Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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EPI 34 — EPL usado á lo que parece en las naciones europeas que más cultivan la dasonomía. La voz está formada de las dos palabras griegas epidoma, epidomatos, incremento, aumento, y metron, medida; mas como quiera que no son sólo los vegetales los cuerpos susceptibles de aumento ó crecimiento, el concepto queda indeterminado de tal modo, que lo mismo puede referirse á plantas, que á animales ó minerales. Debería decirse, por lo tanto, Epidometría forestal, para indicar su aplicación dasouómiea, ó anteponer á la voz alguno de los radicales xylon, madera, ó dendron, árbol, para fijar bien el sentido ó alcance técnico de aquel vocablo. Mientras tanto, y como no pretendemos pasar por innovadores, aceptaremos la voz en el sentido en que la han usado los forestales que en España la apadrinan, dándole carta de naturaleza en materias dasonómicas. Para los fines de toda ordenación, lo que el dasónomo' necesita es conocer el crecimiento futuro de las masas leñosas, y esto se deduce siempre del crecimiento pasado. Entre los procedimientos que se siguen para llegar á este fin, es uno de los mejores el ideado por el inmortal dasónomo alemán Enrique Cotta, á quien tanto debe la ciencia forestal. Según este ilustre profesor, el crecimiento de todo árbol depende de la especie, de la edad y de la localidad. Cada especie botánica presenta una marcha de crecimiento que le es propia, más lenta en la juventud y más activa á cierta edad, pudiendo ser favorecida ó disminuida en los diferentes períodos de la vida de los árboles por la naturaleza de las capas que componen el suelo. También puede ser modificada esta marcha por circunstancias exteriores, tales como los aclareos de los rodales, limpias, etc. Así,'pues, hay que admitir que si las capas anuales de los árboles son hoy de gran espesor, lo serán también más adelante, en proporción á la edad de las plantas, si éstas viven sobre un terreno de fertilidad invariable; ó por el contrario, que serán delgadas si hoy lo son, siempre que el terreno reúna las mismas condiciones. En el caso de que el terreno no fuese de buena calidad más que hasta cierta distancia de la superficie, presentándose después á mayor profundidad con peores condiciones nutritivas, entonces es evidente que el grueso de las capas anuales de los troncos de los árboles será menor más adelante, cuando las raíces penetren en las capas de calidad ínfima. Esta e.s la realidad de los hechos; pero de todos modos se comprende que el crecimiento actual es el que debe servir de regulador para determinar el crecimiento futuro. El procedimiento práctico para llegar á la realización de estas investigaciones consiste en practicar en los troncos de los árboles, á la altura de 1,50 metros del suelo, entalladuras horizontales bastante profundas para que se puedan contar y medir las diez ó veinte capas anuales últimas. Esta operación se practica en árboles de gruesos y edades diferentes, y con ella se adquieren los datos siguientes: 1.° Cuál es el espesor de los diez ó veinte anillos leñosos últimos. 2.° Cuáles son más gruesos, si los modernos ó los antiguos, deduciéndose de ahí la marcha progresiva, creciente ó decreciente, del crecimiento. 3.° En qué árboles se manifiesta el mayor crecimiento, y en cuáles se observa el menor. Si además de esto se toma en consideración la naturaleza del lugar y las circunstancias exteriores que pueden influir en el crecimiento futuro, se tendrán todos los antecedentes para formarse una idea del crecimiento que adquirirán los árboles en los diez ó veinte años sucesivos. Además del grueso de las capas anuales, se mide también la altura que tenían los troncos diez ó veinte años atrás, contando para esto los verticilos de las ramas, ó mejor cortando los raberones por diferentes partes hasta que la sección de los mismos presente los diez ó veinte auillos que corresponden al crecimiento último, en igual número de años. En vez de hacer entalladuras eu los troncos para contar y medir los crecimientos, los alemanes Usan hoy el barreno de Pressler, sencillo y curioso aparato, de muy fácil manejo, que sólo se diferencia substancialmente de las barrenas comunes en llevar la hélice sobre cilindros huecos, con la cual se extrae un taruguillo cilindrico del tronco. En este pedacillo de madera, después de aplanado y coloreado, se pone de manifiesto el número de capas leñosas atravesadas por el barreno, pudiéndose, por lo tanto, contar y medir con toda comodidad. Reunidos los datos de alturas y gruesos que se acaban de indicar, se puede ya proceder al cálculo de los crecimientos futuros. Cotta supone que el grueso de las capas ó crecimientos en los diez años siguientes será igual al que el árbol toma en los diez precedentes, y así obtiene el crecimiento que se busca, cuya expresión es como sigue: Volumen actual^.^.^. If del tronco o Volum. del tronco dentro ctet tro„co =_„ H (#^3)2 de io anos 3 Crecim.o dui-anK_ _ H r , R , g -, 3 _ R i los 10 anos Í> i \ ' ; 3 = -TZH(2 ÄS-r-Ss) 3 r • r. A- 1 /2.R 8-f-o" 2 \ Crecim. 0 medio _ ,_ yy I I futuro ai año— .j "* ? 1 Hartig, que comparte con Cotta la gloria

