Hollywood despliega su larga alfombra roja - Lobby
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LOBBY<br />
“Poníamos un aviso en el diario con<br />
mi nombre y la gente iba”, Memo<br />
recuerda <strong>su</strong> banda de latin jazz.<br />
Con el Dustin Hoffman de Kramer<br />
vs. Kramer, el John Forsythe de<br />
Dinastía y el Dudley Moore de<br />
Arthur, en los Gold Globe Awards de<br />
1981, apenas fichado por RCA.<br />
de las casi setenta series que pasó por ese proyecto,<br />
fueron compuestos otros nueve temas con la finalidad<br />
de editar álbumes.<br />
“Nos daban una cinta con imágenes de la serie<br />
y una hoja con la historia a grandes rasgos, con eso<br />
hacíamos la canción. Armábamos una batería de<br />
melodías sin letra, a las que le poníamos el texto a<br />
medida que nos llegaban esas hojas, después de eso<br />
yo las cantaba. Nunca escuchamos los temas que<br />
venían de Japón… es más, después que grababa me<br />
olvidaba y pasaba a la siguiente. No me quedé con<br />
ninguna copia, nada, yo estaba preocupado de mi<br />
disco, por eso me extrañó escuchar una canción de<br />
esas una vez que vine de vacaciones a Chile”.<br />
sobreviviente<br />
La historia del gran disco con RCA termina mal.<br />
Memo se niega a realizar la gira de promoción gratis<br />
y decide dedicarse a los jingles publicitarios. El<br />
disco aparece pero no tiene la repercusión esperada.<br />
Caso cerrado. O no tanto.<br />
“Yo venía casi todos los años a Chile de vacaciones.<br />
Nunca perdí el contacto pero no <strong>su</strong>pe nada<br />
de esos dibujos animados. Sí escuché una vez que<br />
en México habían tenido éxito, pero no sabía más<br />
que eso. Hasta que en una de esas venidas, en una<br />
fogata en la playa, un tipo toma la guitarra y se pone<br />
a cantar la canción de la pequeña Lulú, y todos lo<br />
celebraron y cantaron. Me impresionó. Les dije que<br />
esa canción era mía y me dijeron que no podía ser,<br />
que ese tema era un clásico. Ahí me quedó dando<br />
vueltas lo de los dibujos animados. Luego regresé a<br />
Estados Unidos, a lo mío”.<br />
“Me iba bien en la publicidad. Trabajé para las<br />
agencias grandes, para las mejores marcas, pero en<br />
el 2000 me harté de todo. No me había ido bien<br />
en mis matrimonios, estaba agotado y quería un<br />
cambio, así que me fui a México a tratarme con<br />
los indios Akwara. Llegamos como doscientas personas<br />
de todo el mundo que queríamos sanarnos<br />
y Sanamsin, el maestro, eligió sólo a quince, a mí<br />
entre ellos. Tuvimos que <strong>su</strong>bir un cerro gigante, y<br />
cuando llegamos arriba nos puso al sol toda la tarde.<br />
Él estaba de pie y estábamos los quince elegidos<br />
acostados en el <strong>su</strong>elo recibiendo la luz del sol<br />
directa, ahí Sanamsin nos dijo ‘desde ahora <strong>su</strong> vida<br />
va a cambiar’… y cambió”.<br />
la redención<br />
“Me vine a Chile a trabajar en producción musical<br />
y publicidad, súper tranquilo. Sobre ese trabajo<br />
una vez me hicieron una entrevista en la Cooperativa<br />
(la radio más importante del país) y en la conversación<br />
se dio que le contara al periodista que yo era<br />
el que… bueno, y ese mismo día llamaron a la radio<br />
un grupo de fanáticos para conseguirse mis datos.<br />
Vinieron hasta acá a verme. Eran raros, medios frikis,<br />
y tenían todo sobre esos dibujos animados, poleras,<br />
discos, llaveros, me sorprendí bastante”.<br />
Pasó poco tiempo para que la historia de Memo y<br />
los dibujos animados pasara de ser trivia a una realidad<br />
de policarbonato. El sello independiente La Oreja<br />
le propuso volver a grabar las canciones y Memo,<br />
guerrero de mil batallas, puso como condición que él<br />
sería el productor. “Les pedí que me dieran ese gusto,<br />
ponerle atención a esas canciones que tan poco consideré<br />
cuando grabé. Les dije eso porque jamás pensé<br />
que una cosa así podría venderse”.<br />
El Regreso de los Robots fue editado en la división<br />
Nostalgia Kitsch de La Oreja. Dieciséis canciones<br />
que van desde Mujer Araña hasta La Ballena<br />
Josefina. Toda una experiencia auditiva evocativa.<br />
Después vino la pasada promocional por la TV, al<br />
estelar de TVN, Noche de Juegos. Una canción con<br />
entrevista y al día siguiente había 5 mil copias menos<br />
de <strong>su</strong> disco en las tiendas. Fue el primer síntoma<br />
de la euforia que desató <strong>su</strong> debut en vivo en<br />
la gigantesca discoteque Blondie con youtube.com<br />
de testigo. Plantado otra vez en el escenario, Memo<br />
por fin caía en que había marcado a una generación.<br />
Su web se atiborró de saludos, entre ellos, el de una<br />
mujer que decía adorar <strong>su</strong> voz. “El universo lo está<br />
esperando, y él siempre acudirá…” Su siguiente presentación<br />
era en La Batuta, aquel emblemático bar<br />
de Santiago.✤