mal estado,
es centro de las veredas Casibare, Alto Casibare, La Esmeralda,
Candilejas, Agualinda y los asentamientos Caño Salado y Caño Rico.
Villa Palmeras. Se encuentra en el nororiente de la cabecera
municipal, por la vía que conduce a Casibare.
Tierra Grata. Localizado a 50 kilómetros del perímetro urbano, en
cercanías a la vía que conduce a Puerto Rico.
Centros poblados margen derecha
La Unión. A este lugar se llega tras cruzar el río Ariari y recorrer
ocho kilómetros sobre la llamada Trocha 7.
Caño Rayado. Dista 17 kilómetros del casco urbano, sobre la vía que
conduce a Villa de La Paz.
Villa de la Paz. Se remota a 35 kilómetros de la cabecera municipal
por la misma vía que el anterior.
Brisas del Güejar. Utilizando la trocha mencionada en los poblados
que anteceden, se recorren 43 kilómetros para culminar en éste
lugar bañado por el río que le da nombre.
El Diamante. En el sitio denominado Tableros, parte un carreteable
de 6 kilómetros que nos lleva a este caserío.
Veredas margen izquierda río Ariari
Agualinda, La Esmeralda, Candilejas, Alto Casibare, El Cairo, El Santuario,
José María, Chinata, Laureles, Chafurray, Casibare, Tierra Grata y Palmeras.
Veredas margen derecha río Ariari
Alto Cunimía, Canadá, Campoalegre, Charco Trece, El Caribe, La Esmeralda
II, Islandia, La Argentina, La Esperanza, La Tigrera, Veracruz, Brisas del
Güejar, Villa de la Paz, Los Fundadores, Caño Rayado, La Unión, Puerto
Príncipe y El Diamante.
Plan de Desarrollo Gobierno de Participación Comunitaria- Documento Oficina de Desarrollo
Comunitario y Asistencia Social, Alexander Cortes Torres.
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Las aguas
Sus tierras están bañadas por el río Ariari (“eeri-e´eri” en dialecto indígena),
tiene una extensión de 335 kilómetros, nace en el Alto de las Oseras
(páramo de Sumapaz).
En su parte alta visita las tierras de Cubarral, luego se reparte en varios
brazos, recibe el bautizo de los ríos La Cal y Guape, es coronado por los
puentes El Alcaraván y Guillermo León Valencia.
Después de surcar la población de Fuentedeoro, en su orilla encontramos los
centros poblados de Puerto Aljure, Puerto Santander y Puerto Limón.
Un poco más abajo de la desembocadura del caño Iracá se vislumbra el
municipio de Puerto Lleras, cuyo recién construido muelle fluvial recibe las
embarcaciones que surcan sus aguas desde puertos lejanos.
Recibe el tributo de los ríos Cunimía y Güejar, entre otros, antes de
desembocar en el Guaviare.
Recorre estos territorios en dirección Noroeste - Sudeste, su cuenca
hidrográfica es de 2.240 km2, navegable durante casi todo el año por
embarcaciones de mediano calado, que transportan mercaderías y productos
agropecuarios.
El río Manacacías sirve de límite con San Martín de los Llanos, en el
nororiente del municipio y el río Güejar determina la frontera oficial con el
municipio de Puerto Rico en la sección suroccidental.
La colonización del Ariari - Oscar Gonzalo Londoño Díaz - Plan de Desarrollo Gobierno de
Participación Comunitaria.
Lagunas
Loma Linda, José María, Cunumía o Lagunazo, Chafurray, Los Chigüiros, La
Ceiba y Guacamayas.
Caños
Rayado, Piedra, Chivecha, Cunimía, Charco Indio, Caño Blanco, Caribe,
Uricacha, Grande y Agua Bonita.
Rico, Salado, Chafurray, Las Margaritas, Chinata, La Esperanza, Macú, San
Luís, Iracá, Casa Vieja, Hondo, El Ahorcado y Las Moras.
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Servicios básicos y complementarios
Acueducto
Servicio de agua conducida a través de redes, en el perímetro urbano cuenta
con una cobertura del 80%, un sector de los habitantes se abastece en
pozos subterráneos, algunos centros poblados tienen este beneficio.
Alcantarillado
Recolección de residuos, especialmente líquidos, por medio de tuberías y
conductos, en unas áreas se utiliza el sistema de pozos sépticos. El servicio
de alcantarillado no está funcionando
Recolección de basuras
Tres veces a la semana, un carro compactador recoge los residuos sólidos
del área urbana y un vehículo de tracción animal al mando de Luís Ángel
Vega recupera el material reciclable y lo almacena en las dependencias de
IDEMA.
Energía eléctrica
Desde su interconexión en el año de 1992, la Electrificadora del Meta, presta
este provecho permanentemente, logrando una cobertura del 80% en el
perímetro urbano.
Telefonía
Cubierta por la empresa Telecom, mediante una central que ofrece servicio
local, discado directo nacional e internacional y fax, con 268 abonados.
El código de la ciudad es el número 8. La entidad sostiene una oficina de
distribución de recibos, seis SAI urbanos y uno en la vereda La Unión.
COMPARTEl
Presta servicio telefónico mediante el uso de tarjeta en diez y siete veredas.
Ante la consolidación de la telefonía celular diferentes puntos de atención
comunican a sus clientes con el mundo a precios cada vez más económicos.
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Sistema educativo
Núcleo de Desarrollo Educativo 30
Dirigido por el Licenciado Pedro Nel Martínez, cuenta con tres Instituciones
Educativas y dos Centros Educativos, que funcionan a través de 27 sedes.
Con el apoyo de cinco directivos, más de un centenar de docentes da
conocimiento a casi dos mil alumnos urbanos y rurales.
Institución Educativa de Puerto Lleras
Bajo la rectoría del Licenciado de la Universidad San Buenaventura, olivo
Gutiérrez, ofrece servicios de Jardín, Transición, Primaria, Secundaria, Media
Académica con énfasis en Comercio.
Laboran 33 docentes y están matriculados 954 alumnos, que ocupan un
terreno de tres hectáreas donde funcionan áreas administrativa, docente,
servicios, recreación y deportes.
Están adscritas a esta Unidad, las sedes urbanas Inocencio Chincá, La
Vocacional, Barrio Gaitán, Manuela Beltrán (Vereda Chinata) y Antonio
Nariño (Vereda El Santuario).
Institución Educativa Monseñor Héctor Jaramillo Duque
Se encuentran bajo su jurisdicción las sedes del Colegio Agropecuario
(Vereda Caño Rayado), La Unión, El Caribe, La Tigrera, La Islandia (veredas
del mismo nombre), Bellavista (vereda El Canadá), La Esperanza, Veracruz y
Campoalegre (veredas correspondientes).
Institución Educativa Charco Trece
Le pertenecen los claustros del Internado de Charco Trece, Nuestra Señora
de la Paz (Villa de la Paz), La Argentina, El Diamante, Alto Cunumía y Brisas
del Guejar (en veredas de igual denominación).
Centro Educativo de Tierra Grata
Tierra Grata y La Esmeralda II (veredas relacionadas), El Turpial (Vereda
Chafurray) y El Cairo, en la vereda de idéntico nombre.
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Centro Educativo San Fernando
San Fernando (vereda Casibare), Alto Casibare, Palmeras y Agualinda
(veredas mencionadas).
La Coordinación Educativa del Ariari, mediante convenio con la Secretaría de
Educación del Meta, administra la educación en la región del Ariari y otros
municipios, en esa medida los profesores de Puerto Lleras, tienen relación
laboral con esta entidad.
Internado Claudina Thevenert
Hace dos décadas, en la parte posterior de la Iglesia central, las Religiosas
de Jesús María, dirigen el internado Claudina Thevenert (en homenaje a una
religiosa francesa), destinado a capacitar niñas campesinas, en el aspecto
educativo formal, complementado con los preceptos de la fe católica.
Salud
E.S.E. Centro de Atención Puerto Lleras
(Hospital 1º Nivel de Puerto Lleras)
Depende de la E.S.E. Departamental, es coordinado por la doctora Gisella
Basto.
Se originó como puesto de salud en el año 1965 aproximadamente, según lo
manifestado por la señora Luzmila Medina, una de las funcionarias más
antiguas de la Institución, ella recuerda a los médicos Abdón Gutiérrez y
Jorge Linares (Ginecólogo), Marcos Ortega, entre otros, como sus primeros
directores. En febrero de 1978, siendo Ministro de Salud el doctor Raúl
Orejuela Bueno, Gobernador del Meta, Hugo Villegas Gómez y Jefe del
Servicio de Salud Seccional, el médico Héctor Rojas Muñoz, adquirió el
carácter de hospital.
Servicio ambulatorio
Consulta externa
Atendida por tres médicos generales, instalados en cómodos consultorios
debidamente dotados.
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Consulta odontológica
Asumida por una odontóloga y una auxiliar de odontología e higienista oral,
realizan actividades de prevención y promoción en salud oral, charlas
educativas, control de placa, aplicación de fluor y sellantes de fotocurado.
Atención de urgencias
Este provecho, prestado las 24 horas del día, por un médico general y una
auxiliar de enfermería, cuenta con una sala de observación con dos camas,
dos camillas, baño privado, ventilación y atención de enfermería.
Además una sala de urgencias, con camilla, aire acondicionado, equipo de
parto, electrocardiogramas, oxígeno, stock de medicamentos.
El sistema de hospitalización contiene un cuarto para adultos mujeres, con
cuatro camas, ventilador y baño; un cuarto para adultos hombres, con tres
camas, ventilador y un cuarto para niños, con tres cunas y baño.
El centro asistencial brinda programas de promoción y prevención como
atención al gestante, atención al menor de 12 años, hipertensos, diabéticos,
TBC, ETS, vacunación, saneamiento ambiental, higienista oral y ETV.
Sala de cirugía obstétrica
Procedimientos en primer nivel de atención de obstétricos, que incluye
control del parto y valoración del recién nacido.
La sala de cirugía cuenta con aire acondicionado, máquina de anestesia,
lámpara cilelítica, medicamentos, mesa para instrumentación, mesa de
mayo, luz ultravioleta y sala de recuperación con dos camas.
Apoyo a los servicios asistenciales
Servicio de farmacia con medicamentos ambulatarios y hospitalarios.
Laboratorio Clínico
Bacterióloga S.S.O. y auxiliar de laboratorio.
Imagenología
En una amplia sala, con paredes blindadas en plomo, manejado por un
técnico, se presta el servicio de rayos X.
Electrocardiógrafo
Los electrocardiogramas se toman en horarios de atención y en caso de
urgencia esta dependencia está disponible 24 horas.
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Servicio de remisión y contra remisión
Una ambulancia disponible las 24 horas hace las remisiones con una auxiliar
de enfermería a bordo.
Área de influencia y cobertura
Un número aproximado de 14.108 habitantes urbanos y rurales, reciben
servicio médico en el Centro de Atención de Puerto Lleras y en los Puestos
de Salud rurales de La Unión, Caño Rayado, Villa de la Paz, Tierra Grata,
Agualinda y Casibare.
Portafolio de Servicios – Archivo Centro de Atención Puerto Lleras.
EPS Salud Total
Empresa Promotora de Salud y Administradora de Régimen Subsidiado,
tiene como representante legal al señor Guillermo Rivera Ramírez, quien
atiende un consolidado de 1.724 afiliados que reciben los servicios
establecidos en el Plan Obligatorio de Salud Subsidiado hasta el primer nivel,
remisión a segundo, tercero, cuarto nivel y despacho de medicamentos.
EPSI Tayrona
Entidad promotora de Salud Indígena, creada en el vecino municipio de
Puerto Rico por el médico José Luís Gómez con el nombre de Llano Salud;
bajo la dirección del promotor Edgar Orlando Parra Manrique, cobija a 4.020
asociados, dentro del Plan Obligatorio de Salud Subsidiada, que cubre
patologías en los niveles 1,2,3, y 4, además el suministro de medicamentos.
ARS Cajacoopi
Dirigido por Mery Escobar
Economía
Las principales actividades económicas son la agricultura y la ganadería, el
comercio y la venta de servicios.
Producción agropecuaria (sector primario)
Agricultura
Se cultiva arroz (secano y de riego) maíz (tecnificado y tradicional), soya,
yuca, plátano y soya, en menor escala cítricos y frutales.
Escudriñando las cifras reportadas por la UMATA, respecto del arroz secano,
encontramos que mientras en el primer semestre de los años 1999 y 2000
se cultivaron 2.600 hectáreas que produjeron 13.000 toneladas, en el mismo
periodo del año 2002, solo se reportaron 500 hectáreas y un pesaje de
2.305 toneladas.
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Se estableció una disminución proporcional en los otros cultivos de la región,
posiblemente por razones de orden público, alza en los costos de producción
y desventaja frente a productores foráneos que reciben subsidio para
cosechar.
Ganadería
Explotación en ganadería de doble propósito (carne y leche), especialmente
ejemplares del cruce cebú/cebú x pardo, pastando en tierras de sabana y
vegas del río Ariari, sembradas de pasto Brachiaria Decumbens y sabanas
nativas, complementadas con pastos de corte, como Imperial y Kingrass.
La extensión de praderas se ha mantenido en aumento pese a la
disminución de la producción, con un inventario de 7.000 hectáreas en
pradera nativa, 17.000 hectáreas mejoradas con la variedad de pasto
Decumbens y 5 hectáreas en pasto de corte King Grass, para un total
24.005 hectáreas para el año 2002.
La producción lechera en los años 1999 y 2000 era de 12.600 litros en 4.200
vacas de ordeño, cifras que bajaron en la vigencia del 2002 a 5.340 litros en
1.780 vacas de ordeño. Recientemente se construyó el complejo ganadero
en la parte sur de la población al servicio de productores regionales.
Se reportan en menor escala otras especies, como caballares, mulares,
asnos, búfalos, conejos, ovejas, cabras y porcinos (Landrace/Landrace X
criollo, Landrace/York/Pietrain y Landrace/Pietrain/Cork).
Especies menores, especialmente gallinas ponedoras y engorde, cría de
cachama, para suplir el mercado local y el autabastecimiento.
La pesca artesanal en el río Ariari y en los caños, sigue siendo una opción,
pese a la merma en la población ictiológica en otros tiempos considerable.
Informe Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria, UMATA, 2004.
Prestación de bienes y servicios (sector terciario)
La Oficina de Servicios Públicos de Puerto Lleras brinda agua potable,
recolección de basura y manejo de residuos sólidos.
La Electrificadora del Meta ofrece energía eléctrica y alumbrado público.
Empresas Promotoras de Salud y Administradoras de Recursos en Salud.
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Núcleo de desarrollo educativo e instituciones educativas del Estado ofertan
servicios educativos.
Empresas de transporte, telefonía, Internet.
El sector comercial se especializa en víveres y abarrotes, ropas, drogas,
alimentos, ferretería, insumos agrícolas y pecuarios, bicicleterías.
Microempresas de metalmecánica, talleres, confección de ropas, ebanistería,
entre otras.
Hoteles, restaurantes y residencias.
Banco Agrario de Colombia, viene haciendo presencia desde el año de 1968
cuando se denominaba Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero.
Sistema de transporte
Transporte intermunicipal e interveredal
Se comunica por vía terrestre con Bogotá, Villavicencio, Granada,
Fuentedeoro, Puerto Rico, Puerto Concordia, San José del Guaviare y
Mapiripán.
La Flota La Macarena presta servicio de pasajeros y encomiendas a las
localidades de Puerto Rico, Puerto Concordia y San José del Guaviare, por el
costado sur del departamento. Igualmente a Fuentedeoro, Granada,
Villavicencio y Bogotá, siguiendo el rumbo norte de la carretera Troncal de
Oriente.
La Cooperativa de Transportadores del Ariari (COOTRANSARIARI), desde su
base en Granada, cubre el servicio de pasajeros a Caño Rayado, Villa La Paz,
Brisas del Güejar, Puerto Lleras y Casibare.
La Cooperativa de Transportadores Fuentedeoro (COOTRANSFUENTEDEORO)
suple el servicio de pasajeros desde Granada, pasando por Puerto Lleras,
hasta Tierra Grata y Casibare.
Algunos informales complementan la labor de las anteriores y están
realizando las gestiones para renovar la Cooperativa de Transporte Los
Fundadores, en receso durante algunos años.
38

Transporte de carga
Desde la capital de la República y Villavicencio, parten los camiones que
traen mercancías, víveres, bebidas refrescantes, insumos agropecuarios para
suplir la demanda local y la carga que por vía fluvial se remite a los
departamentos del Guaviare, Vaupés y Guainía; a su regreso suben con
ganados, cosechas y otros productos agropecuarios.
Transporte fluvial
Durante los meses invernales, las aguas del río Ariari permiten el
desplazamiento de embarcaciones de pasajeros y carga hasta Puerto Rico,
Puerto Concordia, San José del Guaviare, caseríos aledaños al río Guayabero
y los departamentos regados por los ríos Guaviare e Inírida.
Navíos con capacidad de hasta 200 toneladas de peso, surcan las aguas del
Ariari, junto a falcas, voladoras y canoas de menor calado. Las empresas
dedicadas al transporte de carga generalmente tienen sede en la ciudad de
Villavicencio.
El río Manacacías que riega los municipios de Mapiripán y Puerto Gaitán
presenta una opción de transporte para los habitantes de la parte oriental
del municipio de Puerto Lleras.
Plan de Desarrollo Gobierno de Participación Comunitaria.
Envíos
Administración Postal Nacional
Wilson Gutiérrez es el Agente Postal
Rapidísimo
Isidro Sánchez Montaña dirige esta dependencia.
Iglesia Católica
Cielo religioso
Parroquia Nuestra Señora del Carmen, liderada por el Reverendo Diocesano
Everaldo Calderón, se erige en el marco del parque central, con un estilo
arquitectónico piramidal.
El fundador, padre Gustavo Rojas (1964), hizo la casa cural, Valentín
Aparicio, Hugo Martínez (construyó la estructura de la iglesia), Serafín
39

García, Julián Figueroa, Julio Santuliana y Alicio Alvira, le siguieron en el
apostolado.
Jorge Marulanda, Salvatore Artizzo, Boguslaw Bujalski (Padre Bogdan),
Francisco Dobrobodsky, Gustavo Obando, Carlos Jaramillo, Ancizar Toro,
Joselín Contreras, Gustavo, aparecen como antecesores en el ejercicio del
sacerdocio en este municipio.
Boguslaw Bujalski (Padre Bogdan).
Iglesias Cristianas
Iglesia Pentecostal Unida de Colombia.
Movimiento Misionero Mundial
Centro Cristiano Asambleas de Dios
Pastor Oscar Medina
Iglesia Adventista del 7º Día
Organismos de socorro
Cuerpo de Bomberos Voluntarios
Por iniciativa de prestantes personalidades, se viene gestionando la
presencia de este organismo de ayuda, reconocido legalmente mediante
personería Jurídica 054 emitida el 28 de mayo de 2004.
La junta directiva presidida por el señor Guillermo Rodríguez, está
compuesta además por Orlando Díaz Tabares (vicepresidente), Marco
Aurelio Acuña (secretario), Guillermo Rivera Ramírez (tesorero) e Isidro
Sánchez (fiscal).
Aprovechando la experiencia del comandante Víctor Hernández, secundado
por el señor Luís Galeano, 34 aspirantes a bomberos, entre ellas cuatro
mujeres, iniciaron labores de capacitación. Aunque solo cuentan con
herramientas elementales como linternas, manilas y camisetas con logo
adoptado por los Voluntarios, además de la solidaridad de la comunidad,
desde una sede provisional, le ponen el pecho a esta labor y están
gestionando la adquisición de un vehículo de rescate a través del ciudadano
norteamericano Tomás Brand.
Información ofrecida por el señor Guillermo Rivera Ramírez.
40

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
Ocho madres comunitarias dirigen sendos hogares, regidas por la señora
Nohora Vanegas, dependientes del Centro Zonal que despacha en Granada.
Redes sociales
Asociación Municipal de Juntas de Acción Comunal – ASOJUNTAS –
Presidente Profesor Olivo Gutiérrez.
Grupo Los Libertadores
Encabezados por la señora Rosa Martínez Rubiano (esposa de Anacleto
Reyes) y el apoyo de la señora Marina N., 70 adultos mayores, se reúnen los
lunes, martes y miércoles en los salones de la casa cural, donde desarrollan
jornadas de recreación (rana, naipe, dominó, minitejo).
Asociación de Productores Agropecuarios de Tierra Grata -
ASOPROGRATA -
Influidos por el señor Carlos Moyano y apoyados por el PLANTE, desarrollan
un proyecto de sustitución de cultivos ilícitos, mediante la implantación de
10.000 hectáreas de plátano y cacao.
Marfil
Organización no gubernamental presidida por David Vega, entre sus logros
tiene la apertura de la emisora Marfil Stereo, el desarrollo del festival
turístico de Loma Linda, la realización del Encuentro “Marfil le canta al Llano”.
Para la difusión de sus actividades abrió una página Web.
Veeduría Ciudadana
Juan Pablo Castañeda, Jaime Saldarriaga y Denzo Quintero, encabezan la
vigilancia del gasto público a nombre de los ciudadanos del municipio.
Estaciones radiales
HK179 Marfil Etéreo
Medios de comunicación
41

Liderada por la ONG Marfil, transmite desde los equipos propiedad del
ciudadano norteamericano Martín Sthendall. Carlos Mario Vásquez es una de
sus voces autorizadas. El señor Javier Espitia administra esta empresa radial.
Alcaraván Radio
Voz de La Conciencia
Emisión internacional en un horario especial que se constituye en una
ventana de Puerto Lleras hacia el mundo.
Canales de Televisión
Caracol, RCN, Señal Colombia, Canal Uno, Canal A, Canal Institucional.
Internet
Servicio de navegación por la autopista de la información en la biblioteca
pública de la Casa de la Cultura Sáenz.
Fiestas y eventos
Feria de Exposición Bovina y Equina de Puerto Lleras
En el mes de octubre se celebró la versión número XVI. Su nombre original y
fecha de realización han tenido cambios, usualmente se lleva a cabo en el
puente de San José (19 de marzo). Luego de una larga interrupción, el
evento revivió, hasta convertirse en uno de los mejores del departamento.
Su mayor atractivo fue la exposición equina, donde caballistas locales e
invitados (de Cundinamarca y Tolima especialmente), jinetearon sus mejores
ejemplares.
Otras oportunidades de diversión tuvieron que ver con las tardes de toros,
en la plaza que alberga 1.500 asistentes. Una muestra agrícola,
presentaciones artísticas, bandas musicales y orquestas de talla nacional,
complementaron la programación.
El reinado de belleza convocó a candidatas de barrios y veredas, la soberana
del año 2003, Mackleine Marín Suárez, culminó sus estudios en la Unidad
Educativa Puerto Lleras. El señor Jorge García presidió la festividad del año
2003, Foción Jiménez Tello, secretario de la junta de ferias, manifestó que
este comité se renueva cada año.
42

Festival Turístico de Verano de Loma Linda
Encuentro “Marfil le canta al Llano”.
Semana Cultural
Tiene lugar a a finales de agosto y principios de noviembre.
Veladas culturales en el polideportivo del parque central.
Lugares turísticos
Parque Ecoturístico Laguna de Loma Linda, playas del río Ariari, sabanas y
bosques naturales.
Hoteles
El Edén, Central, El Alcaraván.
Espacios urbanos
Iglesia Central, Casa de la Cultura, Parque Central, Plaza de Toros.
Ecoturismo
Bosques nativos en las riberas del caño Iracá y Laguna de Loma Linda.
Escenarios deportivos
Polideportivo en el parque central, cancha de fútbol Unidad Educativa Puerto
Lleras, Campo Deportivo Jorge Eliécer Gaitán (barrio del mismo nombre),
escenarios deportivos en barrios y veredas.
Otros datos institucionales
Código DANE 313
Subregión 2
Estratos sociales 2
Año de colonización 1951 aproximadamente
Año creación como municipio 1966
Acto administrativo Ordenanza Departamental 063/65
Número Identificación Tributaria 892.099.309-2
Categoría Departamento Nacional de Planeación 6
Secretaría Planeación Departamental.
43

Mojones
de la historia
45

Poblamiento
Vistazo étnico
Nación Guayupe, indígenas que habitaron el Piedemonte
Llanero, la sierra de La Macarena, el río Ariari hasta
desembocar en el río Guayabero, desaparecieron a finales
de 1600.
Familia Mitúa, diezmados a principios del siglo XX,
moraban en el sector de Chafurray y la vega del Ariari.
Caucheros, aserradores, cazadores y petroleros,
pasaron por la zona a fines del siglo XIX y comienzos del
siglo XX.
Pioneros, Jorge Bejarano, Marcos Pulgarín, Pablo Emilio
Cabrera arribaron aproximadamente en 1949.
Fundadores, Luís Cárdenas, Ramón Escobar, Pastor Ríos,
Floro y Helena Paz, Alfredo Arboleda, Delio Cortes, Luís
Cortés, Julio Sierra, Teodiselo Ortiz, Pablo Rubiano,
Accedomo Sepúlveda y Héctor Castañeda, entre otros,
llegaron a partir de 1951.
Violencia política, éxodo y regreso de pobladores en
1953.
Colonización espontánea y colonización dirigida en 1956.
Indígenas de varias etnias traídos a Loma Linda por el
I.L.V.
Puertollerenses de segunda y tercera generación.
47

Guayupes
en Puerto Sáenz
En el mediodía del siglo anterior era notoria la carencia de
investigaciones sobre el acontecer de la época prehispánica en la
Orinoquia colombiana, hasta que la necesidad de complementar lo
establecido en otras regiones del país, hizo que los trabajos finalmente se
iniciaran hacia el año 1972.
John P. Marwitt, egresado de la Universidad de Akron, con el aproche
económico de la Nacional Geographic, recorrió la zona del Ariari encontrando
vestigios de asentamientos indígenas Guayupe, Sae y Operiguas, familias
que conjugaban posiblemente una sola etnia. Casi diez años después,
Santiago Mora e Inés de Cavalier confirmaron la existencia de esta nación
indígena.
En Fuentedeoro (caño Iriqué), Puerto Caldas (Trocha 5), Puerto Lucas y el
caño Cunimía, los reconocidos investigadores encontraron vasijas, que luego
de ser cateadas mediante la prueba del Carbono 14 registraron fechas
cercanas al año 1630 después de Cristo.
En ese husmear por las huellas del pasado, llegaron hasta el territorio del
municipio de Puerto Lleras, donde referenciaron puntos arqueológicos cuya
envergadura no se ha medido suficientemente.
Oscar Gonzalo Londoño, Nancy Espinel Riveros, Fernando González, Marisol
N, Oscar Pabón, Jairo Ruiz Churión, les precedieron en el oficio de evitar ese
olvido que se parece a la muerte, acumulando sus esfuerzos a la causa
Guayupe.
La suma de estos estudios, con el testimonio de los cronistas que
acompañaron a Spira, Federman y Von Hutten en su saga conquistadora,
permitió una aproximación sobre los linderos de la Gran Nación Guayupe:
48

“Partiendo de las riberas del río Upía se avanza por el piedemonte
llanero hasta La Sierra de la Macarena, surcando los ríos Ariari,
Guayabero y Alto Guaviare, frontera que puede ser ensanchada a
medida que se profundiza en las investigaciones sobre el tema”.
Aunque los referentes sobre la estadía Guayupe en Puerto Lleras son
esquivos, es importante asirnos a la evidencia que representan tres vasijas
que reposan en las bodegas del Museo Nacional bajo la mirada tutelar del
Instituto Colombiano de Antropología e Historia.
Evidencia Arqueológica en Puerto Sáenz
Vasija que reposa en el Museo Nacional – Patricia Ramírez – Icanh –
49

