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Harry Potter and The Deathly Hallows - Gif Animados

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CAPÍTULO 36. EL DEFECTO DEL PLAN 429<br />

hechizo, vio la Varita de Sauco volar alto, oscura contra el amanecer, gir<strong>and</strong>o por el techo<br />

encantado como la cabeza de Nagini, d<strong>and</strong>o vueltas a través del aire hacia el amo al<br />

que no podía matar, que había tomado posesión absoluta de ella al fin. Y <strong>Harry</strong>, con la<br />

habilidad infalible de un Buscador, cogió la varita con la mano libre mientras Voldemort<br />

retrocedía, con los brazos abiertos y los ojos escarlata de pupilas verticales mir<strong>and</strong>o hacia<br />

arriba. Tom Riddley golpeó el suelo con mundana banalidad, su cuerpo débil y encogido,<br />

las manos blancas vacías, la cara de serpiente vacía e ignorante.<br />

Voldemort estaba muerto, muerto por su propia maldición rebotada, y <strong>Harry</strong> estaba<br />

en pie con dos varitas en las manos, mir<strong>and</strong>o al cadáver de su enemigo.<br />

Un estremecedor segundo de silencio, la sorpresa del momento quedó suspendida, y<br />

después el tumulto estalló alrededor de <strong>Harry</strong> mientras gritos, vítores y rugidos de los<br />

observadores llenaban el aire.<br />

La ferocidad del nuevo sol atravesaba las ventanas cu<strong>and</strong>o corrieron hacia él y los<br />

primeros en alcanzarle fueron Ron y Hermione, y fueron sus brazos los que le rodearon,<br />

sus gritos incomprensibles los que le ensordecieron. Los de Ginny, Neville, y Luna estaban<br />

allí, y todos los Weasleys y Hagrid, y Kingsley y McGonagall y Flitwick y Sprout, y<br />

<strong>Harry</strong> no podía oir ni una palabra de que lo todos estaban grit<strong>and</strong>o, ni decir que manos<br />

estrechaban las suyas, tir<strong>and</strong>o de él, intent<strong>and</strong>o abrazar alguna parte de él, cientos de ellos<br />

presion<strong>and</strong>o, todos decididos a tocar al Chico Que Vivió, la razón de que todo hubiera<br />

acabado al fin.<br />

El sol se había alzado completamente sobre Hogwarts, y el Gran Salon hervía de vida<br />

y luz. <strong>Harry</strong> era una parte indispensable de la mezcla de efusiones de júbilo y luto, de<br />

pena y celebración. Deseaban que estuviera allí con ellos, su líder y símbolo, su salvador y<br />

su guía, y que no había dormido, que anhelaba la compañía de solo unos pocos de ellos, no<br />

parecía ocurrírsele a ninguno. Debía dar el pésame, estrechar manos, presenciar lágrimas,<br />

recibir agradecimientos, oir las noticias que llegaban poco a poco de todas partes mientras<br />

la mañana pasaba: que por todas partes del país los maldecidos por la Maldición Imperius<br />

habían vuelto a su verdadero ser, que los mortifagos se daban a la fuga o estaban siendo<br />

capturados, que los inocentes de Azkaban serían liberados en cualqueir momento, y que<br />

Kingsley Shacklebot había sido nombrado temporalmente Ministro de Magia.<br />

Movieron el cuerpo de Voldemort y lo tendieron en una cámara junto al Vestíbulo,<br />

lejos de los cuerpos de Fred, Tonks, Lupin, Colin Creevey, y cincuenta estudiantes más que<br />

habían muerto luch<strong>and</strong>o. McGonagal había vuelto a colocar las mesas de las Casas, pero<br />

ya nadie se sentaba de acuerdo con su Casa. Estaban todos apiñados juntos, profesores y<br />

pupilos, fantasmas y padres, centauros y elfos domésticos, y Firenze yacía recuperándose<br />

en una esquina, y Grawp espiaba a través de una ventana destrozada, y la gente se tiraba<br />

comida a las bocas sonrientes.<br />

Después de un rato, exhausto y agotado, <strong>Harry</strong> se encontró sentado en un banco junto<br />

a Luna.<br />

“Si yo fuera tú, querría algo de paz y tranquilidad.”<br />

“Me encantaría,” replicó él.<br />

“Yo les distraeré,” dijo ella. “Usa tu capa.”<br />

Y antes de que pudiera decir una palabra, ella gritó.<br />

“¡Ooooh, mirad, un Blibbering Hundinger!” Y señaló a la ventana. Todo el que la<br />

había oído miró, y <strong>Harry</strong> se deslizó la Capa por encima, y se puso en pie.<br />

Ahora se podía mover por el Salón sin interferencia. Divisó a Ginny a dos mesas de

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