Devociones populares - Episcopal Church
Devociones populares - Episcopal Church
Devociones populares - Episcopal Church
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Los santuarios de Copacabana y de Cocharcas<br />
representan para Bolivia y el Perú lo que Guadalupe para<br />
México. El origen de todos ellos tiene como protagonista a<br />
un indígena. En último término la fe y el amor del pueblo se<br />
dirige hacia María, madre de Jesús.<br />
Señor de los Milagros, El<br />
Esta devoción peruana es la que más fi eles congrega y la<br />
que da lugar a la procesión religiosa más multitudinaria del<br />
mundo entero. La devoción aglutina, en una manifestación<br />
espiritual y mística, a los más heterogéneos grupos del<br />
pueblo limeño, blancos, cholos, negros, chinos y otros<br />
grupos étnicos que se reúnen para manifestar su amor al<br />
“Cristo de Pachacamilla”.<br />
La historia, tal como aparece recogida en las crónicas,<br />
cuenta que allá por el año 1650 Lima contaría con unos<br />
35,000 habitantes y su número iba en incremento, gracias<br />
a los inmigrantes provenientes de la costa atlántica del<br />
África Occidental, ocupada entonces por colonizadores<br />
portugueses. Esos inmigrantes se dividían en castas<br />
como la de los congos, mantengas, bozales, cambundas,<br />
mozambiques, minas y angolas. Existía una cofradía de<br />
negros de la raza angola en el barrio de Pachacamilla,<br />
situado a las afueras de Lima. Allí, en un pobrísimo galpón,<br />
se reunían para venerar varias imágenes. Entonces la<br />
cofradía decidió que en una de las paredes del mísero lugar<br />
se plasmara una imagen de Cristo en la cruz. En 1651 ya<br />
estaba pintada, sobre una pared de adobe mal revocada, una<br />
imagen de escasa calidad artística, que era venerada tan solo<br />
por los miembros de la cofradía y por contadas personas<br />
que pasaban por el lugar. La devoción no auguraba un gran<br />
futuro.<br />
Pero el 13 de noviembre de 1655 un terremoto causó<br />
estragos en Lima y el Callao, y el galpón de los negros quedó<br />
casi destruido, sin embargo, el débil muro de adobe con<br />
el Cristo pintado permaneció intacto. Debido a los daños<br />
ocurridos, los angolas se mudaron a otro lugar dejando en el<br />
101