13.05.2013 Views

Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Bolívar Echeverría<br />

humano, para existir como tal, deba presentar primero las marcas propias<br />

de una determinada socialidad concreta. Para existir como objeto o<br />

destinatario del deseo erótico, por ejemplo, el atractivo animal-sexual de<br />

su cuerpo debe ser perceptible como “belleza”, es decir, debe ser un atributo<br />

natural trans-naturalizado como atributo cultural. La “belleza” del<br />

cuerpo como objeto del deseo humano es un valor sólo ponderable en el<br />

juego de atribución de formas que mantienen entre sí los individuos en<br />

calidad de personas, es decir, en calidad de participantes en un proyecto<br />

concreto de afirmación de lo humano a partir de lo animal. La “belleza”<br />

del cuerpo, sea cual sea su definición práctica en cada caso, es la condición<br />

de la existencia de su atractivo sexual. El fetichismo erótico en sus<br />

manifestaciones más acentuadas — consideradas “aberraciones” sexuales—<br />

sólo exagera este proto-fetichismo estructural de la relación erótica<br />

interpersonal: tiende a ahogar la substancia del atractivo erótico — el<br />

atractivo sexual— bajo el peso de su forma: la “belleza” (“ese brillo peculiar<br />

en su nariz”, que menciona Freud).<br />

La mercancía como fetiche<br />

Un fetiche es una acción, una palabra o una cosa que sirve de instrumento<br />

para lograr un hechizo (feitiqo), es decir, para provocar la actualización<br />

de lo sobrenatural en una situación singular concreta. Es un<br />

instrumento como cualquier otro, pero es además mágico: su efectividad<br />

rebasa la efectividad reconocida como natural por la sociedad. Su presencia<br />

real es así necesariamente doble o “mística”, a un tiempo profana<br />

y sagrada, material y espiritual, terrenal y celestial. Es un objeto cuya<br />

función ordinaria o natural en la vida social se halla visitada y absorbida<br />

por una función milagrosa o sobrenatural (es el alfiler de la costurera<br />

convertido en la espada de la bruja). Esta estructura de la presencia<br />

objetiva del fetiche es la que Marx tiene en cuenta cuando establece la<br />

analogía entre el objeto fetiche y el objeto mercantil. Su descripción de la<br />

estructura objetiva de la mercancía revela, en efecto, que ésta es también<br />

un objeto “místico” de doble efectividad, que su función en la vida social<br />

se mueve en dos planos diferentes, el uno “físico”, natural o “sensorial” y<br />

el otro “meta-físico”, sobrenatural o “suprasensorial”.<br />

En realidad, el concepto de fetichismo mercantil es, en el discurso <strong>crítico</strong><br />

de Marx, el corolario polémico en la teoría de la enajenación. La enajenación<br />

es la característica central del mundo moderno porque sólo en él<br />

la politicidad, la calidad específica de la existencia humana, se encuentra<br />

clausurada en el sujeto social y cedida al objeto social, cosificada en él.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!