En visita realizada a la capital de la República en julio de 2002, el
arqueólogo Álvaro Botiva interpuso sus buenos oficios para franquear la
entrada de quien esto escribe, junto con mi hermano Henry, para observar
la triada de cerámicas que el señor Arsenio Silva transfirió al Instituto en el
año de 1970, aduciendo que las había encontrado entre Puerto Lleras y la
desembocadura del Ariari en el río Guaviare.
En los depósitos del Museo Nacional, en medio de cientos de piezas sin
catalogar, con la complicidad maternal de la doctora Patricia Ramírez,
obtuvimos las placas que testimonian ese pasado.
Los vecinos de la vereda Veracruz nos informaron sobre el descubrimiento
de piezas arqueológicas, especialmente cuando el río crece en invierno y
erosiona las riberas.
En nuestros recuerdos infantiles, añares hace, retornamos a las escapadas a
bañarnos en el sector de La Vocacional, y entre la arena, tropezábamos
ocasionalmente con restos de cerámica, fragmentos de chaquiras y
hachuelas de piedra. Un poco más hacia el norte, en los predios de la señora
Miriam de Casallas reseñamos evidencias arqueológicas de habitantes
ancestrales.
Indígenas del Piedemonte Llanero, Mora y Cavelier-Instituto Colombiano Antropología e Historia
- Los Guayupe agricultores alfareros de nuestro Piedemonte y Sabana, Manuel Adolfo Torres-
50

Indígenas en Chafurray/ Padre Calasanz los visitó hace más de
un siglo
Parcialidades
Mitúas
“
Hacia 1889 indígenas Mitúas vivían en parcialidades que, desde
Chafurray, se extienden hasta el Amarizán, punto donde casi termina
el Alto Guaviare; se encuentran también en las riberas del Guayabero,
en las cabeceras del Inírida y en varios lugares del Caquetá”.
“Son bien musculados; altos; de talle airoso; color moreno oscuro; pelo lacio
que se recortan ambos sexos, dejándolo crecer únicamente hasta la altura
de las orejas; ojos pequeños; nariz achatada; los pómulos salientes, la cara
redonda y los labios gruesos. Carecen de barba, pues los pocos que llegan a
tenerla es escasa”
Descendientes indígenas Mitúas del río Ariari - Foto ONCE -
51

“Cada familia tiene por jefe al padre, y éste es el que dispone de ella como
bien le parece, pues aun cuando cada parcialidad tiene un capitán, éste no
puede obligar a ejecutar alguna cosa a ninguno, si este, o de quien
dependa, no conviene; es sí, es el que se entiende, casi en todo, con los
blancos, como ellos llaman a la gente civilizada”.
“Este título es honroso entre ellos, y lo adquiere el más fuerte, ágil y
valiente que exista en la tribu, siempre que ésta le reconozca la superioridad
Debida”
“Tienen idea de un ser supremo, lo reconocen, pero no lo adoran, y
demasiada fe en los agüeros; entre los cuales citaré el que tienen con
respecto a los Guahibos, a quienes temen por creer que tienen el don de
perjudicarlos cuando a bien les place”:
“si un guahibo llega a sus casas y por casualidad enferma un indio de la
tribu, lo atribuyen al visitante diciendo que “el guahibo echó maluco”; si la
enfermedad se contagia o mueren varios, abandonan sus conucos, les
ponen fuego y van a establecerse a otros lugares”.
Comunidad de Guayaberos – Archivo expedición 1995 –
“No practican ningún comercio; cuando salen a San Martín solo llevan unos
pocos pedazos de cera y tal cual ovillo de cabuya para cambiar por zaraza,
anzuelos, cuchillos etc; que llevan para vender a los indios por lo que les
hace falta”
52

“Los regalos que en ese pueblo reciben de sus padrinos y demás, también
los venden; y los chinchorros de su uso los ferian también; pero no los
hacen con ese objeto, de manera que, si lo venden y no consiguen el
reemplazo, lo reponen fabricándolo, y no hacen mas”.
De esta manera el padre Calasanz Vela hizo un inventario étnico
sobre las parcialidades indígenas que encontró a su paso por los
territorios de Puerto Lleras en su recorrido por el río Ariari hacia el
Orinoco.
Corroborando las apreciaciones del Reverendo Vela, los vecinos manifiestan
haber encontrado restos humanos, hachuelas en piedra y otros elementos
líticos, en el sitio de Mataredonda, entre el cruce de Chafurray y Tierra
Grata.
A estos cementerios les atribuyen influencias extrasensoriales reflejadas en
el erizamiento de la piel humana o el susto que según ellos ocasionan a las
bestias mulares cuando frecuentan estos caminos.
Suponemos que la creciente presencia del hombre blanco que ocupó sus
territorios en labores de cauchería, caza y pesca, exploraciones petroleras o
con el ánimo de colonizar sus territorios, ocasionó su desplazamiento hacia
el pasaje hídrico conformado por el Bajo Guayabero y el Alto Guaviare.
En los Resguardos (asignados por el Estado) de Caño Ceiba, Caño La Sal,
Barrancón, Venezuela y Caño Jabón, sobreviven menos de un millar de
individuos con el nombre de Guayaberos, acosados por los colonos blancos,
abandonados del gobierno central y desconocidos por sus congéneres de
otras etnias colombianas.
Reductos étnicos
Luego de la partida del Instituto Lingüístico de Verano hace unos años,
familias de diversas etnias que laboraban o vivían bajo la influencia
norteamericana se quedaron en la población de Puerto Lleras, siendo
asimilados por el modelo occidental.
53

Preámbulo
histórico
Bajo el mando del presidente Mariano Ospina Pérez, el prurito de la
violencia política se extendió por los rincones de la patria y sus olas
luctuosas se desplazaron desde los campos hasta las crecientes urbes.
A comienzos del año 1948, mediante un memorial de agravios, el caudillo
liberal Jorge Eliécer Gaitán, le avisó al país la trágica situación que se
estaba presentando en los departamentos de Santander y Boyacá.
El Jefe del Partido Liberal, crecía en presencia, convirtiéndose en la
esperanza de millones de compatriotas. Ante la amenaza contra los suyos,
convocó la “Manifestación del Silencio”, que el día 7 de febrero del mismo
año, sacó a la calle a millares de seguidores. En la plaza de Bolívar, en
medio de un silencio que rugía, pronunció el discurso más importante de su
carrera política.
Cuando el dedo del asesino apretó el gatillo, Gaitán cayó al suelo y las
fuerzas del averno se desataron sobre el país. Nubarrones de sangre
bañaron la patria. La barbarie se regó en casi todas las regiones, miles de
colombianos se vieron desplazados de sus lugares de origen. En los Llanos
Orientales la insurrección hizo apología a la resistencia. Las tierras del Ariari
ofrecieron su facundia para albergar a campesinos y peregrinos venidos
especialmente del Tolima, Huila, Valle, Cundinamarca y Boyacá.
El Bogotazo, Memoria del Olvido, Arturo Alape, Editorial Planeta.
En un principio .... - (1949)
Pedro era uno de ellos y se bajó a puro remo desde Puerto Limón, por el
mismo cauce que siglos atrás navegaron indígenas, conquistadores y
misioneros en busca del Orinoco.
Un poco más abajo de la desembocadura del caño Iracá, vio un claro en la
selva y decidió atracar. Arrejeró la embarcación a un palo orillero y puso los
pies en campo firme, secundado por la curiosidad de su perro. Tierras
54

aldías vieron sus ojos (montes virginales a la espera) para fundarse y sacar
adelante su familia.
Conciente de que donde se “tentaba se hallaba”, pensó que sus sueños eran
posibles, tanto como saber que se llamaba Pedro Bejarano, natural de Junín
– Cundinamarca – según rezaba su recién estrenada cedula.
A golpe de hacha abrió un destapado. A pesar de que una de sus piernas
cojeaba, por las heridas merecidas en quien sabe que batalla, erigió los
horcones en la tarde que apuraba, hasta sostener el precario techo de
palma. Bajo ese cambuche, junto a su hija y su compañera Laura, durmió su
primera noche de gloria, arrullado por el cascabel del río y asediado por el
rumor de las fieras. A pesar del cansancio, hubo alientos para el amor,
con ardor incluso.
Amaneceres radiantes lo alumbraban en la socola donde germinarán el maíz
y los frisoles. Así sembró el pancoger para llenar la barriga de su mujer y la
hija que estaba “volantona”.
Al paso del tiempo la chagra florece, las gallinas entorpecen el orden en el
patio solariego y los marranos no son ajenos a la ceba cereal. La vaca
fundadora muge en el corral rudimentario. La manutención parida por las
manos callosas de Pedro (llámese vida) está asegurada.
Este mismo terreno, conocido como “Las Bocas” fue hollado por Héctor
Castañeda López y un grupo de hombres libertarios que buscaban refugio en
el cambuche de un amigo llamado “El Zarco” y la “Negra Chona”. A su vez
Hernando Narváez “Bocito”, exploró estos lares como cauchero y luego
como militante de Aljure, siendo famoso por su puntería, pese a un ligero
temblor propio de sus manos.
Bautizo de fuego – (1951)
Ante los sucesos de violencia, el capitán insurgente Dumar Aljure
Moncaleano, junto con Plinio Murillo (Veneno) y Berardo Giraldo, conocido
como El Tuerto, entre otros, bajo el mando general de Guadalupe Salcedo
Unda, prendieron el polvorín de la resistencia en los Llanos Orientales.
Luego de heroicos combates en el Piedemonte, Arauca y Casanare, Aljure
comisionado para domeñar la región, erigió sus cuarteles en Rincón de
Bolívar y con sus huestes copó estos territorios hasta San José del Guaviare;
buscando contacto con los colonos que recién empezaban a fundarse, los
reunía en “Las Bocas de Iracá” o en la casa de Bejarano.
55

Los mandos del Ejército para cerrarle los espacios, enviaron destacamentos
a su zona de influencia. En cumplimiento de su deber “peinaron” el
territorio, llegaron a los dominios de Bejarano y destruyeron su vivienda,
talvez asociándolo con los rebeldes. Este huyó atemorizado y se refugio en
Villavicencio.
El oficial a cargo, de apellido Sáenz se acantonó en unos ranchos que
mandó a construir para el alojamiento de la tropa. Cavaron trincheras y
levantaron barricadas. Plantaron unos surcos de naranjos que iban hasta la
orilla del río. Se deshojaban implacables las calendas de 1951. Acatada la
misión, el oficial regresó a su guarnición, heredó con su patronímico el sitio
llamado Las Bocas, que seguiría apareciendo en los mapas y en las
páginas de la historia con el nombre de Puerto Sáenz.
Hay quienes sostienen que el mote tiene su origen en un militar de apellido
Sáenz, propietario de estos eriales selváticos, que donó una parte para erigir
el poblado. Elevada consulta a la oficina del Instituto Geográfico Agustín
Codazzi que funciona en San Martín se estableció que esta entidad hizo su
primera prospección catastral sobre el terreno en el año de 1970, motivo
que impidió conocer de manera oficial sobre la ocupación del territorio en el
momento de su fundación.
Auscultando una monografía editada hace más de treinta años sobre el
departamento del Meta, en sus páginas encontramos al Teniente General
Alfonso Sáiz Montoya, ex ministro de Guerra y Cónsul del gobierno
colombiano en Bélgica, como Jefe Civil y Militar de los Llanos, en el periodo
intendencial, hecho tangencial que pudo haber incidido en el bautizo del
incipiente caserío.
Parábola del retorno
El General Rojas Pinilla asumió el poder y los vientos de la pacificación
recorrieron a Colombia. Alfredo Duarte Blum, alto oficial de las fuerzas
gubernamentales, asomó a los Llanos esgrimiendo la bandera de la paz.
Guadalupe Salcedo Unda, comandante de los alzados en armas, recogió el
guante que le lanzaron.
El trece de septiembre de 1953, en la Hacienda Cantaclaro (San Martín), con
Dumar Aljure Moncaleano y Plinio Murillo depusieron las armas. Aljure no
obtuvo el perdón por ser desertor del Ejército colombiano.
Pasado el entrevero, Pedro y su hermano Adonai, regresaron al conuco y
entre las ruinas reinventaron la casa de bahareque y techo de palma.
Algunos colonos retornaron a la región del Ariari. Y llegaron otros nuevos,
provenientes en su mayoría del centro del país.
56

En una ronda por los alrededores, Pedro se dio cuenta que no estaba solo:
Marcos Pulgarín, compañero de gesta, se fundó en este lado del río. Julio
Sierra, Pablo Emilio Cabrera y su esposa Leonor se amorocharon en ese
mismo sector.
Alcides Velásquez se asentó en Puerto Guamo, bajando el Ariari a mano
izquierda. José Gutiérrez en Caño Negro y Eleuterio, su hermano, al frente.
Sergio López incursionó en Canadá. Julio Buitrago colonizó el caño José
María. Nativo Pérez dio nacimiento a la finca Charco Indio. Junto a él, Pedro
y Joaquín Lombana se jugaron su baza.
Adán Prada apareció en Puerto Nuevo. Carlos Quintero (El Humano) escogió
el rumbo de su incertidumbre en La Tigrera. Delio Cortés y Luisa Lizarazo,
señorearon Puerto Mosco, por los lados de la serranía.
Titanes de hacha y machete, acompañados por sus mujeres, abrieron con
sus manos callosas los surcos de una cosmografía pletórica de esperanza.
Allí tuvieron hijos y asemillaron los troncos genealógicos de su
descendencia.
Pedro Bejarano inició una pequeña fonda para dar albergue y comida a los
esperanzados que arribaban. En la mayoría de los casos no cobraba
estipendios por los servicios prestados. Cuando le preguntaban la razón de
su generosidad respondía que “el Dios de los cielos proveería para todos”.
El lugar sirvió como punto de recolección y mercadeo de pieles de caimán y
tigrillo, que eran trasladadas al interior del país por un señor llamado Carlos
Merchán, quien trabajaba para una compañía alemana. El comerciante
impuso el sistema de endeude, suministrando munición y provisiones a los
cazadores, éstos le pagaban con pieles la obligación contraída.
El movimiento suscitado por este negocio se apuntaló económica y
socialmente con la colonización del Guaviare: la navegación por el río Ariari,
que paulatinamente convirtió el caserío en sitio de importancia geopolítica y
favoreció el desarrollo del asentamiento humano.
Aparece el caserío (1953 más o menos)
Pasaron tres años desde que Bejarano llegó a estas tierras. Ramón Escobar
y Rosa abrieron una residencia y sentaban a manteles a sus clientes. Pastor
Ríos y su mujer Julia pusieron un almacén que entre sus servicios incluía el
de carnicería. Llegó Benigna Paz con sus hijos Floro y Helena.
57

La señora Bruna Hernández inició una pequeña tienda por los lados del
puesto de Policía. Al frente, se instaló don Vicente Martínez cariñosamente
conocido como “Viento Seco”.
Asomó el viejito Santiago Bravo. Bautista Cárdenas “ Tita"”, Marcos Espinosa
“Conejo” y Marianito Almeida, un sanmartinero ajuntado con una mujer
blanca, Virgilio del Río, el carnicero, Flora viuda de Castañeda con su
numerosa prole. Emilio García se atemperó en el otro lado del río.
Otro visionario, Víctor Rivas, erigió la primera casa de material, en el sitio
donde funcionó la droguería de Carlos Uribe y ahora abre sus puertas la
heladería y residencias La Cristalina.
Los primeros tiempos - Foto Eliécer Martínez Moreno –
Entre la selva, oleadas de colonos trazaron el croquis rural del naciente
caserío. Los hermanos Euclides y Santos Suavita en Puerto Guamo. Luís
Cárdenas en la vereda José María (tenía casa en el poblado).
Teodiselo Ortiz Parra y Carlina Trujillo se avecindaron con Isidro Barrios,
Julio Buitrago, Anacleto Reyes, Gonzalo Fuentes, Jorge Rodríguez, Gonzalo,
Antonio y Lilia Cárdenas en el mismo lugar.
Luís Triana abrió trabajos en el costado sur de la Laguna de Loma Linda.
José Cortés en La Tigrera. Jairo y Pablo Gutiérrez, Edilberto Basallo, Efraín
(Sapo de Cobre), ocupan sus lugares en esta historia.
Cuantos nombres se escaparon en los tremedales de la memoria,
todos igualmente importantes.
58

Mesas para expendio de carne junto a la mata de bambú - Foto Eliécer Martínez Moreno –
Fundación de Tierra Grata
Los hermanos Manuel y Aquilino Varón; Jorge, Julio Cesar y José Grimaldo, y
el señor Juan Gama, venidos del Tolima a principios de los años 50,
levantaron unos ranchos en Tierra Grata, alrededor de los cuales cultivaban
plátano, arroz y caña.
Pedro Casas y la señora se establecieron del barranco para abajo, son unos
de los colonos más antiguos de Tierra Grata.
Los primeros núcleos estaban conformados por Aquilino Varón y Teolinda y
sus hijos Enrique, Jaime, Argenis y Jenny; Manuel Varón e Isabel Durán, sus
hijos Alfonso Durán, Edgar, Manuel Antonio, Yesid, Yimi, Esperanza, William,
Eulises.
Alfonso Durán y Emperatriz Yate, sus hijos Luís Alfonso, Armando, Norvey,
Deysi, Arnulfo, Miriam y Millán.
Francisco Martínez Gómez (Pachito) y Paulina Páez, sus hijos Buenaventura,
Luís, Mariano y Gabriel. Pedro Vargas y Avelina, sus hijos Pedro, Marina,
Olga.
Ángel María Yate y Laura, sus hijos Ángel, Emperatriz, Lorenzo, Virginia,
Saúl y Jacinto. Lino Yate y Pureza, Ángel, sus hijos Eduardo, Lino, Polo,
Julia, Teresa, María.
59

Ubaldo Herrera junto con Anita Fajardo, sus hijos Roosvelt, Yamile y
Enrique.
Juan Gama y Rosa, sus hijos Elisa, Marina, Leonor, Jorge, Juancho, Libardo,
Pedro José y Víctor.
Jorge Pineda y Orlinda Perdomo, sus hijos Yineth, Alberto, Fabio, Jorge y
Julio.
Carlos Ríos y Esperanza, sus hijos Rocío, Arley, Helena, Ferley, Carlos y
Rodolfo. Nicolás Rivera. Gilberto Baquero “El Diablo” y Dora.
Avenida Las Palmas en la década del 60 – Archivo Canamicare –
Hacienda Candilejas
Antonio Dishington, un escandinavo, dueño de los predios de la Hacienda
Candilejas, inició el montaje de una cadena productiva que incluía matadero,
frigorífico, pista de aterrizaje, aserrío, taller de mecánica, chircal, silos,
galpón y un casino. Desbrozó enormes potreros en las montañas de
Casibare, con la ayuda de un tractor sacó la madera para el aserrío, sembró
maíz, y empradizó el área en pasto puntero.
Descumbró Puerto Candilejas (La Lindosa), sobre el río Ariari, sembró
plátano, yuca, maíz, caña y otros cultivos, entre el caño Limón y el río Ariari.
Anclaron tres lanchas de aluminio, con capacidad de unas diez toneladas,
para transportar carga por el río. Se ensayó una pequeña siembra de
algodón, una vez cosechado, se envió a la fábrica de tejidos La Garantía,
propiedad de Dishington.
60

Colonización
dirigida
Cuando los goznes del tiempo se detuvieron en el año de 1956, el
Estado habló el lenguaje de las colonizaciones programadas y encargó
a la Caja de Crédito Agrario Industrial y Minero para iniciar tres frentes
regionales.
Puerto Avichure 1963 – Archivo Canamicare
Canaguaro, Avichure y Charco Indio fueron los sitios escogidos para estas
empresas que no tuvieron éxito, salvo la de Canaguaro, que pese al retiro
del apoyo oficial, por su cercanía a San Juan de Arama y Granada y la
apertura de vías de comunicación, se mantuvo.
Colombia sus gentes y sus regiones – Instituto Geográfico Agustín Codazzi, Bogotá marzo 1991-
Entrevista con Carlos Vega.
61

En el año siguiente, tras la llegada de un gran número de colonos, Bejarano
deslindó sus terrenos en la parte sur de Puerto Sáenz.
Presionado por circunstancias políticas adversas (parece que fue tildado por
sus tendencias izquierdistas) se fue para San Martín, luego de vender el
predio a Manuel Noreña.
Posteriormente se enrumbó hacia Tame (Arauca) donde tuvo varios hijos.
Allí se perdió su huella, cuando corrían las doceavas del año 59.
Ante el fracaso de la colonización en Avichure (tierras gredosas, no aptas
para la agricultura), algunos de los sobrevivientes siguieron el corte y se
afincaron en La Tigrera y zonas aledañas.
Tiempos de cosecha
Quienes lograron pelechar se dedicaron a cultivar arroz. Luego de socolar,
derribaban y quemaban el terreno, la siembra era a chuzo, la recolección del
grano se denominaba “raspa”.
Los cogedores se protegían los dedos con caucho o esparadrapo. Aun no se
conocían las combinadas ni las cosechadoras mecánicas.
El sistema de partija era usual. El amo de la tierra ponía el terreno y la
semilla, el partijero se hacía cargo del trabajo y se dividían el producto
obtenido.
Se cosechaba en los meses de junio, julio y agosto correspondientes a la
estación invernal. En la cosecha de “traviesa” se sembraba maíz. La carga
era transportada en mulas desde el tajo hasta la bodega.
En canoas impulsadas con el sistema de “palo atrás” la llevaban al punto de
compra más accesible. Algunos comerciantes, entre ellos Artemo Toro,
recorrían caños y ríos para acceder a la compra.
Desde San Martín, centro poblado más cercano, se llegaba por una trocha
que atravesaba los hatos sabaneros El Crucero y Churrubayes, hasta el sitio
denominado Chinata, exactamente en la finca propiedad del colono Pablo
Rubiano (Pablo Portillo). Luego se embarcaban por las aguas de caño Iracá
para llegar al caserío.
62

Canoa manejada a palo atrás en las bocas de Iracá – Archivo Canamicare
Chinata tomó renombre, tanto que las primeras cédulas se expidieron bajo
esa denominación, con jurisdicción del municipio de San Martín.
Los camiones traían los bastimentos y llevaban los productos a los mercados
más cercanos, al timón de Jorge Saavedra, Jorge Naranjo (colono de Puerto
Limón), Gonzalo Hernández, Helí N. y Facundo Enciso.
Después asomaron Jorge Barbosa, Joaquín Ignacio Niño Saravia. Norvey
Cortéz, tenía un Chevrolet bien engallado. Pablo Herreño, Héctor Castañeda,
Artemo Toro, al mando de camioncitos Ford 600, cortos, de ocho tacones,
capacitados para 50 bultos máximo, les tocaba dejar medio carro entre la
chucua caminera con tal de llegar a su destino.
“Voleadores de chipa”, trochadores puros, con nombre propio en las fojas
de esta zaga, que ayudaron con su esfuerzo a evolucionar este pueblo. Sin
ellos la utopía no hubiera sido posible.
Puerto Sáenz creció por el apogeo de las cosechas de arroz, los carros
llegaban llenos de recolectores, se comerciaba también la madera, el
pescado seco, las pieles de tigrillo y otros animales de monte.
La gente empezó a armar casas. Con la venida de los camiones surgieron los
primeros coteros: Manuel Vélez, Rigoberto López, Purifico Yara, Luís
Norberto Vélez, Jota, Rozo Negro, Rozo Blanco y Alberto N.
63

Consumían arroz, plátano, maíz. El Ariari era generoso en variedades de
pesca. Se lograban valentones y amarillos hasta de veinte arrobas. La
marisca montaraz les prodigaba carnes de zaino, lapas y gurres.
El puerto en temporada de cosecha – Archivo Canamicare –
Primigenias letras (1954)
En uno de los ranchos que el Ejército había abandonado, abrieron la
escuela. La profesora, una señora de edad, que fumaba tabaco (su nombre
naufragó en los regadales de la memoria), contaba entre sus alumnos los
hijos de Aquilino y Manuel Varón, los descendientes de Nativo Pérez, los de
Agapito Verano, muchachos muy inquietos que agotaban la paciencia de la
docente. Cuando los iba a castigar se escapaban como ratones por entre la
yaripa de los bohíos. La sucedió doña Clara, mujer de Manuel Noreña,
hermano de Lola, esposa de Manuel Hoyos, quienes habitaban a orillas del
caño Iracá.
Aparecen en las páginas de este relato dos nombres y una fecha: La
profesora Iduara Guarín, fundó la escuela Inocencio Chincá, en 1958,
rindiendo homenaje a un Sargento Segundo del Ejército libertador.
Entrevistas y conversatorios con Manuel Vélez, Julio Sierra, Marcos Espinosa, Luisa Lizarazo
viuda de Cortés, Florentino Paz, Ventura Martínez, Lía de Martínez, Jorge Hernández, Héctor
Castañeda López, Ernesto González Pacheco, Rafael Parra, Juan Alsyna Y´brossa, Rogelio Ortiz
Trujillo.
El chiflón de la gente….
El engranaje cósmico nos transporta al año de 1959: Puerto Sáenz fue
elevado a la categoría de Inspección de Policía, unida umbilicalmente al
municipio de San Martín.
64

El primer inspector fue el señor Tomás Dederleé, le siguió don Luís González
a quien se le recuerda por haber trazado la avenida principal sembrada de
palmas africanas, donadas por Benjamín Perafán, timón de la lancha
Colombia, quien las trajo de su finca en Charras (río Guaviare).
Muestreo de pobladores años 60
Al comenzar los años sesenta Puerto Lleras se convirtió en opción de vida
para un buen número de familias que llegaron atraídas por el progreso que
se vislumbraba.
A continuación, una lista en orden alfabético, en la que se pueden cometer
injustas omisiones, no malintencionadas sino más bien causadas por la
desmemoria, intercaladas con el registro de algunos sucesos de la época:
Lancha de Perafán fondeada en el Puerto - Foto Eliécer Martínez Moreno -
Abelardo, Lino, José, Horacio, Gilberto, Álvaro, Francisca, Jorge Mancilla,
familia de comerciantes.
Adolfo Hincapié & esposa, hijos, finquero.
Antonio Ayala & Sara, luz Nelly, Gloria, Jairo y Ángel, comerciante.
Alberto, Roque y Telésforo Padilla, finqueros.
Anibal Ayala “El Gordo” & esposa, comerciante.
65

Antonio Cano & esposa, Egidio, Elsa, Emilia, Ana, colones venidos del
Tolima.
Antonio Torres “Trompadas”, Ana del Socorro Castillo, sus hijos Gustavo,
Omar, Graciela, Julio Enrique, colonos de la vereda Puerto Nuevo.
Alonso Franco, colonizó la finca Amanzaguapos con los hermanos
Sepúlveda.
Alfredo Arboleda & esposa, Saúl, Germán, Helena, Cecilia, blanca, dueño
finca La Gardenia.
Alipio Gordillo, Yimer, Helí y Omar, hermano de Lisímaco, comerciante.
Accedomo Sepúlveda (Pomo), agricultor, alcalde municipal, su hermano
Hugo Sepúlveda (alcalde de Granada y Puerto Lleras), su esposa Zully, su
cuñado Juan Plutarco Cortés.
Armando, Dagoberto, Jorge, Alberto Matiz, esposas e hijos, finqueros.
Antonio Morales & Rosalba, Enrique, Antonio; su hermano José Joaquín
Morales (Gorra Frita), matarifes.
Absalón González & esposa, Juan Carlos, comerciante.
Efraín Pedraza, Floralba González, Álvaro Chaparro, Víctor Manuel Velásquez, Gerardo González
– Archivo Luzmila González
66

