Devociones populares - Episcopal Church
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mandato de los obispos, a tenor de las costumbres o de los libros<br />
legítimamente aprobados. Ahora bien, es preciso que estos mismos<br />
ejercicios se organicen teniendo en cuenta los tiempos litúrgicos, de<br />
modo que vayan de acuerdo con la sagrada liturgia, en cierto modo<br />
deriven de ella y a ella conduzcan al pueblo, ya que la liturgia, por<br />
su naturaleza, está muy por encima de ellos” (S.C.13).<br />
El Catecismo recomienda también el sentido común en el<br />
uso y mantenimiento de estas devociones y, si es necesario,<br />
que se modifi quen para que reconduzcan siempre a los fi eles<br />
a entender mejor el misterio de Cristo.<br />
Es necesario aclarar que, entre las devociones <strong>populares</strong><br />
quedan incluidas algunas sancionadas por la Iglesia<br />
(Vía Crucis, rosario, etc..) y otras, que siendo de origen<br />
esencialmente popular, no han sido reconocidas ofi cialmente<br />
pero que, sin embargo, se celebran en un acto litúrgico<br />
perfectamente válido. Sirva de ejemplo la devoción a una<br />
aparición que se celebra con oraciones, procesiones y otros<br />
actos litúrgicos de similar naturaleza. En la devoción de El<br />
Cristo de los Milagros, la verdadera devoción va dirigida a<br />
Cristo, aunque se realice bajo una circunstancia tal vez no<br />
reconocida ofi cialmente.<br />
3. Origen de las devociones <strong>populares</strong><br />
Muchas devociones se pierden en la noche de los tiempos.<br />
Algunas pudieron haber tenido un origen milenario, incluso,<br />
anteriores al mismo Cristianismo –pensamos en la acción de<br />
gracias, cuando los niños cumplen tres años de edad. Así, el<br />
patriarca Abrahán dio gracias a Dios porque su hijo Isaac (a<br />
la edad de tres años) había superado el período difícil de la<br />
mortalidad infantil (Gn 21,1-8)–. Alguien pensó que esa era<br />
una práctica digna de ser repetida y conservada, y así surgió<br />
la costumbre de “presentar” los niños a los tres años.<br />
No se sabe de ninguna devoción popular que enlace<br />
directamente con el ministerio de Jesús o de los Apóstoles.<br />
Sin embargo, algunas costumbres surgieron en los primeros<br />
años del Cristianismo, como el culto dado a las reliquias, a<br />
las cruces, a las imágenes de los santos, etc. El papa Gregorio<br />
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