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Septiembre 2011 - El Barrio Villa Pueyrredón

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En los primeros días del<br />

mes de septiembre de 1806,<br />

Liniers lanza una proclama<br />

para convocar a todos los<br />

hombres aptos para integrar<br />

los batallones de defensa.<br />

Sobraban motivos para<br />

esperar otra invasión inglesa.<br />

Con la pérdida de las tropas<br />

capturadas en Buenos Aires,<br />

Popham no poseía fuerzas de<br />

choque y ocupación, por lo que<br />

aguardaba refuerzos que, descontaba,<br />

estaban en camino.<br />

Este era el precio que los británicos<br />

pagaban por la “improvisada”<br />

expedición invasora,<br />

que culminó con la reconquista<br />

de Buenos Aires por<br />

los españoles y el apresamiento<br />

del General Beresford<br />

y sus tropas.<br />

<strong>El</strong> Comodoro Popham había<br />

desoído las apreciaciones de<br />

Beresford y sus lugartenientes,<br />

forzando la situación. Atacó<br />

Buenos Aires dejando poderosas<br />

fuerzas españolas<br />

a sus espaldas, que finalmente<br />

fueron las que derrotaron a<br />

los británicos.<br />

En notas anteriores, vimos<br />

cómo Popham y Guillermo<br />

Pío White habían sido socios<br />

en la lejana India asiática.<br />

White era acreedor de una justa<br />

fama como comerciante<br />

afincado en Buenos Aires<br />

desde 1797, y para nada era<br />

casual este encuentro en la<br />

aventura de la invasión de<br />

Buenos Aires.<br />

Una antigua deuda contraída<br />

por Popham a favor de<br />

White fue el factor determinante<br />

de la invasión y de su<br />

posterior fracaso.<br />

Sir Home Riggs Popham<br />

nació en Tetuán (Marruecos)<br />

en 1762 y era hijo del cónsul<br />

británico. Poseedor de una<br />

excelente educación, ingresó<br />

en la Armada real siendo muy<br />

joven, cursando una brillante<br />

carrera. Se retira con el grado<br />

de Comodoro, para dirigir<br />

barcos mercantes en sociedad<br />

con White. Luego incursionó<br />

en la política, que al<br />

igual que en su experiencia<br />

comercial, fueron actos fallidos.<br />

Su vuelta a la Armada Real<br />

(como Comodoro) lo destinó al<br />

puerto de Plymout. Como máxima<br />

autoridad militar, con una<br />

respetable flota a su mando,<br />

Popham “discrimina” a los viajeros<br />

que solicitan “pases” para<br />

internarse en territorio británico.<br />

Aún con la pena de su frus-<br />

Página 26 - <strong>El</strong> <strong>Barrio</strong> <strong>Villa</strong> <strong>Pueyrredón</strong><br />

