Hollywood despliega su larga alfombra roja - Lobby

• Luego del shampoo usa un tratamiento o
acondicionador con hidratantes a base de agua.
Son mejores que los de base en aceite, a menos
que desees una orden de “cabello frito”. Los hidratantes
también los consigues con filtro solar
UV. Déjalo por lo menos cinco minutos, porque
tu cabello necesita mucha AGUA. Enjuaga con
abundante agua, que sea fría y no caliente. Necesitamos
sellar la cutícula del cabello y retener
humedad.
• Otro consejo: nunca te recojas el cabello mojado
o húmedo, déjalo secar al aire para que se
oxigene.
• Si eres amante de los rizos -¡qué belleza!-, usa
moldeadores hechos a bases de cremas emolientes,
nunca alcohol, no aceites. ¡Lucirás espectacular!
• Si prefieres los cabellos
lacios y tu peluquero
no aparece…
improvisa. Hay muchas
formas de recogerlo
para que luzcas
elegante o casual para
la noche. Hazte trenzas,
moños, fleco. Usa
ganchos, horquillas
y adornos. Verás que
será divertido y además puedes descubrir nuevos
talentos en ti.
• Además existen en el mercado local productos
de terminación o acabado, como las gotas de silicona
que ayudan a darte brillo y que no contienen
aceites licuados o degradados. Úsalos para darle a
tus cabellos ese toque de brillo y glamour.
Conversa con tu estilista profesional, el sabrá
recomendarte los mejores productos para tu tipo
de cabello. Por último, no olvides que lograr el
equilibrio con la naturaleza está de moda.
Que te diviertas en la fiesta y que lo pases en
grande.✤
foto: Dragan Sasic
Mi abuelo
Me contaba…
LOBBY
en el camino que conecta el pueblo de oria con los asientos
por Ancel Díaz
foto: Dawn Allynn
de Pedasí, en los santos, hay un árbol de espavé con una cruz
de plata incrustada en su tronco. son muchas las historias de
apariciones, brujas y muerte sobre el lugar. incluso, hombres de
mucha credibilidad y templanza aseguran haber visto al mismísimo
diablo en éste sitio.
una nochE dE vErano, mis TrEs primos y yo, decidimos visitar el árbol
para ver la cruz. No había luna, y la oscuridad solo era rota por la luces de
nuestras linternas. Llegamos al lugar. La bóveda del árbol impedía ver el
cielo, era como estar encerrado al aire libre. Linterna en mano me acerqué
al tronco para ver la cruz y ciertamente allí estaba, incrustada; a su
alrededor, la corteza había formado un nicho natural y en la base del árbol
habían flores secas, puestas quizás por alguien esperando un milagro.
Un grito grave y sonoro rompió el silencio: “¿Qué buscan aquí?”. La
figura dos veces el tamaño de un hombre, nos congeló las entrañas. “Es el
diablo”, gritó Roger quien junto mis primos, dejándome atrás, corrieron
despavoridos. Traté de alcanzarlos pero las piernas no me dieron. Cansado
y asustado, me puse a llorar, cuando escuché a mis espaldas: “¿Quiere
que lo lleve? Volteé y la figura de tres metros se hizo clara. Era mi abuelo
Quilino sobre Coronel, su caballo, que volvía de cacería. Cortamos camino
por los potreros y llegamos al pueblo primero que mis primos. Me
acosté sin despertar a mi abuela. Mis valientes primos llegaron gritando
que el diablo me había llevado a la sombra del espavé.✤