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52 Fenomenología y filosofía de la religión Con el fin de evitar la yuxtaposición de manifestaciones y esencia, el autor holandés no aborda directamente la religión en sí misma, sino que emplea una serie de hechos mediadores que le permiten establecer el puente entre mostraciones y significado. Se sirve para ello de determinados objetos (idólos, piedras, árboles, animales), de actos cultuales (sacrificios, ofrendas, adoraciones), de sustratos sagrados (lugares, tiempos, personas), de resultados e instituciones (comunidades, arte, doctrina, códigos), en los que descubre un denominador común universal revelador de su esencia. Con este procedimiento logra encontrar una fuerza interior unificadora que los especifica y distingue. «Las manifestaciones externas de la religión —escribe— no pueden ser comprendidas más que por un proceso interior» 18 . En resumen, la finalidad que se propone este autor es describir y clasificar para comprender. De esta forma establece un nexo necesario entre ciencias positivas y filosofía de la religión. Ni que decir tiene que atribuye a la fenomenología un carácter propedéutico e introductorio, a manera de puente, absolutamente necesario para comprender el hecho religioso en su integridad. Como reconoce él mismo, «la clasificación de los diferentes fenómenos religiosos (fenomenología religiosa) conduce de la historia a la filosofía de la religión» 19 . Debemos reconocer, sin embargo, que en la segunda edición de su obra, 1897, el autor adopta una metodología marcadamente historiológica. Con matizaciones importantes, G. Widengren prosigue el camino emprendido por Chantepie, haciendo especial hincapié en el dato histórico. Por eso entiende la fenomenología de la religión como una rama de la historia que clasifica y describe lo religioso tal como se muestra en sus expresiones cambiantes. Pero, más que ceñirse a las diversas formas históricas, Widengren se ocupa preferentemente de la exposición global de las mismas ofreciendo una síntesis sistemática con el fin de detectar su constante o invariante, su nota común significativa 20 . 3. Síntesis histórica de la fenomenología de la religión Indicaremos solamente los momentos o puntos clave que marcan la pauta del desarrollo histórico de esta disciplina como ciencia especial. Aunque fue Chantepie de la Saussaye el iniciador de esta disciplina, hay que reconocer, sin embargo, que ningún estudio del hecho religioso puede prescindir de su aspecto fenomenológico. Por eso 18 Ibid., 48. 19 Ibid., 14. (En la trad. francesa, París 1904.) 20 G. WÍDENGREN, Fenomenología de la religión (Madrid 1976). Prologada por J. MARTÍN VELASCO. C.2. Fenomenología de la religión 53 habrá que retrotraer sus comienzos mucho más atrás de lo que se piensa ordinariamente. G. van der Leeuw distingue cinco grandes etapas históricas que distribuye de este modo 21 : 1) Ilustración, 2) Romanticismo, 3) Filología romántica, 4) Positivismo romántico, 5) Filosofía actual. Estos períodos no comprenden la historia completa y detallada de esta ciencia, como confiesa el mismo autor, sino que representan momentos cumbre sobre los que se puede articular una visión histórica aproximada de la misma. Los describimos a continuación. a) La Ilustración En este período el estudio de la religión reviste un carácter más etnológico y etnográfico que fenomenológico propiamente. Se comparan las culturas religiosas y las creencias de los distintos pueblos primitivos, advirtiendo en ellas grandes semejanzas, y en muchos casos verdadera identidad, con las de los pueblos civilizados. Estas condideraciones enciclopédicas llegan a la conclusión de que las diversas religiones no son más que distintas expresiones de la única religión natural. G. van der Leeuw se refiere a dos investigadores representativos de esta época: C. Mainers, investigador de Gotinga al que el mismo G. van der Leeuw llama «el primer fenomenólogo consciente» (su obra data de 1806-1807), y Benjamin Constant, el más influyente de este período. El primero cataloga las diversas formas de religión y descubre un parentesco innegable entre todas ellas basado en una estructura común. Es el suyo un verdadero estudio fenomenológico. El segundo determina la especificidad religiosa, irreductible a cualquier otra forma de comportamiento, estableciendo esta tesis: el sentimiento es el constitutivo de la religión y aparece como «ley fundamental de la naturaleza humana». En opinión de G. van der Leeuw, B. Constant se preocupa exclusivamente de la naturaleza de los fenómenos de la religión, de dar a conocer su esencia 22 . Es un verdadero fenomenólogo de la religión. b) El Romanticismo En esta época la fenomenología de la religión recibe un impulso importante por obra de dos grandes pensadores: Creuzer, que pro- 21 Cf. G. van der LEEUW, Fenomenología..., ed. c, 658-668. Cf. L. DUCH, «Antropología de la religión», en Anthropologica 6 (1977), 51-60. 22 Ibid., 662.