Armando y Álvaro Chaparro, sus parientes Ángel María Riveros y Alberto
Silva, comerciantes, llegaron en 1967.
Alberto Santana, esposa e hijos, comerciante.
Artemo Toro & esposa, fundador, transportador, comerciante.
Aura Pinzón & Dumar, Marcos, Víctor y Patricia Rivera, ama de casa.
Buenaventura Martínez & Lía Martínez, Nelly, Edith, Adela, Nelson, Haydee,
Eulalia, Elmer y Derly, se dedicó a la ganadería en Tierra Grata.
Bertilda Campuzano & José López, Carmen, Leonilde, Fernando, Ulises,
Ángela, Rocío, finquero.
Belén de Chávez, Inés y Carlos, ama de casa.
Belisario Hernández & Jael Delvasto, Ricardo y Hermes, finquero.
Benigna Hernández, Florentino y Helena Paz, fundadores, comerciantes.
Sacerdote Valentín Aparicio y seminaristas por la calle principal – Archivo Luzmila González
Olga Gasca, Hernando, Gilma, Marlene, Euliser, Estella, Yolima, Wilmer,
Ruby, Hislayne, propietaria de un restaurante.
67

Carlos Uribe & Nelly Moreno, sus hijos Carlos, Hugo, su cuñado Elías
Moreno, dueño de una droguería.
Carlos Vega y Blanca, padre de William, Arturo, Inés, Teresa, Rosa, Dora.
Carmen Galvis, madre de Jorge, Humberto, Edgar, Nohora, Amanda,
vendedora de alimentos.
Conrado Cortes & esposa e hijos, comerciante.
Camilo Mojica. Colono y líder agrario.
Carlos Bermúdez “Calebas” y Rosa, padres de Carlos y Milton, comerciante,
transmitía las justas deportivas desde un altoparlante.
Cupertino Becerra, esposa e hijos, finquero.
Daniel Parra y esposa e hijos. Era fontanero.
David Gallo e Isabel Diosa, Héctor y Acceneth Diosa Segura.
Delia Cortes y Luís Silva, en el sector destruido frente al Puesto de Policía.
68

Delio Cortes y Luisa Lizarazo, David, Melba, Delia, Lidy, Delio, Aída, Narda,
colono fundador, se asentó en la serranía.
Dionisio Vergara y esposa e hijos, dueño de una droguería.
Eduardo Pérez Leal, cultivador, dirigente de la Anuc, hermano de Hernando
Pérez Leal “Cabuya”, jugador de fútbol.
Eduardo Ostos y su esposa, padres de Fernando, Manuel, habitante del
barrio Gaitán.
Eduardo González “Frente Mango”, primer operario del planchón, le dieron el
puesto porque tenía carné de navegante por el río Magdalena, vino con sus
padres y hermanos.
Ernesto González Pacheco y Concepción Sánchez, Arley, pescador y
comerciante.
Eliécer Martínez Moreno y Ana Floriza Miranda, pequeño comerciante, padre
de Jorge Eliécer, Nelson, Edgar, Nelly, Edilberto, Henry, Constanza, sus
nietos Jorge Eliécer, Erika Eliana, Camilo Laín, Deisy, Engels, su cuñada
Luisa Isabel Cristina.
Emiliano Rivera y Josefina, Horminzo, Guillermo, “Pelusa”, Arnoldo,
agricultor.
Emiliano Bayona, comerciante esposo de Raquel, educadora, padres de
Eisneda, Emiliano y Ninfa.
Emiliano Forero, esposa e hijos, finquero.
Emilio García y su esposa, colono, dirigente agrario, padre de Luzdary,
Helena.
Etelvina González, esposa de Juan, madre de Marina, Gladis, Alberto,
Salomón.
Etelvina Godoy esposa de Querubín Díaz, padres de Vicente, Luzdary, Blanca
Stella, Magali, Ruth y Derly, especialistas en comidas.
Evelio Cardona, sus hermanos Eutimio y Mauricio.
Fabio Hernández, propietario del bar El Arbolito.
69

Fabio Sandoval y Herlinda Hernández, padres de Edith Rocío, y Martha,
comerciante. Rosalbina Morales, madre de Herlinda, Carmen y Rosalba.
Fabio Aguirre “Machuca Fierro”, ferretero, su esposa, padres de Mariela,
Fabio.
Faustino Castiblanco y su esposa, padres de Erney, Orfa, Faustino,
finqueros.
Francisco Antonio Franco Castro y María Elvia Jaramillo, padres de Fabiola,
Manuel, Amparo, Arturo, Germán, Carlos, Daniel y Luzdary.
Flora Viuda de Castañeda, madre de Ben Hur, Floridiano, Nolasco, Fenelón,
Ruth Melba, Mariela y Flor.
Gerardo Díaz Miranda y Omaira Hernández, funcionario público, músico,
publicista.
Gerardo Miranda y Alicia, padres de Jorge, Marina (diseñadora de modas),
Yolanda (educadora), Germán y Javier.
Gerardo González y Rosalba Mosquera, comerciantes, padres de Arismedy,
Luzmila (funcionaria judicial), Zorany (educadora), Nubia (empleada
creditaria), Floralba, Nidia y Sorley.
Gilberto Arroyabe Montoya e Iduara Restrepo Restrepo, padres de Ramiro y
Janeth.
Gilberto Nieto, Elizabeth Hernández, padres de Yaneth, Elizabeth, Stella,
Gilberto.
Gustavo Tocora y esposa e hijos, finquero.
Gonzalo Zárate Triana, luchador social asesinado en Villavicencio, hermano
de Daniel, Humberto, Gloria y Miriam.
Hernán González y Marlén Cortés, panadero, fundador de una emisora.
Hernando Parra y María Elsa, padres de Gloria, Edgar Orlando (alcalde),
Henry, Jorge Eliécer. sus hermanos Milciades y Emiliano (padre de Rafico)
llegó el 24 de octubre de 1960, ganaderos.
70

Primera promoción alumnos Escuela Vocacional – Archivo Delia Cortés
Humberto, Aristóbulo y Gladys González (educadora), junto con sus padres,
colonos del otro lado del río.
Horacio Vanegas y esposa e hijos, finquero.
Isabel y Saúl González, dueños del restaurante Tulúa, padres de Luz Mary,
Jaime, “Mantequilla, Guillermo.
Jairo Idárraga, estudiante de bachillerato, deportista, reside en Granada
hermano de Mario, vivía con su abuelita.
Jacinto Céspedes y Rosmary, comerciante.
Jaime El Avenero y su esposa.
Joaquín Ignacio Niño Saravia y Ofelia Muñoz, transportador, comerciante,
fundador padres Henry, Guillermo y Nancy.
Jorge Flores y esposa, padre de Bayardo y unas hijas muy hermosas, primer
inspector de policía, dueño de la finca La Esperanza.
Jorge Grimaldo y Berta Guzmán, pescador, líder campesino, padres de
Haydee (empleada creditaria), Libia, Jorge, Luís Alberto, Betty, Alfredo,
Violedy.
71

José del Carmen Molina y Paula Leonor Romero, padres de Miguel,
Alejandro, José del Carmen (Pepe), César, Judith, Patricia, Paula y Ruth.
Jesús Sánchez y Otilia Montaño, sastre conocido como “El Burro”, padres de
Dagoberto, Isidro, Alben, Holber, Daniel y Javier.
Freddy Casas, Cesar Fandiño, Bernardo Muñoz, Jesús Valbuena, Eduardo Fajardo – Archivo
Luzmila González.
Jesús Valbuena y Blanca Contreras, deportista, siendo concejal sufrió un
atentado, su hermano Miguel, su suegra Martha, su cuñada Janeth.
Juan Mina y su esposa, trabajador agrícola y pescador proveniente del
Chocó, vivía en La Vocacional a orillas del caño Iracá.
Julio Parra y esposa, hijos, comerciante.
Jesús Zorrilla (Chucho El Enfermero).
Jesús Segura y esposa, colono hermano de Pablo, Fernando, Libardo, Julio y
Ramón.
Jorge Fierro, esposa e hijos, finquero vivía en el sector de Loma Linda.
José Murcia y esposa e hijos, líder agrario, se echaba un bulto al hombro
desde la orilla del río y no descargaba hasta que no llegaba a su finca en El
Cruce.
Julio Cuellar, esposa e hijos, comerciante, llegó convidado por Álvaro Pérez
“Pipelón”.
72

José Jacobo Riapira “El Ñato”, comerciante.
Virginia Perdomo, madre de Laurentino, Esneider, Yensy.
Lisímaco Gordillo y Anita, dueño del Almacén Más por menos, padres
Francisco, Lisímaco, Jorge Eliécer, Ana, Victoria, Elsa, venían de Maicao,
junto con su amigo Roberto Alzate, sus sobrinos Francisco y Carmen Ñustes.
Lucas Caicedo “Maestro Cuchara” y esposa, padres de Guillermo, mecánico
dueño del Taller El Central y Enrique, mecánico como su hermano.
Luís Pardo & Esther, Luís, Arturo.
Luís Cortes y esposa, finquero padre de Norvey, Luís, Violedy.
Luís Aguilar y esposa, padres de Berenice, Jairo (comerciante), Hernando.
Luís Cantor y familia, agricultor, propietario de un tractor.
Luis Carlos Caniche, educador, hijo de Caniche.
Luís Romero (Hacho) y familia, finquero, fundador.
Luis Triana y esposa, vivió en la parte sur de la laguna de Loma Linda.
Lino Guayacán y familia.
Luís Felipe Hernández y Ana Emilia Henao, padres de Francisco, Rubiela,
Peregrina, Jorge y Eunice, María Enoc, su hermano “Juanito”.
Doña Margarita, dueña de una tienda de cerveza, madre de Luis Enrique.
Misael Ayala, Irene Páez, Leonilde, Gilberto, Facundo, Joaquín, Belén,
Rosalba.
Mariela Díaz, llegó como enfermera.
Mauricio y Evelio Cardona.
Manuel Noreña & esposa, Manuel, Nancy.
Mocho Misael, vendedor de jugos, padre de un escolta del alcalde de
Villavicencio, Hernando Martínez.
73

Aterrizó el Instituto Lingüístico de Verano
En 1962 el gobierno colombiano invitó al Instituto, mediante un convenio
con el Ministerio del Interior, a investigar en forma técnica, ordenada y
exhaustiva las lenguas de las comunidades indígenas existentes en
Colombia.
Según sus auspiciadores, el I.L.V. era un ente sin ánimo de lucro, integrada
por personas de diferentes países del mundo dedicadas al estudio de los
idiomas que no tienen escritura y al servicio de los grupos indígenas.
Su nombre fue tomado de una entidad que dictaba cursos de lingüística
aplicada durante las vacaciones de verano a quienes deseaban servir a las
comunidades étnicas.
Avioneta despegando en la pista de Loma Linda – Archivo Miguel Ángel Castillo
Sus miembros no recibían remuneración por su labor, cada uno de ellos se
responsabilizaba de sus gastos personales y de trabajo, los cuales se cubrían
mediante donaciones periódicas de amigos, familiares e iglesias cristianas.
Ante la imposibilidad de digerir un idioma separándolo de su ambiente
natural, los norteamericanos inicialmente se radicaban en la comunidad
motivo de estudio para compartir la cotidianidad de sus integrantes, con el
fin de aprender su hablar, sus costumbres y colaborar en su desarrollo.
74

Durante el proceso de aprehensión de la lengua nativa los estudiosos
preparaban grabaciones de expresiones y vocablos orales, analizaban la
estructura de la gramática y la fonología, escribían artículos sobre la cultura,
el folclor y los usos de los indígenas, luego de lo cual publicaban libros de
gramática, diccionarios y vocabularios.
El asunto era tan dispendios que para la creación de un alfabeto no era
suficiente indagar a los nativo-parlantes que símbolo preferían para
representar un determinado sonido.
Necesitaban un estudio preliminar, tanto del sistema de fonos empleados en
la comunicación, como de todos los factores sociolingüísticos pertinentes,
como por ejemplo la influencia de otras lenguas habladas en la región y la
jerarquía de dialectos del idioma.
Una vez establecida una ortografía provisional, elaboraban las cartillas y
materiales de alfabetización necesarios para que los indígenas se
capacitaran en lectura y escritura.
Además de esta labor, los evangelistas dictaban cursillos de salud, técnicas
agropecuarias, pequeña industria, literatura, mejoramiento de la comunidad
y principios básicos de la economía.
Niños norteamericanos juegan con un monociclo – Archivo Luzmila González
Puesto en firme el convenio, los norteamericanos se instalaron en el sitio de
Loma Linda, dentro de la denominada serranía de San Martín, allí
construyeron sus habitaciones en madera, particular estilo arquitectónico
que embellecía el paisaje de colinas circundantes.
75

Una pista de aterrizaje, escuela, comisariato, comedor comunal y una planta
eléctrica completaban la infraestructura de los voluntarios.
Algunos sectores de la población no veían con buenos ojos la presencia del
I.L.V. y se empezaron a tejer rumores acerca de algunas actividades que los
miembros de esta institución realizaban tras la fachada de los estudios
etnológicos y la evangelización.
Campo de voleibol con el comisariato al fondo – Archivo Miguel Ángel Castillo
Se decía que explotaban de manera nocturna uranio del fondo de la laguna
y que tenían zonas vedadas para los colombianos.
Estas versiones populares nunca fueron confirmadas. El General José
Joaquín Matallana visitó el lugar y emitió un informe desfavorable a los
norteamericanos que reposa en las oficinas del DAS en Bogotá.
Plegable I.L.V. 35 años sirviendo a las comunidades indígenas de Colombia, Bogotá, 1999 -
conversaciones con pobladores lugareños.
76

Vida municipal
La ordenanza departamental 063 emanada de la Asamblea del Meta el
29 de noviembre de 1965, expidió partida de fenecimiento a la
inspección de Puerto Sáenz y dio nacimiento institucional al municipio
de Puerto Lleras, regido en primera instancia por el señor Jorge Flórez,
nombrado por el gobierno seccional, quien se desempeñó desde su apertura
oficial, el 8 de enero de 1966 hasta el 28 de mayo de 1967.
Tuvo acompañamiento desde el concejo municipal por parte de los líderes
liberales Héctor Castañeda López, Luís Eduardo Cortés y Joaquín Ignacio
Niño Saravia, en representación del partido conservador, los señores Justo
Gutiérrez, José Corredor y Evangelista Gutiérrez, la corporación le apostó a
la paridad por cuanto el sistema del Frente Nacional exigía representación
de las dos corrientes políticas.
A iniciativa del Senador Hernando Durán Dussán y el Representante a la
Cámara Federico Castro, líderes políticos de la región, el nombre del nuevo
municipio rindió homenaje a la familia Lleras, compuesta por el padre,
Federico Lleras Acosta, el primer mandatario del Frente Nacional, doctor
Alberto Lleras Camargo (su Plan Nacional de Rehabilitación y Socorro tocó a
los pobladores de la región) y al Presidente de esa época, Doctor Carlos
Lleras Restrepo.
Primer cuerpo médico frente al puesto de salud – Archivo Canamicare
77

Por esas calendas “se dio de alta” el puesto de salud, en el mismo lugar que
ocupa el Centro de Atención de Puerto Lleras.
Era un consultorio construido en rústicos materiales donde un médico recién
desempacado prestaba atención a los lugareños con el apoyo de dos
enfermeras.
La muerte de Aljure
El 6 de abril de 1968, efectivos del Batallón Vargas sitiaron la casa donde
habitaba el guerrillero liberal en el caserío de Rincón de bolívar, luego de un
cruento combate que se prolongó jornada y media, lo dieron de baja junto
con su esposa. Una hija del matrimonio sobrevivió.
Este insuceso fue muy sentido en Puerto Lleras, porque de una manera u
otra el Capitán había incidido en la vida de este poblado desde los tiempos
en que lo fundó Pedro Bejarano. Despachaba como alcalde el señor Luís
Zambrano, las dependencias funcionaban en la casa de don Luís Cortes
(marco del parque central).
El gobierno del doctor Carlos Lleras Restrepo (1966 - 1970) impulsó la
reforma agraria, programa que permitió la llegada de muchas familias, que a
fuerza de hacha abrieron parcelas en las vegas del Ariari y el Cunimía,
tierras agradecidas que dieron buenas cosechas de arroz, maíz, plátano y
yuca, arruinadas ante la carencia de transporte adecuado.
Colono con su punta de ganado al otro lado del río – Archivo Canamicare
78

Antonio Torres, Aznoraldo Zapata, José María Murcia, Luís Lancheros,
Capitolino López, Januario Gaitán, Drigelio Sánchez, Luís Giraldo, Antonio
Moreno, Pastor Morales, Emilio García, David Prada y Rodolfo García, entre
otros colosos surcaron estas tierras.
Ante el fracaso de la explotación agrícola, el gobierno decidió apoyarlos a
través del INCORA, con un pie de cría que promediaba las 25 cabezas de
ganado. Sus cosechas se mercadeaban ante el IDEMA.
Manuel Hoyos y Lola Noreña, finquero, padres de Isidro, Alveiro, Dolores,
Nuvia, Melba, Walter, Hernán, Ligia, Omar, Hoover.
Manuel Rodríguez y María, padres de Cecilia, Mariela (educadora), Manuel
(líder político), Genaro, Fanny y Medardo.
María Mahecha, madre de Carlos, Alberto y Marlene, vivía en La Vocacional.
María Luisa Padilla, sus hijos Roque, Abraham, Aristóbulo, Telésforo.
“Mocho Floro”, perdió las manos pescando con dinamita, negocia pescado.
Marianito Almeida con su esposa, cuentan que en la violencia se bajó a
puro remo en una canoa hasta San José del Guaviare.
María Bermúdez, madre de Aldemar (sastre) y Alirio.
Marcos Pedroza y Miriam, finquero hermano de Cosme Pedroza.
Medardo Contreras y Laura, sus hijos, construyó el molino arrocero ubicado
en La Vocacional, reside en Estados Unidos, trajo a su amigo Hernando
Salazar Arellano “Hermano Tigre”, funcionario municipal varios años.
Nefalí Mondragón y esposa, dueño de unas canchas de tejo.
Noé Rincón y esposa, transportador, padres de Rafael, Julio, entre otros.
Oscar Cáceres y Lucila, agrónomo, se dedicó a su finca en Lagunazo.
Pastor Ríos y Julia Trujillo, fundadores, padres de Gladis (esposa de Julio
Lara), Teresa (esposa de Manuel Ica), Pastor, Freddy (arquitecto),
Humberto (líder político), Nury (periodista), ILSA (educadora).
Pastor Montealegre, celador y oficios generales de la alcaldía.
79

Pedro Cano y esposa, pescador, experto nadador murió ahogado en el
Ariari, padres de Hercilia, Pedro, Albeiro y Fabián.
Pedro “Papaya” Vanegas y Teresa, operario de un buldózer, padres de
Nelson, Edgar.
Pedro Julio Hernández y esposa, padres de Julio, Omaira, Carlos y Juan.
El Negro Polo, experto pescador artesanal.
Pastor Bustos, esposa e hijos, líder político amigo de Alan Jara, concejal
durante varios periodos, diputado a la Asamblea del Meta, comerciante.
“El Mocho” Pastor Cortes, padre de Humberto, Marlene, Conrado, Marina,
Yaneth y Orlando, convivió con Carmen Galviz y María Raquel Castañeda.
Pastor Silva y esposa, personero municipal, padre de José Silva (empleado
creditario y deportista).
Pedro Niño Saravia y Eulalia, padres de Ana Derly, Cristina y Susana.
Pedro Casallas, esposa e hijos, fundador, un predio suyo en la vereda
Uricacha fue invadido por colonos.
Roberto Rodríguez y Delfina Rivera, caballista, alcalde municipal, padre
Orlando, Nelson y Judith.
Rodrigo Niño Saravia y Catalina Álvarez, recaudador de impuestos, padres
de Nataly (editora), Ricardo y Rodrigo (fotógrafo profesional).
Rafael Galé, esposa, hijas, abrió el primer cine en la población.
Raúl Espinel y esposa, hijos, caballista, administrador de fincas.
Rosa Valencia, fundadora, madre de Reinerio Valencia.
Rogelio Escala, esposa e hijos, colono.
Ricaurte Valbuena “Remolacho”, asesinado luego de la toma del 99.
Ricardo Cantor Laguna, director Caja Agraria, líder político, luego de sufrir
un atentado se radicó en Neiva, ha recorrido varios países como deportista
en silla de ruedas, hermano de Hair y Vicente, también activistas sociales.
80

Ramón Fajardo y esposa, provenían de Topaipí Cundinamarca, padres de
Jorge “Campesino”, Nancy, Clemencia, Héctor, Eduardo, Ciro.
Ramón Sarmiento y Laura, finquero padres de Leonel (comerciante), Jorge
(ciclista), Everardo (empresario), Himelda (contadora pública) y Gustavo.
Ramón Escobar “El Mocho” Rosa, fundador, comerciante, famoso por sus
anécdotas, padres de Yolanda, Oscar, Mery, Marlene, Luz Dary.
Rebeca López, dueña de un restaurante, madre de Víctor.
Roberto Frías Carreño y Lira Melo, futbolista, puntero derecho, sastre,
hermano de un político departamental, agente de La Flota Macarena.
Roldan Montes y Rosa, odontólogo, padres de Miguel Ángel, Luís Carlos
(deportista), Eduardo (odontólogo), Carolina, Zaida, Roldan.
Rodrigo Zapata Acárate, hijo de Asnoraldo e Irma, dirigente de la Anuc,
asesor agrario del presidente Barco, sus hermanos son agricultores.
Rafael Uribe y Carlina, alcalde, agricultor, padre de Julián, su hermano Juan
de Dios era dueño de la finca El Toril.
Saúl Ávila y esposa, comerciante, padre de Nodier, suegro de Álvaro
Chaparro.
Saúl Soler “Mi Chinito” y Rosa, comerciante y finquero.
Sergio López, esposa, fundador, líder campesino, presidente de la Defensa
Civil, padre de Alexander, Sergio, Chela, falleció de un infarto en Granada.
Teodomiro Ochoa y esposa, padres de Hernando, Raúl, Olga, Esperanza.
Teodiselo Ortiz Parra y Carlina Trujillo, finquero, fundador, nunca se
separaba de su caballo, padres de Aura, Miriam, Rogelio, Lilia y Teodiselo.
Víctor Ramírez y Elvia López, padres de Miguel Ángel y Jorge.
Don Virgilio, fabricante de sombreros de palma.
Víctor Tejada, propietario estación de servicio, padre de Jaime Tejada.
81

Mauricio Cardona, Eliécer Martínez, Jorge Rodríguez, Teodomiro Ochoa, entre otros.
Gonzalo Grisales (zapatero) y Capulina (fotógrafo).
Pablo Emilio Rodríguez (Pablo Puntilla), Hildebrando Marín, Hernán Galindo
“Carafea” (carpinteros).
Enrique Sánchez, Polo Romero, El Tuerto Erasmo (compradores de arroz).
Luis Silva, Julio Lara, Edilberto Lara, (educadores).
Héctor, Primitivo, Luís Evelio Castañeda López, Enrique Castañeda, Alfredo
Cárdenas, Gustavo y Valentín Vanegas, Jorge Quintero “Américo”, Alirio
Hernández (esposo de Concha), “Panino”, Jairo Muñoz (El Loco), Bernardo
Muñoz (Tocho), “Tronco”, eran matarifes.
Pechuga, Chicorio, Buga, Mirolindo, Toña (personajes populares).
Camilo Mora, Germán González, Enrique Sánchez, Honorio N. Alberto
González, Benedo, Limberth (transportadores).
82

Las clases de la profesora Raquel
Para el año 68 la escuela central estaba dirigida por la profesora Raquel de
Bayona, educadora que inoculó los primigenios conocimientos en que
sustentarían las bases de sus vidas los niños puertollerenses de entonces, en
su labor estuvo acompañada de una colega de nombre Miriam.
Todavía se usaba el tradicional tablero de cemento, la tiza de cal, los
exámenes orales a fin de año, con presencia del visitador de la Secretaria de
Educación y los padres de familia, lo mismo que las calificaciones de uno a
cinco.
La escuela había sido construida por Gilberto Orozco. El mundo ha dado
muchas vueltas desde entonces, pero el recuerdo de estas enseñanzas ha
perdurado en sus alumnos por siempre.
La muchachada de la Profesora Raquel de Bayona
83

