Hollywood despliega su larga alfombra roja - Lobby

LOBBY
GUILLERMO AGUIRRE,
EL qUE CANTABA ESAS CANCIONES
DE LOS DIBUjOS ANIMADOS
Exijo ser un héroe
Para llenar la discoteque Blondie
no sólo hacen falta seguidores,
también ser aceptado por la tribu
underground de Santiago.
“Cuando me ofrecieron grabar, exigí
producir yo. Quería darme el gusto.
Nunca pensé que un disco así
podría venderse”.
malos bien malos y buenos que confían en el poder de un robot de treinta metros. de fondo rock
and roll para infantes y en tu idioma. la voz era la de un músico chileno radicado en ee.uu. que se
enteró del éxito de su obra cuando apenas recordaba esa parte de su currículum. sobreviviente y
figura de culto, loBBy conversó en chile con el capitán memo –antes de su visita a Panamá-, y
ésta es su historia.
imagina quE TE casas con la fantasía de tu vida. Pero no
la intocable del barrio, ni de la teleserie, ni la de Hollywood.
Piensa que te vas a vivir con ese dibujo animado
del que te enamoraste en la infancia. Hace un
par de años en Chile, una mujer le escribió al Capitán
Futuro y le dijo que adoraba su voz. Intrépido y vivaz,
Futuro la invitó al espectáculo que esa noche presentaba
en La Batuta, uno de
los bares emblemáticos
de Santiago. Por cierto
que fue una velada única,
doble flechazo fulminante
y la pareja hoy lo es
con todas sus letras. Sí,
el Capitán no ha perdido
el toque, con él siempre
ocurre lo inexplicable.
por Jalil Riff
capítulo cero
Treinta años antes de lo relatado, Guillermo
“Memo” Aguirre dejaba sus estudios de Ingeniería
Comercial en la Universidad de Chile para largarse
hacia Australia. Tenía 21 y una novia a la cual seguir.
Sólo eso. El ex vocalista de Los Sacro, una banda escolar
que hacía covers de los Rolling Stones y Leonardo
Fabio, se había conseguido un empleo acorde
a su edad y experiencia en la tierra de los canguros;
el resto era el futuro. Y por lo mismo todo pasó rápido:
antes de llegar hizo una escala en EE.UU. para
visitar a su madre, le gustó Miami, se quedó año y
medio, después San Francisco, miró a su alrededor,
vio a los turistas, desenfundó su guitarra, le sopló el
polvo y el resto fue pura música.
“Me fue fenómeno en la calle. Empecé a ganar
más plata que en ninguna parte. Me vio un señor