La Logia Lautaro en el Perú - Cybertesis

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político al que estuvieron supeditados los gobiernos que contribuyó a formar, bajo la fe del juramento y las penas más severas a quienes los violaron. Por eso San Martín se sometió a sus decisiones que limitaban su libertad de acción como jefe militar y como gobernante, y por eso Monteagudo, como tantos de sus miembros, fueron víctimas de las decisiones de cofrades reunidos siempre en cónclave secreto e irresponsable ante la ley y ante la historia” (Vedia y Mitre, Mariano. La Vida de Monteagudo, T. II, 306 en Piccirilli 1957:153). El argumento de querer justificar los errores militares de San Martín (que desde luego los hubo) y los abusos de su ministro Bernardo Monteagudo contra los españoles que vivían en Lima en 1821 15 , bajo el argumento de que “fueron víctimas de las decisiones de los cófrades”, implica tácitamente el supuesto de que Lautaro tenía una rígida estructura masónica que obligaba a ambos a la “obediencia”. Una suposición poco aceptable, puesto que San Martín era el jefe indiscutible. Pretender lo contrario, es suponer que el vencedor en Bailén, eventualmente obedecía las decisiones de sus subalternos, cosa impensable, puesto que rompería la estructura de mando esencial a todo ejército. Por lo demás, ninguno de los Jefes bajo su mando tenía ni su experiencia ni sus conocimientos militares. San Martín era el indiscutible líder, por encima del inglés Thomas Cochrane y de Bernardo Monteagudo quien fue el director de su proyecto político. Más sensato nos parece afirmar que, como anotó García Valenzuela, es bastante probable que Lautaro haya tenido un número considerable de masones en sus 15 A pesar de que los españoles residentes en Lima recibieron garantías de parte de San Martín, el ministro Monteagudo decidió confiscar sus propiedades y expulsarlos del Perú. La expulsión dio pie a serios abusos y muchísimos civiles españoles murieron. Un grupo de ellos fue abandonado en alta mar y pereció de hambre e insolación. Para mayores detalles véase Stevenson 1971: 331, en Viajeros Volumen 3, Tomo XXVII, CDIP. También Anna 2003: 172, Lynch 1988: 204, y Macera 1950: 437. 22

filas, quizá el mismo San Martín entre ellos 16 , pero, como dice Maguire, no se puede demostrar que Lautaro se constituyó como orden masónica. Nos parece en todo caso, bastante atinado el juicio del español Miguel Martín Albo, que considera que estas sociedades secretas tenían un carácter eminentemente político y poco o nada tenían que ver con la masonería (Martín Albo 2003: 227). Nuestra posición, después de la lectura de estos estudios, es que Lautaro no era propiamente una logia masónica, aunque pudieron serlo algunos de sus miembros. Pudo adoptar ciertamente algunos símbolos masónicos (de esto existe prueba documental evidente) y el propio nombre de Lautaro quizá lo fue también 17 , pero son bastante abundantes los argumentos y razonamientos que indican que Lautaro no era una logia masónica, sino un grupo político. 16 Sobre el carácter masónico del general San Martín existe todo un debate que se basa en una medalla con una inscripción masónica que recibió en Bruselas en 1827 y que se esgrime como prueba de su filiación a esta orden. Todo indica que es muy probable que como afirmaba el recientemente fallecido historiador y periodista argentino Emilio Jorge Corbière en su obra La masonería política y sociedades secretas, San Martín fuese iniciado en la masonería en Cádiz en 1808 recibiendo el tercer grado de la masonería simbólica. Empero los hechos posteriores de su vida y sobre todo las penurias económicas que pasó durante los primeros años de su destierro voluntario en Europa, antes de su feliz encuentro con su amigo y excompañero de armas, Alejandro Aguado, hacen pensar que su relación con la masonería se fue diluyendo con el paso de los años. Corbière afirmaba, sin embargo, que la relación de San Martín con la masonería se prolongó durante toda su vida. En todo caso, si San Martín fue o no masón es un tema que estará en discusión permanente. Para mayores referencias véase Raxhon, Philippe, Le géneral San Martín d’un continent a l’autre: histoire et mémoire en Derroteros de la Mar del Sur, Año 12 Número 12, Lima, Mulazzo, París 2004. Véase también la interesante investigación del padre jesuita Guillermo Furlong titulada El general San Martín ¿masóncatólico-deísta?, un escrito de 109 páginas que demuestra la gran religiosidad del Protector del Perú, lo cual descartaría su pertenencia a la francmasonería (Buenos Aires, Club de Lectores, 1951: 110 pp.). 17 El nombre de Lautaro habría sido sugerido a Francisco de Miranda por Bernardo O’Higgins, en recuerdo del célebre indígena araucano del poema de Alonso de Ercilla. Véase Piccirilli 1958:18. En La Araucana, el nombre de Lautaro aparece por primera vez en el canto III de la primera parte: “Fue Lautaro industrioso, sabio, presto/ de gran consejo, término y cordura/ manso de condición y hermoso gesto/ ni grande ni pequeño de estatura”. Los masones afirman que este nombre sugería el destino de la expedición a Chile (Orrego 2008). 23

político al que estuvieron supeditados los gobiernos que contribuyó a formar, bajo<br />

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militar y como gobernante, y por eso Monteagudo, como tantos de sus miembros,<br />

fueron víctimas de las decisiones de cofrades reunidos siempre <strong>en</strong> cónclave<br />

secreto e irresponsable ante la ley y ante la historia” (Vedia y Mitre, Mariano. <strong>La</strong><br />

Vida de Monteagudo, T. II, 306 <strong>en</strong> Piccirilli 1957:153).<br />

El argum<strong>en</strong>to de querer justificar los errores militares de San Martín (que desde<br />

luego los hubo) y los abusos de su ministro Bernardo Monteagudo contra los<br />

españoles que vivían <strong>en</strong> Lima <strong>en</strong> 1821 15 , bajo <strong>el</strong> argum<strong>en</strong>to de que “fueron<br />

víctimas de las decisiones de los cófrades”, implica tácitam<strong>en</strong>te <strong>el</strong> supuesto de<br />

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indiscutible. Pret<strong>en</strong>der lo contrario, es suponer que <strong>el</strong> v<strong>en</strong>cedor <strong>en</strong> Bailén,<br />

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puesto que rompería la estructura de mando es<strong>en</strong>cial a todo ejército. Por lo<br />

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Thomas Cochrane y de Bernardo Monteagudo qui<strong>en</strong> fue <strong>el</strong> director de su proyecto<br />

político.<br />

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Martín, <strong>el</strong> ministro Monteagudo decidió confiscar sus propiedades y expulsarlos d<strong>el</strong> <strong>Perú</strong>.<br />

<strong>La</strong> expulsión dio pie a serios abusos y muchísimos civiles españoles murieron. Un grupo<br />

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detalles véase Stev<strong>en</strong>son 1971: 331, <strong>en</strong> Viajeros Volum<strong>en</strong> 3, Tomo XXVII, CDIP. También<br />

Anna 2003: 172, Lynch 1988: 204, y Macera 1950: 437.<br />

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