Algunos de los educandos de la profesora Raquel fueron Fernando y Manuel
Ostos, Freddy Ríos, Albeiro, Walter, y Melba Hoyos, Yolanda y Mery Escobar,
Oscar López y sus hermanos, Irma bravo, Cecilia Rodríguez, Violedy Cortés,
Gloria Zárate, Marina González y las hermanas Arboleda, jóvenes que
despuntaban en sus albores.
En 1969 abrieron las oficinas de la Caja de Crédito Agrario, contiguo a la
tienda de doña Margarita, frente a la escuela del centro, entre sus primeros
funcionarios tenemos a Manuel Alexis Sanabria, Jorge Eliécer Rodríguez,
Jorge Eliécer Martínez Miranda, Miguel Molina, Víctor Manuel Velásquez,
Dagoberto Matiz, Juan de J. Bermúdez, Catalina Álvarez, Nubia González,
Pedro Rojas, Manuel Sánchez, Milton Silva Gaona, Esteban Sierra, Edilberto
Guarín, José Silva, Efraín Pedraza, Emiliano Murillo, Humberto Pérez, Enrique
Calderón, Carlos Bejarano y Ricardo Cantor.
Años que fueron una fiesta… (1970)
Influencia hippie en los jóvenes - Foto Archivo -
Intensos momentos de bohemia en que Rodrigo Niño, Pomo Sepúlveda,
Jesús Valbuena, Nelson Martínez, Hernando Pérez, Dagoberto Morales
“Llamarada” entre otros “nueva oleros” del momento, se pegaban
borracheras monumentales y escandalizaban las señoras del pueblo con su
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pelo largo y la música de los años 60. En esta época se hicieron famosas las
pesadas bromas que hacía Rodrigo Niño a sus compañeros de parranda, las
cuales a pesar de todo, eran aceptadas de buen talante por sus contertulios.
Ramón Escobar, conocido cariñosamente como “El Mocho Ramón”, era
menos célebre con sus apuntes humorísticos.
Carlos Bermúdez “Calebas” declamaba cada vez “El duelo del mayoral”,
haciendo aflorar la furtiva lágrima de sus escuchas. En noches de plenilunio
Guillermo Rodríguez, hermano de Enrique, imitaba a Pedro Infante, cuando
algunos vecinos, se quejaron ante el comandante de la Policía, éste les
contestó que dejaran quieto al “Manito criollo”, porque sus canciones eran
un buen aliciente en su vigilia por darle seguridad al pueblo.
De un momento a otro se puso de moda que
las parejas se volaban para no enfrentar el
compromiso matrimonial. Los fugitivos
viajaban en La Macarena de once y media.
Como la siguiente línea partía a las cinco de la
mañana, cuando los ofuscados padres
intentaban reaccionar, los amantes llevaban
más de cinco horas de ventaja. Con el
nacimiento del primer hijo, la pareja
regresaba y obtenía el perdón de los nuevos
abuelos. Algunas de estas uniones persisten
conformando orgullosos troncos familiares.
Carlos Bermúdez (Calebas)
Foto Adela Martínez
En semana santa los espíritus se recogían, los
estudiantes que buscaban el saber en los
claustros capitalinos, regresaban a visitar los suyos. Jugadores de trompo
“picaban calles”, poniéndole brío a la competencia callejera para no pagar el
petaco de cerveza que generalmente se bebían los patos que hacían barra.
Durante las ferias y fiestas se toreaban bravas reses casanareñas y se
escogían como reinas a las chicas más bellas del pueblo. Orquestas
contratadas en Granada o Villavicencio amenizaban el evento.
Tipleros de vereda rasgaban las cuerdas en la serenata querendona,
carreras de caballo, riñas de gallos, juego de cacho, eran permitidos por los
alcaldes de fiesta.
La navidad se celebraba con alegría. Improvisados artistas se presentaban
en un palco establecido frente a la iglesia, luego de la novena que
diariamente le correspondía a un gremio. La repartición de la natilla y los
buñuelos acercaba a las familias. Todo el mundo se conocía.
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Luego de la natividad, se esperaba con ansiedad la llegada de los santos
inocentes, día en que no se podía recibir ni un tinto, ante el riesgo de
consumir un brebaje cargado de sal.
La noche anterior, los bromistas del pueblo cambiaban de sitio a los avisos
comerciales. Nunca faltaba comida y trago para brindar por la llegada del
nuevo año. El sancocho de olla era infaltable en la Laguna de Loma Linda.
Eso era una fiesta.
Puja social (1973 – 1974)
Arístides Jacobo Payán, quien venía de ser inspector de Policía en la
población de Mapiripán asumió la alcaldía por mandato del gobernador del
Meta, fue acompañado en su gestión por el personero Ricardo Cantor
Laguna y el tesorero Nelson Martínez.
Eran concejales Pastor Bustos, Raquel de Bayona, Carlos Vega, Pablo Emilio
Rodríguez y el abogado Oscar Figueredo, quien adelantó un debate acerca
de la presencia del Instituto Lingüístico de Verano en Loma Linda.
Algunos de ellos se proyectaron en el ámbito regional y llegaron a ser
diputados a la Asamblea, como Héctor Castañeda López y Pastor Bustos.
Pablo E. Rodríguez, Ricardo Cantor, Jorge Grimaldo.
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El comercio vivió uno de sus mejores momentos: Álvaro y Armando
Chaparro, Fabio Sandoval, Conrado Cortés, Lisímaco Gordillo, Absalón
González, Ernesto González, Gerardo González, Saúl Soler, asomaron al
mundo de los negocios en Bogotá, especialmente en el sector de
Corabastos, tenían tanto prestigio y moralidad en los pagos, que sus
cheques eran recibidos sin ninguna reticencia.
Dando culminación a la gestión realizada por el sacerdote Valentín Aparicio,
se abrieron las aulas del colegio de bachillerato en el primer semestre de
1972, el reverendo español no dudó en sufragar con recursos propios la
nómina de educadores, con tal de cubrir la necesidad sentida de quienes
culminaban el ciclo de primaria y debían partir a Villavicencio o la capital de
la República.
Los aspirantes empezaron a recibir clases en las instalaciones de la escuela
central, bajo la rectoría del profesor Eusebio Martínez y su esposa Betty.
Entre los primeros alumnos se cuentan Miguel Ángel y Jorge Ramírez, Julia
Yate, los hermanos Grimaldo, Gilberto Nieto, Hernando Guerrero Gasca,
Jairo Idárraga, Gonzalo Zárate, Orlando Parra, los hijos de Roldán Montes,
David y Lidy Cortés.
Otros educadores vinculados a la naciente institución fueron Cerveleón
Murillo, Capitolino Santamaría, Elkin Castañeda, Libia Castillo, Gumersindo
Peña, un chileno exiliado por el golpe ocurrido en su país, todos ellos
liderados por la esposa del médico local que reemplazó al primer rector.
Dos años después el colegio fue trasladado a la sede construida por el
Instituto Colombiano de Construcciones Escolares - ICCE- institución
gerenciada por el político llanero Alfonso Latorre Gómez, quien erigió otros
colegios en el departamento y los dotó de buses para transporte escolar, el
que le correspondió a Puerto Lleras tuvo como conductores a Sírix Cortés,
Daniel y Humberto Zárate.
El deporte fue promovido, eran frecuentes los campeonatos de fútbol,
hombres y mujeres practicaban el básquetbol, por las carreteras aún
destapadas lugareñas competían avezados ciclistas, destacándose César
Fandiño, Jaime Contreras, Jesús Valbuena, Jorge Sarmiento, los hermanos
Isidro, Hernán, Hoover Hoyos y Eduardo Fajardo.
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Eduardo Fajardo corona el Alto de la Luna – Archivo Luzmila González
Se hacían intercambios con Puerto Limón y Puerto Santander, partidos
internacionales disfrutaron los asistentes a la cancha (parque central),
cuando los equipos locales enfrentaban los gringos de Loma Linda.
Diamante, Porteños, La Cigarra, Huracán, Usuarios Campesinos y Loma
Linda, disputaban ardorosas finales transmitidas por altoparlante.
En 1975 la selección juvenil de fútbol integrada entre otros por Luís Ernesto
Gallego, Edgar Orlando Parra, Jairo Idárraga, Carlos Romero, Bermúdez, los
hermanos Grimaldo, Portela, Luís Carlos Montes, Miguel Ángel Ramírez, Link
Newcomer y Marcos, (dos jugadores norteamericanos) Arturo Pardo y
Hermes Luengas, se trajo el campeonato departamental, luego de perder
una reñida final frente al onceno Saeta en el estadio Macal de Villavicencio,
el gol de la honrilla fue anotado por Luís Ernesto Gallego. Seis jugadores
fueron llamados a la selección Meta, pero las condiciones no lo permitieron.
Al año siguiente, con la misma nómina, salvo
algunas variaciones, logró el subcampeonato en la
liga metense, evento disputado en Acacías,
superando equipos de mayor trayectoria.
Orlando Parra Quiroga, recuerda que el equipo de
Granada fue el que los puso en mayores aprietos,
registrando un marcador en contra de cuatro goles
contra uno en el primer tiempo, guarismo que fue
igualado en el transcurso del partido.
José Silva (delantero), Hernando Pérez “Cabuya”
(lateral), Fernando Andrade y Álvaro Mancilla
(arqueros), Edilberto Lara, jugadores en la categoría de mayores, que se
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destacaban por su habilidad y no contaron la oportunidad de mostrarse en la
liga profesional, algunos de ellos fueron llamados a prueba en la selección
departamental, pero su vinculación no se cristalizó debido a que tenían que
asumir su radicación en Villavicencio bajo su propio peculio.
Campeones departamentales juveniles 1975 – Archivo Canamicare
Además de ser un periodo de progreso para la comunidad, también lo fue de
inquietud social. Los campesinos agremiados alrededor de la Asociación
Nacional de Usuarios Campesinos, reclamaban sus reinvidicaciones. Crédito,
mercadeo para sus productos, tierra para quienes la trabajaban.
Surgieron líderes agrarios como Rodrigo Zapata, Emilio García, Humberto
González, José Murcia, Jorge Grimaldo, que se contactaron con personajes
que conocían la realidad nacional como Reinaldo Perdomo (huilense), Rafael
D´Luis (Hoy catedrático de la Universidad Distrital), Elkin López y Luz
Tamar, Wilson Balaguera, Nelson Vivas, estos dos últimos líderes
estudiantiles del colegio Caldas de Villavicencio.
Siguiendo las directrices de la llamada Línea Sincelejo, impulsaron una
invasión en la vereda Uricacha, cerca de una decena de dirigentes fueron
encarcelados.
Los estudiantes de bachillerato, ante la mano fuerte aplicada por la rectora,
se fueron a paro, apoyando los campesinos. Las autoridades educativas
departamentales decretaron vacaciones anticipadas y durmieron el
movimiento. Al regresar a las aulas, la rectora fue trasladada y los
promotores del cese amonestados fuertemente.
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Otros sucesos del decenio
Roberto Rodríguez, asumió la primera magistratura municipal, luego de la
salida de Jacobo Payán, Rodríguez, un paisa casado con Josefina Rivera,
contó con los servicios de Gladis Ríos como secretaria.
La oficina de la Administración Postal que presta el servicio de correos
nacionales se abrió en el año de 1975, gestión del alcalde Rodríguez, su
primera funcionaria fue la señora Nelly Martínez.
Ricardo Cantor Laguna, después de su paso por la administración, dedicó su
vida a promover acciones de tipo social, que no fueron bien interpretadas.
En la semana santa de 1975
participó como orador en el
sermón de las 7 palabras. El
1º de mayo, luego de una
celebración deportiva con
motivo del día del trabajador
fue víctima de un atentado,
un proyectil le interesó la
columna y perdió su
movilidad. Siendo líder
reconocido, hubo protestas
callejeras en la capital
metense, hecho registrado
por la prensa nacional.
A la izquierda, Ricardo Cantor Laguna
Cantor Laguna se dedicó al deporte en silla de ruedas, viajó a eventos
internacionales, entre ellos uno en Inglaterra, reside en Neiva, donde es
dirigente comunal y participa en acciones de paz. Se casó con la profesora
Amparo Sandino, ceremonia a la que asistió el alcalde de la capital huilense,
con ella tuvieron una hija. Sus hermanos Hair y Vicente, conservan el mismo
pensamiento social de su hermano, pese a que este fue víctima de la
intolerancia.
El libro conocido con el título “Memorias de una vida en silla de ruedas” del
escritor Ananías Valenzuela, narra la vida de Cantor Laguna y fue laureado
en un encuentro nacional de memorialistas.
Luís Carlos Pulido fue otro alcalde de la época y le entregó en 1978 al
folclorista y escritor llanero Melesio Montaño, quien gobernó hasta el año
siguiente, adelantando obras como el mejoramiento del puesto de salud y la
repotenciación de la planta eléct3rica.
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Tiempos
de
tropel
(1980)
Según el antropólogo Oscar Gonzalo Londoño Díaz, en su libro La
Colonización del Ariari, a mediados de los años sesenta, se estableció en el
departamento del Meta, el Secretariado de las Fuerzas Armadas de Colombia
- FARC –
En la década de los ochenta, sus militantes se ubicaron en el área rural del
municipio de Puerto Lleras, hecho que posteriormente ocasionó la llegada de
las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y el consecuente enfrentamiento
que no termina, enmarcado dentro la situación general que vive el país.
Estos movimientos estratégicos, vistos a la luz del análisis, reflejan “el afán
de los grupos armados por buscar el poder en el Meta, de esta manera la
guerrilla y las autodefensas, luchan por apoderarse del departamento por
que aquí florece la coca, está enterrado el petróleo y la corrupción
administrativa permite la irrupción de estos en la cosa política”.
Hugo Velásquez Jaramillo y Juan Manuel Caballero, Llano 7 Días viernes 27 de febrero / 2004
El patricio liberal Rafael Uribe, Hugo Sepúlveda, Fabio Orozco Zapata,
William Ocampo, Julio Carrasco, Guillermo García, Enrique Rincón Puello,
Hugo Arias, Benjamín Rivera Gallo y Carlos Fonseca, asumieron la dignidad
de alcaldes municipales en los previos al tropel.
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Una vez establecida la figura de la elección popular de alcaldes, los
puertollerenses escogieron como mandatarios locales a estos personajes:
José Accedomo Sepúlveda
(8 de junio de 1998 / 31 de mayo de 1990)
Procedente de Versalles (departamento del Valle), junto con su hermano
Hugo y su amigo Alonso Franco desbrozaron la finca Amanzaguapos en la
vereda la Esperanza.
Resultó elegido como el primer alcalde popular de Puerto Lleras, sus
principales ejecutorias tienen que ver con la adquisición de una planta de
275 kilovatios, a la que bautizaron “Laura”, el mejoramiento y arborización
del parque, (sembraron entre otros un samán) y luego de una intensa
gestión logró la anhelada interconexión eléctrica desde la población de
Puerto Limón.
Retirado de la vida pública, en compañía de sus hijos y su esposa Zully, está
dedicado a la agricultura, en el predio fundado con su hermano fallecido.
Edgar Orlando Parra Manrique
(junio 1º de 1990 / mayo 31 de 1992)
Uno de sus contendores en la brega electoral fue el líder agrario Emilio
García; durante el período comprendido entre junio de 1990 y mayo de
1992, este hijo de fundadores y alumno del colegio de bachillerato local,
consiguió en el Fondo Nacional Hospitalario 123 millones destinados al
centro asistencial de la población y gestionó ante el Plan Nacional de
Rehabilitación 155 millones para alcantarillado, entre otros logros.
Héctor Diosa Segura
(junio 1º de 1992 / diciembre 31 de 1994)
Exalumno del colegio de Bachillerato, luego de su paso como inspector de
Casibare logró llegar a la primera magistratura, desde la cual realizó
importantes ejecutorias.
Edgar Orlando Parra Quiroga
(enero 1º de 1995 / diciembre 31 de 1997)
Repitió en la alcaldía Parra Quiroga, tras derrotar seis contendores, uno de
ellos, el señor Humberto Jerez.
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Entre sus obras fundamentales tenemos la consecución del banco de
maquinaria (1 buldózer, 1 cargador, 2 volquetas diesel, 2 volquetas a
gasolina), donados por INVIAS, gracias al apoyo del abogado asesor de la
seccional Meta Miguel Ángel Ramírez López.
Construyó además la casa de la cultura, gestionó 300 millones destinados al
hospital y el 50% de los recursos para el complejo ganadero, construyó
aulas en el colegio y los dotó de salas de sistemas.
En esta época abandonó Loma Linda el Instituto Lingüístico de Verano, pese
a que el convenio con el Ministerio del Interior, había sido prorrogado,
pudieron más las presiones de los grupos alzados en armas y la agudización
del conflicto en la región.
Antes de tomar esta determinación, Ramón Rasing, había sido secuestrado y
estuvo dos años en poder de sus captores.
Albert Meehan, fue el último director del I.L.V., aunque los norteamericanos
salieron del país, sostienen nexos de amistad con moradores de Puerto
Lleras, como Thomas Brand, que apoya el Cuerpo de Bomberos y donó el
monumento de banderas, se tiene conocimiento que el lingüista Víctor
Kondo, aferrado a los hilachos de la nostalgia no regresó a su patria de
origen.
Rogelio Ortiz Trujillo
Hijo de Teodiselo Ortiz Parra y Carlina Trujillo, hermano de Aura, Miriam,
Lilia y Teodiselo, nació en Puerto Lleras en 1960.
Resultó electo para el siguiente periodo institucional, se posesionó el 10 de
enero de 1998, presionado por grupos fuera de la ley, renunció el 6 de julio
del mismo año.
En ese corto periodo alcanzó a construir varios puentes veredales, un
carreteable en Casibare y gestionó apoyos para instituciones educativas,
entre ellas la de Charco Trece.
Foción Jiménez Tello
Llegó a la primera magistratura municipal encomendado por la gobernación
del Meta, se inició en el cargo el día 7 de julio de 1998, también fue
amenazado por fuerzas irregulares, situación que lo avocó a la renuncia.
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Álvaro Rojas Blandón
Trabajó como funcionario de salud en el hospital de Granada y otros
municipios, entre ellos Puerto Lleras, donde asumió la administración
cuando andábamos por la fecha del 12 de agosto de 1998 y le entregó al
líder campesino Elberto Rodríguez.
Elberto Rodríguez
En controvertidas elecciones calendadas el 12 de septiembre de 1998,
Elberto Rodríguez reclamó la victoria y asumió el poder local el 1º de
octubre siguiente, hasta el 4 de octubre del año 1999, cuando presionado
por focos al margen del ordenamiento se retiró del cargo.
Le correspondió la sangrienta toma de la población acaecida los días 9, 10 y
11 de julio de 1999, en la cual fue destruido el sector aledaño al Puesto de
Policía, hubo numerosas bajas y la población civil se vio fuertemente
afectada.
Caos en Loma Linda
Un corresponsal del periódico Llano 7 Días, escribió una crónica sobre la
situación de abandono en la antigua sede del I.L.V.
“Las edificaciones de lo que fue el I.L.V. han sido objeto de vandalismo”
LOMA LINDA EN MANO DE SAQUEADORES
Mediante convenio con el entonces Ministerio de Gobierno, el I.L.V. laboró
desde el año de 1962 en el sitio de Loma Linda, edénico lugar a orillas de la
laguna que da nacimiento al caño José María, en la población de Puerto
Lleras.
Quienes tuvieron la oportunidad de visitar el sitio en otras épocas,
encontraban sorprendidos, en medio de una sucesión de colinas, propias del
relieve de serranía, un hermoso villorrio conformado por casi dos centenares
de confortables casas de habitación, incrustadas en la belleza del paisaje,
erigidas en el estilo arquitectónico gringo, que buscaba la combinación de
materiales tradicionales como cemento y ladrillo, con los recursos que
brindaba la naturaleza.
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Desde allí y durante más de tres décadas, números extranjeros adscritos al
I.L.V. llevaron a cabo investigaciones de tipo etnolingüística y labores de
adoctrinamiento religioso con tribus indígenas diseminadas en lugares
selváticos del país, trabajo a veces controvertido por algunos sectores de la
opinión nacional.
Pero también fue sitio de visita de estudiantes, investigadores, turistas
colombianos y extranjeros, sumados a las gentes lugareñas, lo adoptaron
como suyo, siendo corriente que los fines de semana, festivos y fechas
especiales, disfrutaran del tradicional paseo de olla, en el que no podía faltar
un refrescante baño en la laguna.
Al finalizar el convenio, en medio de un orden público que se tornó difícil en
el país y el secuestro de uno de sus miembros,
hizo que los voluntarios del I.L.V. regresaran a sus lugares de origen.
Abandonada quedó durante algún tiempo, ocasionando el inicio de un
desmantelamiento por personas, en su mayoría de escasos recursos, que
vislumbraron en esta actividad ilícita un paño de agua tibia para sus males
económicos.
Ante esta situación, según lo relató, Jaime Tejada, Presidente del Concejo
de Puerto Lleras, se posesionaron en las casas de Loma Linda, con el fin de
solucionar su problema de vivienda, también con el ánimo de ayudar a
conservar en buen estado las locaciones abandonadas.
Aunque las intenciones eran buenas, su accionar no se ajustó a la legalidad,
por carecer de un proyecto con reconocimiento jurídico, ante lo cual el
Ejército Nacional la ocupó.
La anterior administración, en cabeza del alcalde, Edgar Orlando Parra, inició
gestiones ante organismos y entidades estatales, para convertir a Loma
Linda en un centro turístico y vacacional, pero infortunadamente estas no
cristalizaron.
A mediados de septiembre, la base militar fue desocupada, y el lugar quedó
otra vez solitario, situación que permitió a personas inescrupulosas continuar
desvalijando las casas, desprendiendo puertas, ventanas, tejas, arrancando
baldosines, piezas de madera y arruinando las redes de energía y teléfonos.
Miguel Ángel Castillo, antiguo trabajador del I.L.V., lleno de tristeza y dolor,
fue testigo del deterioro de las instalaciones, que ya acusan las ruinas
propias del pasar de los tiempos, tanto que hasta la maleza empieza a
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invadirlas, taponando la malla de caminos que permitía un desplazamiento
rápido por todos los rincones del poblado.
“No lloro de nostalgia, porque Dios es muy grande y me ha dado fuerzas”
manifestó Castillo, al ver como el vandalismo arruina el esplendor de otros
años.
La comunidad de Puerto Lleras, en un esfuerzo por conservar sus raíces,
inició gestiones para declarar la zona como patrimonio, acto que
corresponde al recién creado Consejo Municipal de Cultura, no sin antes
averiguar que dependencia del gobierno central tiene a cargo las
instalaciones.
De acuerdo con lo manifestado por la concejal Hermelinda Ruiz, luego de
este diagnóstico, se plantea elaborar un proyecto para el manejo integral de
Loma Linda, mediante la creación de una entidad, compuesta por habitantes
del municipio de Puerto Lleras.
Llano 7 Días, diciembre 11 de 1998
Rodolfo Lozano
Ante la crisis suscitada por la salida de Rodríguez, el Secretario de Gobierno
Municipal Rodolfo Lozano, fue nombrado interino el 12 de octubre de 1999.
Jorge Garzón
El 28 de octubre de 1999, el gobernador del Meta, Alan Edmundo Jara
Urzola, escogió al señor Jorge Garzón como alcalde encargado.
Convocadas las elecciones el 19 de diciembre, se inscribió como único
candidato el exalcalde Héctor Diosa Segura, para de esta manera arribar
nuevamente al primer cargo municipal.
Héctor Diosa Segura
(enero 1º de 2000 / diciembre 31 de 2002)
En la vigencia del 2000 Puerto Lleras fue el cuarto municipio del país en la
Evaluación de Eficiencia Fiscal y Administrativa. En las estadísticas
departamentales ocupó el primer lugar, lo que motivo el recibo de incentivos
por parte del gobierno nacional que robustecieron el escaso presupuesto de
la población.
Departamento Nacional de Planeación
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Luego de muchos años asfaltan vía a Bogotá
La edición del martes tres de abril de 2001 del periódico regional Llano 7
Días, trajo impresa la siguiente noticia:
En 15 días inician obras en la vía Fuentedeoro – San José del Guaviare
LA REVOLUCION DEL ASFALTO LLEGA AL ARIARI
Con la adjudicación de las obras de pavimentación a cinco compañías, el sur
del Meta y el Guaviare empiezan a soñar con el progreso y el desarrollo
económico.
Dentro de pocos días un ejército de unos 1.500 hombres llegará al Ariari
armados de palas, picas, retroexcavadoras, motoniveladoras, volquetas y
vibrocompactadores, para transformar una trocha en una carretera que
transportará el desarrollo al sur del Meta y el Guaviare.
Y no es para menos. Cinco firmas constructoras entrarán a operar en esa
región para ejecutar en doce meses los trabajos de adecuación y
pavimentación de cerca de 90 kilómetros de carretera. Se trata de las
compañías Insco Ltda, Esgamo Ltda., Aliva Stump de Colombia, Cromas
Ingenieros Constructores y Alfonso Sarmiento González, que trabajarán en
distintos frentes y que actualmente realizan el reconocimiento topográfico.
La obra de pavimentación está dividida en dos tramos. La firma Esgamo
trabajará entre Fuentedeoro y el kilómetro 11; Insco, que tiene tres
contratos, inicia en el Km. 11 y se extiende hasta el Km. 34, y Cromas
operará en 10 Km. del tramo Puerto Lleras – Cruce de Puerto Rico. Los
siguientes 22 Km. estarán a cargo de la compañía de ingenieros Alfonso
Martínez González.
El ingeniero Francisco Bautista, director de obra de Insco, explicó que será
necesario levantar el terraplén de la vía metro y medio del nivel actual del
río Ariari y de los predios de las fincas, para sacarlo de la zona de
inundación, así como la ejecución de drenajes cada cien metros.
El director regional de INVIAS, Juan Manuel González Torres, agregó que se
utilizarán cerca de tres millones de metros cúbicos de material granular para
la construcción y compactación del terraplén, y que ya se cuenta con las
licencias ambientales para la extracción del material en las diferentes
fuentes.
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Llano 7 Días edición martes 24 de abril / 2001
Abriendo caminos
Cinco meses después, el medio escrito reportó que las cinco firmas
constructoras estaban construyendo uno de los proyectos más grandes de la
Orinoquia, aseverando además que Insco y Aliva Stump construirán dos
variantes en el trayecto Fuentedeoro – Puerto Lleras, una de ellas, cuenta
con 11 kilómetros y se inicia en el kilómetro 24 + 600 y termina en Loma
Linda (Puerto Lleras), evitando así el paso de la vía por el casco urbano de
ese municipio.
El corresponsal del periódico tuvo la oportunidad de hablar con las gentes
aledañas, quienes manifestaron que la obra debió construirse hace veinte
años y Luz Miriam Quintero propietaria de un restaurante en Puerto Lleras
manifestó que desde que empezaron las obras se ha visto beneficiada,
porque hay mas personal, lo que incrementó sus ventas, y subió el ánimo de
sus vecinos por las oportunidades de trabajo que se presentan.
Llano 7 Días edición martes 11 de septiembre / 2001
En el mes de octubre, el director regional de INVIAS anunció recursos por el
orden de los 51 mil millones de pesos, destinados a la terminación de la
pavimentación entre Fuentedeoro y el cruce de Puerto Rico, así como la
construcción de un puente de 100 metros de longitud que estará sobre el
caño Iracá, llegando a Puerto Lleras.
Llano 7 Días edición 2 de octubre /e 2001
Incursión Paramilitar
Un suceso luctuoso se registró en el perímetro urbano del municipio de
Puerto Lleras, cuando tres personas murieron, en una incursión realizada
por un grupo supuestamente paramilitar, como lo informó un funcionario de
la administración municipal al periódico Llano 7 Días.
Según la nota del periódico, el grupo armado reunió las gentes en el parque
central y arengó a los pobladores para que no colaboren con las fuerzas
guerrilleras, luego de lo cual asesinaron al señor Dionisio Vergara,
propietario de la Droguería El Puerto, a un señor de apellido Mendivelso, de
profesión pasero en el río y a un indigente.
El insuceso causó consternación, por cuanto el señor Vergara era
ampliamente conocido por su vinculación de varias décadas en la población.
Tomado del periódico Llano 7 Días
La vía toma cuerpo
El viernes 30 de noviembre de 2001, José Martín Pabón, director de obra de
la compañía Insco, señaló a la revista Portafolio, que la carretera ya está
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cogiendo cuerpo pues existen tramos donde es posible avanzar a más de 60
kilómetros por hora y que los tres tramos a cargo de la compañía, se
encuentran avanzados en un 40%.
Respecto de la etapa que arranca en el kilómetro 24 + 600 y culmina en la
entrada de Puerto Lleras, en el sector de Loma Linda, aseveró el funcionario,
que se encuentra toda en proceso de construcción.
Revista Portafolio edición 30 de noviembre / 2001
El día del carro bomba
Al mandatario local Diosa Segura le correspondió un nuevo evento de
violencia, cuando el martes 12 de marzo de 2002, a las nueve y treinta de la
mañana, un carro bomba explotó en la zona comercial de la población,
causando la muerte de seis personas y heridas a otras ocho.
Para el atentado se utilizó un campero Land Rover, el cual destruyó
totalmente un supermercado y afectó cinco cuadras a la redonda, así como
tres vehículos que se encontraban cerca.
Según lo manifestó el alcalde Diosa Segura a los medios de comunicación,
las pérdidas podrían ascender a 800 millones de pesos. Interrogado por un
periodista de televisión acerca de que se podría hacer ante este atentado,
manifestó consternado que lo único era “acordonar la zona del desastre”.
Las víctimas fatales fueron identificadas como María Derly Muñoz, Rodrigo
Gaitán, Jimmy Mora Higuita, el sargento Julio Cesar Rodríguez y los soldados
profesionales Dayan Montenegro Aguilera y José Ronald Bautista.
Llano 7 Días edición viernes 15 de marzo / 2002
Dinamitan puente
Un atentado dinamitero (abril 2002) averió seriamente el puente sobre el
caño Morichito entre los municipios de Puerto Lleras y Puerto Rico, un sector
por donde circulan diariamente 400 vehículos, de los cuales 300 son
camiones de carga, que transportan productos de la canasta familiar de la
región traídos del interior del país.
A esto se sumó la dinamitada del puente de El Pororio en el mes de junio, lo
que dejó aislada la población de San José del Guaviare y otras aledañas al
río, siendo la fluvial, única vía de comunicación posible, embarcándose en
Puerto Lleras para tomar el río Ariari y luego el Guaviare.
Llano 7 Días edición viernes 7 de junio / 2002
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Secuestro y muerte del Ingeniero Pabón
Transcurrido un mes largo de esta noticia, otro hecho de sangre sacudió la
región. José Martín Pabón, ingeniero residente de las obras de
pavimentación de la vía Fuentedeoro – Puerto Lleras, fue hallado sin vida y
con varios impactos de bala, la tarde del lunes anterior, en inmediaciones
del municipio, luego de haber sido secuestrado por varios hombres armados
que se lo llevaron cuando se encontraba almorzando en un restaurante de la
localidad.
La víctima, que laboraba con la empresa Insco desde hace un año, fue
dejado abandonada sobre la carretera por los autores del crimen, que según
versiones extraoficiales, lo retuvieron al medio día del lunes. El ingeniero
Pabón tenía 40 años y había nacido en Cúcuta y tenía cuatro hijos.
Llano 7 Días edición 26 de abril / 2002
Personera cuenta al mundo
Sonia Liliana García, personera municipal de Puerto Lleras, relató a la
opinión pública en el marco de un encuentro de agentes del ministerio
público que:
“A una señora le mataron su esposo. Mi función fue ayudar esa mujer y sus
siete hijos a salir del pueblo, el mayor apenas tiene diez años. Eso fue
traumático, pero más complicado es venir a Villavicencio y encontrarla con
sus hijos pidiendo limosna en los semáforos de la ciudad”.
Los personeros, son los funcionarios más próximos a las comunidades y se
encargan de atender casos de violación de derechos humanos, entre los que
también deben conocer de primera mano hechos de violencia política,
masacres y hasta temas como el control de cultivos ilícitos.
Llano 7 Días edición viernes 3 de mayo / 2002
Escuelas, parques y puentes para la paz
Pese a la difícil situación de orden público que causó preocupación en la
ciudadanía y disminución en el ritmo de trabajo de las empresas encargadas
de la pavimentación de la vía, el proyecto Escuelas para la paz, que busca el
mejoramiento de 25 centros educativos ubicados a lo largo de la vía que une
los municipios de Fuentedeoro, Puerto Lleras, Puerto Rico y Puerto
Concordia, no se detuvo.
El Secretario de Educación del Meta, Manuel Humberto Aldana, informó que
mediante gestión del Ministro de Transporte, Gustavo Adolfo Canal y la
embajadora de Austria en Colombia, Miriam D´Costa, el gobierno nacional
asignó 1.000 millones de pesos a la iniciativa.
100