EPI .35 — EPI de haber dado alto vuelo en Alemania á los estudios dasonómieos, supone que el volumen del crecimiento durante los diez últimos años es igual al de los diez siguientes, y al efecto determina el volumen interior de diez años atrás, segregando las diez capas. Supone además constante la altura del árbol, y resta aquel volumen del volumen actual y total del tronco, obteniendo así el volumen del crecimiento durante los diez años últimos. La expresión matemática de este procedimiento es como sigue: Volumen act ual rr 7^0 del tronco 1 — .-, "• 1 1 ' Volum. del tronco _ rr r i-> £ \ 9 T C H hace I 0años...=7 (-« — ° h Crecim. 0 durante ff \ ni í » S \ 2 1 t l •losiodlts.aiioi.— ., "• L i£ —(,-« — ° ; J = -nH(R i—R 2 = ^TZ H (2 R 5 _ 8 2 ) . 3 +2R o -o 2 ) En vista de lo expuesto resulta que, según Hartig, el crecimiento futuro medio anual es: y según Cotta, es: 1 2Ro — $-i = - it 22" - 10 1 2Ro + 8* = —-, 3 10 siendo la diferencia entre estas dos fórmulas 1 2& 2 1 - - 22 = — - H S ' 2 3 10 15 Por lo tanto, el método de Cotta da un resultado mayor al calcular el crecimiento futuro. Conocidos los medios de determinar los crecimientos futuros de los árboles aislados, se pueden conocer desde luego los de las masas ó rodales que estén formados por plantas de la misma especie, edad y calidad, bastando para el caso multiplicar el resultado medio obtenido en los árboles tipos, por el número de árboles del rodal. También suele seguirse la regla práctica de adoptar como crecimiento medio anual de una masa la cantidad que resulta de dividir el volumen dendrométrico total de los árboles que la forman, por el número de años que la masa ó rodal tiene. Otro de los medios empleados es el de aplicar las tablas de crecimientos ó productibilidad, de antemano formadas, como resultado de numerosas y detenidas observaciones y experimentos. Las más populares son las generales de Cotta, en las que para las diferentes . y más comunes especies arbóreas de los montes de Alemania se expresan las existencias por hectárea, por edades de veinte en veinte años y en diez distintas calidades. La diferencia que resulte entre las existencias de dos edades é igual calidad, representa, como es natural, el incremento buscado. Más partidario Hartig, (Jada la variabilidad del crecimiento , de los experimentos especiales, formó varias tablas parciales para localidades reducidas y aun para montes determinados. En España no se han formado todavía tablas de esta naturaleza, si bien conviene no olvidar que la mejor tabla es siempre la que el ingeniero forma por sí mismo, adquiriendo directamente los datos en el monte que trata de ordenar. La epidometría, de la que apenas hemos hecho aquí más que apuntar ligeramente el alcance, constituye hoy un estudio sistemático, largo y complicado, en el que interviene, con bastante profusión, el cálculo matemático superior. Los que deseen conocer á fondo esta materia, deben consultar las obras alemanas más recientes; los Elementos de tasación forestal, de Piccioli, traducidos al castellano por el ingeniero de montes Sr. Alvarez Sereix, y la Ordenación y valoración de montes, del distinguido .inspector del ramo Sr. Olazábal. EPÍFILO (Jardinería).—Género de plantas de la familia de las Cactáceas, originario de las regiones cálidas de América. Son plantas epífitas, de tallos ramosos y de flores grandes que tienen colores brillantes. Se cultivan varias especies en los invernaderos de Europa, especialmente el epífilo truncado (Epipliylum truncatum), de tallo articulado, sobre el cual aparecen flores de un color rojo vivo, y el epifilo de flores sonrosadas (E. speciosnm), cuyas flores, del indicado color, alcanzan una longitud de 50 á 55 centímetros. EPÍFISIS (Anatomía).—Eminencia ósea que en los animales jóvenes no forma parte de los huesos. En los viejos se halla soldada con el hueso de manera que no quedan huellas de, la primitiva sutura. EPÍFITA.—Dícese de las plantas que viven sobre otros vegetales, pero sin sacarles su alimento. Sus raíces quedan suspendidas en el aire ó se hallan adheridas sobre la corteza; se llama también á estas plantas falsas parásitas. EPIGASTRIO (Anatomía).— En el hombre, región superior del abdomen ó vientre, que se extiende desde donde termina el hueso central del pecho hasta dos dedos por encima del ombligo; sus lados se designan con el nombre de hipocondrios. EPIGINO (Botánica). — Corola, estambres ó cáliz situados sobre el oyario. EPIGLOTIS (Anatomía). — Cartílago algo parecido á una hoja de verdolaga, sujeto á la parte posterior de la lengua, el cual, bajándose, tapa la glotis al tiempo de la deglución, para impedir que penetren en la tráquea partículas de los alimentos ingeridos.

