Horror 7- Stephen King y otros

Horror 7- Stephen King y otros Horror 7- Stephen King y otros

juegosdemainque.xtrweb.com
from juegosdemainque.xtrweb.com More from this publisher
13.05.2013 Views

Stephen King y Otros Horror 7 los... Y volvió a cagarla al fumarse un porro una noche, y al liarse a hostias con un negro que le dijo que hablaba como un jodido paleto del campo. Le aventó un puñetazo en la boca al negro y el negro le rompió la mandíbula, por lo que tuvo que llevarla cerrada con alambre durante diez semanas. Le dieron de baja por mala conducta, lo que venía a ser lo mismo que si el Ejército dijera que no tenía obligación de darle ningún beneficio y que proclamara al mundo: «He aquí un inútil garantizado, apto para cualquier puesto en el que se exija realizar cagadas monumentales». Se fue a vivir a Chicago. Trabajaba haciendo trabajos de mierda, cuando los encontraba, a veces vivía del paro y de los bonos de comida, y casi siempre estaba al borde de la quiebra, o en la pura miseria. UN RECUERDO: El viejo murió. Infarto de miocardio. Se le paró el corazón. Y claro, entonces vinieron las preguntas, los «si yo hubiera» y los «ojalá yo» y los «por qué» y los «cómo habrá sido que»... que se resumían en una sola pregunta: «¿Porqué?». UN RECUERDO: Conoció a Nancy. Trabajaba en una fábrica de contrapuertas. En aquella época, él no tenía empleo. Le gustaba ir al Instituto de Arte los jueves, cuando no cobraban entrada y. una vez por semana, a la hora del almuerzo, Nancy iba al Instituto de Arte porque, como ella misma le explicó más tarde (cuando supo que él no se reiría), quería estar en un edificio donde hubiera cosas bonitas. UN BUEN RECUERDO: Quiero a Nancy. –Johnny, no puedes morirte... Por favor, cariño, ay, cariño... Se le ocurrió pensar que si ella supiera lo terrible que era el dolor, no le pediría que siguiera vivo. Morirse... sería tan fácil..., el dolor terminaría..., morirse, morirse ahora... pero tenía miedo –No, hijo La voz del viejo le llegó desde la luz –No tengas miedo Maldito desgraciado, hijo de puta, estás muerto. Sí muerto y en el infierno, donde te corresponde –No en el infierno –No, hijo, no es el infierno ni el cielo. No sé cómo lo llamarías: el Más Allá, la Eternidad, o tal vez, simplemente, otro lugar. Es un sitio mejor, Johnny. Aquí el tiempo no existe, o sea que hay de sobra. Así, como te lo cuento. Hay tiempo para pensar en las cosas, para darte cuenta de todo lo que has hecho mal y buscar la forma de arreglar las cosas. Escúchame, Johnny. Quiero ayudarte. ¿Ayudarme? ¡Para ti ayudarme significó siempre llenarme de mierda y revolearme en ella! –Johnny, ya te he dicho que hice muchas cosas mal. Ahora lo sé. No he sido un buen padre... ¿Que no has sido un buen padre? ¡Joder! Has sido un borracho, un mierda, un hijoputa... –Sí, Johnny, echa fuera toda la rabia que llevas dentro, todo el veneno, y déjalo todo ahí, para siempre. Te odiaba. Te odio. –Ya lo sé, Johnny, ya lo sé. Pero no era eso lo que querías, ¿verdad, Johnny? 98

Stephen King y Otros Horror 7 ... –¿Johnny? No –Dilo, Johnny. Yo quería «quererte». –Ya lo sé Quería tu amor –Johnny, las cosas no fueron buenas para nosotros, al menos cuando estábamos vivos. Pero pueden cambiar. Ahora. Eres mi hijo. Quiero decirte una cosa, Johnny, con el corazón... –Johnny, lo siento, lo siento. Flotando, se alejó del dolor y de su cuerpo, y se acercó a la luz y a la promesa de un tiempo eterno, de la paz y la reconciliación –¡Johnny! –gritó Nancy –Te quiero, Johnny El viejo tendió el brazo: –Toma mi mano, hijo No tenía miedo Ya no Tomó la mano de su viejo Murió y lanzó gritos agónicos cuando la médula de sus huesos (aunque no tenía huesos, aunque no tenía cuerpo) comenzó a hervir y mil látigos le azotaron la espalda y unas cuchillas le cortaron los ojos (aunque no tenía ojos, aunque no tenía cuerpo) y unos sacacorchos se lo hundieron en el cráneo perforándole los sesos y a su alrededor se oía un coro cacofónico de aullidos las almas en el infierno y llamas teñidas de negro somos todas almas en el infierno y el hedor de la mierda y las heridas supurantes Y el viejo, riéndose como un loco –Es para mearse, ¿no, Johnny? cagándose de risa. –¡Me has mentido! riéndose... Supongo que soy un jodido mentiroso. 99

<strong>Stephen</strong> <strong>King</strong> y Otros <strong>Horror</strong> 7<br />

...<br />

–¿Johnny?<br />

No<br />

–Dilo, Johnny.<br />

Yo quería «quererte».<br />

–Ya lo sé<br />

Quería tu amor<br />

–Johnny, las cosas no fueron buenas para nos<strong>otros</strong>, al menos cuando estábamos vivos. Pero<br />

pueden cambiar. Ahora. Eres mi hijo. Quiero decirte una cosa, Johnny, con el corazón...<br />

–Johnny, lo siento, lo siento.<br />

Flotando, se alejó del dolor y de su cuerpo, y se acercó a la luz y a la promesa de un tiempo<br />

eterno, de la paz y la reconciliación<br />

–¡Johnny! –gritó Nancy<br />

–Te quiero, Johnny<br />

El viejo tendió el brazo:<br />

–Toma mi mano, hijo<br />

No tenía miedo<br />

Ya no<br />

Tomó la mano de su viejo<br />

Murió<br />

y lanzó gritos agónicos cuando la médula de sus huesos (aunque no tenía huesos, aunque no tenía<br />

cuerpo) comenzó a hervir y mil látigos le azotaron la espalda y unas cuchillas le cortaron los ojos<br />

(aunque no tenía ojos, aunque no tenía cuerpo) y unos sacacorchos se lo hundieron en el cráneo perforándole<br />

los sesos<br />

y a su alrededor se oía un coro cacofónico de aullidos<br />

las almas en el infierno<br />

y llamas teñidas de negro<br />

somos todas almas en el infierno<br />

y el hedor de la mierda y las heridas supurantes<br />

Y el viejo, riéndose como un loco<br />

–Es para mearse, ¿no, Johnny? cagándose de risa.<br />

–¡Me has mentido!<br />

riéndose...<br />

Supongo que soy un jodido mentiroso.<br />

99

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!