Los recursos destinados a la compra de materiales para la obra fueron
consignados en una cuenta del convenio Andrés Bello, entidad encargada de
su manejo. La mano de obra la aportarán los contratistas y los estudios de
costo y diseño corrió por cuenta de las empresas interventoras.
El gobernador del Meta, Luís Carlos Torres, se comprometió inicialmente a
entregar, si es necesario, los recursos para el mejoramiento de las cuatro
primeras escuelas.
Llano 7 Días, martes 28 de mayo / 2002
La Administración Municipal de Puerto Lleras anunció el inicio de los trabajos
de mejoramiento del parque principal con una inversión de 150 millones de
pesos obtenidos por la participación en el concurso de pesebres navideños
organizado por la gobernación del Meta.
Llano 7 Días edición martes 14 de mayo / 2002
A finales del mes de junio, Juan Manuel González Torres, director regional
de INVIAS, indicó que se logró conseguir un puente provisional tipo
Callender instalado días antes para dar paso, señalando que se deben tener
medidas de precaución que van desde la regulación de peso de los
camiones, que no deben exceder de 50 toneladas, que no haya más de un
vehículo sobre el puente y que no se hagan cambios de velocidad sobre el
mismo.
Llano 7 Días edición viernes 21 de junio / 2002
Alcaldes amenazados
Un comunicado de las FARC instó a los alcaldes y concejales de los
municipios de la región a renunciar, lo que según los analistas busca crear
zozobra institucional y zonas de despeje de hecho con el fin de asegurar sus
rutas de movilización.
Pese a las manifestaciones de respaldo de sus comunidades, se produjo una
desbandada de mandatarios, tras las reiteradas amenazas del grupo
irregular, en algunos casos extensivas a los familiares de los empleados
públicos. Entre quienes renunciaron se encuentran los mandatarios de
Fuentedeoro (Adriana Sarria), Puerto Lleras (Héctor Diosa Segura) y Puerto
Rico (Víctor Moreno).
Llano 7 Días edición viernes 12 de julio / 2002
Tras las amenazas de la guerrilla a los alcaldes locales, algunas de las
administraciones municipales quedaron a la deriva. En Puerto Lleras la
alcaldía fue cerrada y únicamente quedó funcionando el hospital, el cual fue
abierto, luego de que por orden de la subversión quedó fuera de servicio.
101

Algunos jueces han tenido que dimitir o desplazarse a otros sitios para
cumplir sus funciones. El Juzgado de Puerto Lleras abrió sus oficinas en el
municipio de San Martín y Luís Carlos Pacheco, presidente de Asonal Meta,
enfatizó que aunque los jueces no han renunciado la situación de la rama
judicial es igualmente crítica que para los alcaldes.
Llano 7 Días edición martes 16 de julio / 2002
Una de las situaciones más críticas la afrontó el municipio de Puerto Lleras,
tras las amenazas de las FARC, la administración municipal se quedó sin
funcionarios, y lo que es más grave, su hospital sin médicos, adicionalmente
no hay Fiscalía, Juzgados o Registraduría funcionando.
El alcalde Diosa Segura, en un encuentro con los ministros de Defensa e
Interior, exigió al gobierno central soluciones que permitan a los alcaldes
recuperar la gobernabilidad pidiendo que el presidente electo y el entrante,
formulen una política de Estado para dialogar.
Agregó que aunque se sintió desilusionado porque pensó que el gobierno
daría incentivos (seguros de vida o respaldo a sus familias) no renunciará.
Llano 7 Días, martes 2 de julio / 2002
Geografía paramilitar
Edgar René Acosta, autodenominado Comandante 101 de las Autodefensas
Campesinas de Córdoba y Urabá, manifestó a los medios de comunicación
que se ha venido produciendo un reacomodamiento de este grupo en el
Meta, que le ha permitido ampliar su área geográfica.
Según el mencionado comandante, el bloque Centauros opera desde San
Martín hasta Mapiripán, y el del Guaviare que hace parte de las ACCU, que
se encuentra entre Puerto Lleras hasta ese departamento vecino.
Llano 7 Días edición martes 30 de julio / 2002
Ataque con cilindros
El domingo 4 de agosto, diez personas resultaron heridas, entre ellas ocho
civiles, durante un ataque perpetrado por las FARC, cuando transcurrían las
11:30 de la mañana, hora en que un artefacto colocado frente a una bodega
explotó.
Luego de la explosión, que causó heridas con esquirlas a dos soldados,
desde el otro lado del río Ariari, al frente del poblado, fueron lanzados tres
cilindros, dos de los cuales cayeron dentro de las viviendas pero no
estallaron.
102

Un tercero cayó en la calle y explotó, causando heridas a ocho civiles, lo que
provocó una estampida de un gran número de personas que tienen sus
viviendas cercanas al muelle.
En la margen derecha del río se observaba un grupo de personas vestidas
de civil y detrás de ellas varios vehículos. En la noche de domingo, muchos
habitantes de la localidad pasaron la noche en el parque.
Llano 7 Días edición martes 6 de agosto / 2002
Elecciones atípicas
El 25 de septiembre de 2002 venció el plazo para inscripción de los
candidatos a la alcaldía por el periodo comprendido entre el 1 de enero de
2003 y el 30 de junio de 2005, equivalentes a 30 meses.
Resultaron inscritos Álvaro Rojas y Jairo Alirio Linares por el Movimiento
Comunal y Comunitario de Colombia, y José Euliser Guerrero Gasca por el
partido liberal.
Igual que en Vistahermosa, los comicios que se realizarán el domingo 15 de
diciembre, están enmarcados dentro de las elecciones atípicas contempladas
en el Acto Legislativo No. 02 del 6 de agosto / 2002, que busca igualar los
periodos de los alcaldes del país a 4 años a partir del 2008.
Llano 7 Días edición viernes 27 de septiembre / 2002
Retenido burgomaestre
Tras permanecer retenido durante nueve días y ser amenazado, al parecer,
por el Frente 43 de las FARC, renunció el alcalde Héctor Diosa Segura, el
funcionario relató que el martes 24 de septiembre, cuando se encontraba a
orillas del río Ariari, revisando las obras de construcción del muelle, dos
hombres vestidos de civil le dijeron que lo necesitaban al otro lado y que si
no iba le secuestraban la hija.
Cuando fue hasta el lugar donde lo citaron, le vendaron los ojos, luego lo
subieron a un carro, en el cual lo trasladaron a un apartado lugar de la
región del Ariari. Allí le informaron que tenían orden de ajusticiarlo, no
obstante le dieron otra oportunidad, advirtiéndole que si no renunciaba al
cargo cumplirían con esa orden.
El miércoles dos de octubre fue liberado en el sector de Caño Jamuco
(Vistahermosa), desde donde caminó cinco horas hasta encontrar un
vehículo que lo condujo hasta Puerto Lleras.
Llano 7 Días edición martes 8 de octubre / 2002
103

José Euliser Guerrero Gasca
(enero 1 de 2003 / junio de 2005)
José Euliser Guerrero Gasca (partido liberal) fue elegido como nuevo alcalde
del municipio de Puerto Lleras, el domingo 15 de diciembre anterior, cuando
derrotó a Jaime Alirio Linares y Álvaro Rojas Blandón.
Llano 7 Días, martes 17 de diciembre / 2002
Entre sus ejecutorias tenemos: edificación del complejo ganadero,
pavimentación vías perímetro urbano, construcción muelle en el río Ariari,
elevación puente sobre el caño Casibare, electrificación centros poblados
margen derecha del río Ariari, apoyo de programas para adultos mayores,
gestión para vincular la Universidad Pedagógica de Tunja en esta población.
Difusión técnicas de producción y fomento del pollo para engorde en
economía a pequeños productores rurales, producción animal orgánica,
plantas potencialmente útiles en la medicina veterinaria y zootecnia,
forestería y agroforestería alternativa en el contexto de la producción
orgánica y estrategias de producción alternativa de forraje para ganado.
Implementación Estatuto Ambiental Municipal, creación de la Unidad
Municipal de Gestión Ambiental y Diagnóstico del Recurso Fauna,
incremento del cultivo de cacao en la zona rural de Casibare.
Promoción del programa departamental de fortalecimiento de la cadena
láctea del Meta y difusión del cultivo de la planta dulce Estevia rebaudiana
como estrategia sostenible de cultivo alternativo.
Impulsó las Escuelas de Formación Deportiva en baloncesto, fútbol,
microfútbol y voleibol, categorías infantil, juvenil, mayores y programas
especiales para adultos mayores, bajo la dirección del Instructor DanHoover
Hernández, directivos del equipo profesional de Castilla La Nueva pidieron
jugadores para incluirlos en su nómina.
A finales del mes de julio, Puerto Lleras se constituyó en sede de la Zona 6
de los Juegos Intercolegiados Departamentales y convocó el Campeonato
Regional de Minifútbol, con asistencia de Granada, Fuentedeoro, Puerto
Santander, Puerto Limón, Las Brisas, Puerto Rico y veredas lugareñas.
Escuelas de Formación Artística, con alumnos de diferentes edades en las
clases de Danza Folclórica Colombiana, el grupo base de la Casa de la
Cultura, compuesto por medio centenar de artistas, se presentó en el
Joropódromo y en las poblaciones de Puerto Rico, Cubarral y Lejanías.
104

El Instituto Departamental de Cultura, dio luz verde a la creación de la
Banda Musical Juvenil, el profesor Jorge William Vega, maneja la
composición de la Banda Preliminar, impartiendo clases de organeta, flauta y
contrabajo. La Biblioteca Pública, recibió del Ministerio de Cultura, una
dotación de 2.500 libros, un computador, un VH, un video bind y una
grabadora. La Casa de la Cultura, convocó la Hora del Cuento, las Tertulias
Literarias y un Cine Foro sobre películas colombianas.
El concurso para escoger el Himno oficial de Puerto Lleras, recibió siete
propuestas selladas con letra y música, el Concejo Municipal está tramitando
mediante acuerdo los recursos para la premiación.
Casa bomba en la Unión
Habitantes del centro poblado La Unión pidieron colaboración al gobierno
central, tras la explosión de 21 casas por una poderosa bomba colocada por
las FARC, grupo que reunió a los moradores y les manifestó que el objetivo
del atentado no eran ellos.
El secretario de la Junta de Acción Comunal del caserío, Armando
Hernández, quien perdió su familia en Armero, dijo que a la violencia hay
que combatirla con trabajo, con ganas de echar para adelante y empezar
nuevamente las veces que sea necesario.
Dora Marulanda, una mujer que por segunda vez perdió su vivienda por un
atentado guerrillero, manifestó que no está dispuesta a abandonar su tierra
pese a la violencia y lo más importante es que nadie murió, las paredes se
levantan nuevamente, las puertas y las ventanas se reponen, la pintura se
renueva, pero una vida perdida quien la recupera, preguntó la entrevistada.
Llano 7 Días, viernes 31 de enero / 2003
Gobernador del Meta se pronuncia
Desde el quince de diciembre pasado se empezó a construir una Estación de
Policía, obedeciendo la política de seguridad democrática del gobierno
nacional, la ubicación en medio del poblado se debe que este lote fue
donado por la Alcaldía Municipal y tiene una posición estratégica para tener
dominio sobre el río, aseveró un mando de la policía. La construcción de
este edificio, que parece mas un bunker, tiene un costo aproximado de 800
millones de pesos, está equipado con baños, camarotes, cocinas y todo lo
necesario para un buen nivel de vida de sus ocupantes.
Por su parte, el gobernador del Meta, Luís Carlos Torres Rueda, manifestó
que además de seguridad, los habitantes de Puerto Lleras reclaman obras
de inversión social, las cuales se vienen haciendo desde el año 2001,
105

epresentadas especialmente en salud y educación por valores que superan
los 900 millones de pesos.
Un polideportivo en la plaza principal, la construcción y dotación del
internado de Charco Trece, la cofinanacición del muelle sobre el río Ariari, la
contratación del diseño del puente sobre el río, obra que costará once mil
millones de pesos, son de mucho beneficio para la comunidad, aseveró el
mandatario seccional.
Llano 7 Días, martes 4 de febrero / 2003
Luego de dos años de suspensión, Puerto Lleras vivió la realización de sus
tradicionales ferias y fiestas, con invitados musicales como Darío Gómez y
Galy Galiano.
Con una inversión de 1.384 millones de pesos, el Gobierno Nacional iniciará
en las próximas semanas la construcción de un muelle de carga y pasajeros
en este municipio, como lo indicó el Ministro de Transporte, a los medios de
comunicación regional.
Llano 7 Días, martes 1 de abril / 2003
Emergencia sanitaria
El alcalde municipal, José Eulicer Guerrero Gasca, decretó una emergencia
sanitaria por el peligro de contaminación del acueducto con cadaverina,
sustancia resultante de la descomposición de cadáveres, a causa de la
ubicación del pozo donde se extrae el agua que surte la población y que se
encuentra a unos 300 metros de donde se localiza el cementerio municipal.
El director del hospital, William Baquero Parra, manifestó que
periódicamente se envían muestras del líquido a Villavicencio para que sean
examinadas y aunque no es de buena calidad, todavía no está contaminada
de cadaverina.
A esto se suma, el taponamiento de un sector de la red que conduce las
aguas negras hacia las piscinas de oxidación donde son tratadas y luego
vertidas al río Ariari, daño que fue solucionado provisionalmente.
Llano 7 Días, viernes 20 de enero / 2004
“El Arcángel cayó en Casibare
Luego de 15 años de imperio económico y dos años al frente del Bloque
Centauros de las Autodefensas Unidas de Colombia, en el cual llegó a
comandar seis mil hombres, con influencia en los departamentos del Meta,
Guaviare, Casanare, parte de Cundinamarca, Tolima y Bogotá, fue asesinado
José Miguel Arroyabe Ruiz, conocido en ese mundo con el apelativo de “El
Arcángel”.
106

Los hechos ocurridos el domingo 22 de septiembre, en jurisdicción de la
Inspección de Casibare, según la inteligencia militar, fueron perpetrados por
algunos de sus hombres que lo atacaron con ráfagas de fusil, rockes y
granadas.
Luego de su desaparición, las autoridades se preguntan sobre el futuro del
Bloque Centauros, si seguirá en el proceso de paz apoyado por su jefe y
quienes asumirán el mando de esta organización.
Llano 7 Días, 24 de septiembre / 2004
Se tienden puentes, se arreglan trochas
Con una inversión de 500 millones de pesos, los puentes de Morichito y
Pororio, destruidos en atentados dinamiteros hace dos años, serán puestos
al servicio en el mes de febrero próximo, según anuncio del Director
Seccional de INVIAS, Juan Manuel González Torres.
Trescientos veinticinco millones quinientos mil pesos fueron asignados en
audiencia pública realizada por la seccional de INVIAS a Puerto Lleras para
la recuperación de la red de vías terciarias de este municipio.
Mauricio Ramírez Kopell, director nacional de ese organismo, se reunió con
los burgomaestres locales y concertó la inversión de estos recursos.
Ante la posibilidad de escoger que carreteables deben mejorar, los alcaldes
de Granada, Fuentedeoro y Puerto Lleras, acordaron sumar sus recursos
para invertirlos en la trocha siete, que en un tramo de 100 kilómetros
atraviesa los tres municipios.
A elecciones nos vamos
Jaime Alirio Linares Castañeda ((Colombia Viva), Eliber González Valencia
(Equipo Colombia), Héctor Diosa Segura (Partido Liberal), Jairo Orlando Paz
Henao ((Vamos Colombia), Pedro Luís Moreno Hernández (Colombia
Democrática), Marco Aurelio Acuña Roa (Apertura Liberal), Juan Plutarco
Cortes Uribe (Cambio Radical), Miguel Ángel Ramírez López (Nuevo
Liberalismo) y José Jaime Tejada Sáenz (Movimiento Comunitario)
contendieron por la alcaldía municipal de Puerto Lleras para el periodo que
culmina el 31 de diciembre de 2007.
Miguel Ángel Ramírez López, abogado de la Universidad Católica de
Colombia, saboreó las mieles del triunfo al obtener 684 votos, contra 580
obtenidos por Héctor Diosa Segura, su más cercano competidor.
107

Miguel Ángel Ramírez López
(junio 2005 – diciembre 31 / 2007)
Con acompañamiento del gobernador Edilberto Castro, tomó posesión el
nuevo burgomaestre de la población y en su discurso inaugural manifestó
que su municipio requiere con urgencia una subestación eléctrica para dar
cobertura a varias veredas de su jurisdicción.
En un consejo comunal realizado en la ciudad de Villavicencio, el presidente
de la república Álvaro Uribe Vélez, anunció la adjudicación de las licitaciones
para contratar las obras de pavimentación y repavimentación de la vía
Fuentedeoro - San José del Guaviare. Consorcio Vial de Colombia y
Conconcreto serán las empresas encargadas de las operaciones con un
costo cercano a los 45 mil millones de pesos. A finales de marzo de 2006 la
pavimentación avanzó hasta el sector de Puerto Santander.
Puerto Lleras fue incluida en la ruta de las caravanas turísticas para
redescubrir el Meta, programadas por el gobierno departamental, uno de los
factores además de su gastronomía típica, es la ubicación de sitios
paradisíacos como la Laguna de Loma, que está en la visión de operadores
importantes del sector, como Cofrem, cuyo director seccional, Andrés Coral,
luego de una visita al lugar, subrayó su belleza.
108

Navegantes
del
río de Oro

110

Cuervo / Desembarca en Caño Iracá
Vistazo
expedicionario
al río de Oro
111
Carlos Cuervo Márquez*
Día y medio tardamos en llegar hasta el Ariari, hermoso río de aguas
cristalinas y verdosas, con extensas playas de arena blanquísima, y
que majestuoso, corre por entre selvas seculares.
Cauce del caño Iraca cerca de la bocana con el río Ariari – Archivo Canamicare

En las bocas del Iracá, el Ariari puede ya navegarse por embarcaciones de
vapor, aun en las épocas de mayor sequía. En sus aguas se encuentran en
abundancia pescados corpulentos y de carne deliciosa, principalmente la
cachama, el juan pobre y el amarillo, que es el más grande de todos.
Los caimanes son numerosos, y por las tardes, cuando el sol declina
en el horizonte y el paisaje se reviste de solemne majestad, las
toninas se acercan a la playa y baten con furia las aguas cristalinas.
Por la noche los mil ruidos de la naturaleza son ahogados a cada momento
por los rugidos de los tigres, que en todas direcciones se perciben, cuando
no es por el bronco resoplido de los caimanes, furiosos por los golpes que
con las mantas dan los viajeros sobre la arena de las playas.
En las riberas se ostenta una vegetación exuberante y extraordinariamente
rica en especies importantes: la copaiba y el caratero, el cañafistol y el
maraco, de hermosas flores de color púrpura y de aroma delicioso, que
desde lejos se percibe; sus grandes frutos sirven para hacer un instrumento
musical, las maracas, peculiar del llano; zingiberáceas, mirísticas, un plátano
(musa), el guachamacay, apocinia de jugo cáustico y extraordinariamente
venenoso, e infinidad de lianas de flores bellísimas.
Desembarco en Iracá
En las bocas del Iracá, y solo allí, encontramos una magnífica
papilionácea, de flores blancas, con largos pétalos colgantes y que,
según puede verse por la siguiente descripción, parece ser un género
nuevo, para el cual nos atrevemos a proponer el nombre de ariaria,
y para la especie, el de superba:
Árbol muy ramoso; hojas grandes, alternas, articuladas, con dos
estípulas en la base del pecíolo, el que es estrechado en la parte
media; limbo ancho, profundamente hendido, en la cara superior, y
correspondiendo al nervadura central, tiene una cañuela bien
marcada.
La nervadura se alarga formando una uña; flores axilares, muy
grandes y blancas; cáliz persistente, de tubo alargado que termina en
cinco grandes lacinias pendientes divididas en dos grupos que se
unen por el ápice, y cuelgan en espiral alrededor del tubo.
De las extremidades de éste, y alternando con los sépalos, se
levantan cinco pétalos erguidos, blancos, de diez a quince
112

centímetros de largo, en forma de pluma, esto es, delgados en la
base y anchos en el extremo superior.
Estambres; diez; monadelfos en la base; filamentos largos, carnosos
y encorvados, blancos; cinco más largos y cinco más cortos, que
parecen estériles; anteras encorvadas, biloculares y pendientes por el
centro.
Pistilo largamente pedunculado, ovario aplanado; estilo largo, grueso
y encorvado, estigma carnoso, unilateral y bífido. El fruto es una
legumbre larga y aplanada con los óvulos adheridos a la charnela.
Especie bellísima, crece en el río Ariari, en las bocas del caño Iracá –
340 metros sobre el nivel del mar-; florece en febrero.
Mucho más abajo de las bocas del Iracá, y ya cerca de la embocadura del
Güejar, encontramos todavía en las arenas superficiales del Ariari, regular
pinta de oro, lo que viene a corroborar la tradición de la fabulosa riqueza
que este río encierra en su parte alta.
En el paso del camino que de San Martín conduce a San Juan de
Arama, se han encontrado granos que pesan más de 35 castellanos.
Cuando emprendimos el regreso y dimos la espalda, quizás para siempre, al
hermoso río, una sensación de profunda tristeza se apoderó de nuestro
espíritu al pensar que talvez jamás volveríamos a contemplar su poderosa
corriente de aguas verdosas y cristalinas, ni las grandes playas, de su
inmenso cauce y sus selvas majestuosas.
Crónica sobre una expedición que saliendo de Santafé de Bogotá condujo al botánico
Carlos Cuervo Márquez hasta la desembocadura del río Güejar, pasando por el
territorio del actual municipio de Puerto Lleras. Estudios arqueológicos y etnográficos
– Editorial Kelly – Bogotá 1956 – Empresa Nacional de Comunicaciones –
113

Calasanz / Un franciscano en el Ariari
Memorias de viaje
Padre José de Calasanz Vela *
Nuestra flotilla se componía de La Misionera, piragua de bastante
capacidad y en la cual debía embarcarme, una canoa que también era
de grandes dimensiones, y otras dos pequeñas.
El 4 de marzo estaba todo listo para la marcha: cinco bogas tripulaban La
Misionera, dos canoas grandes, dos, cada una de las pequeñas. Llevaba
también dos indios Mitúas acompañándome como prácticos para llegar a sus
rancherías.
Panorámica del río Ariari – Archivo Samuel Echeverri Aristizabal
Estando todo en nuestra flotilla y lista para deslizarse sobre las aguas del
Ariari que allí corren mansamente, un individuo vino a querer impedirme mi
viaje, deteniéndome dos de los peones que yo llevaba, porque estos le
debían una suma de consideración.
114

Después de mil reflexiones que le hice y viendo que este señor no accedía a
nada, me vi obligado a ofrecerle que yo le respondería por esa cantidad si
los dejaba seguir conmigo y siempre que ellos me acompañaran leal y
fielmente en mi correría. Así se arregló y partimos a las dos de la tarde del
mismo día.
Nuestras provisiones de viaje se componían de carne en gran cantidad,
arroz, harina, sal, tanto para nuestro uso como para obsequiar a los indios,
mercancías, con el mismo objeto y el de efectuar algunos cambios para
proveernos de lo que nos faltara durante el viaje, no solo entre los
indígenas sino también en San Fernando, donde no es aceptada la moneda
colombiana.
Dulce en abundancia, café, bastantes droga; una brújula, otros documentos
indispensables en una expedición de esta clase, y unas armas – elemento
necesario que todo viajero debe llevar en estas regiones – ya para la caza,
ya para evitar las tentativas de los indios que inofensivos y aun cordiales,
cuando reconocen superioridad en los demás, se muestran alevosos en el
caso contrario, llevados por su odio al blanco, herencia que se ha
transmitido desde el tiempo de la conquista.
El miedo que le tienen a las armas de fuego es extraordinario, basta
decir que al Rémington lo llaman brujo, queriendo indicar con esto
que son especies de entes superiores al ser humano.
El Ariari presentaba poco fondo para la navegación, no había práctico que
entendiera de esto entre los tripulantes, y entonces cierto desaliento vino a
apoderarse de mi; sin embargo, confié a la suerte y resolví seguir, oyendo a
uno de los indios que dejó escapar estas vulgares pero expresivas palabras:
“Mi padre, de más alto se ha tirado una iguana”.
Comprendí entonces que el indio persevera en sus empresas y que se hace
superior a todo animal que pueble ya las selvas, ya las dilatadas sabanas, ya
que las aguas se ofrecen a nuestra vista, es decir se hace y se considera
raciona, observando que tiene al mismo tiempo un alma elevada, destello
del Creador, y que no es posible que nos asimilemos a una escala inferior.
El día 6 a las 7:30 de la mañana dimos vista a las sabanas de Chafurray y
una hora después estábamos en ellas. Nos detuvimos en un hato
perteneciente a un individuo de San Martín los días 7,8 y 9 con el objeto de
proveernos de carne.
115