EPI 34 — EPL<br />

usado á lo que parece en las naciones europeas<br />

que más cultivan la dasonomía.<br />

La voz está formada <strong>de</strong> las dos palabras<br />

griegas epidoma, epidomatos, incremento, aumento,<br />

y metron, medida; mas como quiera<br />

que no son sólo los vegetales los cuerpos<br />

susceptibles <strong>de</strong> aumento ó crecimiento, el<br />

concepto queda in<strong>de</strong>terminado <strong>de</strong> tal modo,<br />

que lo mismo pue<strong>de</strong> referirse á plantas, que<br />

á animales ó minerales. Debería <strong>de</strong>cirse, por<br />

lo tanto, Epidometría forestal, para indicar<br />

su aplicación dasouómiea, ó anteponer á la<br />

voz alguno <strong>de</strong> los radicales xylon, ma<strong>de</strong>ra,<br />

ó <strong>de</strong>ndron, árbol, para fijar bien el sentido<br />

ó alcance técnico <strong>de</strong> aquel vocablo. Mientras<br />

tanto, y como no preten<strong>de</strong>mos pasar por innovadores,<br />

aceptaremos la voz en el sentido<br />

en que la han usado los forestales que en<br />

España la apadrinan, dándole carta <strong>de</strong> naturaleza<br />

en materias dasonómicas.<br />

Para los fines <strong>de</strong> toda or<strong>de</strong>nación, lo que<br />

el dasónomo' necesita es conocer el crecimiento<br />

futuro <strong>de</strong> las masas leñosas, y esto se <strong>de</strong>duce<br />

siempre <strong>de</strong>l crecimiento pasado.<br />

Entre los procedimientos que se siguen<br />

para llegar á este fin, es uno <strong>de</strong> los mejores<br />

el i<strong>de</strong>ado por el inmortal dasónomo alemán<br />

Enrique Cotta, á quien tanto <strong>de</strong>be la ciencia<br />

forestal.<br />

Según este ilustre profesor, el crecimiento<br />

<strong>de</strong> todo árbol <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> la especie, <strong>de</strong> la edad<br />

y <strong>de</strong> la localidad. Cada especie botánica presenta<br />

una marcha <strong>de</strong> crecimiento que le es<br />

propia, más lenta en la juventud y más activa<br />

á cierta edad, pudiendo ser favorecida ó<br />

disminuida en los diferentes períodos <strong>de</strong> la<br />

vida <strong>de</strong> los árboles por la naturaleza <strong>de</strong> las<br />

capas que componen el suelo. También pue<strong>de</strong><br />

ser modificada esta marcha por circunstancias<br />

exteriores, tales como los aclareos <strong>de</strong> los rodales,<br />

limpias, etc. Así,'pues, hay que admitir<br />

que si las capas anuales <strong>de</strong> los árboles son hoy<br />

<strong>de</strong> gran espesor, lo serán también más a<strong>de</strong>lante,<br />

en proporción á la edad <strong>de</strong> las plantas, si<br />

éstas viven sobre un terreno <strong>de</strong> fertilidad invariable;<br />

ó por el contrario, que serán <strong>de</strong>lgadas<br />

si hoy lo son, siempre que el terreno reúna<br />

las mismas condiciones.<br />

En el caso <strong>de</strong> que el terreno no fuese <strong>de</strong><br />

buena calidad más que hasta cierta distancia<br />

<strong>de</strong> la superficie, presentándose <strong>de</strong>spués á mayor<br />

profundidad con peores condiciones nutritivas,<br />

entonces es evi<strong>de</strong>nte que el grueso<br />

<strong>de</strong> las capas anuales <strong>de</strong> los troncos <strong>de</strong> los árboles<br />

será menor más a<strong>de</strong>lante, cuando las<br />

raíces penetren en las capas <strong>de</strong> calidad ínfima.<br />

Esta e.s la realidad <strong>de</strong> los hechos; pero <strong>de</strong><br />

todos modos se compren<strong>de</strong> que el crecimiento<br />

actual es el que <strong>de</strong>be servir <strong>de</strong> regulador para<br />

