Piel negra, máscaras blancas - gesamtausgabe
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La dialéctica que introduce la necesidad como punto de apoyo de mi libertad me expulsa de mí mismo. Rompe mi posición irreflexiva. Siempre en términos de conciencia, la conciencia negra es inmanente a sí misma. Y no soy una potencialidad de algo, soy plenamente lo que soy. No tengo que buscar lo universal. En mi seno ninguna probabilidad se realiza. Mi conciencia negra no se ofrece como carencia. Ella es. Es seguidora de sí misma. Pero, se nos dirá, en sus afirmaciones hay un desconocimiento del proceso histórico. Escuchen, pues: Africa, he guardado tu memoria África tu estás en mí Como la astilla en la herida como un fetiche tutelar en el centro del pueblo haz de mí la piedra de tu honda de mi boca los labios de tu llaga de mis rodillas las columnas rotas de tu sumisión... SIN EMBARGO no quiero ser sino de vuestra raza obreros campesinos de todos los países [...I Obrero blanco de Detroit peón negro de Alabama pueblo innumerable de las galeras capitalistas el destino nos alza hombro con hombro y renegando del antiguo maleficio de los tabúes de sangre hollamos los escombros de nuestras soledades Si el torrente es frontera arrancaremos al arroyo su cabellera inagotable si la sierra es frontera quebraremos las mandíbulas de los volcanes afirmando las cordilleras y la llanura será la explanada de la aurora donde se juntan nuestras fuerzas dispersas por la astucia de nuestros amos Como la contradicción de los rasgos se resuelve en la armonía del rostro proclamamos la unidad del sufrimiento y de la rebelión de todos los pueblos en toda la superficie de la tierra 128
y agitamos el mortero de los tiempos fraternales en el polvo de los ídolos20. Justamente, respondemos, la experiencia negra es ambigua, porque no existe un negro, sino los negros. Qué diferencia, por ejemplo, con este otro poema: El blanco ha matado a mi padre porque mi padre era orgulloso El blanco ha violado a mi madre porque mi madre era hermosa El blanco ha encorvado a mi hermano bajo el sol de los caminos porque mi hermano era fuerte Después el blanco se ha girado hacia mí sus manos rojas de sangre Me ha escupido negro su desprecio a la cara y con su voz de amo: «¡Eh, chico! un anís, una servilleta y agua»21. Y este otro: Mi hermano de dientes que brillan bajo la felicitación hipócrita mi hermano de gafas de oro ante tus ojos azulados por la palabra del Amo mi pobre hemano con esmoquin de forro de seda piando y susurrando y gallenado en los salones de la Condescendencia Nos apiadamos de ti El sol de tu país no es más que una sombra sobre tu frente serena de civilizado y la choza de tu abuela enrojece un rostro blanqueado por años de humillación y mea culpa Pero cuando te repongas de las palabras sonoras y vacías como la caja que remata tus espaldas hollarás la tierra amarga y roja de África esas palabras angustiadas ritmarán entonces tu paso inquieto ¡Me siento tan solo, tan solo aquí!22. 20 Jacques Roumain, «Preludio» a Bois d ’ébéne, en Jacques Roumain, G obernadores d el rocío y otros textos, Caracas, Biblioteca Ayacucho, 2004, pp. 106-109. 21 David Diop, T roispoém es, «Le temps du martyre», ibid., p. 174. 22 D. Diop, «Le rénégat». 129
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La dialéctica que introduce la necesidad como punto de apoyo de mi libertad me<br />
expulsa de mí mismo. Rompe mi posición irreflexiva. Siempre en términos de conciencia,<br />
la conciencia <strong>negra</strong> es inmanente a sí misma. Y no soy una potencialidad de<br />
algo, soy plenamente lo que soy. No tengo que buscar lo universal. En mi seno ninguna<br />
probabilidad se realiza. Mi conciencia <strong>negra</strong> no se ofrece como carencia. Ella<br />
es. Es seguidora de sí misma.<br />
Pero, se nos dirá, en sus afirmaciones hay un desconocimiento del proceso histórico.<br />
Escuchen, pues:<br />
Africa, he guardado tu memoria África<br />
tu estás en mí<br />
Como la astilla en la herida<br />
como un fetiche tutelar en el centro del pueblo<br />
haz de mí la piedra de tu honda<br />
de mi boca los labios de tu llaga<br />
de mis rodillas las columnas rotas de tu sumisión...<br />
SIN EMBARGO<br />
no quiero ser sino de vuestra raza<br />
obreros campesinos de todos los países<br />
[...I<br />
Obrero blanco de Detroit peón negro de Alabama<br />
pueblo innumerable de las galeras capitalistas<br />
el destino nos alza hombro con hombro<br />
y renegando del antiguo maleficio de los tabúes de sangre<br />
hollamos los escombros de nuestras soledades<br />
Si el torrente es frontera<br />
arrancaremos al arroyo su cabellera<br />
inagotable<br />
si la sierra es frontera<br />
quebraremos las mandíbulas de los volcanes<br />
afirmando las cordilleras<br />
y la llanura será la explanada de la aurora<br />
donde se juntan nuestras fuerzas dispersas<br />
por la astucia de nuestros amos<br />
Como la contradicción de los rasgos<br />
se resuelve en la armonía del rostro<br />
proclamamos la unidad del sufrimiento<br />
y de la rebelión<br />
de todos los pueblos en toda la superficie de la tierra<br />
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