CAPÍTULOS - El CRISTO, Instructor de humanidades
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calvario2<br />
"¡<strong>El</strong>evada sea mi oración <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> Ti como un perfume, y el don <strong>de</strong> mis manos como la<br />
ofrenda <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>!".<br />
Los moradores <strong>de</strong> la apacible Bethania, Martha, Lázaro y la pequeña María, habían llegado los<br />
últimos, como para recoger en sus corazones llenos <strong>de</strong> angustia las postreras palabras <strong>de</strong>l<br />
Mártir:<br />
"¡Padre mío, recibe mi espíritu!... . ¡Todo fue consumado!".<br />
Martha cayó <strong>de</strong> rodillas y hundió su cabeza en el polvo murmurando entre sollozos:<br />
"¡Que Dios tenga misericordia <strong>de</strong> nosotros!... ¡Señor!... ¡Señor!... .<br />
"Mira la gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong> tu Hijo y no la maldad <strong>de</strong> los hombres!... .<br />
"Mira su amor y no nuestra iniquidad!... .<br />
"Misericordia y piedad Señor!... .<br />
<strong>El</strong> rumor <strong>de</strong> sus palabras se perdía entre el llorar <strong>de</strong>sconsolado <strong>de</strong> aquel centenar <strong>de</strong> personas,<br />
que se movían como fantasmas en torno al Hombre-Dios suspendido en la cruz.<br />
Lázaro se quedó quieto y mudo como una estatua, a pocos pasos <strong>de</strong>l cadalso <strong>de</strong>l gran amigo que<br />
había curado sus dolores morales y físicos, y cuyo acercamiento fue para él como el comienzo <strong>de</strong><br />
una vida nueva.<br />
La pequeña María, tímida y medrosa fue acercándose lentamente hacia el grupo central que<br />
lloraba al pie <strong>de</strong> la cruz. Y cuando a la luz temblorosa <strong>de</strong>l fuego sagrado <strong>de</strong> Vercia, reconoció en<br />
aquella faz lívida, el dulce rostro <strong>de</strong>l Maestro, exhaló un gemido <strong>de</strong> agonía y cayó sin sentido<br />
sobre el regazo <strong>de</strong> Verónica que sentada en el duro suelo, rezaba y lloraba.<br />
La pobre niña no volvió en sí hasta algunas horas <strong>de</strong>spués.<br />
José <strong>de</strong> Arimathea y Nico<strong>de</strong>mus habían vuelto a la ciudad a pedir al Gobernador el permiso<br />
necesario para bajar al Maestro <strong>de</strong>l ma<strong>de</strong>ro y darle sepultura esa misma noche, en vista <strong>de</strong> que<br />
al siguiente día no permitía la Ley hacer ese trabajo.<br />
Obtenido el permiso, los hombre más jóvenes y fuertes procedieron a <strong>de</strong>scen<strong>de</strong>r aquel amado<br />
cuerpo que tantas fatigas había sufrido por consolar a sus semejantes.<br />
Melchor y Gaspar previendo aquel momento, habían traído en sus literas las vendas y lienzos <strong>de</strong><br />
lino exigidos para la inhumación.<br />
http://elcristoes.net/calvario2.htm (34 <strong>de</strong> 36) [14/04/2004 21:20:51]