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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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EQU — 741 — EQU<br />

ni ningún hombre ilustre, que no se haya<br />

presentado <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l pueblo á caballo, ó en<br />

carro triunfal en la época aludida.<br />

Xenofonte y Plinio hacen mención <strong>de</strong> un<br />

tratado <strong>de</strong> Simón, sobre la materia, que precisa<br />

las costumbres ecuestres <strong>de</strong> los pueblos<br />

antiguos; pero hay tanta vaguedad en las fechas<br />

señaladas á los inventos y á los <strong>de</strong>scubrimientos,<br />

que ni por la historia <strong>de</strong>l citado<br />

autor podríamos encontrar su verda<strong>de</strong>ro<br />

origen.<br />

Los egipcios, fenicios, asirios y aun los chinos<br />

nos ofrecen hechos que se ligan bien con<br />

la cuestión; el que ofrece más que estudiar es<br />

indudablemente el pueblo egipcio.<br />

La antigüedad <strong>de</strong>l arte ecuestre y los primeros<br />

servicios que ha prestado á la humanidad<br />

vienen confirmados <strong>de</strong> un modo innegable<br />

por los libros <strong>de</strong> Moisés, los que nos hablan<br />

<strong>de</strong> los carros ecuestres en Egipto <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

el tiempo <strong>de</strong> Jacob.<br />

El cántico <strong>de</strong> Moisés al pasar el Mar Rojo,<br />

nos prueba que la equitación y el uso <strong>de</strong> los<br />

carros era conocido en Egipto. La justificación<br />

<strong>de</strong> este hecho <strong>de</strong>muestra que la aplicación<br />

<strong>de</strong> los caballos en aquellos ejércitos para<br />

que prestasen en ellos servicios regulares se<br />

remontaba á una época anterior.<br />

Según otros escritos, el uso <strong>de</strong> los carros tirados<br />

por dos, tres y cuatro caballos fué anterior<br />

al siglo <strong>de</strong> Moisés, y se remonta al<br />

tiempo <strong>de</strong> Jacob; estos datos nos inducen á<br />

creer que atendido á que el arte <strong>de</strong> enganchar<br />

y dirigir con <strong>de</strong>streza tres y cuatro caballos<br />

se hallaba tan a<strong>de</strong>lantado, el <strong>de</strong> montar<br />

y adiestrarlos bajo la dirección <strong>de</strong>l jinete<br />

<strong>de</strong>bía ser conocido y practicado.<br />

Los lidios, según Herodoto, eran excelentes<br />

jinetes; combatían á caballo, manejando unas<br />

lanzas muy largas, unos trescientos sesenta<br />

años antes <strong>de</strong> Cristo.<br />

Resulta <strong>de</strong> varios datos que la Grecia recibió<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos más remotos colonias<br />

<strong>de</strong> egipcios que introdujeron en el país el<br />

arte <strong>de</strong> domar y utilizar los caballos, y es<br />

casi evi<strong>de</strong>nte que antes <strong>de</strong> la invención <strong>de</strong><br />

los carros la equitación era conocida en Grecia,<br />

y que la invención y la aplicación <strong>de</strong><br />

ellos ha sido posterior al arte <strong>de</strong> domar y <strong>de</strong><br />

adiestrar el caballo.<br />

El abad Gedain afirma que el uso <strong>de</strong> montar<br />

á caballo era más antiguo entre los egipcios<br />

y los israelitas que en la Grecia, don<strong>de</strong><br />

no empezó hasta 1300 á 1400 años antes <strong>de</strong><br />

Cristo. Se cree que Abraham fué el que introdujo<br />

el uso <strong>de</strong> los caballos y <strong>de</strong> los carros<br />

en el pueblo israelita.<br />

Después <strong>de</strong> Xenofonte pasaron bastantes<br />

siglos sin que el arte ecuestre revelara en<br />

forma didáctica sus progresos y modificaciones,<br />

y sin que escritor alguno <strong>de</strong>jase á la<br />

posteridad las tradiciones <strong>de</strong> su época.<br />

Es evi<strong>de</strong>nte que el empleo <strong>de</strong>l caballo y su<br />

educación sufrieron transformaciones graduales,<br />

adaptadas á las exigencias <strong>de</strong> los tiempos.<br />

Este noble animal, con el arte se fué amol­<br />

dando al gusto <strong>de</strong> la civilización griega y romana,<br />

y representó un papel importante en<br />

estas dos naciones; enganchado ó montado, en<br />

todas partes fué el animal predilecto <strong>de</strong> los<br />

ricos, <strong>de</strong> los guerreros y <strong>de</strong> los soberanos,<br />