Bello es el panorama que presenta al observador la llanura de Chafurray: a
corta distancia de una pequeña eminencia se ve correr el río; al oriente se
miran las extensas sabanas de San Vicente, y allá en lontananza las
eminencias de la sierra Padavida (Macarena)que viene a perderse en donde
se efectúa la confluencia con el Guayabero; al norte una verdadera cadena
de colinas en donde nacen el Manacacías y una infinidad de caños; al
occidente la misma cadena formando las hoyas de otros, y al suroriente y
sur una gran extensión de selva y el Ariari que, como faja argentada,
serpentea y se pierde a lo lejos.
Las sabanas de Chafurray y San Vicente no son planas y extensas como la
generalidad de las del llano, pues están interrumpidas por colinas en
desorden que dan nacimiento a diferentes arroyos sombreados por palmas
de moriche que, prolongándose, forman verdaderos bosques.
El caño de Chafurray que da sus aguas por el norte al Ariari nace en la
serranía de colinas que se hallan al oriente de San Martín y en longitud y
latitud de las cabeceras del Manacacías pues que solo unos pocos metros los
separan en varios puntos. Este caño no es navegable a pesar de que la
extensión que recorre es de cuarenta kilómetros.
El día 10 a la una de la tarde seguimos nuestro rumbo. Dos leguas
habríamos recorrido cuando divisamos nuevas sabanas que llegaban hasta la
misma ribera del río.
Aun cuando tuvimos conocimiento de que ellas estaban habitadas por
indígenas de la tribu Mitúa, nos abstuvimos de llegar a sus ranchos porque
estaban sus moradores en el pueblo de San Martín. A las seis de la tarde
paramos para pernoctar en una gran playa.
El 11 a las ocho y treinta de la mañana llegamos a las bocas del Cunimía
que tributa sus aguas por la banda sur. Este nace en las inmediaciones de
San Juan de los Llanos y en gran parte es navegable por pequeñas
embarcaciones, por lo cual es frecuentado por los Mitúas que suben por él
hasta la hacienda Los Cerritos de la compañía Colombia.
A las tres y media llegamos a las bocas del San Vicente. Aquí nos detuvimos
para reconocer los hatos establecidos en este lugar, explorar el San Vicente
y ver los indígenas que allí habitan; seguimos, después, las bocas de este
caño por una pequeña senda que se interna en la selva y conduce a un
caserío de indígenas, que están estableciendo algunos Mitúas.
Aquí conocí un capitán llamado Marcelino, lo llevé al puerto para obsequiarlo
con sal, cuchillos, hachas y algunas otras cosas, Muy satisfechos quedaron
116

con nosotros y nos ofrecieron para el día siguiente acompañarnos hasta salir
a dos hatos que se hallan en las sabanas de las riberas del mencionado
caño.
El día trece vinieron, como nos lo había ofrecido Marcelino, a ponerse a mis
órdenes y, con algunos de mis compañeros, emprendí la remontada del San
Vicente en tres curiaras (canoas). Diez horas después nos encontramos en
unos de los hatos de propiedad del señor Aparicio Almeida, de San martín.
Las cabeceras de este río – caño como por allí se dice – se hallan a poca
distancia de las aguas que afluyen al Mancacías, aumenta el volumen de sus
aguas con diferentes arroyos, y, abandonando los terrenos quebrados, se
desliza por un plano de suave inclinación, lo que permite que su navegación
sea bastante fácil. A la distancia de 15 kilómetros de sus bocas forma una
laguna de unos tres kilómetros de largo por un kilómetro y medio de ancho.
Navegando, en la remontada del San Vicente, en la laguna – que lleva el
mismo nombre del caño – sopló un huracán fuerte que alborotó la tersa
superficie de las aguas formándose entonces grandes olas que chocaron con
nuestras débiles barquetas e hicieron volcar la que me conducía, yéndose,
por consiguiente, al fondo mi persona, mis compañeros y lo que
conducíamos.
Los vestidos nos embarazaban para poder sobreaguar y acercarnos a la
canoa mas inmediata; mientras que esta se aproximó en nuestro auxilio y
logró salvarnos de un peligro inminente, pues de antemano habíamos
observado infinidad de corpulentos caimanes que a poca distancia se
agitaban amenazadores.
Apenas salimos de las aguas, el pánico nos hizo olvidar a todos, lo que pasó
por nosotros. Acercose a mi uno de mis compañeros y me preguntó que era
lo que se había perdido y yo pude decir todo, amigo, menos mi persona,
como cierto personaje histórico.
En la laguna, tanto en la entrada como en la salida, hay muchas plantas
acuáticas formando una red fuertemente entretejida y que dificulta la
navegación; pero la destrucción de esta red es fácil, de tal modo que con el
tráfico y un poco de trabajo queda expedita la navegación hasta por
vapores.
* Los restos del Reverendo José Calasanz Vela reposan en Villavicencio
117

Visión monográfica / Aguas que lo bañan
El río Ariari
Se forma en la hoya entre el macizo de la Cordillera Oriental de los
Andes y las cuchillas que se desprenden en los cerros Las Oseras y
Rayo. Desemboca en Puerto Arturo a 15 kilómetros arriba de San José
del Guaviare.
Sus principales fuentes son: Rúchica, Chuscal, Liberales, Morintiño, Laguna
Colorada, Guacamaya, Infierno, Tambo, Colorado, Suerte, Engaño y río
Grande, desde la boca de este se denomina Ariari.
Desde este lugar, recibe el Ariari las siguientes aguas: La Araña, La
Esmeralda, Aguasclaras, Piedras Coloradas, Las Lajas, Delirio, Colepato,
Humea, Flautas, Jojaro, La Cal, Uruimes, Guape, Chinaipe, Iriqué,
Guadualito, Iracá, Chumeco.
La Negra, Caño Seco, Boca de Monte, Tranquitas, Uricacha, Manacal,
Cunumía, con sus afluentes El Uriche, Pepiral, Pericha, Rondón, Palomas,
Tarro, Carrillo y Mal Paso; luego le cae el río Güejar y el San Vicente.
Descripción del río Ariari /monografía departamental publicada hace más de cuarenta años.
Conocido en dialecto indígena con el nombre de “eeri-eéri”, en su recorrido
de 335 kilómetros (nace en el Alto de las Oseras, Páramo de Sumapaz),
baña las poblaciones de El Dorado, Cubarral, El Castillo, La Playa y Puerto
Caldas (Granada), Fuentedeoro, Bocas de Iriqué (Puerto Aljure), Puerto
Santander, Puerto Limón, Puerto Lleras, Puerto Rico y Puerto Concordia.
118

La Anguila / Un pez con mucha energía
El Temblador
Muy notable en estos ríos del departamento del Meta, es conocido como
Anguila o Pez Eléctrico, su cuerpo es alargado, casi como el de una
serpiente, llega a tener dos metros de longitud, carece de aletas dorsal y
caudal, sus ojos son extremadamente pequeños y el cuerpo es desnudo en
toda su extensión.
Ernesto González, el Comandante de Policía y Chela López - Foto Eliécer Martínez M.
Está provista de un órgano eléctrico de un poder formidable, cuya fuerza a
sido calculada en 300 voltios, tal aparato, que está localizado a lo largo de la
cola, está formado por un gran número de prismas colocados unos al lado
de otros; cada prisma está constituido por una serie de placas, cada una de
las cuales contiene una sustancia gelatinosa, y entre cada dos de ellas existe
un tabique de tejido conectivo.
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Cuatro troncos nerviosos fuertes, pertenecientes a los nervios cefálicos,
penetran en los órganos eléctricos, se ramifican entre los prismas y forman
en la superficie ventral de cada placa, otra placa constituida por un número
enorme de finísimos filetes nerviosos.
Así, cada uno de los prismas semeja una pila de Volta, en la cual los
tabiques de tejidos y las placas terminales representan los discos positivo y
negativo y la gelatina de la placa hace las veces de los discos empapados en
líquido conductor; anatómicamente cada prisma corresponde a una fibra
muscular estriada.
El número de los prismas que contiene un solo órgano llega hasta mil. Este
pez habita generalmente en los ríos y las aguas muertas de algunos lagos;
es un animal muy peligroso, la sacudida eléctrica es muy fuerte y se hace
muy grave cuando se tocan a la vez el vientre y el dorso de la anguila;
cuando ataca, se enrosca sobre la región toráxico de los animales grandes
que entran en el agua y despide su corriente, causando la muerte
instantánea o por lo menos un desfallecimiento del animal, que muere
asfixiado por el sumergimiento.
A los peces y pequeños animales de que se nutre, el temblador les envía su
rayo a distancia, después de repetidas descargas el efecto eléctrico
disminuye considerablemente.
Los indígenas le dan una aplicación a los tembladores, para cortar resfriados
y reumatismos, a los que son propensos, los nativos que pasan la noche en
la pesca, se colocan en los brazos unas pulseras de piel de Anguila y se
conservan sanos. Es conocido también como Temblón y habita el cauce del
río Ariari. Los enigmas biológicos de estos seres han
fascinado a naturalistas de todos los tiempos.
120

Vientos testimoniales

122

Candilejas / ciudad utópica
Hacienda
Candilejas
123
Juan Alsyna Y´brossa*
Se trataba de levantar un matadero con su frigorífico de muy buenas
proporciones, en la hacienda Candilejas. Cerca del aterrizaje, se
alcanzó a erigir y techar una gran nave que contendría los equipos,
donde se instalaron tres cuartos fríos, que por ironías del destino, años más
tarde se convirtieron en calabozos, según escritos que dejaron en las
paredes algunos pobres ocupantes anónimos que pasaron por allí.
Mientras tanto seguía la furia del trabajo, sobre todo en el ramo de la
construcción. Se inició la hechura de potreros, el primero fue en las
montañas de Casibare, unas mil hectáreas, de cuya tumba se sacó a tractor
toda la madera aprovechable para el aserrío. Seguidamente se sembró maíz,
que dio una cosecha fabulosa, quedando el potrero empradizado de pasto
puntero.
Río Ariari en el sector de la Lindosa – Archivo Samuel Echeverri Aristizabal

Por ese tiempo se descumbró Puerto Candilejas, buen alto sobre el río Ariari,
lo que hoy en día llaman La Lindosa, allí se inició la siembra de comida:
plátano, yuca, maíz, caña y otros cultivos. Esos terrenos tan extensos
quedaban entre el caño Limón y el río Ariari, pensando don Antonio
destinarlos a la agricultura y también como potreros.
En Puerto Candilejas había tres lanchas de aluminio, con capacidad de unas
diez toneladas, que había comprado para transportar carga por el río.
Durante la violencia dichas naves se escondieron y hundieron en un paraje
del río Pororio, lo que dio nombre al Hato de Lanchas, cuando se sacaron de
nuevo las embarcaciones la situación mejoró.
También se ensayó una pequeña siembra de algodón, una vez cosechado,
se envió a la fábrica de Cali. A vuelta de viaje don Antonio nos mostró su
algodón, explicando que en largor y textura era como el egipcio, que es uno
de los mejores del mundo.
Cada detalle favorable a sus proyectos daba rienda suelta a sus ideas. En
esa ocasión nos dijo que tan pronto se normalizara la seguridad para
trabajar, solicitaría permiso a fin de traer al país unas treinta familias
noruegas y establecerlas definitivamente en sus cultivos de Puerto
Candilejas y así, con su descendencia contribuirían al progreso de tan
buenas tierras, en aquel entonces casi deshabitadas por completo.
Los bonos Dishington
Otro detalle importante de la organización de la Empresa, era que por
facilidad y seguridad, para manejar el dinero, se imprimieron talonarios a
nombre de A. Dishington, cuyos cheques se giraban por la oficina de
contabilidad en Candilejas a favor de los obreros, empleados y contratistas.
Estos valores eran pagaderos en el comisariato, el Almacén Ariari y la bomba
de gasolina de San Martín, con el producto de sus ventas diarias,
eliminándose en esta forma el tener que transportar fuertes sumas de
dinero a lugares tan lejanos. Aunque el sistema era para uso interno de
la firma, los cheques fueron cambiados por todo el comercio e incluso
por concepto de negocios particulares.
Casa de los blancos
Así llama el común de la gente en el Llano, la casa donde vive el dueño.
Realmente era el aposento de llegada de don Antonio y la estancia del
administrador general, igualmente allí funcionaba la oficina de contabilidad,
recuerdo que el último contador fue un señor Bretón.
124

Los dormitorios eran piezas de unos cuatro metros por seis, comunicadas
entre si por una puerta interior. Una sala y un comedor, con muebles
tallados de Camacho Roldán, al estilo de lo mejor, unos cuadros de
bodegones y paisajes, neveras y dotación completa de los dormitorios. Los
cuadros y los muebles desaparecieron en la época de la “refriega”.
Taller de mecánica
Era un amplio salón dotado de las herramientas necesarias, equipos de
soldadura, prensas y lo relacionado con el ramo, donde se daba
mantenimiento a los vehículos de la empresa, motores estacionarios, moto
bombas y demás.
La marranera
Con cerdos de una raza gigante que allí llamaban “Bavaria” se instaló una
marranera en el gran morichal de Candilejas, al frente del aterrizaje,
mediante un alambre grueso de cobre, electrificado, templado a unos treinta
centímetros del suelo, mantenían a los animales dentro del encierro.
El fruto de la palma de moriche es un buen alimento para los cerdos, pero
su manteca coge un color amarillento, cuando madura el fruto cae en los
charcos, al otro día ya ablandado por el agua, lo come el animal con gran
fruición.
Además se instaló un motor a cuya tolva se le echaba maíz con tusa y todo,
moriche, melaza, acelerando así la ceba. Al quedar el lugar abandonado,
a dicha tolva la “abrazó” un árbol de caucho, hasta hace muy poco
tiempo, después de tantos años, se podía ver a unos doce metros del
suelo, formando parte de las ramas del arbolejo que la elevó.
El aserrío
Con una instalación completa y varias sierras circulares de dientes
cambiables se beneficiaban trozas maderables de buen tamaño.
Bastimento
El comisariato era un almacén para el servicio del personal y también los
pocos colonos que venían de Casibare adentro, tenía un completo surtido en
víveres, telas, cacharrería, zapatos.
Una cava guardaba los vinos y las verduras. Un avión de la compañía
Afripesca, de la cual don Antonio era socio fundador, llegaba todos los lunes
de Bogotá trayendo verduras y complementando los pedidos para el
comisariato, la sección de ganadería y los constructores.
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El chircal
La greda de Candilejas, ideal para elaborar ladrillo, fue trabajada, después
de construido el horno con el fin de abastecer el material destinado a las
catorce edificaciones que se alcanzaron a levantar.
Cuando se suspendieron las labores quedaron encarrados muchos miles de
ladrillo. Al regresar, después de pasar la “tempestad”, todo lo habían
levantado en camiones conocidos, según nos informaron los vecinos de la
carretera.
Los silos
Se construyeron dos silos en lámina importada, curva, galvanizada, para
almacenar granos. En la actualidad, tanto de las instalaciones del
comisariato como de los silos, no hay rastro alguno.
El galpón
Se organizó una instalación para la cría de aves, por lo cual, don Antonio
trajo de Cali una familia experta. Infortunadamente el buen señor, cabeza
de familia, fue sacrificado miserablemente en una incursión de gente
armada, donde se llevaron veintidós cargas de víveres y mercancía del
comisariato, transportadas en mulares de la misma empresa.
Parque automotor
La sección de transportes tenía una planilla importante que constaba de dos
camiones Ford canadienses llamados “Minguerra”, un volquete, un camión
F6 y la “carcoma”, que era una camioneta, más tarde se incorporó a esa
“flota” un carro tanque para el acarreo de combustible.
El casino
Estaba situado entre el aterrizaje y la loma de Candilejas, era también una
construcción grande, con un salón y una docena de piezas para alojar
principalmente la tripulación de los aviones y en casos de emergencia,
pasajeros en tránsito. El casino estaba dotado de cocina, baños y una mesa
de billar.
Trabajos de herraje
Y por último, no quisiera dejar en el tintero la brillante idea de establecer
una oficina de compra de ganados en Candilejas, buscando que el productor
pudiera vender sus reses gordas en el potrero, economizándose el largo y
accidentado viaje a Bogotá y los intermediarios en el negocio, que siempre
le quitaban buena parte de la utilidad a cada animal.
Allí se pesaría el ganado en la báscula con presencia del dueño, recibiendo
su pago de contado. Si un pequeño criador tenía necesidad de vender un
126

lote a media ceba o flaco, podía hacerlo, pues la empresa tendría potreros
adecuados. Dentro de pocos años Candilejas estaría en capacidad de
situar la carne donde se requiriese, incluso pensar en un comercio de
exportación, llevando el producto a bordo de los barcos frigoríficos que
esperan en los puertos, como sucede desde hace varios años en Argentina.
Réquiem para un sueño
Para ir terminando y podernos formar una idea cercana a lo que iba a ser el
proyecto Dishington en Candilejas, recordaremos que don Antonio estableció
contactos con los dueños del rancho Rey en el estado de Texas (E.U.),
proponiéndoles una sociedad en los Llanos de Colombia.
Documentos, fotografías y la palabra de don Antonio fueron más que
suficientes para entusiasmar a los norteamericanos, quienes enviaron dos
altos empleados para conocer el sueño de Dishington.
Pasaron unos pocos meses y la situación de orden público se deterioró al
máximo. Don Antonio viajó a Texas bastante desanimado y más cuando los
gringos le mostraron unos planos de la serranía donde estaban marcados los
campamentos del comandante “Chispas” y del insurgente conocido como
“Pañuelo”.
Sin deshacer la idea del negocio dejaron en suspenso toda actividad al
respecto. Eso nos demuestra que a pesar de ser el capital del señor
Dishington uno de los más fuertes en Colombia, en aquel entonces se
necesitaba mucho más para llegar al desarrollo de una región como don
Antonio lo quería.
Imperdonable sería no hacer mi postrera referencia a tan grande iniciativa
que nos ocupa.
En las bodegas de A. Dishington en Bogotá vi la última carga destinada a
Candilejas y que por motivos ya sabidos no se pudo despachar. Dos
camiones F6 recién importados, una maquinaria completa para enlatar
carnes Pathe Fois (Diablillo) y albóndigas, creo que con el fin de no tener
desperdicios.
También miré en la bodega un entable para elaborar pan: grandes artesas y
batidoras para la harina, con dos inmensos hornos. Se decía que su
producción sería suficiente para un pueblo no muy grande, que todos
pensábamos se iba a llamar Candilejas.
127

Tolvaneras
Pero no, vientos de tramontana, que no tenían abrigo, iban barriendo los
Llanos, haciendo cada día más duro el oficio de vivir, hasta quedar a la
espera de lo que pudiese llegar cuando ya para muchos se iba terminando la
carrera de la vida, sin saber cuando, ni por cuanto, se fueran a perder las
ilusiones de antaño.
Luna Menguante
Hace unos pocos años viniendo de la serranía abajo con el afán que casi
siempre traen los regresos, mermé la marcha al pasar por frente de las
ruinas de Candilejas, mudo y despacio me transportaban los recuerdos, la
luna siempre curiosa, acompañando los pasajeros, ya había salido
mostrándonos las paredes a medio caer, los huecos que dejaban las
ventanas arrancadas, tantas, cuantas puertas de cedro existían, se fueron a
los fogones del miedo, pues la guerra no perdona ni el salir a traer leña.
Cementerio de nostalgias
De pronto el silbido del viento cruza raudo por entre el montón de chatarra
del cementerio de carros de Candilejas, pero no es el único que tenemos,
unos metros más arriba hay un encierro en alambre de púas, ya caído, que
dicen están enterrados allí cierto número de soldaditos inocentes.
Veremos que hasta la muerte tiene distinciones, más arriba todavía, frente a
la casa de los blancos, hay una pirámide de concreto con una placa de
bronce donde aparecen los nombres de otros señores que también
fallecieron debido a las circunstancias de la época.
Como también es bueno ya no recordar tanto, acelero mi Land y parto
rumbo a casa. Espero perdonéis mi cansada afición de escribidor, pues
cuando el tiempo está tan lejos, siempre avaro, ya nos va robando la
memoria de tantos días felices.
* Apartes del texto “Biografías Olvidadas” que este ilustre español residente en San Martín
tiene en espera de ser publicado.
P.D. Años después los predios de la Hacienda Candilejas fueron invadidos
por colonos y las ruinas invadieron la casa de los mayores.
128

Colono/ fundador testimonia
Marcos Espinosa
“Conejito”
Nací en Cundinamarca. Llegué en 1936. Villavicencio, mi primer destino
en el Llano, lo único que tenía para mostrar era el parque central;
donde empezaban las casas, hacia el caño Maizaro, eran unos
cuyubales la cosa más verraca.
Marcos Espinosa “Conejito” – Archivo Amparo Espinosa
129

Tenía solo 15 años cuando me descolgué de Guayabetal como operario en la
construcción de la carretera a Puerto López. Durante dos años fui hombre
de pala y pica.
No era trabajador de la empresa, me enganchó un contratista de nombre
Salomón Arcila, quien me robó mi salario. Desengañado regresé a
Guayabetal, pero me volví otra vez. Esa fue la última y definitiva (1936).
Me vinculé en la construcción de los puentes entre Guamal y San Martín, los
carros que transitaban entonces eran muy poquitos, unos tales Abella (eran
dos hermanos), se le medían a esos enterradales, cargando cerveza hasta la
tierra de las cuadrillas.
Bautismo febril
Cuando eso, me pegó la primera mano de fríos y fiebres. ¡Así fue la
bautizada! Mi patrón me dejó botado en el campamento del Espinal, la
droga con que me curé fue por cuenta de la inspección.
Cuando terminamos los puentes, ayudé en la construcción del teatro Cóndor
y la torre de la Iglesia Catedral de Villavicencio, luego surgió la fiebre de los
aserríos.
Más o menos en el año 38 conocí a Pedro Bejarano, tenía un hospedaje por
la calle de Las Palmaditas, en la ciudad de Villavicencio, me le acerqué por
medio de un hermano que era aserrador, después de que salí de trabajar en
la carretera, si mal no me acuerdo.
Eran meros caseríos …
Donde está Guamal eran unos terrenos baldíos, no existían pueblos, puros
caseríos. Boquemonte lo vine a conocer en el 42. Estaban unas casitas en el
borde del barranco, un kiosco bajo la sombra de del bambú, hacía esquina
en la plaza, estuve fue de pasada, no para quedarme.
A Puerto Sáenz asomé en 1954, por la trocha que del Crucero, pasaba a
Churrubayes, aquí me reencontré con Pedro Bejarano, tenía una casita de
bahareque, tabla y techo de palma, más o menos donde queda la casa del
“Mocho Ramón”.
Vivía con la señora, una hija y su hermano Adonaí, era dueño de una
tiendita donde expendía cerveza, gaseosa, galletas, mecato, todavía estaban
las ruinas dejadas por un destacamento del Ejército.
130

En el 48 no pasó nada, porque prácticamente no había nada, el
Ejército vino en el tiempo de la guerra, persiguiendo la chusma liberal (no se
les llamaba guerrilleros), Aljure apareció más o menos en el 51 o 52. Ahora
aparecen algunos que se hacen pasar por sus milicianos, pero que mi
memoria recuerde Hernando Narváez “Bocito”, “Mientras Pica”, los
hermanos José y Eleuterio Gutiérrez, si fueron verdaderos hombres del
Capitán. Eleuterio fue a morir a Venezuela.
Pedro Bejarano se fundó como por el año 1949, al llegar la violencia le tocó
salir, le quemaron la casa con lo que tenía, cuando regresó estaba la
ranchería de los militares. Tuvo que volver a empezar.
El teniente que mandaba la guarnición llevaba el apellido Sáenz, no me
acuerdo el nombre, cuando llegué, la tropa no estaba, la base quedaba del
borde del río para acá, los soldados enterraron unos palos sobre la corriente
del agua para sus necesidades corporales.
Pal´ aserrío me voy…
Bejarano era un vergajo morenito, de baja estatura, natural de Junín
Cundinamarca, se bajó por Puerto Limón, que no era un pueblo, sino una
bodega pequeña, los únicos que entraban por ahí eran Vicente Mazo y Jorge
Naranjo.
Se vino a puro remo, con su mujer y su hija, cogió todo estos montes, fue el
primero, luego llegaron otras gentes, no soñaba tener un caserío sino
fundarse, hacer finca.
Marcos Pulgarín se quedó en los tiempos de la guerra, junto con Alcides
Velásquez, Adán Prada, Nativo Pérez, Pablo Emilio Cabrera, Carlos Quintero,
se regaron a trabajar por los lados del río. También recuerdo a Gabriel
Gordillo, Isidro Yaya, Arturo Rojas, Euclides y Santos Suavita.
Llegué donde Pedro Bejarano, en son de aserrador, trabajé con Adonai
Bejarano, hermano de Pedro, después me puse de agricultor, bajo el
sistema de partijero, en los terrenos de Bejarano. Nunca me fundé, fui
piedra rodante, de esas que no crían lama.
En el 56 empezó la subienda
Llegó el Mocho Ramón. Doña Bruna Hernández, venía de San Martín. Floro
Paz (Gorgojo), Helena su hermana y doña Benigna, madre de los anteriores.
Un viejito de nombre Santiago y Vicente Martínez (Viento Seco).
131

