13.05.2013 Views

Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

descolonización. La distinción es importante, ya que se seguiría consecuentemente<br />

que bajo las condiciones de la descolonización, la hipermasculinidad como ideal<br />

fantasmático perdería su fuerza en tanto que motivación compensatoria para la conducta<br />

y en tanto que modelo fantasmático del hacerse a uno mismo. Un hombre ge-<br />

nerizado tendría que atravesar un río como cualquier otro mortal: la descolonización<br />

no promete poderes olímpicos y, en caso de que lo haga, necesariamente<br />

fracasa a la hora de cumplir con su palabra.<br />

Aunque Sartre restringía el uso del «vosotros» para constituir y deconstituir al<br />

lector europeo, y para establecer una línea divisoria entre dos fraternidades diferentes,<br />

respectivamente representadas por colonizadores y colonizados, Fanón proporciona<br />

otro modelo de tratamiento directo que supera esta rigidez binaria y que entreabre<br />

la posibilidad de pensar lo humano al margen del «hombre». Cuando, por<br />

ejemplo, Fanón le reza a su cuerpo al final de P iel <strong>negra</strong>, <strong>máscaras</strong> <strong>blancas</strong>, «¡Oh,<br />

cuerpo mío, haz siempre de mí un hombre que interroga!», exige una clase de apertura<br />

que es al mismo tiempo corporal y consciente. Se interpela a sí mismo e intenta<br />

reconstituirse a través de un tratamiento directo dirigido a su propio cuerpo. Como<br />

si procurara contrarrestar el morir en vida psicoafectivo que domina la experiencia<br />

vital del colonizado, Fanón pretende instar al cuerpo a realizar una investigación con<br />

una duración indefinida. En la línea inmediatamente precedente, plantea una nueva<br />

forma de colectividad: «M e gustaría que sintieran, como nosotros, la dimensión<br />

abierta de toda conciencia [la dim ensión ou verte de toute conscien ce]»9. No solicita el<br />

reconocimiento de su identidad nacional ni de su género, sino que más bien plantea<br />

un acto de reconocimiento colectivo que conferiría a cada conciencia el estatus de<br />

algo infinitamente abierto. Y aunque no podía haber anticipado lo que este reconocimiento<br />

universal llegaría a significar para las relaciones de género, existe sin embargo<br />

un atisbo no deliberado en sus palabras, palabras que tal vez arrastran una visión<br />

más radical del mundo de lo que sería capaz de hacer casi una década después,<br />

cuando escribió Los condenados de la tierra. «Oh, cuerpo mío», este grito determina<br />

una cierta reflexividad, un interpelarse a uno m ism o precisamente en tanto que cuerpo<br />

que no se ha dado de bruces con la futilidad, sino que condiciona el planteamiento<br />

de una cierta pregunta que se mantiene abierta de manera permanente. Este<br />

cuerpo, implorado a través de la interpelación, se plantea como una apertura hacia el<br />

mundo y hacia una colectividad radicalmente igualitaria. No existe un Dios al que rezar,<br />

sino un cuerpo, un cuerpo justamente caracterizado por aquello que todavía desconoce.<br />

Este momento se repite sin duda al final de Los condenados d e la tierra, a pesar<br />

de que existen profundas diferencias entre sendos textos. Al final del libro,<br />

Fanón no sabe qué nuevo modelo de hombre llegara a inventarse una vez que la des­<br />

9 Frantz Fanón, Black Skin, W híte Masks, cit., p. 232. Véase en la presente edición p. 190.<br />

212

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!