<strong>de</strong>terminar el crecimiento futuro.<br />

El procedimiento práctico para llegar á la<br />

realización <strong>de</strong> estas investigaciones consiste<br />

en practicar en los troncos <strong>de</strong> los árboles, á la<br />

altura <strong>de</strong> 1,50 metros <strong>de</strong>l suelo, entalladuras<br />

horizontales bastante profundas para que se<br />

puedan contar y medir las diez ó veinte capas<br />

anuales últimas. Esta operación se practica<br />

en árboles <strong>de</strong> gruesos y eda<strong>de</strong>s diferentes, y<br />

con ella se adquieren los datos siguientes:<br />

1.° Cuál es el espesor <strong>de</strong> los diez ó veinte<br />

anillos leñosos últimos.<br />

2.° Cuáles son más gruesos, si los mo<strong>de</strong>rnos<br />

ó los antiguos, <strong>de</strong>duciéndose <strong>de</strong> ahí la<br />

marcha progresiva, creciente ó <strong>de</strong>creciente, <strong>de</strong>l<br />

crecimiento.<br />

3.° En qué árboles se manifiesta el mayor<br />

crecimiento, y en cuáles se observa el menor.<br />

Si a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> esto se toma en consi<strong>de</strong>ración<br />

la naturaleza <strong>de</strong>l lugar y las circunstancias<br />

exteriores que pue<strong>de</strong>n influir en el crecimiento<br />

futuro, se tendrán todos los antece<strong>de</strong>ntes<br />

para formarse una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong>l crecimiento que<br />

adquirirán los árboles en los diez ó veinte<br />

años sucesivos.<br />

A<strong>de</strong>más <strong>de</strong>l grueso <strong>de</strong> las capas anuales, se<br />

mi<strong>de</strong> también la altura que tenían los troncos<br />

diez ó veinte años atrás, contando para esto<br />

los verticilos <strong>de</strong> las ramas, ó mejor cortando<br />

los raberones por diferentes partes hasta que<br />

la sección <strong>de</strong> los mismos presente los diez ó<br />

veinte auillos que correspon<strong>de</strong>n al crecimiento<br />

último, en igual número <strong>de</strong> años.<br />

En vez <strong>de</strong> hacer entalladuras eu los troncos<br />

para contar y medir los crecimientos, los alemanes<br />

Usan hoy el barreno <strong>de</strong> Pressler, sencillo<br />

y curioso aparato, <strong>de</strong> muy fácil manejo,<br />

que sólo se diferencia substancialmente <strong>de</strong> las<br />

barrenas comunes en llevar la hélice sobre cilindros<br />

huecos, con la cual se extrae un taruguillo<br />

cilindrico <strong>de</strong>l tronco. En este pedacillo<br />

<strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aplanado y coloreado,<br />

se pone <strong>de</strong> manifiesto el número <strong>de</strong> capas leñosas<br />

atravesadas por el barreno, pudiéndose,<br />

por lo tanto, contar y medir con toda comodidad.<br />

Reunidos los datos <strong>de</strong> alturas y gruesos que<br />

se acaban <strong>de</strong> indicar, se pue<strong>de</strong> ya proce<strong>de</strong>r al<br />

cálculo <strong>de</strong> los crecimientos futuros.<br />

Cotta supone que el grueso <strong>de</strong> las capas ó<br />

crecimientos en los diez años siguientes será<br />

igual al que el árbol toma en los diez prece<strong>de</strong>ntes,<br />

y así obtiene el crecimiento que se<br />

busca, cuya expresión es como sigue:<br />

Volumen actual^.^.^. If<br />

<strong>de</strong>l tronco o<br />

Volum. <strong>de</strong>l tronco<br />

<strong>de</strong>ntro ctet tro„co =_„ H (#^3)2<br />

<strong>de</strong> io anos 3<br />

Crecim.o dui-anK_ _ H r , R , g -, 3 _ R i<br />

los 10 anos Í> i \ ' ;<br />

3<br />

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3<br />

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