En el 56 empezó a llenarse de gente, de ahí en adelante fue que se formó el
caserío. La primera casa de material fue la de un tal Víctor Rivas, construida
donde estuvo la droguería de don Carlos Uribe.
El que se inició como carnicero fue Pastor Ríos, el esposo de doña Julia,
Virgilio del Río (hermano de Flor), también fue expendedor de carne.
Los Lombana - Joaquín y Pedro - llegaron a Charco Indio, en ese vecindario
hubo una pelea por caminos, cuando se colonizó Campo Alegre, en el
mandato de Rojas Pinilla y se abrió ese tajo de colonización por intermedio
de la Caja Agraria.
Tiempos de la Trocco
El primer transportador bajaba en un carro cada año, sacaba pescado,
pieles, ese era su viaje, después quedó con la línea Jorge Saavedra, luego
Jorge Barbosa y Joaquín Niño.
La Trocco inició la carretera de San José del Guaviare, cuando Pedro se
fundó, la Trocco había pasado por la sabana de Llano Grande.
Los trabajadores de esa empresa salían al pueblo, para quitarse esas “ganas
de aserrador” que les producía tanto tiempo en la montaña, se embriagaban
y rompían los envases en que les servían el licor, sin ningún pudor
enarbolaban la siguiente frase:
“Trocco rompe, Trocco paga”
En la escuela que abrieron como en el año cincuenta y cuatro, en un rancho
de los que dejó el Ejército, estudiaban los hijos de Manuel y Aquilino Varón,
junto con los hijos de Nativo Pérez, que eran unas pestes, se burlaban de la
profesora que era una viejita, cuando esta agarraba una vara para
castigarlos, se escapaban por entre la yaripa, como ratones.
Había mucho animal de monte, danta, cafuche, tigre, lapas, gurres en
cantidades alarmantes, en el verano, el pescado se salía del agua, esto era
pura selva.
La socola era a rula y la derriba a pura hacha, no nos cabía en la cabeza lo
que era una motosierra.
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Fabio Sandoval, esposo de Herlinda Hernández, abrió un almacén, igual que
Conrado Cortés, iniciaron vendiendo en unos catrecitos, llegaron a ser
grandes comerciantes.
La navegación empezó despuecito de la llegada de Pedro Bejarano, Perafán
fue uno de los primeros en subir una lancha por estos lados, marinero
experimentado, trabajaba con indígenas guahibos, su negocio era bajar con
remesa, visitar las tribus, y comprarles el pescado, las pieles, chocolate y
cacay. Pastor Morales, primer pasero en el río, cobraba dos pesos por cada
pasajero que montaba en su canoa de remos.
Con los años me fui para el otro lado y fundamos una finca cooperativa,
luego de muchos años de briega en el surco, no dio los resultados
esperados, perdimos el trabajo, el tiempo, la inversión y hasta la fe en las
cosas oficiales.
Ahora vivo en un barrio de invasión en Granada, al amparo de lo que me
dan mis hijas, esperando con resignación que el Dios del Universo me lleve a
jornalear en el aserrío celestial.
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Delio Cortés / Un roble santandereano
Gentes de ese
tiempo
Mi esposo era de Suaita Santander del Sur, yo cundinamarquesa de
nacimiento, pero criada en Cali. Nos conocimos en Villavicencio. Allí
nos casamos para siempre en 1946. De la capital del Meta salimos
rumbo a Bogotá, estuvimos un tiempo hasta que caí enferma. Ante la
propuesta de asentarnos en Puerto López, le dije que buscáramos un mejor
clima para nuestros hijos en San Martín.
Doña Luisa, don Delio (sentado), sus hijos y otro familiar, frente a su casa en Puerto Mosco.
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Conseguimos casa el 13 de diciembre de 1953, el mismo día que llegó don
Gabriel Cortes a montar la droguería, era un pueblo donde no se podía
echar un volador porque se quemaba, las casas de la calle principal - de
la iglesia para arriba - eran pajizas. El alcalde, un militar, sobrino de
Monseñor Garavito Muñoz, hizo arreglar esa situación. Vino otro de apellido
San Miguel y construyó el parque. La noche que le dieron la despedida, puso
a los oferentes a terminar un pedazo de obra que faltaba. ¡Les hizo esa
parada!
La carretera era de una sola vía. Controlaban el paso unas cadenas.
Mientras unos subían, en el lado opuesto esperaban. Era una verdadera
odisea. Se viajaba en flotas de la empresa La Favorita.
Delio y su hermano Alirio montaron una bloquera, tomaron un lote de
arriendo, en la bomba del señor Tríana. Teníamos un camioncito Ford corto
para cargar arena desde Guamal. La Policía y el Ejército vivían pidiendo
favores:
“Don Delio hay que hacer esto, don Delio hay que traer agua”. Entonces
dijo que “se tenía que ir de acá porque lo tenían fregao”.
Resultó un señor de apellido Buitrago vendiendo una finca, que según mi
cuñado era muy buena. La gente del monte conminó a Buitrago a irse, le
quitaron los marranos, las gallinas, todo, lo sacaron corriendo. Este se quejó
a un militar, dueño del predio Chinata, quien interfirió para que se la
devolvieran, finalmente decidió salir de ella.
Nos propusieron que fuéramos a verla. Ese día atacaron al Capitán Aljure en
Rincón de Bolívar. Alirio se negó a acompañarnos. Nosotros arrancamos. En
Llano Grande encontramos a don Luís López junto con otro señor. Nos
pidieron que los trajéramos, como en ese tiempo no había maldad los
subimos al carro. Llegamos a un sitio que denominamos Puerto Delio: era
una casita. Nos gustó mucho, el caño era con el agua hasta las rodillas,
echaron un taco de dinamita y sacaron como 18 yamús. Uno sin almuerzo.
Con la fe puesta en ese sitio regresamos a San Martín.
El 1º de abril de 1954 nos entregaron el predio, con escritura y todo.
Valió como cuatrocientos cincuenta pesos. El promitente vendedor
dijo que podíamos coger hasta Chinata. Todo lo que abarcara el ojo,
pues eran tierras baldías.
Era un fundo grande, al otro lado vivía Víctor García. Por donde Agapito
López estaba cercado, su finca venía hasta el Alto de Las Palmas, la
135

carretera vieja, donde mi mamá tenía una tiendita (Puerto Guarapo)
marcaba otro lindero. Por donde sube la carretera se llamaba el Alto de los
Huérfanos, porque una familia que tenía un rancho en el bajo, quería salirse
para la loma, en esas un palo le cayó encima al papá y lo mató, por eso los
nombran así. Cuando empezamos no teníamos ganado. Ya habían llegado a
este mundo Delia, Melba y David, el más pequeño de los tres.
Durante muchos años la entrada fue por Llano Grande, hasta que abrieron
la carretera que vamos a dejar por vieja. El camión del sargento Villamil
tenía una especie de línea, acorde con la lancha de la Comisaría, que
transportaba gente y lo que fuera, hasta San José del Guaviare. Desde San
Martín hasta el fundo, estando la carretera buena, se gastaban seis horas,
en invierno eran unos enterradales que no teníamos cuando llegar.
Nos antecedieron Jorge Naranjo en Puerto Mazo, un señor valluno en lo que
era Mataredonda, el sargento Villamil, vivía en Chinata, en una casita
subiendo para Loma Linda, donde pusieron una escuela. Don Benjamín
Álvarez llegó poco tiempo, por el río arriba, desde una finca llamada
Gaviotas, que después fue de los Parra. Lo que es hoy en día Loma Linda,
perteneció a las tierras de Chinata, adonde llegaron de un momento a otro
los gringos del Instituto Lingüístico de Verano.
Puerto Sáenz
La casa de Pedro Bejarano era un llegadero de canoas, venidas de San José
del Guaviare. Indígenas Guayaberos (amables y buenos mozos), amarraban
dos o tres vástagos, se echaban a la corriente, ese era el modo. Otros,
oriundos del Manacacías, llegaban a las casas, pedían trabajo, apenas
terminaban se largaban, eran nómadas, estaban mermados, andaban en
grupos de a veinte, entre grandes y chicos.
Bejarano era un señor bajito, blanco, le habían roto una pierna, no se si de
un tiro, quedó un poco cojo, doña Laura, su esposa, una mujer blanca y
poca de estatura. Ambos eran muy formales, tenía una casa, cultivaba arroz
en los alrededores, se comportaban bien, tenían una hija muy simpática,
como de quince años, se juntó a vivir con Adonai, hermano de don Pedro,
que también era baldado de una extremidad. Pedro Bejarano y Marcos
Pulgarín, eran buenos amigos. La finca de don Marcos quedaba después de
Pedro Casallas, se la compró a Jorge Naranjo y la vendió a Rafico Parra.
Nos íbamos a pie por Chinata, donde cruza la carretera nueva, luego se
llegaba al puerto, el medio de transporte era el río, un señor de apellido
Guerrero, esposo de doña Nidia, navegaba en una canoa con motor.
136

Hombres y mujeres de ese tiempo
En el lugar donde Luís Cárdenas puso un aserradero, se cuajó la fundación,
el sitio pertenece al señor Jorge García, esposo de Yolanda Escobar. Pablo
Emilio Cabrera y Leonor, vivieron por muchos años, también arribó Julio
Sierra, padre de Miriam y suegro de Pedro Casallas, era alto, delgado, tenía
finca enseguida de Marcos Pulgarín, después estaba Polo “Madres”.
En la parte baja, al otro lado del río, se avistaba Alcides Velásquez. Nativo
Pérez llegó después con un amigo a Charco Indio, el compañero de aventura
se fue y Nativo se quedó. Fueron gentes de ese tiempo.
Amistad con el Capitán
Todo lo que pasaba se lo adjudicaban al Capitán, quien necesitaba robarse
una vaca, decía que lo había mandado Aljure. Uno lo trataba y le provocaba
seguir la amistad. Lo conocí en Llano Grande, viajando con mi compadre
Joaquín Niño, se metió con él para una platanera y me dejó en el carro, lo
volví a ver en otra ocasión por estos lugares y luego en Puerto Limón, era
muy atrayente e instruido. El Capitán llegaba a veces a la casa de Bejarano.
Recuerdo que don Florentino Sánchez, dueño de Calzado Record, vivía
diciendo que nosotros estábamos bajo el mando de Aljure, la verdad es que
el Capitán jamás visitaba nuestra casa, no nos pedía nada, tampoco su
gente, desconocíamos las razones de esos comentarios, eso era mentira.
Una vez se vino don Florentino por Llano Grande y lo encontró, se apretaron
la mano, duraron tres días tomando cerveza y conversando, casi no paran,
se fue encantado, pudo percatarse que todo lo que decían era falso.
Cuando los soldados se fueron, todo el mundo comenzó a fundarse, la
comandancia de Villavicencio le compró a don Pedro para abrir una base
militar y controlar los movimientos de Aljure y otros guerrilleros que se
movían por estos lados, como Tirofijo (homónimo del conocido insurgente),
Tominejo, Veneno y Muñeco. Los soldados que eran numerosos tenían un
campamento grande, con barricadas, campo de aterrizaje para helicópteros.
Una vez vino una gente del Alto Ariari, se robaron unas vacas, el Capitán
averiguó que eran cinco militantes de un grupo rival, mandó a matar a tres,
su antagonista lo llamó para preguntar acerca del ajusticiamiento, Aljure le
contestó:
“maté tres, eran cinco, me faltan dos, así es que póngales cuidado, porque
donde los encuentre, los mato, ladrones no voy a permitir, no los voy a
tolerar en esta región”.
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Aljure fue una gran persona, me dio mucha lástima cuando lo mataron,
primero tuvo una mujer, la dejó cuando se fue a vivir con una hermana de
Veneno, hija de un señor que tenía una finca por el Ariari arriba, quien
murió hace veinticinco años y fue muy popular.
Pablo Bejarano partió antes del 58, cuando las elecciones de Lleras Camargo
ya se había ido, nunca volvió, se fue para San Martín, nos compró la casa
que teníamos en ese lugar, permaneció unos días y se fue para Tame, su
inseparable amigo Pulgarín también emigró con María, una indígena Sáliva,
cuando esta murió, Marcos se juntó a vivir con la entenada. Después que
Bejarano se fue, quedó con la casa un señor de nombre Trino, tenía una
señora de pelo largo, puso una tienda, vendía cerveza, aguardiente, cuando
se marchó de Puerto Sáenz, abrió una bomba de gasolina a orillas del caño
Camoa, en la entrada de San Martín.
Ramón y Rosa Escobar celebran en una fiesta – Archivo Mery Escobar
Una vez vine a vender unas mandarinas, ya estaba Salomón González, junto
con su esposa la Negra Lucila, Etelvina Poveda tenía una tienda en unos
ranchos por los lados de IDEMA, Ramón Escobar, estableció una residencia,
vendía comida, allí llegaba todo el mundo.
Al poco tiempo arribó Pablo Rubiano y Luís Pardo montó el primer café.
Jorge Flores bajó primero que nosotros. Un inspector apodado “Benitín” que
organizó la hechura de los puentes de Chinata, hizo tumbar los ranchos de
la orilla del río, don Ramón Escobar no se quería salir, la primera autoridad
ordenó a un buldozero que lo echaran al río con todo.
Pastor Ríos, que vivía frente a la finca de Jorge Flores, se fue para San
Martín, a una finca por los lados de la plaza de ferias, luego regresó a Puerto
138

Lleras y construyó su casa. Aníbal Ayala abrió las puertas de su almacén,
comenzaron a bajar compradores, antes que ellos, Artemo Toro
comercializaba por la orilla del caño y el río.
La primera escuela era por los lados de doña Nury, la maestra fumaba
tabaco, después fue la señora de Noreña, quien vivía en el ranchito donde
Gustavo Vanegas. La escuela Inocencio Chincá se nombraba como La
Vocacional. Enseguida de Ramón Escobar, doña Teresa Vanegas montó una
tiendita, la llegada de Idema fue lo que impulsó todo, se cosechaba arroz, el
auge se debió sobre todo a la gente del otro lado del río, la que se fundó en
Avichure, allí entraban por donde Jorge Naranjo, al frente de Puerto Limón,
se veían parceleros por todos lados.
Cáritas Internacional les enviaba cajas llenas de pasta, manteca y leche,
algunos que no supieron medir las consecuencias se bebieron la plata que
les giraban mensualmente para el mercado: “Sírvame cerveza, que es por
cuenta de la Caja Agraria”, pregonaban en medio de la desmesura,
cuando la necesidad apremiaba lloraban las desgracias que se habían
labrado en el fervor de la tomata.
Avichure fue importante para el desarrollo de la población, la gente bajaba
con sus productos (arroz y plátano) al puerto porque no tenían otra salida,
Puerto Limón nunca tuvo auge, era una bodega y el río cada que crecía se
llevaba todo. Los dirigentes de la colonización escogieron una tierrita
colorada, muy mala, al ver esto la gente se fue saliendo, no quedó sino un
señor de apellido Cortés, José Cortés, eso lo llamaron La Tigrera, porque los
hombres se iban a trabajar y desaparecían.
Una vez hicieron una reunión bajo el mando del Capitán, Delio asistió
porque era obligatorio, allí le cambiaron el nombre a Puerto Sáenz por el de
Puerto Lleras, en homenaje al Presidente de la República Alberto Lleras
Camargo.
Final de la cosecha
Con el producido de estas tierras, a las que puedo ponderar como benditas,
educamos nuestros hijos y nos consolidamos como familia, pero las hojas
del calendario no dejan de caer y la muerte que a todos nos pone el ojo se
llevó a Delio, ese roble santandereano que por más de cincuenta años fue
mi compañero inseparable e inolvidable.
139

Héctor Castañeda López / Soga en mano
Cabalga por el
pasado
Soy oriundo de San Martín de los Llanos, nací el 8 de septiembre de 1933,
mi padre se llamaba Pablo Castañeda y mi madre Dolores López, eran
“encargados” de finca o hato, la mayor parte de su tiempo la pasaron en esa
labor.
Mi pueblo era un caserío donde no existía carretera, acueducto, ni
alcantarillado, mucho menos luz eléctrica, tocaba garrapatear las tareas que
nos ponían los profesores Garrido, Beltrán y el llanero Marceliano Vanegas
(maestros que recuerdo mucho), al destello de unas velas de cebo
fabricadas por unas viejitas.
La escuela, que cariñosa nos abrió sus puertas y funcionó donde queda la
alcaldía, tenía una aula, dividida en varios cursos. Me gustó estudiar,
empecé a los nueve años, no existían colegios, ni facilidad para buscar el
conocimiento en otros lugares. Como era faculto con números y letras, me
gané una beca, la cual aproveché completica. Volví a repetir al año
siguiente, pero la pobreza, que “relinchaba” en la casa de mis mayores, me
impidió continuar.
Al culminar la primaria, me apliqué como ebanista y pintor de brocha gorda,
luego me entró la coscojina por los carros, primero como ayudante y luego
pasé a chofer, con el tiempo eso me aburrió. Decidí tomar el toro por los
cuernos y me dediqué a la ganadería, terminé como dueño de hato, gracias
a eso y a mi Dios he vivido una vida satisfactoria.
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Las cuadrillas
Es una tradición que tiene más de 250 años, fundadas más o menos en
1735, por Gabino Balboa, un sacerdote venido de España; según lo que
narraban nuestros abuelos, los niños jugaban con palos entre las piernas,
simulando ser jinetes, cuando crecieron se subieron a los caballos, las
llevaron a una cosa mas efectiva.
Llegué a ser cuadrillero por mis amigos Vitelmo Aguilera y Huberto Mora,
que todavía existen, tocaba ir a las mangas a traer los caballos, cuando
terminaba la faena, nos mandaban a desensillar, al llegar al potrero, nos
echábamos “la palomita” y luego los soltábamos. Fui creciendo y me
tuvieron en cuenta. Un señor Abelardo Manrique, me apuntó en un
cuaderno las instrucciones sobre cómo se hacían los juegos.
Empecé a cuadrillar como en 1954, el cabecilla no participó más, entonces
entré como jefe, pertenezco a los galanes, que vestidos de blanco y negro
asemejan los españoles.
Hubo un lapso de tres años, desde el 49 hasta el 53, por la violencia
partidista. Cuando se firmó la paz, San Martín había sido devastado y se
tomó la iniciativa de seguir los juegos indefinidamente.
Si Dios me tiene con vida, el 11 de noviembre venidero completo 50 años
ininterrumpidos como jinete y parece que me van a condecorar por ese
motivo. Enrique Rey (actual presidente), también ajusta medio siglo,
comenzó muy joven, aunque tengo más trayectoria, porque antes de ser
cuadrillero, me inmiscuía con los cuadrilleros, llevando los caballos y
haciéndoles favores.
Se realizaban primero en el parque principal, frente a la iglesia y la casa
municipal, luego las trasladamos a la plazoleta donde figura la concha
acústica, ahora tenemos un terreno propio, una plaza bien organizada, con
graderías, se piensa hacer un museo.
Bajada al Ariari
Llegué como carpintero a una hacienda que era epicentro de los hatos
ganaderos, unos terrenos inmensos (llamados Mamonal), de un doctor
tolimense de apellido Rocha, quien se los vendió a don Antonio Dishington
como en el 45 talvez. Este la bautizó con el nombre de Candilejas y montó
todas las comodidades: un avioncito Piper en que hacer los mandados a
Bogotá, comisariato, billares, frigorífico, camiones, porquerizas, edificó casi
una ciudadela que albergaba mas o menos trescientas personas, entre
alfareros, albañiles, pintores, vaqueros.
141

Don Antonio era excelente persona, humano, sufrido por los trabajos,
comprensivo. Si uno estaba cansado con determinada labor, se la cambiaba
por otra. Nos reunía, charlaba hasta con el más humilde. Trabajar allí era un
honor. Duré bastante con él. No le conocimos esposa. Andaba con una
enfermera amiga a la que le decíamos la “Señorita Mercedes”. Tenía un hijo
(Alejandro) que debe vivir en Cali.
Cuando la violencia se puso fuerte (años 50 y 52), en Candilejas instalaron
un puesto del Ejército y la hacienda quedó abandonada, mucho ganado se
murió, no hubo quien lo asistiera, todo se deterioró. Al retornar la paz en el
54, don Antonio trató de reconstruir, pero ya no fue igual, estaba cansado,
se enfermó y murió.
Muchos sanmartineros buscaron la serranía, entre el río Manacacías y el
Ariari; quienes no tenían forma de irse para el interior del país, se
refugiaban en los hatos. Se transitaba todo lo más de a caballo, desde
haciendas grandes como Candilejas, Bellavista, Guacamayas, San Vicente o
Gaviotas, se echaban tres jornadas (8 o 10 horas) cabalgando hasta San
Martín, todos los días se hacia la misma jornada.
Puerto Chinata
La guerra acabó con todo y no hubo más remedio que emigrar, por cosas de
la vida, un puñado de hombres exploramos el Ariari, que plagado de tigres,
leones, fieras, era una selva. En las Bocas de Iracá armamos unas balsas de
guarumo, pasamos al otro lado, cogimos por la ribera arriba, hasta
encontrar un paisa apodado “El Zarco”, La “Negra Chona” y otros vecinos
refugiados en el apogeo de la violencia, era el verano del año 50, a finales
de un enero para más pavas.
Estuvimos trasegando hasta el 54, mas o menos, unos desplazados con
ansias de su terruño regresaron junto con otras gentes, más tarde, en el
gobierno de Carlos Lleras Restrepo (6) vino la reforma agraria, se fueron
formando pueblos como Puerto Rico y Puerto Concordia.
Primero se llamó Puerto Chinata (hay cedulas que figuran expedidas en ese
lugar), tomando el nombre de una finca, al pie de Loma Linda, ahí vivía
Pablo Segura.
En los comienzos de la colonización, un coronel de apellido Sáenz Montoya
compró el Hato llamado Churrubayes, los moradores le colocaron a la
inspección el apellido del militar, así duró hasta que se ordenó como
municipio con el nombre de Puerto Lleras en homenaje a Federico Lleras
Acosta, padre de los conocidos políticos que llevan su apellido.
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En esas travesías del tiempo estaba como senador el doctor Hernando
Durán Dussán y el sanmartinero Federico Castro como Representante a la
Cámara, eran los políticos de la época, fueron los de la iniciativa, el doctor
Castro estuvo en la inauguración del municipio, el doctor Dussán no vino.
El empujón
Vinieron familias de colonos a talar la selva al otro lado del río, a sembrar
arroz, plátano, el Incora les asignó sus parcelas, les dieron ganadito, el
presidente del Fondo Ganadero del Meta, amigo mío, hizo que nos dieran
800 cabezas destinadas a finqueros de la serranía. El empujón comenzó
como en el año 67/68 cuando abrieron la Caja Agraria, solicitada por
agricultores y comerciantes. Conseguimos el Idema, se construyeron las
bodegas para acopiar el arroz, en una cosecha hasta la iglesia se llenó de
carga, se ponían toldos en las calles para su almacenamiento, llegó a
llamarse La Perla del Ariari.
De los beneficiarios de la Caja Agraria quedan unos ya muy ancianos:
Drigelio Sánchez, Antonio Torres, Irma Azcarate, José Murcia, otros ya
murieron como Asnoraldo Zapata, Capitolino López, Reinel Monguí, quedan
solo sus familiares.
Gusanillo por la política
Nunca llegué a imaginarme haciendo proselitismo, precisamente pensando
en las épocas anteriores, lo que era la política, adonde nos llevaba, al odio,
las adversidades, sin embargo me gustaba compartir con la gente
necesitada, porque talvez yo había sufrido las mismas consecuencias, llegué
a la Junta de Acción Comunal, presidida por don Emiliano Parra.
Cuando el murió quedó acéfala, de pronto tomamos la determinación de
continuar, talvez por mi forma de ser me nombraron como presidente,
comenzamos a trabajar fuertemente, con Luis Cortes, Absalon González,
Ernesto González, Alfredo Cárdenas, Gustavo Tocora, así que me recuerde.
Las juntas de acción comunal tenían mucha autonomía, se trabajaba
desinteresadamente, nos tocaba viajar a Villavicencio, nadie nos daba un
centavo, no nos gustaba hacer bazares para recoger dinero, yo tenía un
carrito, uno decía yo pongo la gasolina, otro compraba el almuerzo,
compartíamos los gastos del viaje, mediante comisiones impulsábamos las
cosas. Llegó el momento en que la junta pedía auxilios para muchas
veredas, movíamos mas dinero que el municipio, para esas escuelas, tengo
todavía planes de inversión donde figuran $10.000, con esa suma se hacia
mucho, $20.000 para una carretera, construimos el primer planchón para el
cruce del río, esa partida la consiguió el Representante a la Cámara Chucho
Bejarano y el senado Alfonso Latorre Gómez, costó $ 750.000.
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Faenas de pesca / Ernesto González Pacheco
Baquiano
de
agua dulce
Según me lo endosaron mis mayores yo vi la luz primera en Herrera Tolima,
heredero de Gregorio González y María Dolores Pacheco, mi madre, quién
cerró los ojos al mundo en estas tierras del Ariari.
Los vientos de la violencia encaminaron mis pasos hasta Dolores y luego a
Ibagué. Como no pude pelechar en la capital del Tolima, busqué abrigo en
la Bogotá provinciana del medio siglo anterior, hasta que el embrujo
de la llanura oriental me aterrizó en Villavicencio a
finales de los cincuenta.
El camión de Pablo Herreño, me trajo desde San Martín, por una trocha que
se atrevía por la Serranía. Corría el año mil novecientos sesenta y uno. En
Puerto Sáenz habitaban algunas gentes, en unos escasos ranchos: Floro Paz
“Gorgojo”, doña Benigna, Manuel Noreña. Olvidé la mayoría de los nombres.
Me volví pescador en el río Güejar. Atrapábamos las carnadas con atarraya,
los guarales eran de piola gruesa, caían bagres, valentones y amarillos que
pesaban hasta veinte arrobas, eso daba gusto.
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Despuntando el verano subíamos hasta Piñalito, puro palo atrás, no habían
motores fuera de borda, el pescado se secaba a puro sol, la correría duraba
dos o tres meses, salíamos al caserío en semana santa, allí vendíamos una
parte y el resto en la capital del Meta.
“El Mocho” Efraín, “El Tuerto” Saúl Vargas, (asesinado en Villavicencio) y
Ciro Vargas, (hora está en Casibare), eran mis compañeros de faena. El
Negro Polo era bueno para zambullir, anzuelo en mano se tiraba de la canoa
y arropado por el agua clara, enganchaba los peces que dormitaban en los
rebalses, cuando el río oscurecía se fregaba El Negro. Era especialista en
amarillos, decían que era “ayudado”, pura paja, la verdad es que era bueno
de las agallas y podía durar hasta diez minutos en inmersión libre.
Así fue el apogeo
Frente a la esquina de Héctor Castañeda compré un kiosco, allí vendía
comida, adicionalmente me sirvió de bodega cuando se acrecentó el
comercio del arroz. En esas medianías, Emiliano Parra presidía la Junta de
Acción Comunal.
Se sembraba a chuzo y se recolectaba raspado, en temporada de cosecha
era mucha la gente que venía. Joaquín Lombana, Cupertino Becerra y
Agustín Rúa (cultivadores), traían merradas de cogedores reclutados en
Villavicencio. Raúl Castro y Benjamín Perafán sacaban la carga por el río.
Raúl Castro, Pablo Herreño y José Saavedra, timoneando camiones Ford
600, Dogde o Merk, gastaban más de una jornada para salir a San Martín.
Pablo Herreño, “El Tuerto” Erasmo y Artemo Toro (dueño de una “chiva”)
compraban la producción y la transportaban a los centros de consumo.
Cuando la atarraya de la pasión embraveció mis venas, hice un lance de
amores eternos a Concepción Sánchez, levanté una casa esquinera a la orilla
del Puerto y me hice comerciante. Con el tiempo incursioné en la vida
pública. Me embarqué en el cuarto lugar de una lista con Pastor Bustos, salí
concejal sobrado. Estuve otro periodo más en la corporación.
Ahora que la canoa de mi vida puso proa hacia los remansos del retiro, vivo
día a día la tranquilidad que le regalan a uno los tiempos, acompañado de
Concha y mi hijo, sin olvidar este pueblo que me acogió como una abuela
querendona cuando mis años eran mozos.
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Colono / Peluquero
Carlos Arturo
Vega Colonia,
Oficiante de la
Vida
Vine al Llano porque el gobierno quería hacer
una pequeña reforma agraria para salvar algunos
liberales de la región del Valle, el Quindío y Caldas, entre los
cuales me contaba.
En el país había una descomposición muy tenaz, aunque ya había pasado lo
de Gaitán. El Presidente Ospina Pérez, secundado por Laureano Gómez, se
resolvió por la violencia, porque según ellos, los liberales (sobre todo los
radicales gaitanistas) iban rumbo al comunismo y había que acabarlos.
Tenía mi casa propia en Pereira, alternaba como chofer y peluquero, estaba
casado con Blanca Ester Giraldo (de los Giraldo de Rionegro Antioquia), a mi
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compañera de toda la vida la conocí en Tulúa, trabajando en una fábrica. En
esas resultas ya teníamos tres hijos.
La tierra prometida
En noviembre del año 1959, funcionarios de la Caja Agraria, encargados del
programa por el Ministerio de Agricultura, dijeron: “Apróntese que nos
vamos, no lleven chécheres porque no caben en el carro”. Eché la cobija y la
ropita entre un costal. Me acompañaban la mujer y los hijos (William, Inés,
Teresa y Rosita recién nacida). Nos trajeron en un vehículo contratado por la
entidad crediticia. En el ayer quedó, como saldo nostálgico del patrimonio
familiar, una venta de petróleo, mechas alemanas y máquinas tejedoras.
Carlos Arturo Vega Colonia
En San Martín nos amontonaron en una rancha, luego nos enfletaron rumbo
a un destino incierto y desconocido. Las familias liberales hacia Avichure y
los conservadores rumbo a Canaguaro.
Las tierras eran montañosas. Pasamos por Rincón de Bolívar. Entre agua va
y agua viene, el carro llegó a Puerto Limón. Cruzamos en canoa, a puro
remo, hasta la otra orilla del río Ariari. Era pleno el invierno y el agua
mojaba hasta la cintura. Algunos lloraban por la desgracia que nos daba su
bienvenida: ¡Como quien dice, llegar a una selva y
principiar, eso era muy verraco!
El río, amenazante, como de muerte, se metió por entre el monte. Cuando
amainaba un poco, tumbábamos árboles en medio del barrizal. Allí
quedamos una veintena de familias. casi aguantando hambre, la comida era
147

