Discurso crítico y Modernidad. Ensayos escogidos - gesamtausgabe

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Bolívar Echeverría Esta conexión revolucionaria entre la historia concreta y la teoría refleja, pues, a un radical en el terreno teórico y político que participaba activamente en los movimientos estudiantiles de Quito. Pero sería precisamente esta primera ‘radicalidad,’ lo que sólo coyunturalmente tendría mayor peso. A finales de noviembre de 1961, con 20 años a cuestas y el apoyo de una beca del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD), sabiendo lo mismo inglés que francés pero nada de alemán - “no estaba bien preparado para la aventura, pero quería vivirla”- , Bolívar Echeverría emprende viaje a la República Federal Alemana. Un viaje planeado fundamentalmente para estudiar con Heidegger (“Me fui a Alemania buscando a Heidegger”, nos dijo en alguna ocasión; “el problema es que nunca lo encontré”, agregaba con ironía), aunque quizá pensado también como un momentáneo exilio político debido a su participación en los movimientos y las huelgas estudiantiles. III. La definición teórico-política. Alemania: 1961-1968 En la entrevista que Echeverría le concede a la revista Iconos de 2003, respecto de una pregunta referente a su trayectoria intelectual durante los años de su estancia en Berlín, él responde en estos términos: En el tiempo que estuve allá, que fue entre 1961 y 1968, Berlín se identificaba con su época, de manera similar a la que otras ciudades se han identificado con otras épocas. Así como Benjamín decía: “París, capital de siglo X IX ”, así también podría decirse, “Berlín, capital de los años 20”, es decir, la peculiaridad de la ciudad descrita por Dóblin en su famosa novela Berlín-Alexanderplatz, coinciden hasta confundirse entre sí. Y mira, para mí, véanse los ensayos “Fernand Braudel, América Latina y Brasil” (capítulo no muy conocido de la biografía intelectual de Fernand Braudel), “Fernand Braudel y la historia de la civilización latinoamericana” en: Aguirre Rojas, Carlos Antonio, Ensayos braudelia- nos. Itinerarios intelectuales y aportes historiográficos de Fernand Braudel (Col. Protextos I) México-Rosario: ANPHM-Prohistoria, 2000. pp. 53-76 y 225-240. Del mismo autor, “Los impactos de la “experiencia brasileña” sobre la obra de Fernand Braudel: un ejercicio de contrahistoria intelectual” en: Contrahistorias. La otra mirada de Clío N° 3 (Dossier: Historiografía mundial) México: septiembre 2004-febrero 2005, pp. 45- 62, Además, la biografía intelectual Braudel y las ciencias humanas. (Biblioteca de Divulgación Temática N° 66) Barcelona: Montesinos, 1996. [ 14 ]

Discurso crítico y m odernidad y tal vez no sólo para mí, Berlín podría ser también “la capital de los años sesenta”. Berlín era en esa época la ciudad ejemplar de la guerra fría, era el punto en donde amenazaban tocarse los dos polos que debían mantenerse separados y de alguna manera en empate para que no sobreviniera la hecatombe de la guerra nuclear, la guerra que podía ser la última y final, etcétera, etcétera. En Berlín vivíamos una situación muy artificial. Era una ciudad-isla, un pueblo del Occidente democrático en el medio hostil del “mar comunista”, subvencionada por la Bundesrepublik del “milagro económico alemán”. Y era esa artificialidad precisamente lo que permitía el desarrollo de una cantidad de fenómenos que era imposible encontrar en el resto de Alemania7. En esta situación “muy artificial”, “en el medio hostil del mar comunista”, Echeverría cursaba los seminarios en la Universidad Libre de Berlín, además de dedicarse al aprendizaje del alemán. Pero se vinculó también con jóvenes intelectuales de la izquierda estudiantil berlinesa • más militante, como Rudi Dutschke y Bernd Rabehl, quienes tendrían un papel relevante en los años posteriores, vitales para su formación y el trabajo político del movimiento estudiantil alemán. Debido a su conexión con estos jóvenes socialistas de la izquierda estudiantil berlinesa, se le encarga —como es bien sabido- la presentación de Los condenados de la tierra, de Frantz Fanón8, y más adelante la introducción a una compilación de escritos sobre el Che Guevara, llamada ¡Hasta la victoria siempre!, a cargo de Hortz Kurnitzky, con quien Bolívar trabó relaciones desde esos años9. 7 Echeverría, Bolívar, “Entrevista para la revista Iconos”. Quito, 23 de mayo del 2003. Disponible en el sitio electrónico de Bolívar Echeverría: www.bolivare.unam.mx [Consultado el 10 de agosto de 2010], con información valiosa, al mismo tiempo que ensayos, programas de cursos, entrevistas y traducciones, pero que está llena de imprecisiones, omisiones importantes e inexplicables, y hasta errores ortográficos, cuya responsabilidad absoluta es del administrador del sitio. 8 Los interlocutores de los estudiantes alemanes situados más hacia la izquierda eran, sobre todo, los latinoamericanos (grupo en el que Bolívar ocupaba un lugar de primera línea), ya que, como permite ilustrar la discusión del libro de Fanón -com o él recordaría en la entrevista a Iconos-, “no lo discutieron con árabes o norafricanos sino con nosotros”. 9 Años más tarde, ambos publicarían el libro Conversaciones sobre lo barroco. Presentación de Marco Aurelio García Barrios, México: FFyL-Unam, 1994 [Hay una reedición de este libro a cargo de la editorial Jitanjáfora, de Morelia, México]. [ 15 ]