siendo el atractivo principal <strong>de</strong>l pueblo en<br />

aquellos juegos tan celebrados que apasionaron<br />

por muchísimos años la capital <strong>de</strong>l mundo.<br />

El arte <strong>de</strong> montar y <strong>de</strong> dominar el caballo<br />

se transmitía entonces <strong>de</strong> padres á hijos; la<br />

práctica era su único libro; las monturas y los<br />

estribos tardaron mucho en adoptarse entre<br />

los egipcios.<br />

La historia <strong>de</strong> la equitación, seguida y estudiada<br />

en todas sus fases, nos <strong>de</strong>muestra <strong>de</strong><br />

un modo evi<strong>de</strong>nte que los progresos y las<br />

transformaciones <strong>de</strong> este arte tan útil marchan<br />

paralelamente con las varias aptitu<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> las distintas razas <strong>de</strong> caballos, y que han<br />

<strong>de</strong>bido ser apropiadas á las localida<strong>de</strong>s, según<br />

el temperamento y formas que la naturaleza<br />

<strong>de</strong>l suelo, el clima y los pastos hayan impreso<br />

en los animales; es <strong>de</strong>cir, que la sangre<br />

, la mayor ó menor nobleza <strong>de</strong> la raza y<br />

su estructura, han <strong>de</strong>bido trazar la marcha<br />

que <strong>de</strong>bía seguirse y los medios que podían<br />

emplearse para su completa dominación.<br />

Las teorías ecuestres <strong>de</strong>l siglo xvi <strong>de</strong> Italia<br />

y <strong>de</strong> Francia, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> confirmar lo que<br />

prece<strong>de</strong>, nos <strong>de</strong>muestran que la equitación <strong>de</strong><br />

aquella época no tenía más objeto que la preparación<br />

<strong>de</strong>l caballo <strong>de</strong> armas, dispuesto á<br />

evolucionar con toda seguridad y franqueza<br />

en los combates cuerpo á cuerpo. En la misma<br />

época, según las tradiciones <strong>de</strong>l Oriente,<br />

la equitación admitía el uso <strong>de</strong>l trote y la posición<br />

<strong>de</strong>l jinete extendida naturalmente, empleando<br />

los estribos en su cabal aplicación.<br />

A este modo <strong>de</strong> andar á caballo se le <strong>de</strong>cía<br />

montar á la extradiota, cuya <strong>de</strong>nominación se<br />

daba á la montura y bocado <strong>de</strong> que se valían.<br />

Las sillas estaban hechas con el fin <strong>de</strong> favoi<br />

recer la posición y dar firmeza al jinete para<br />

los aires altos <strong>de</strong>l pica<strong>de</strong>ro, en que el caballo<br />

<strong>de</strong>bía ejecutar constantemente posadas, corvetas<br />

y vueltas instantáneas.<br />

Las teorías <strong>de</strong> Fe<strong>de</strong>rico Grisón á principios<br />

<strong>de</strong>l siglo xvn constituyen una escuela <strong>de</strong> las<br />

más curiosas <strong>de</strong> la segunda época didáctica <strong>de</strong>l<br />

arte ecuestre.<br />

Este autor da reglas ya para practicar los<br />

pasos atrás, los manejos <strong>de</strong> dos pistas, las posadas,<br />

las piruetas y la mayor parte <strong>de</strong> los<br />

aires altos, juzgándolos necesarios para el servicio<br />

<strong>de</strong>l caballo.<br />

También en el siglo xvn se publicaron en<br />

Francia, Italia, Inglaterra y Alemania algunos<br />

tratados <strong>de</strong> equitación que dieron al arte<br />

otro carácter, una forma más metódica.<br />

Las fiestas, las corridas <strong>de</strong> cañas y los <strong>de</strong>más<br />

juegos ecuestres tuvieron por objeto estimular<br />

el gusto al más bello y útil <strong>de</strong> los<br />

ejercicios, y <strong>de</strong> poner en evi<strong>de</strong>ncia á los más<br />

hábiles y enérgicos entre los jinetes <strong>de</strong> la milicia.<br />

Estos espectáculos ó fiestas ecuestres,<br />

último reflejo <strong>de</strong> la caballería andante, con-

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