Dossier de prensa - Universidad Internacional Menéndez Pelayo

16 de Diciembre de 2008 | El Correo Digital | Universidad Menéndez Pelayo
Nervión Ibaizabal
NERVIÓN/IBAIZABAL
Basauri viste de alta costura
Una colección repasa 130 años de moda a través de más de 50 vestidos de los diseñadores más prestigiosos
16.12.08 - MARÍA CORCUERA| BASAURI
Es fácil imaginarlos vistiendo a mujeres en elegantes fiestas o en
acontecimientos que han marcado la historia reciente. La Casa Torre de Ariz de
Basauri acoge hasta el 13 de enero una exposición de vestidos de alta costura
con medio centenar de trajes que repasan más de 130 años de moda. Una
muestra gratuita que ocupa las tres plantas del recinto y en la que están
representados los diseñadores nacionales e internacionales de renombre.
Balenciaga, Chanel, Dior, Gianfranco Ferré y un sinfín de firmas comparten un
espacio sin adornos pensado para que luzcan los vestidos en todo su
esplendor. Basauri exhibe una muestra por la que se 'pelean' ciudades de todo
el país, como Barcelona, Valencia o Bilbao.
Las prendas que se muestran en Ariz han vestido a cuatro generaciones de una acaudalada familia gallega dedicada a los
negocios del mar. Poco más se sabe de estas mujeres, tan sólo su pasión por la moda y por los diseños exclusivos. Hace
dos años, uno de los miembros más jóvenes de la familia decidió sacar del armario alguna de estas joyas -almacena unos
300 trajes- y mostrarlos.
De funeral y premamá
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Se han eliminado los adornos de las salas para que
sólo luzcan los trajes. / MITXEL ATRIO
«Es una mirada hacia atrás no sólo a la moda en sí, también a la historia de la mujer. Pasamos de aquellos que estaban
concebidos para que otros la vistieran a los más modernos en los que se viste ella misma. También hace reflexionar sobre
la industria y el dinero que mueve por detrás», apuntó Mari Cruz Díaz, vicerrectora de la Universidad Internacional
Menéndez y Pelayo, entidad que copatrocina esta muestra junto a Bancaja.
Recorrer las tres plantas de la Casa Torre significa repasar la historia de esta familia, salpicada por decenas de anécdotas.
Destacan los vestidos de época -de 1870 y con abanico incluido- de Worth, el primer diseñador que firmó en una etiqueta y
que utilizó a modelos para mostrar sus creaciones. También los trajes de novia con un Balenciaga que da paso a un Ángel
Schlesser de hace tan sólo unos años. Hasta hay uno de premamá que vistió la propia madre del coleccionista.
El negro tiene un papel primordial. Está aquel traje que se usó para acudir al funeral de Carrero Blanco y otros de fiesta
que con pocos retoques podrían lucir sobre la alfombra roja. «Todos los vestidos tienen su historia y no dejan indiferente a
nadie. Es para entusiastas de la moda y para los que quieren adentrarse en ella», dice la comisaria de la muestra, Lola
Rama.
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16/12/2008