CAPÍTULOS - El CRISTO, Instructor de humanidades
CAPÍTULOS - El CRISTO, Instructor de humanidades
CAPÍTULOS - El CRISTO, Instructor de humanidades
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
calvario2<br />
-¡Ya lo ves, oh rey!... . Soy un Centurión Romano encargado <strong>de</strong> traer el prisionero.<br />
-¡Vamos por última vez!... -gritó Hero<strong>de</strong>s-. ¡Si me complaces haciéndome ver tu po<strong>de</strong>r, ilustre<br />
mago galileo, te doy mi palabra <strong>de</strong> Rey <strong>de</strong> no permitir que los Rabinos judíos toquen ni un<br />
cabello <strong>de</strong> tu cabeza!.<br />
La misma inmovilidad y silencio <strong>de</strong> estatua fue la respuesta que el prisionero dio al rey que lo<br />
interrogaba.<br />
-¿Quién piensas que soy yo?... ¿no ves acaso que tengo en mis manos tu vida o tu muerte?.<br />
"¿No sabes que soy el Rey Hero<strong>de</strong>s Antipas, hijo <strong>de</strong> Hero<strong>de</strong>s el Gran<strong>de</strong>, que don<strong>de</strong> daba un<br />
puntapié caían cincuenta cabezas como granadas maduras?.<br />
"Y ¿eres tú el Gran Profeta que enloquece a las multitu<strong>de</strong>s, que te aclaman como a futuro Rey<br />
<strong>de</strong> Israel?.<br />
"¡Tú eres un loco <strong>de</strong> remate!... . Y no sé si esto es una burla <strong>de</strong>l Gobernador que <strong>de</strong>bo o no tener<br />
en cuenta.<br />
Un jorobado abisinio que el rey tenía para divertirse dio un salto cómico <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la grada alta <strong>de</strong><br />
sitial a don<strong>de</strong> estaba el Maestro, y Judá comprendió que aquel repugnante bufón intentaba<br />
saltar como un mono sobre el prisionero para divertir a su amo. Bien a tiempo lo tomó <strong>de</strong><br />
ambos brazos y le <strong>de</strong>jó plantado sobre el piso.<br />
-Ante un representante <strong>de</strong> Roma -dijo Judá con reconcentrada ira- nadie se burla <strong>de</strong> un<br />
prisionero traído aquí para un juicio.<br />
-¡Hola!... ¿te enfadas Centurión? -dijo el Rey entre serio y burlón-. Llévale el preso al<br />
Gobernador, que yo no gasto tiempo en interrogar a un loco. ¡Otras cosas me interesan más!... -<br />
dijo mirando al cortinado <strong>de</strong>l fondo <strong>de</strong>l salón que se abría y daba paso a su hijastra Salomé con<br />
una corte <strong>de</strong> danzarinas y esclavas, con pebeteros ardientes en que se quemaban penetrantes<br />
perfumes, y con laú<strong>de</strong>s que exhalaban músicas más enervantes aún que los perfumes.<br />
Salomé que creía sólo al Rey, se quedó un instante suspensa.<br />
Los ojos llenos <strong>de</strong> luz <strong>de</strong>l Profeta se clavaron en los <strong>de</strong> ella, que dio un grito agudo <strong>de</strong> espanto y<br />
retrocedió hasta la puerta.<br />
-¡<strong>El</strong> Profeta <strong>de</strong>l Jordán!... -dijo presa <strong>de</strong> terror-. ¡Son sus ojos!... ¡ha resucitado!.... ¡Es él!... .<br />
-¡No seas tontuela niña!... -gritó con voz mimosa el Rey-. Aquél fue <strong>de</strong>gollado en Maqueronte, y<br />
éste es un infeliz loco que no hace daño ninguno... . ¡Ven acá mi ave <strong>de</strong>l paraíso!... . ¡Ven acá!.<br />
http://elcristoes.net/calvario2.htm (16 <strong>de</strong> 36) [14/04/2004 21:20:51]