<strong>Discurso</strong> <strong>crítico</strong> y m odernidad<br />

y tal vez no sólo para mí, Berlín podría ser también “la<br />

capital de los años sesenta”. Berlín era en esa época la<br />

ciudad ejemplar de la guerra fría, era el punto en donde<br />

amenazaban tocarse los dos polos que debían mantenerse<br />

separados y de alguna manera en empate para que<br />

no sobreviniera la hecatombe de la guerra nuclear, la<br />

guerra que podía ser la última y final, etcétera, etcétera.<br />

En Berlín vivíamos una situación muy artificial. Era<br />

una ciudad-isla, un pueblo del Occidente democrático<br />

en el medio hostil del “mar comunista”, subvencionada<br />

por la Bundesrepublik del “milagro económico alemán”.<br />

Y era esa artificialidad precisamente lo que permitía<br />

el desarrollo de una cantidad de fenómenos que era<br />

imposible encontrar en el resto de Alemania7.<br />

En esta situación “muy artificial”, “en el medio hostil del mar comunista”,<br />

Echeverría cursaba los seminarios en la Universidad Libre de<br />

Berlín, además de dedicarse al aprendizaje del alemán. Pero se vinculó<br />

también con jóvenes intelectuales de la izquierda estudiantil berlinesa<br />

• más militante, como Rudi Dutschke y Bernd Rabehl, quienes tendrían<br />

un papel relevante en los años posteriores, vitales para su formación y el<br />

trabajo político del movimiento estudiantil alemán. Debido a su conexión<br />

con estos jóvenes socialistas de la izquierda estudiantil berlinesa, se le<br />

encarga —como es bien sabido- la presentación de Los condenados de la<br />

tierra, de Frantz Fanón8, y más adelante la introducción a una compilación<br />

de escritos sobre el Che Guevara, llamada ¡Hasta la victoria siempre!,<br />

a cargo de Hortz Kurnitzky, con quien Bolívar trabó relaciones desde<br />

esos años9.<br />

7 Echeverría, Bolívar, “Entrevista para la revista Iconos”. Quito, 23 de mayo del 2003.<br />

Disponible en el sitio electrónico de Bolívar Echeverría: www.bolivare.unam.mx<br />

[Consultado el 10 de agosto de 2010], con información valiosa, al mismo tiempo que<br />

ensayos, programas de cursos, entrevistas y traducciones, pero que está llena de imprecisiones,<br />

omisiones importantes e inexplicables, y hasta errores ortográficos, cuya<br />

responsabilidad absoluta es del administrador del sitio.<br />

8 Los interlocutores de los estudiantes alemanes situados más hacia la izquierda eran,<br />

sobre todo, los latinoamericanos (grupo en el que Bolívar ocupaba un lugar de primera<br />

línea), ya que, como permite ilustrar la discusión del libro de Fanón -com o él<br />

recordaría en la entrevista a Iconos-, “no lo discutieron con árabes o norafricanos<br />

sino con nosotros”.<br />

9 Años más tarde, ambos publicarían el libro Conversaciones sobre lo barroco. Presentación<br />

de Marco Aurelio García Barrios, México: FFyL-Unam, 1994 [Hay una<br />

reedición de este libro a cargo de la editorial Jitanjáfora, de Morelia, México].<br />

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