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Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe

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mos comprender esta proposición? En Europa, el Mal está representado por el negro.<br />

Hay que ir despacio, lo sabemos, pero es difícil. El verdugo es el hombre negro,<br />

Satanás es negro, se habla de las tinieblas, cuando se está sucio se está negro, ya se<br />

aplique esto a la suciedad física o a la suciedad moral. Nos sorprendería, si nos tomáramos<br />

el trabajo de reunirías, la enorme cantidad de expresiones que hacen del<br />

negro el pecado. En Europa, el negro, ya sea de forma concreta, ya de forma simbólica,<br />

representa el aspecto malo de la personalidad. Mientras no se comprenda esta<br />

proposición, nos condenamos a hablar en vano sobre «el problema negro». Lo negro,<br />

lo oscuro, la sombra, las tinieblas, la noche, los laberintos de la tierra, las profundidades<br />

abisales, denigrar a alguien; o, por el otro lado, la mirada clara de la inocencia,<br />

la blanca paloma de la paz, la luz mágica, paradisíaca. Un hermoso niño rubio, ¡ qué<br />

paz en su expresión, que alegría y, sobre todo, qué esperanza! Nada comparable con<br />

un hermoso niño negro que, literalmente, es una cosa de todo punto insólita. No voy<br />

a repetirme sobre esas historias de ángeles negros. En Europa, es decir, en todos los<br />

países civilizados y civilizadores, el negro simboliza el pecado. El arquetipo de los valores<br />

inferiores se representa por el negro. Y es precisamente la misma antinomia que<br />

encontramos en el sueño despierto de Desoille. ¿Cómo explicar, por ejemplo, que el<br />

inconsciente que representa las cualidades rastreras e inferiores se coloree de negro?<br />

En Desoille, donde, sin juego de palabras, la situación es mucho más clara, se trata<br />

siempre de subir o bajar. Cuando bajo, veo cavernas, grutas en las que bailan los salvajes.<br />

Sobre todo, no nos equivoquemos. Por ejemplo, en una de las sesiones de .sueño<br />

despierto que nos comunica Desoille nos encontramos con los galos en una caverna.<br />

Pero, hay que decirlo, el galo es bonachón... Un galo en una caverna, tiene<br />

como un aire familiar, consecuencia, quizá, de aquel «nuestros padres, los galos»...<br />

Creo que hay que volverse niño para comprender determinadas realidades psíquicas.<br />

En eso Jung es un innovador: quiere llegar hasta la juventud del mundo. Pero se<br />

equivoca singularmente: sólo llega hasta la juventud de Europa.<br />

Se ha elaborado, en lo más profundo del inconsciente europeo, un hoyo excesivamente<br />

negro en el que dormitan las pulsiones más inmorales, los deseos más inconfesables.<br />

Y como todo hombre asciende hacia la blancura y la luz, el europeo ha<br />

querido rechazar a ese no civilizado que trataba de defenderse. Cuando la civilización<br />

europea entró en contacto con el mundo n egro, con esos pueblos de salvajes,<br />

todo el mundo estuvo de acuerdo: esos negros eran el principio del mal.<br />

Jung asimila habitualmente extranjero con oscuridad, con vertiente malvada: tiene<br />

perfecta razón. Ese mecanismo de proyección o, si se prefiere, de transitividad,<br />

ha sido descrito por el psicoanálisis clásico. En la medida en la que yo descubro algo<br />

insólito en mí, algo reprensible, no tengo otra solución: librarme de ello, atribuirle<br />

la paternidad a otro. Así termino con un circuito tensional que amenazaba con comprometer<br />

mi equilibrio. En el sueño despierto hay que prestar atención, durante las<br />

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