52<br />

Fenomenología y filosofía <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión<br />

Con el fin <strong>de</strong> evitar <strong>la</strong> yuxtaposición <strong>de</strong> manifestaciones y esencia,<br />

el autor ho<strong>la</strong>ndés no aborda directamente <strong>la</strong> religión en sí misma, sino<br />

que emplea una serie <strong>de</strong> hechos mediadores que le permiten establecer<br />

el puente entre mostraciones y significado. Se sirve para ello <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados<br />

objetos (idólos, piedras, árboles, animales), <strong>de</strong> actos cultuales<br />

(sacrificios, ofrendas, adoraciones), <strong>de</strong> sustratos sagrados (lugares,<br />

tiempos, personas), <strong>de</strong> resultados e instituciones (comunida<strong>de</strong>s, arte,<br />

doctrina, códigos), en los que <strong>de</strong>scubre un <strong>de</strong>nominador común universal<br />

reve<strong>la</strong>dor <strong>de</strong> su esencia. Con este procedimiento logra encontrar<br />

una fuerza interior unificadora que los especifica y distingue. «Las<br />

manifestaciones externas <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión —escribe— no pue<strong>de</strong>n ser<br />

comprendidas más que por un proceso interior» 18 .<br />

En resumen, <strong>la</strong> finalidad que se propone este autor es <strong>de</strong>scribir y<br />

c<strong>la</strong>sificar para compren<strong>de</strong>r. De esta forma establece un nexo necesario<br />

entre ciencias positivas y filosofía <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión. Ni que <strong>de</strong>cir tiene que<br />

atribuye a <strong>la</strong> fenomenología un carácter propedéutico e introductorio,<br />

a manera <strong>de</strong> puente, absolutamente necesario para compren<strong>de</strong>r el hecho<br />

religioso en su integridad. Como reconoce él mismo, «<strong>la</strong> c<strong>la</strong>sificación<br />

<strong>de</strong> los diferentes fenómenos religiosos (fenomenología religiosa)<br />

conduce <strong>de</strong> <strong>la</strong> historia a <strong>la</strong> filosofía <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión» 19 . Debemos reconocer,<br />

sin embargo, que en <strong>la</strong> segunda edición <strong>de</strong> su obra, 1897, el<br />

autor adopta una metodología marcadamente historiológica.<br />

Con matizaciones importantes, G. Wi<strong>de</strong>ngren prosigue el camino<br />

emprendido por Chantepie, haciendo especial hincapié en el dato histórico.<br />

Por eso entien<strong>de</strong> <strong>la</strong> fenomenología <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión como una rama<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> historia que c<strong>la</strong>sifica y <strong>de</strong>scribe lo religioso tal como se<br />

muestra en sus expresiones cambiantes. Pero, más que ceñirse a <strong>la</strong>s<br />

diversas formas históricas, Wi<strong>de</strong>ngren se ocupa preferentemente <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

exposición global <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mismas ofreciendo una síntesis sistemática<br />

con el fin <strong>de</strong> <strong>de</strong>tectar su constante o invariante, su nota común significativa<br />

20 .<br />

3. Síntesis histórica <strong>de</strong> <strong>la</strong> fenomenología <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión<br />

Indicaremos so<strong>la</strong>mente los momentos o puntos c<strong>la</strong>ve que marcan<br />

<strong>la</strong> pauta <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo histórico <strong>de</strong> esta disciplina como ciencia especial.<br />

Aunque fue Chantepie <strong>de</strong> <strong>la</strong> Saussaye el iniciador <strong>de</strong> esta disciplina,<br />

hay que reconocer, sin embargo, que ningún estudio <strong>de</strong>l hecho<br />

religioso pue<strong>de</strong> prescindir <strong>de</strong> su aspecto fenomenológico. Por eso<br />

18 Ibid., 48.<br />

19 Ibid., 14. (En <strong>la</strong> trad. francesa, París 1904.)<br />

20 G. WÍDENGREN, Fenomenología <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión (Madrid 1976). Prologada por<br />

J. MARTÍN VELASCO.<br />

C.2. Fenomenología <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión 53<br />

habrá que retrotraer sus comienzos mucho más atrás <strong>de</strong> lo que se<br />

piensa ordinariamente.<br />

G. van <strong>de</strong>r Leeuw distingue cinco gran<strong>de</strong>s etapas históricas que<br />

distribuye <strong>de</strong> este modo 21 : 1) Ilustración, 2) Romanticismo, 3) Filología<br />

romántica, 4) Positivismo romántico, 5) Filosofía actual. Estos<br />

períodos no compren<strong>de</strong>n <strong>la</strong> historia completa y <strong>de</strong>tal<strong>la</strong>da <strong>de</strong> esta<br />

ciencia, como confiesa el mismo autor, sino que representan momentos<br />

cumbre sobre los que se pue<strong>de</strong> articu<strong>la</strong>r una visión histórica<br />

aproximada <strong>de</strong> <strong>la</strong> misma. Los <strong>de</strong>scribimos a continuación.<br />

a) La Ilustración<br />

En este período el estudio <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión reviste un carácter más<br />

etnológico y etnográfico que fenomenológico propiamente. Se comparan<br />

<strong>la</strong>s culturas religiosas y <strong>la</strong>s creencias <strong>de</strong> los distintos pueblos<br />

primitivos, advirtiendo en el<strong>la</strong>s gran<strong>de</strong>s semejanzas, y en muchos<br />

casos verda<strong>de</strong>ra i<strong>de</strong>ntidad, con <strong>la</strong>s <strong>de</strong> los pueblos civilizados. Estas<br />

condi<strong>de</strong>raciones enciclopédicas llegan a <strong>la</strong> conclusión <strong>de</strong> que <strong>la</strong>s diversas<br />

<strong>religion</strong>es no son más que distintas expresiones <strong>de</strong> <strong>la</strong> única<br />

religión natural.<br />

G. van <strong>de</strong>r Leeuw se refiere a dos investigadores representativos<br />

<strong>de</strong> esta época: C. Mainers, investigador <strong>de</strong> Gotinga al que el mismo<br />

G. van <strong>de</strong>r Leeuw l<strong>la</strong>ma «el primer fenomenólogo consciente» (su<br />

obra data <strong>de</strong> 1806-1807), y Benjamin Constant, el más influyente <strong>de</strong><br />

este período. El primero cataloga <strong>la</strong>s diversas formas <strong>de</strong> religión y<br />

<strong>de</strong>scubre un parentesco innegable entre todas el<strong>la</strong>s basado en una<br />

estructura común. Es el suyo un verda<strong>de</strong>ro estudio fenomenológico.<br />

El segundo <strong>de</strong>termina <strong>la</strong> especificidad religiosa, irreductible a cualquier<br />

otra forma <strong>de</strong> comportamiento, estableciendo esta tesis: el sentimiento<br />

es el constitutivo <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión y aparece como «ley fundamental<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza humana». En opinión <strong>de</strong> G. van <strong>de</strong>r Leeuw,<br />

B. Constant se preocupa exclusivamente <strong>de</strong> <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong> los fenómenos<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> religión, <strong>de</strong> dar a conocer su esencia 22 . Es un verda<strong>de</strong>ro<br />

fenomenólogo <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión.<br />

b) El Romanticismo<br />

En esta época <strong>la</strong> fenomenología <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión recibe un impulso<br />

importante por obra <strong>de</strong> dos gran<strong>de</strong>s pensadores: Creuzer, que pro-<br />

21 Cf. G. van <strong>de</strong>r LEEUW, Fenomenología..., ed. c, 658-668. Cf. L. DUCH, «Antropología<br />

<strong>de</strong> <strong>la</strong> religión», en Anthropologica 6 (1977), 51-60.<br />

22 Ibid., 662.

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