Huellas en el Bicentenario IX<br />

trante experiencia comercial<br />

y política, añora esos años en<br />

que tenía relación directa con<br />

altos funcionarios del gobierno.<br />

Pero el destino lo dio otra oportunidad.<br />

Francisco de Miranda llegó<br />

a Londres en 1790. Este patriota<br />

venezolano promovió desde<br />

Europa la independencia de<br />

la América española. Miranda<br />

fue el primero en proponer<br />

un “Imperio Continental” y elevarlo<br />

al primer ministro británico<br />

William Pitt para interesar<br />

a la Corona en esta empresa,<br />

que sin dudas les permitiría<br />

afianzar su prestigio e ingentes<br />

beneficios económicos.<br />

Miranda proponía<br />

abrir un canal<br />

interoceánico en<br />

Panamá, que beneficiaría<br />

en forma<br />

notable el comercio,<br />

y además obtener<br />

el apoyo para<br />

coronar Emperador<br />

a un descendiente<br />

de los<br />

Incas, quien gobernaría<br />

con un régimen<br />

constitucional<br />

similar al de los<br />

británicos.<br />

De esta propuesta<br />

de Miranda surgió<br />

el proyecto de<br />

coronar al Inca en el Congreso<br />

de 1816, en las “Provincias<br />

Unidas de Sud América”.<br />

En 1798, Miranda orientaba<br />

a los jóvenes nacidos en la<br />

“América Hispana” para que<br />

probaran el “dulce fruto del<br />

árbol de la libertad”, según<br />

testimonio de su discípulo<br />

ilustre: el chileno Bernardo<br />

O´Higgins.<br />

Precisamente O´Higgins, con<br />

otros americanos conjurados,<br />

se estableció en Gibraltar para<br />

gestar la “Gran Reunión Americana”,<br />

como filial de la entidad<br />

de Miranda en Londres.<br />

Desde Gibraltar partieron numerosos<br />

agentes para insurreccionar<br />

en la geografía de las<br />

colonias españolas en América.<br />

En el Río de la Plata, se<br />

destacó como agente de<br />

esta organización secreta a<br />

Saturnino Rodríguez Peña,<br />

cuyo primer “trabajo” conocido<br />

fue la liberación del General<br />

Beresford y del Coronel<br />

Pack, ambos confinados en<br />

la “<strong>Villa</strong> del Luján” y luego<br />

facilitó su alejamiento hacia<br />

la Montevideo ocupada por<br />

Por Alejandro Kosciukowicz<br />

los británicos.<br />

La oportunidad que esperaba<br />

Popham llegó finalmente<br />

con nombre y apellido: Francisco<br />

de Miranda. En uno de<br />

sus viajes fuera del Reino Unido,<br />

a su regreso toma contacto<br />

con Popham, al que le transmite<br />

sus objetivos.<br />

En sucesivas reuniones,<br />

Popham y Miranda como<br />

asesor, pergeñan una estrategia<br />

de trabajo que se plasmaría<br />

en el célebre “Memorial<br />

de Popham”, que luego<br />

se convertiría en el punto de<br />

partida del ataque a Buenos<br />

Aires, en 1806.<br />

<strong>El</strong> “Memorial” estimaba que<br />

el objetivo principal de la invasión<br />

eran Venezuela y Nueva<br />

Granada (Colombia) desde<br />

donde Miranda se proponía<br />

desembarcar y lanzar el grito<br />

de independencia. A su vez,<br />

Popham propuso el ataque al<br />

Río de la Plata, coordinado con<br />

un ataque a Lima, Panamá y<br />

Valparaíso con tropas desplazadas<br />

desde la India y Australia<br />

por la Armada Real.<br />

Es interesante destacar que<br />

el objetivo era promover la<br />

emancipación. Sin embargo,<br />

contenía algunas “salvedades”:<br />

“… la de ganar, en lo posible,<br />

todos sus puntos prominentes,<br />

estableciendo algunas<br />

posesiones militares”.<br />

<strong>El</strong> comercio sería abierto, facilitando<br />

especialmente la colocación<br />

de productos manufacturados<br />

británicos.<br />

<strong>El</strong> 16 de octubre de 1804,<br />

Popham, asistido por Miranda,<br />

entregan el “Memorial” al primer<br />

Ministro Pitt que lo encuentra<br />

satisfactorio, pero dada<br />

la difícil situación del Reino<br />

Unido, que estaba en guerra<br />

con Francia, debía reservar<br />

todos los recursos para enfrentar<br />

a Napoleón, quien había<br />

