La Escritura Zapoteca por Javier Urcid – Texto - Famsi
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labrada abandona Tetitla para cumplir una misión de embajador en Monte Albán<br />
(Marcus 1983c). 9 Sin embargo, el valor logográfico de estos signos, según los<br />
registrara fray Juan de Córdova en su diccionario Español-Zapoteco del siglo 16,<br />
son respectivamente Yoho (Casa o Templo) y Neza (Camino). En otra entrada de<br />
dicho diccionario, Córdova registró la palabra zapoteca para “caminante o viajero”<br />
como Yohoneza. De este modo, una lectura del conjunto glífico basada en el<br />
principio homofónico sugiere que el conjunto glífico labrado en SP-9 podría<br />
pro<strong>por</strong>cionar el nombre personal del personaje representado (¿derivado de su<br />
ocupación de comerciante a larga distancia?) y puede no tener nada que ver con<br />
una delegación de la embajada proveniente de Teotihuacán.<br />
Es sabido que uno de los sistemas de escritura mesoamericana mejor<br />
conocidos, el maya, también es logo-silábico. <strong>La</strong> manera como ciertos glifos<br />
zapotecas se estructuraron en conjuntos <strong>–</strong>donde ciertos signos aparecen en<br />
combinaciones diversas<strong>–</strong> abre la posibilidad de que los escribas hicieran un uso<br />
limitado de un silabario seguido <strong>por</strong> logografía, especialmente en el caso de<br />
nombres personales y topónimos. Además, algunas de las inscripciones de Monte<br />
Albán tienen propiedades estructurales que parecieran reflejar una sintaxis, <strong>por</strong><br />
cómo se han ordenado los signos en secuencias semejantes. Ahora es posible<br />
percibir varios formatos lineales que parecieran seguir una gramática. Dada la<br />
posición relativa de los signos en estas secuencias, sería factible determinar cuáles<br />
gráficas representan un sujeto, un verbo o verbos, y un predicado. Hay asimismo<br />
marcadores locativos y tem<strong>por</strong>ales. Dada la estructura de estas secuencias, es<br />
evidente que los órdenes de lectura variaban. En contraposición con otros sistemas<br />
de escritura con órdenes de lectura más regimentados, los textos lineales zapotecos<br />
se leían de arriba hacia abajo (el orden de lectura más usual), de abajo hacia arriba,<br />
de izquierda a derecha, de derecha a izquierda, y hasta con una combinación de los<br />
dos últimos en el caso de inscripciones “partidas” a lo largo de un eje central (Figura<br />
1.18).<br />
El supuesto componente fonético de la escritura zapoteca estuvo a menudo<br />
acompañado <strong>por</strong> semasiografías, estas últimas representando escenas con seres<br />
9 Estructuralmente, esta interpretación asume que los conjuntos no calendáricos en el monolito dan el<br />
lugar de origen de los individuos representados y no sus nombres personales. Como los conjuntos<br />
son diferentes, la interpretación de Marcus según la cual todos los personajes son visitantes de<br />
Teotihuacán requiere postular que los supuestos toponímicos se refieren a otros nombres de lugares<br />
desconocidos de ese centro urbano.<br />
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