muy escasa, mi mujer cocinaba para los trocheros, dormíamos en hamacas
o en esterillas chuapo.
Empezamos el campamento central, estuvimos en ese lugar hasta el año
siguiente, aportando lo único que teníamos (la fuerza de nuestras manos)
en labores comunitarias. Luego nos repartieron parcelas de 50 hectáreas.
Nos correspondió un tramo de 500 metros, sobre la Trocha que venía de
Avichure hacia la Trocha Siete, en el kilómetro 4. La bautizamos El Ocaso,
era un predio de aguas veraneras y bien ubicado. Con la ayuda de unos
compañeros levantamos un ranchito de vara en tierra, paredes recubiertas
con chuapo, techado con paja de moriche. Protocolizamos la escritura en
San Martín, anochecimos pobres, amanecimos amos y
colonos de la tierra que nos prometieron.
Ni al vado ni a la corriente
Como la envidia no escasea en este país, el día que mi mujer cayó en dieta
de Libardo Antonio, llegó al conuco, el señor Eduardo Olivares, secundado
por un viejito de apellido Lozano, armados ambos de pistola y revolver, con
la consigna de que eso era de ellos (fundadores antiguos), que le
desocupáramos, por mandato del Capitán Dumar Aljure Moncaleano.
- “Que por órdenes mayores teníamos que abandonar en el término
de la distancia”.
Pues nos sacaron de la tierrita. Como la vida tiene memoria de rencoroso y
no se queda con nada, tiempo después supe que Lozano murió
entenebrecido y pobre.
En un bote que me prestaron bajé por el río, la cobijita envuelta en un
costal, la mujer en dieta y el niño recién nacido, volví a empezar casi
desde cero, como cuando nos vinimos de Pereira. Sin
nada en el mundo, así como fui bautizado en La Valvanera (Buga).
Pedro Casallas me dio posada esa noche. Le pregunté donde podía meter la
cabeza con los míos.
- ¡Lo que es aquí no se me queda!, me dijo antes
de conducirme por una trochita, bordeando una laguna grande,
pródiga en cachirres, guios y tembladores.
Cuando le pregunte a mi guía acerca del peligro que representaban
estos animales, me contestó con sorna que no les tuviera miedo, que
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por acá acechaban otras alimañas peores. Al otro lado me fundé, en una
parcela desocupada, por un colono al que tildaron de comunista.
Más arriba estaba Carlos Quintero, se rumoraba que era un matón, lo cual
tenía mucho de cierto, pues él mismo se preciaba de “haberle arreglado la
situación a varios humanos”, cada que despachaba a un semejante para el
otro mundo. También moraba por allí Pedro Urrego, un buen vecino, que
tenía el inconveniente de despreciar a sus hermanos. Ellos eran mis
colindantes, en ese paraje que ya empezaba a
llamarse La Tigrera.
Colgamos las hamacas, tendimos cobijas en el suelo, oímos el rugido del
tigre y otras bestias montaraces, conocimos por vez primera el tigrillo,
animal largo y delgado que se subía a los palos, esperaba que los perros o
los marranos se descuidaran, caía encima y los devoraba, este felino era
diferente al canaguaro. Como si fuera poco se sentían unos huracanes que
tumbaban esas montañas.
Pese a la rudeza del medio, otros compañeros se asentaron en ese lugar.
Sembramos arroz, maíz y el pancoger para el sustento. Nadie nos pidió ni
nos dio un documento, ninguno dijo esta boca es mía, nos posesionamos en
estas tierras baldías, luego supimos que ese era un escondedero del Capitán
Aljure. Un señor que nos ayudó mucho en ese ajetreo fue asesinado.
Marcos Pulgarín tenía sembrados de café, cacao, unos pastizales envidiables,
donde pacían más de veinte reses, cometió el pecado de difundir sus ideas
sociales, puso de manifiesto su amistad con Plinio Murillo, un excombatiente
de la violencia, lo señalaron y le tocó desocupar.
Hablaban mal de él, que llevaba trabajadores y no les pagaba, aduciendo
que era en bien de la comunidad, basado en el crecimiento y producción de
los árboles sembrados calculo que llevaba unos diez años de fundado. Antes
de irse encargó a Casallas para que le cuidara, finalmente hicieron algún
cambalache y Pedro se quedó con esas tierras.
Monté un trapiche, cañaduzales, plataneras, se perdió la producción porque
no tenía a quien venderle; saqué como treinta zorradas de racimos, las
pasamos en el río y nadie me las compró, los ganados de Casallas, Quintero
y Urrego fueron los que aprovecharon. Julio Sierra se fundó al lado mío.
El dirigente de los colonos designado por la Caja Agraria (en Avichure y
aquí) era un señor Ignacio Guzmán, que tiene una hacienda pegada a Caño
Blanco, el me entregó la parcela que aún reclamo, tengo la escritura
debidamente legalizada, no falta sino un papel, todavía la estoy pleiteando.
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Aguasmalas
Empezaron los muertos por allá adentro, no por Aljure, sino ordenados por
otros. Se cometieron muchos crímenes a nombre del Capitán. Recuerdo la
primera vez que lo vi, era buen mozo, bien parado, me parece que era
tolimense, acampaba más que todo en Puerto Limón y en Rincón de
Bolívar, tomaba trago permanentemente, reunía la gente en Puerto Sáenz,
en la casa de Ramón Escobar, daba órdenes y estas se cumplían.
A Guadalupe Salcedo, su jefe y compañero de armas, lo engañó el gobierno
con el cuento de que iban a montar escuelas, colegios, universidades, que
carreteras y caminos, le ofrecieron el cielo y una parte de la tierra, se dejó
convencer, lo montaron en un carro y lo fusilaron: un golpe duro para el
Capitán.
Duramos tres o cuatro años, bebiendo agua de ciénagas, se comenzaron a
enfermar los chinos, nosotros también, a darnos cólicos, a la mujer la
atacaron unos dolores bajitos; con algunos pesitos de una cosecha y la
venta de unas reses y unos marranos nos salimos para el pueblo. Le
dejamos la finca a un señor Jesús, lo mataron en una montañita, no se
porque, pero lo mataron, de Avichure echaron a varios y comenzaron a
traerlos para acá, métase ahí,
Puerto Sáenz, eran cuatro ranchos, un señor Valerio Melo, vendía droga,
donde está la Policía, Pablo Bejarano, Pablo Emilio Cabrera, marido de doña
Elsa, Ramón Escobar, Pablo Portillo y una viejita que no se sabe que se hizo.
Pastor Ríos, el carnicero tenía una tiendita, se murió de muerte natural.
Un coronel autorizo que se posesionaran en Loma Linda, cuando el Ministro
de Agricultura era Carlos Sáenz de Santamaría, ahí comenzaron a perseguir
a Aljure, que al principio era bienhechor, y después se metió en conflictos, la
guerrilla liberal hizo estragos, mataron muchos militares.
Jorge Flores, Inspector de Policía, trazó las calles y entregó solares gratis,
decía: “Le doy solar a quien esté en condiciones de edificar “.
Inmediatamente, me hice dueño de dos solares, pegaditos, donde está
Gustavo Tocora, los cambié por unos animales que tenía para vender.
Durábamos hasta ocho días por estas trochas, veníamos bien hasta Chinata,
de ahí para acá eran unos lodazales, se enterraba el carro y había que
levantarlo en vilo para poder salir, esto era banquetica.
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Un negrito que era dueño de este lote, me lo dio barato, por $ 35.000,
después lo vi cieguito, pidiendo limosna, tenía unos ahorritos, porque a
William le fue bien con los radios, compre por $ 3.000 la casita de balcón
que hay en la avenida, posteriormente se le di a William, porque el me había
prestado para completar la primera cuota de esta casa.
Primero trabaje peluquería con el papá de los burros (Chucho Sánchez),
tenía casita donde Conrado, trabaje de oficial, comencé a venir porque los
cólicos no me dejaban trabajar, no podía tumbar montaña, no podía
manejar una guadaña que traje desde Palmira.
Mas o menos en el 65 entraron los primeros buses, no por Bolívar, sino por
la serranía, Don Chucho fue el primer gerente de la Flota Macarena, me
vine, compre esto, me lo dieron por cuotas, William era obediente a todo lo
que yo decía, porque el se hizo mecánico con la ayuda mía. William se fue a
estudiar electrónica, lo llevé a Bogotá, le pagué los estudios en la Nacional
Scholl, de ese arte ha vivido toda la vida.
Machuca Fierro (Fabio Aguirre) primero puso una herrería, arreglaba
escopetas de fisto, le fue bien, luego abrió una ferretería, trajo dos
televisores, uno me lo vendió a mí.
Comenzó mi decadencia porque me enfermé, me llené de achaques, guardo
como recuerdo en este arduo oficio de la vida, la vieja silla de peluquería y
el televisor en blanco y negro, donde la muchachada de entonces conoció la
magia de la pantalla chica.
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José Manuel Vélez Castañeda / El primer cotero
Desarrumando
nostalgias
Yo fui el primer cotero, me llevo ese honor, me
siguieron Rigoberto López, Purifico Yara, Luís Norberto
Vélez, Jota, Rozo Negro y Rozo Blanco y Alberto N.,
descargábamos los camiones de Pablo Herreño, Norvey Cortés (un Chevrolet
bien engallado), Joaquín Niño, Helí N. camioncitos Ford 600, ocho tacones,
cortos, cargaban 50 bultos máximo.
El arroz lo sacaban en pequeñas canoas, a palo atrás, navegaban orilladas,
se le metían al centro, solo en los regadales, después llegaron tres motores
marca Archimedes, los primeros motoristas fueron Sergio López, Luís Hacho
y otro. Después Raúl Castro compró un motor negro.
Llegué en la época en que Pedro Bejarano le había vendido sus tierras a
Manuel Noreña, pero aun no se las había entregado, Bejarano fue partijero
con Noreña, cosechaban arroz, estaban empezando las cosechas, entró con
un muchacho Gerardo López.
La entrada era por la Calle de los Tramposos, hasta la mata de bambú, que
era como el centro, donde había un rancho grande, en el pequeño caserío el
inspector era Jorge Flores.
El pueblo se creció por el apogeo de las cosechas de arroz. De socolas,
derribas, quemas, hablaban el lenguaje de las hachas.
Los accidentes eran frecuentes. Los carros llegaban llenos de recolectores,
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también se explotaba mucho la madera, entró la gente y comenzaron a
hacer casas. Así creció el caserío.
Doña Clara, la esposa de Noreña era profesora en la escuela. Por los lados
del Café Los Espejos era una chucua. Pastor Ríos se fundó entre Caño Iracá
y el río Ariari, tenía una platanera que cosechaba semanalmente, Ramón
Escobar vino poco después, a Ernesto González lo conocí como pescador.
Pablo Rubiano tenía una bodega en el sitio llamado Puerto Machete, ahí era
el llegadero, que luego se trasladó a la bocana de Caño Iracá.
A don Alcides Velásquez se le murió la mujer y la cargó en un burro hasta
San Martín, se sometió a esa hombrada con tal de enterrarla en campo
santo.
El doctor Galán, Inspector de Caminos Vecinales, tenía una finca abajo de
Luís Cárdenas. Argemiro Espejo se fundó en la Serranía, al igual que “Mano
de Tigre”, fiel soldado de Aljure.
Hice una mediagua por los lados de la zona, con la ayuda de “Pedrito”, el
que trabajaba en el molino de Medardo Contreras, y padre del
Representante a la Cámara por el Guaviare, Pedro José Arenas, era el que
medio sabía de construcción.
Allí llevé una buena vida con mi mujer hasta que me vine a vivir a Granada,
donde sigo ejerciendo mi profesión y donde desconocen que fui el pionero
de los coteros en Puerto Lleras.
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Emiliano Parra / Nueva vida en Puerto Lleras
Así nació la finca
Bonaire
Nos vinimos para Puerto Lleras. En esa época eran solamente cuatro
ranchos y nosotros compramos uno. En el pueblo no había una sola
canoa con motor fuera de borda y la compramos. Le pusimos un
motor Johnson 40 y comenzamos a andar por el río, para ver donde
fundábamos una finca.
Como trajimos veinte mulas y diez reses, las teníamos pastando en una
sabana (lo que hoy es Bonaire y la finca de Pablo Rubiano). Por ese
entonces todo era una sola sabana, sin cercos. Las mulas y las reses
comenzaron a hacer daños en unas sementeras cerca del caserío, así que
nos demandaron.
Luego, un tipo que conocía los problemas que teníamos con los animales,
me dijo:
- Don Emiliano, yo aquí cerquita del pueblo tengo unas sabanas; si quiere se
las arriendo; o puede que también se las venda.
Fuimos a verlas. Al poco tiempo se las compramos (lo que es la Hacienda La
Guajira). Esta finca tenía tierra arable para cosechar arroz, vendimos parte
de las mulas; otra parte nos la financió la Caja Agraria.
Compramos un tractor Jonson junto con el equipo para cultivar. Preparamos
cien hectáreas e hicimos una cosecha grande. Estos terrenos se inundaban,
cuando era el tiempo de recoger la cosecha, teníamos que recorrer los
arrozales en canoa.
154

Fundamos la finca Bonaire
Mi hermano Milciades y sus hijos si eran muy trabajadores. Nosotros
estábamos laborando en compañía desde cuando él se regresó del Llano
para Rionegro, en Dolores. Después pegamos para acá, para el Llano,
cuando vine de Ibagué, que compramos la finca llamada Costa Rica.
Carlos Sáenz Santamaría (de gafas) visita Bonaire (1975)
Después de trabajar en compañía por dos años, y cuando nos salimos del
Ariari, o sea de la finca Costa Rica, y que compramos aquí en Puerto Sáenz,
seguimos. Ya llevábamos doce años en sociedad.
Cuando él fue a Rionegro, yo había aportado el capital que tenía entonces;
él solo había llevado sus ropitas en dos costales, pues le había tocado
que perder todo lo que tenía en San Vicente, Caquetá, por la
violencia.
Conseguí con el Fondo Ganadero cuarenta novillas; al año logré que también
le dieran a mi hermano Milciades otras cuarenta novillas. Todo marchaba
muy bien.
A los seis meses de estar viviendo en la finca La Guajira surgieron
problemas entre nosotros y resolví irme de allí con mi familia. (Hacía año y
medio habíamos comprado la finca Bonaire. Eran solo pajonales. Había un
rancho pero cayéndose).
155

“Nos vamos para Bonaire”, les dije a los que estaban allí: mi esposa, mis
otros hijos y Rafico. Yo se que el rancho no sirve y que se llueve pero nos
vamos”.
Llegamos ese mismo día. Era domingo. El monte cubría el rancho. Tuvimos
que poner unas hojas de plátano en los rotos para no mojarnos.
Antes de arrancar, le había dicho a mi hermano: “Vaya mañana, para que
partamos bienes”.
Efectivamente vino al otro día. Me insistió que volviéramos a la casa, o sea a
La Guajira. Pero le dije:
- No; yo ya le dije que partiéramos.
- Pero, ¿cómo hacemos para partir si tenemos una sola casa? - preguntó - .
Creo que a usted le quedará difícil tomar esa decisión. Tenemos que buscar
quien nos haga la partición de los bienes.
- No – le dije - . Yo puedo hacer la partición. Vuelva al otro día.
Iba a hacer las dos partes ese lunes y lo iba a hacer a conciencia de ambos.
Pero se fue para Puerto Lleras a buscar padrinos para que me reconviniesen
a mí a que no partiéramos, y a que nos hicieran la repartición.
Y al otro día vino a insistirme en que nos volviéramos para la casa.
- No. Yo ya hice las dos partes (esto, a conciencia).
Le había pedido a Dios que me iluminara el modo de apartarnos de ellos; yo
estaba dispuesto a conformarme con lo que me tocara. Fue por esto que le
dije:
- Aquí tiene las dos partes para que escoja: Bonaire con el tractor, es una
parte; y La Guajira, con sus haberes (casa de habitación, cultivos, cercos)
es otra.
- Pues yo cojo La Guajira - dijo mi hermano.
- Entonces, yo cojo Bonaire, con sus pajonales y el tractor. Y me da unas
gallinas, unas ocho (porque había bastantes) y unos marranos. Y así
partimos. ¡Ellos quedaron muy contentos!
Cultivar la tierra es una bendición
Nuevamente, con mi hijo Rafico, volvimos a principiar. Tuvimos que
construir una casa. También comenzamos a hacer contratos con el
156

tractor. Trabajábamos de día y de noche. Después vendimos a Bonaire y
compramos el fundo donde queda la finca Betania. Esto era montaña y
rastrojo. Tumbamos todo e hicimos una cosecha de maíz.
La Caja Agraria nos financió otro tractor, un Ford 5000. Trabajábamos
haciendo contratos con las dos máquinas, cosechando en compañía y
cultivando en Betania.
Pusimos caña con trapiche motorizado. Teníamos ganadito del Fondo,
pagábamos pastaje a mi hermano Milciades, volvimos a comprar una
embarcación. Nos fuimos a buscar unas sabanas en Mapiripán.
Luego de una mala sociedad, adquirimos un fundo de 8.000 hectáreas
planas, al que llamamos Mocuare. A los seis años lo enajenamos y
compramos el fundo Manacal y la finca La Estrella.
Lo quiero ver con vida
Un día cualquiera me salió una especie de sabañón en el dedo chiquito de
un pie, y en el dedo que le sigue. Sentía mucho dolor desde que me
principió. Fui al médico de Puerto Lleras y me dio unos remedios, pero seguí
malo. En quince días me agravé tanto que llamé a mi hijo Rafael, a
Mapiripán. Cuando llegó yo seguía muy malo. Tan pronto me vio, Rafael
decidió llevarme a Bogotá; así que salimos ese mismo día.
A las cinco y media de la mañana llegamos a Villavo. El dolor era
desesperante. Me llevaron a la Clínica Santa Marta. El médico llamó a mi hijo
afuera para decirle: - A su papá hay que cortarle la pierna, porque tiene una
gangrena muy desarrollada, hay que operarlo rápido por que avanza mucho.
Ante mi negativa, dijo que si era la única solución para salvarme la vida, que
me operaran. Vamos a agotar todos los recursos, si no hay otra solución
que se la corte. Yo lo quiero ver con vida, aunque sea sentado, pero
no muerto. - Que se haga la voluntad de Dios – Contesté
Fragmento tomado del libro Un grito de angustia escuchado en lo alto, autobiografía de
Emiliano Parra Quiroga, María de Jesús Orozco G. y Linda Criswell, 1991.
157

Julio 9, 10 y 11 de 1999 / Testimonio de la toma
En los dinteles
del averno
“El sábado diez de julio de 2001, nos levantamos como todos los días para
abrir el almacén, al asomarnos vimos las calles llenas de guerrilleros, que
nos obligaron a salir de la casa y dejar las puertas abiertas. Después
supimos que cerca de dos mil efectivos habían participado en la toma del
pueblo”.
“En la confusión de los primeros momentos, nuestros tres hijos se nos
perdieron. En el hospital fue la mayor concentración de gente; no cabía una
persona. La reacción de la Fuerza Aérea fue casi inmediata. Como a las
nueve de la mañana estaba el avión fantasma disparando sobre los focos de
resistencia. En determinado momento diez aeronaves sobrevolaban la
población hostigando los invasores”.
“Entre escaramuza y escaramuza seguía buscando mis hijos, pero no
aparecieron por ningún lado. Les habíamos advertido que en caso de una
toma no se fueran para la finca, pues era zona de riesgo. En todo momento
debíamos de permanecer juntos”.
“El enfrentamiento fue algo terrible. Aunque habíamos pasado por estas
circunstancias, uno nunca aprende a dominar el miedo. Desde el aire
disparaban hacia las casas donde se parapetaban los guerrilleros y a su vez
estos contestaban el fuego. Infortunadamente la nuestra era una de ellas y
se nos sobrevenía la incertidumbre ante los posibles destrozos”.
“Llegó la noche y duró una eternidad. Sin comer, sin dormir, angustiados,
sudorosos, esperamos el alba. Recordábamos escenas escalofriantes: Una
familia murió quemada. Un proyectil impactó el cilindro del gas de la
vivienda y esta prendió en llamas. Sus moradores terminaron incinerados”.
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“El epicentro del combate fue en el Puesto de Policía. Solo dos agentes
murieron. El resto se protegió entre las trincheras y los túneles de
evacuación. La esposa del oficial que comandaba estaba dentro y lo apoyó a
las acciones”.
“Hacia el medido día, ante la “Operación Rastrillo” de las fuerzas de tierra,
los guerrilleros empezaron a angustiarse. Estaban cansados. Pudimos ver
como una muchacha se quedaba casi dormida sobre su fusil, pese a la
bravura del combate. Se escuchaban cruces de disparos entre los cordones
de contención y lo soldados que venían a reconquistar el terreno. Hubo
escaramuzas fuertes en medio de los arrozales aledaños”.
“Cuando llegó el momento de la retirada, algunos de los guerreros no sabían
donde quedaba el río, seguro punto de referencia. Se fueron de manera
desorganizada y ante el desconocimiento del terreno les infringieron muchas
bajas”.
“Luego del repliegue insurgente llegó el Ejército y retomó el control de las
calles. Salimos de las instalaciones del hospital. Dirigimos nuestros pasos al
almacén y pudimos vislumbrar los destrozos. Un proyectil pasó a menos de
dos centímetros del cilindro del gas. Si acierta hubiera volado la edificación”.
Eso era lo de menos. Para nosotros las cosas no habían terminado. Le
preguntamos a todo el que nos encontramos sobre el paradero de nuestros
hijos. Ninguno dio razón. Ni grande ni chica.
Desesperados nos dirigimos con mi esposo hacia los predios de la finca. Para
tomar un aire nuevo y esperar noticias teñidas de presagios. Cuando
asomamos al portal, los chicos salieron a recibirnos. Contrariando las
órdenes nuestras se dirigieron hacia donde no tenían que ir. Después de
abrazarlos y abrazarnos entre todos, me senté en una banca de madera y
derramé las lágrimas contenidas durante las últimas cuarenta y ocho horas.
Entrevista con sobreviviente de la toma guerrillera.
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Folios Institucionales

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Miguel Ángel Ramírez López /Alcalde 2005 - 2007
Informe de gobierno
Miguel Ángel Ramírez López
Abogado de la Universidad Católica de Colombia, obtuvo un postgrado en
Derecho Penal en la Universidad Libre, es Diplomado en Contratación
Pública, nació en la ciudad de Bogotá (1959) y desde los tres años se radicó
en Puerto Lleras, estudió en la escuela Inocencio Chincá y en el colegio de
Bachillerato, fue integrante de la selección juvenil que ganó el campeonato
departamental de fútbol en el año 1975. Su padre, Víctor Ramírez fue
Personero Municipal y su señora madre Elvia López lleva varias décadas
radicada en esta población. Casado con Leonilde Campuzano, son padres de
tres hijas, que cursan estudios universitarios en la capital de la república.
Siendo estudiante universitario se vinculó al Ministerio de Obras Públicas,
una vez creado el Instituto Nacional de Vías, fue adscrito a la Unidad
Territorial del Meta, siendo director nacional del organismo, el exgobernador
de Antioquia Guillermo Gaviria Correa, a quien asesoró en la parte legal de
la construcción de la autopista Villavicencio - Bogotá. Desde INVIAS apoyó la
gestión de proyectos regionales, entre ellos, la dotación de bancos de
maquinaria para Puerto Lleras, Puerto Concordia y Puerto Rico.
Manifiesta que llegar a la primera magistratura de su pueblo fue difícil y
considera esta posición como un medio, para luchar por el progreso de sus
conciudadanos, uno de cuyos retos es alcanzar una cobertura del 100% en
163

el suministro de agua potable y saneamiento básico (relleno sanitario,
acueducto, alcantarillado y matadero) antes de que se acabe su mandato en
el año 2007, con el apoyo del gobierno departamental. Para este propósito
escogió el siguiente equipo de trabajo:
Secretario de Gobierno
William Ernesto Bernal Bravo
Secretaria Secretaría de Gobierno
Mariela Ortiz Jiménez
Secretaria Ejecutiva Alcaldía
Yaneth Arroyabe Restrepo
Tesorería Municipal
Celestino Romero Aguirre
Secretaria Tesorería.
Delqui Cenaida Tazama Suárez
Técnico Tesorería.
Alix Ayala Rodríguez
Secretaría de Planeación y Obras Públicas
Ing. Wilder Vélez Vasco
Secretaria Oficina Planeación y Obras Públicas
Beatriz Benavides
Técnico de Planeación y Obras Públicas
José Luís Rodríguez
Fontanero
Juan Carlos Basallo
Conductor
Paulino Ortiz
Unidad Municipal de Asistencia Técnica Agropecuaria -UMATA –
Liliana Ladino Ceballos
Oficina de Servicios Públicos
Ricardo Jara Velásquez
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Secretaria Oficina Servicios Públicos
Magnolia Ricaurte
Coordinación de Deporte y Cultura
Técnico en deporte y cultura Gustavo Mayorga Córdoba
Bibliotecaria
Hirlayne Mora Gasca
Desarrollo Comunitario y Asistencia Social
José Jaime Tejada Sáenz
Sistema de Información Beneficiarios en Salud -SISBEN-
Yuleima Barrera
Almacenista General
Rosmery Quintero
Fuente: Secretaría de Planeación y Obras Públicas.
Mesa Directiva
Concejo Municipal 2004 – 2007
Presidente Segundo Argemiro López Pacheco
1º Vicepresidente Wilson Herrera Ávila
2º Vicepresidente Rocío Ríos Tabasco
Secretaria Marisol Molina Matéus
Concejales
Armando Ramírez Montaña
Belisario Cifuentes Guevara
Ceferino Cadena García
Froilán Mosquera
Héctor Castañeda López
José Miguel Ortiz Gutiérrez
Luís Alfonso Páez Naranjo
Fernando Pérez Medina
Fuente: Secretaría Concejo Municipal
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Registraduría del Estado Civil
Administrador Público Horacio Vasco Suárez, regula el estado civil de las
personas (nacimiento, matrimonio, defunción), identifica los colombianos
(tarjeta de identidad y cédula), organiza procesos electorales (elecciones) y
mecanismos de participación ciudadana que se realizan en los municipios
(referendos).
Fiscalía 15 Delegada Puerto Lleras
Doctora María Oneida Gelves
Juzgado 1º. Promiscuo Municipal
Se registra cambio de funcionaria en el momento del cierre del estudio.
Seguridad ciudadana
Policía Nacional
Estación de Policía Alfa 44 Puerto Lleras, pertenece a la Estación de Policía
de Granada, comandada por el Teniente Eder Sánchez Moncada.
Ejército Nacional
Batallón de Ingenieros No. 7 Carlos Albán Estupiñán, tiene su base en la
entrada a Loma Linda y está comandado por el Teniente Coronel Omar Farut
Pedraza.
Banco Agrario
Director Juan Carlos Ramírez Villa
Servicios Financieros
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