alistado más de doscientos mil<br />

soldados para emprender la<br />

invasión de las islas británicas.<br />

Un aliado incondicional asistía<br />

a los ingleses: el “Canal de la<br />

Mancha”. Napoleón les había<br />

transmitido claramente a sus almirantes<br />

y generales: “¡Seamos<br />

dueños del canal durante<br />

seis horas y seremos dueños<br />

del mundo!”<br />

Ante este peligro inminente,<br />

Popham y Miranda aceptaron<br />

que debían esperar.<br />

Vale recordar un poco la historia<br />

de ese 1804. Desde años<br />

anteriores el General Na-<br />

poleón Bonaparte (después<br />

Cónsul y Cónsul vitalicio), alentaba<br />

la invasión del Reino Unido.<br />

La llegada de William Pitt<br />

al gobierno británico, en<br />

1804, aceleró la entronización<br />

de Napoleón pocos días después<br />

como Emperador de<br />

Francia. Los dos “gallos de<br />

pelea” se enfrentaban para<br />

decidir, sin lugar a dudas, el<br />

futuro de buena parte del<br />

mundo.<br />

Los astilleros franceses trabajaban<br />

a pleno, construyendo<br />

embarcaciones para cruzar el<br />

canal y los británicos debían<br />

volcar todos sus recursos para<br />

impedirlo.<br />

Caso contrario, el Reino<br />

Unido podía considerarse<br />

perdido.<br />

Pero un hecho inesperado<br />

alarmó aún más a los británicos.<br />

En la colonia francesa de<br />

Haití, una de las tantas revueltas<br />

de esclavos (constituían<br />

toda la población, por haber<br />

sido exterminada la indígena),<br />

de origen africano, en número<br />

de trescientos mil masacran<br />

a los doce mil blancos<br />

que los avasallan, declarándo-<br />

se independientes. (Haití fue<br />

el primer país libre de América<br />

Latina, en 1804).<br />

<strong>El</strong> año anterior, 1803, Francia<br />

le vendió a EEUU más de<br />

dos millones de kilómetros cuadrados<br />

de territorio (desde Canadá<br />

al Golfo de México). Con<br />

tal reducción de territorio, la flota<br />

francesa en el Caribe fue<br />

reducida, enviando el excedente<br />

a Francia para sumarse a la<br />

invasión del Reino Unido.<br />

Ante este hecho consumado,<br />

Pitt y los británicos modifican<br />

su estrategia. España, aliada<br />

de Francia, se declara neutral<br />

en el conflicto franco inglés.<br />

Napoleón utiliza los puertos<br />

españoles para que opere su<br />

flota. Pitt decide arrastrar a<br />

España al conflicto. Cita al<br />

embajador español para decirle<br />

con franqueza brutal: “en<br />

estas circunstancias no podemos<br />

distinguir entre neutrales<br />

y enemigos”. <strong>El</strong> Rey<br />

Carlos IV y su primer ministro<br />

Manuel Godoy ignoraron la<br />

velada amenaza manteniendo<br />

la neutralidad sin declinar su<br />

alianza con Francia.<br />

<strong>El</strong> gobierno británico, en<br />

mayo de 1803, ya había presionado<br />

a España para que<br />

definiera su posición, dada su<br />

alianza con Francia, en el<br />

mismo momento en que el<br />

Reino Unido había decidido<br />

iniciar las hostilidades, que<br />

se desarrollarían en los siguientes<br />

diez años.<br />

Sin ambages, Pitt le comunicó<br />

a la Corona española que<br />

su posición era inadmisible.<br />

La contestación española fue<br />

contundente: se mantenía<br />

neutral. Secretamente Pitt comenzó<br />

a acosar a España. Un<br />

ataque a un grupo de barcos<br />

que regresaban del Río de la<br />

Plata con las remesas del<br />

Virreinato, produjo el hundimiento<br />

de tres buques, la muerte<br />

de trescientos españoles<br />

y la captura de los valores.<br />

Como España no reaccionó,<br />

un nuevo ataque a una flota<br />

militar provocó la muerte de<br />

decenas de ellos y gran número<br />

de prisioneros. España<br />

reaccionó, declarando la guerra<br />

al Reino Unido, unida a<br />

Francia.<br />

De todos los acontecimientos<br />

acaecidos, desde ese momento,<br />

derivaron los movimientos<br />

libertarios de la América<br />

española.

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