Hollywood despliega su larga alfombra roja - Lobby
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LOBBY<br />
¡Adios a los por María Jesús Ribas<br />
despistes!<br />
la memoria es un almacén y administrador de recuerdos que puede demostrar una velocidad<br />
sorprendente, pero a veces nos deja en blanco en las situaciones más triviales, como recordar el<br />
lugar dónde se dejaron las llaves o el nombre de una persona cercana. unos hábitos saludables y<br />
unos sencillos ejercicios son decisivos para conservar una retentiva brillante.<br />
la calidad dE la mEmoria depende, entre otros<br />
factores, de la capacidad de concentración, el nivel<br />
de estrés, la alimentación, la edad, la tendencia genética,<br />
la calidad del <strong>su</strong>eño, los hábitos tóxicos y la<br />
actividad intelectual.<br />
Aunque la capacidad de retener recuerdos se<br />
modifica a partir de los 30 años, cuando comienza<br />
un declive de las capacidades intelectuales, y algunas<br />
enfermedades neurológicas o degenerativas<br />
pueden alterar la memoria, la mayoría de los fallos<br />
de la retentiva se deben a problemas que se pueden<br />
<strong>su</strong>bsanar, como las presiones del estilo de vida, la<br />
falta de gimnasia mental o la incompetencia para<br />
recordar.<br />
Los despistes pueden manifestarse como una<br />
pérdida de información instantánea, o “quedarse<br />
en blanco”, o como la incapacidad de evocar la información<br />
que se busca en el archivo cerebral, es<br />
decir “una laguna”.<br />
Muchas lagunas, como las que se producen<br />
cuando no se recuerda dónde se aparcó el auto, se<br />
deben a que se ha pensado poco en lo que se hacía,<br />
lo que hace que el acto deje una huella muy leve<br />
en la mente.<br />
En los fallos de memoria también influyen el<br />
ritmo de vida que conlleva estrés, depresión, ansiedad<br />
y exceso de trabajo, y la falta de actividad<br />
física, que causa una menor oxigenación del riego<br />
sanguíneo cerebral.<br />
La retentiva también<br />
flaquea por el actual<br />
bombardeo de datos a<br />
que nos vemos sometidos<br />
a diario, disipando<br />
la atención y haciendo<br />
que usemos menos la<br />
capacidad de recordar<br />
porque desconfiamos<br />
de ella, según el neurólogo<br />
americano Henri<br />
Rubinstein.<br />
Pero los expertos<br />
coinciden en que la<br />
memoria puede usarse<br />
y aprovecharse mejor<br />
a cualquier edad, mediante<br />
una serie de técnicas<br />
para ejercitarla: