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166 Fenomenología y filosofía de la religión 4. Reflexión crítica Aparte de la crítica indirecta que realizaremos en el capítulo siguiente desde la antropología, indicamos ahora las insuficiencias fundamentales señaladas por los distintos comentaristas del marxismo. Son tres las más comentadas y frecuentes: falsa universalización, identificación indebida y fundamentación insuficiente 47 . a) Falsa universalización La crítica marxista no consigue abandonar por completo el plateamiento totalitario de Hegel, que aplica el «principio de identidad» entre totalidad y particularidad. Por este camino convierte en universal lo que no es más que característica particular de algunas de las manifestaciones históricas de la religión. En este sentido hay que decir que el veredicto marxista obedece más a una síntesis intuitiva que a un análisis reflexivo de alcance universal. En lugar de especulación sobre la actitud religiosa, hace una descripción de las condiciones en las que se realiza. Este procedimiento cambia la crítica de alcance universal por la apreciación negativa de determinados aspectos de su ejercicio. b) Identificación injustificada De la misma manera que universaliza formas concretas de la religión, el marxismo la identifica con las instituciones que producen extrañamiento y división interna en el sujeto humano. La equipara al estado totalitario burgués que, al ejercer sus poderes sobre la sociedad, ejerce la misma función alienadora que la creencia religiosa. Tenemos que decir, por nuestra parte, que esta equivalencia carece de fundamento, puesto que Marx no ofrece ninguna prueba de la relación entre la escisión producida por el estado totalitario y la provocada por la religión. Una identificación de esta índole exige un estudio comparativo sopesado que no aparece en la obra marxista 48 . 47 A ellos hemos aludido en otra ocasión: Cf. J. de Sahagún LUCAS, Interpretación del hecho religioso..., ed. c, 137-140. Remitimos también a H. ASSMANN-R. MATE (eds.), Sobre la religión, ed. c, 31-37. 48 Cf. H. ASSMANN-R. MATE, o.c, 35-36. C.6. Interpretaciones del hecho religioso. Teorías 167 c) Fundamentación insuficiente Sin descender a más detalles, debemos señalar que el marxismo no fundamenta la religión en la naturaleza del hombre, sino en determinados condicionamientos de orden social y económico que dictan un comportamiento específico. Pero el hecho comprobado de la presencia persistente de la religión en la historia de la humanidad es testimonio fehaciente de su connaturalidad en el hombre, que viene a desmentir la interpretación marxista. El hombre, consciente de su finitud e insuficiencia constitutivas, postula un orden ontológico superior que polariza su atención y responde a sus exigencias y tendencias legítimas. La conciencia de su ser limitado es la verdadera causa de la religión y no otros factores que, aunque importantes, no pasan de ser simples condicionantes, pero sin constituir nunca verdaderos determinantes del fenómeno. En resumen: falsa universalización, identificación indebida y fundamentación insuficiente son los tres flancos que el veredicto marxista ofrece a la réplica o contracrítica. Indudablemente, el error mayor consiste en convertir la religión en ideología, siendo así que es la expresión de una vida asumida en una perspectiva enteramente nueva. Resta aún por ver si la sustitución de la economía de mercado y la abolición del estado pretendidas por el marxismo son capaces de traer consigo la total supresión de la alienación de los individuos y de los pueblos, incluida la religiosa. Establecer una relación de causa-efecto entre estos fenómenos es, cuando menos, una aventura sin fundamento. El marxista revisionista E. Bloch es consciente de ello al reconocer que «la permanente autoalienación no sólo se produce en la falsa sociedad y desaparecerá con ella como único causante; existe todavía un origen más profundo de la autoalienación», porque «es más fácil alimentar al hombre que redimirlo» 49 . El «nondum apparuit quid erimus» de S. Juan, reconocido por Bloch, es una puerta abierta a la trascendencia que enseña la religión. III. TEORÍA PSICOANALÍTICA DE LA RELIGIÓN. SIGMUND FREUD (1856-1939) A pesar de las diversas corrientes que existen en el psicologismo, S. Freud sigue ocupando un puesto relevante como padre de la teoría psicologista de la religión. A diferencia de la interpretación integradora de Jung, la de Freud es claramente reduccionista, aunque no pierde su importancia por eso. E. BLOCH, El ateísmo en el cristianismo (Madrid 1983), 253.

166 Fenomenología y filosofía <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión<br />

4. Reflexión crítica<br />

Aparte <strong>de</strong> <strong>la</strong> crítica indirecta que realizaremos en el capítulo siguiente<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>la</strong> antropología, indicamos ahora <strong>la</strong>s insuficiencias<br />

fundamentales seña<strong>la</strong>das por los distintos comentaristas <strong>de</strong>l marxismo.<br />

Son tres <strong>la</strong>s más comentadas y frecuentes: falsa universalización,<br />

i<strong>de</strong>ntificación in<strong>de</strong>bida y fundamentación insuficiente 47 .<br />

a) Falsa universalización<br />

La crítica marxista no consigue abandonar por completo el p<strong>la</strong>teamiento<br />

totalitario <strong>de</strong> Hegel, que aplica el «principio <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad»<br />

entre totalidad y particu<strong>la</strong>ridad. Por este camino convierte en universal<br />

lo que no es más que característica particu<strong>la</strong>r <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> <strong>la</strong>s<br />

manifestaciones históricas <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión. En este sentido hay que<br />

<strong>de</strong>cir que el veredicto marxista obe<strong>de</strong>ce más a una síntesis intuitiva<br />

que a un análisis reflexivo <strong>de</strong> alcance universal. En lugar <strong>de</strong> especu<strong>la</strong>ción<br />

sobre <strong>la</strong> actitud religiosa, hace una <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong> <strong>la</strong>s condiciones<br />

en <strong>la</strong>s que se realiza. Este procedimiento cambia <strong>la</strong> crítica <strong>de</strong><br />

alcance universal por <strong>la</strong> apreciación negativa <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados aspectos<br />

<strong>de</strong> su ejercicio.<br />

b) I<strong>de</strong>ntificación injustificada<br />

De <strong>la</strong> misma manera que universaliza formas concretas <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión,<br />

el marxismo <strong>la</strong> i<strong>de</strong>ntifica con <strong>la</strong>s instituciones que producen<br />

extrañamiento y división interna en el sujeto humano. La equipara al<br />

estado totalitario burgués que, al ejercer sus po<strong>de</strong>res sobre <strong>la</strong> sociedad,<br />

ejerce <strong>la</strong> misma función alienadora que <strong>la</strong> creencia religiosa.<br />

Tenemos que <strong>de</strong>cir, por nuestra parte, que esta equivalencia carece<br />

<strong>de</strong> fundamento, puesto que Marx no ofrece ninguna prueba <strong>de</strong><br />

<strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción entre <strong>la</strong> escisión producida por el estado totalitario y <strong>la</strong><br />

provocada por <strong>la</strong> religión. Una i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> esta índole exige un<br />

estudio comparativo sopesado que no aparece en <strong>la</strong> obra marxista 48 .<br />

47 A ellos hemos aludido en otra ocasión: Cf. J. <strong>de</strong> Sahagún LUCAS, Interpretación<br />

<strong>de</strong>l hecho religioso..., ed. c, 137-140. Remitimos también a H. ASSMANN-R.<br />

MATE (eds.), Sobre <strong>la</strong> religión, ed. c, 31-37.<br />

48 Cf. H. ASSMANN-R. MATE, o.c, 35-36.<br />

C.6. Interpretaciones <strong>de</strong>l hecho religioso. Teorías 167<br />

c) Fundamentación insuficiente<br />

Sin <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r a más <strong>de</strong>talles, <strong>de</strong>bemos seña<strong>la</strong>r que el marxismo<br />

no fundamenta <strong>la</strong> religión en <strong>la</strong> naturaleza <strong>de</strong>l hombre, sino en <strong>de</strong>terminados<br />

condicionamientos <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n social y económico que dictan<br />

un comportamiento específico. Pero el hecho comprobado <strong>de</strong> <strong>la</strong> presencia<br />

persistente <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión en <strong>la</strong> historia <strong>de</strong> <strong>la</strong> humanidad es<br />

testimonio fehaciente <strong>de</strong> su connaturalidad en el hombre, que viene<br />

a <strong>de</strong>smentir <strong>la</strong> interpretación marxista.<br />

El hombre, consciente <strong>de</strong> su finitud e insuficiencia constitutivas,<br />

postu<strong>la</strong> un or<strong>de</strong>n ontológico superior que po<strong>la</strong>riza su atención y respon<strong>de</strong><br />

a sus exigencias y ten<strong>de</strong>ncias legítimas. La conciencia <strong>de</strong> su<br />

ser limitado es <strong>la</strong> verda<strong>de</strong>ra causa <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión y no otros factores<br />

que, aunque importantes, no pasan <strong>de</strong> ser simples condicionantes,<br />

pero sin constituir nunca verda<strong>de</strong>ros <strong>de</strong>terminantes <strong>de</strong>l fenómeno.<br />

En resumen: falsa universalización, i<strong>de</strong>ntificación in<strong>de</strong>bida y<br />

fundamentación insuficiente son los tres f<strong>la</strong>ncos que el veredicto<br />

marxista ofrece a <strong>la</strong> réplica o contracrítica. Indudablemente, el error<br />

mayor consiste en convertir <strong>la</strong> religión en i<strong>de</strong>ología, siendo así que<br />

es <strong>la</strong> expresión <strong>de</strong> una vida asumida en una perspectiva enteramente<br />

nueva. Resta aún por ver si <strong>la</strong> sustitución <strong>de</strong> <strong>la</strong> economía <strong>de</strong> mercado<br />

y <strong>la</strong> abolición <strong>de</strong>l estado pretendidas por el marxismo son capaces <strong>de</strong><br />

traer consigo <strong>la</strong> total supresión <strong>de</strong> <strong>la</strong> alienación <strong>de</strong> los individuos y<br />

<strong>de</strong> los pueblos, incluida <strong>la</strong> religiosa. Establecer una re<strong>la</strong>ción <strong>de</strong> causa-efecto<br />

entre estos fenómenos es, cuando menos, una aventura sin<br />

fundamento. El marxista revisionista E. Bloch es consciente <strong>de</strong> ello<br />

al reconocer que «<strong>la</strong> permanente autoalienación no sólo se produce<br />

en <strong>la</strong> falsa sociedad y <strong>de</strong>saparecerá con el<strong>la</strong> como único causante;<br />

existe todavía un origen más profundo <strong>de</strong> <strong>la</strong> autoalienación», porque<br />

«es más fácil alimentar al hombre que redimirlo» 49 . El «nondum<br />

apparuit quid erimus» <strong>de</strong> S. Juan, reconocido por Bloch, es una<br />

puerta abierta a <strong>la</strong> trascen<strong>de</strong>ncia que enseña <strong>la</strong> religión.<br />

III. TEORÍA PSICOANALÍTICA DE LA RELIGIÓN.<br />

SIGMUND FREUD (1856-1939)<br />

A pesar <strong>de</strong> <strong>la</strong>s diversas corrientes que existen en el psicologismo,<br />

S. Freud sigue ocupando un puesto relevante como padre <strong>de</strong> <strong>la</strong> teoría<br />

psicologista <strong>de</strong> <strong>la</strong> religión. A diferencia <strong>de</strong> <strong>la</strong> interpretación integradora<br />

<strong>de</strong> Jung, <strong>la</strong> <strong>de</strong> Freud es c<strong>la</strong>ramente reduccionista, aunque no<br />

pier<strong>de</strong> su importancia por eso.<br />

E. BLOCH, El ateísmo en el cristianismo (Madrid 1983), 253.

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