Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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ENS — 708 — ENS tura y botánica eu el Jardín Botánico de Manila, á cargo de la Inspección general de Montes. Por Real decreto de 15 de Julio de 1863 se aprobó el plan de Instrucción pública para Cuba, en el cual quedó incluida la enseñanza elemental de agricultura en las escuelas de instrucción primaria; las nociones teóricoprácticas de agricultura, de mecánica industrial y de química aplicada á las artes en los Institutos de segunda enseñanza, y la de agrimensores en las profesionales. En cuanto á la de ingenieros agrónomos, manda la ley que, al igual de los demás ingenieros, sólo pueda estudiarse eu los establecimientos creados al efecto en la Península. Hoy sólo existe en Cuba la carrera de agrimensores en la Escuela profesional de la Habana y en la de Manila. En 1881 se creó la Comisión agronómica de Filipinas, reorganizada eu 1884, y encargada de estudiar la producción agrícola y pecuaria, y los medios de fomentarla, dar la enseñanza teórico-práctica del cultivo agrario y sus industrias derivadas á los labradores y alumnos, recibiendo estos últimos al terminar su enseñanza el título de agrónomos prácticos. Para este objeto existen dos granjasmodelos, una en Luzón y otra en Visayas. La crisis económica de Cuba en 1886 fué causa de que se creasen entonces dos estaciones agronómicas en Cuba, que hoy se hallan establecidas en Pinar del Río y Santa Clara. El objeto de su creación fué hacer estudios referentes á los cultivos, su mejora, implantación de otros nuevos, reforma de la ganadería, mejora de las industrias y aprovechamiento de residuos. El material consiste en campos de experiencias, cajas de vegetación, laboratorio químico y fisiológico, observatorio meteorológico, establos de experimentación, biblioteca y museos. El personal lo forman un ingeniero agrónomo-director, un ayudante, un escribiente, un capataz, y los mozos y peones necesarios. En 22 de Abril de 1887 fué aprobado el reglamento de estas estaciones. Mas con objeto de excitar el celo de los agricultores de Cuba, é impulsarles en el camino del progreso, en Octubre de 1886 se abrió un concurso para premiar en aquella isla las explotaciones ó granjas mejor organizadas, tanto cultural como económicamente; la aclimatación de nuevas especies, y los mayorales y obreros del campo que demostrasen mayor aptitud manual en las operaciones del cultivo. Este procedimiento, encaminado á vencer la apatía de los agricultores, es seguro que dará excelentes resultados, y que los premios serán cada vez más numerosos, al igual de lo que sucede en otras naciones. En resumen, la enseñanza agrícola se encuentra hoy organizada en la forma siguiente: en la Península, la de ingenieros agrónomos en la Escuela especial de este nombre, instalada eu La Florida (Madrid); la de licenciados en Administración rural y peritos agrícolas, en las escuelas profesionales que existen en el mismo punto; la de capataces y obreros agrícolas, en la granja central y granjas experimentales. En Ultramar no existen más que la enseñanza de agrimensores en las escuelas profesionales de la Habana y Manila, y las de capataces y obreros en las granjas-modelo de Filipinas. Además se enseña la agricultura elemental en las escuelas de instrucción primaria y en los Institutos de segunda enseñanza, formando en estos últimos parte de los estudios generales del bachillerato. Consignaremos, para terminar, que en breve se organizarán en distintas regiones de España ocho escuelas dé agricultura, destinadas á fomentar la enseñanza por medio de la experimentación , demostración y de la educación de obreros agrícolas. Además, cada granja quedará autorizada para establecer los campos de demostración que juzgue necesarios en cada punto de la comarca cuya agricultura exija esta enseñanza. Para corregir los defectos y escasos resultados que hasta el día se han obtenido de las granjas-modelo y estaciones vitícolas, antifiloxéricas y agronómicas, por las causas ya consignadas, el Gobierno las instalará, previo concurso, en las fincas que se ofrezcan por las provincias que se designe por una Comisión facultativa. Los gastos de personal y sostenimiento correrán á cargo del Estado, así como el de cierto número de alumnos obreros. Las corporaciones y los particulares podrán, sin embargo, mandar los alumnos pensionados que tengan por conveniente, y cuya instrucción será gratuita. Con esta reforma es seguro que la enseñanza práctica de la agricultura se difundirá rápidamente por España, sirviendo de complemento á la superior agronómica, en la cual nada tenemos que envidiar á las naciones más adelantadas. También parece seguro que en breve quedará organizada en Manila una escuela de agricultura para la enseñanza de peritos y obreros agrícolas, y ocho estaciones agronómicas para ensayos y experimentación de la industria rural. B. Bonisana. ENSIFORME.—Se dice de una hoja en forma de espada. ENSILAR (Economía rural).—Hablando con propiedad, ensilar es el acto de poner .en silos. Los silos, que desde la antigüedad más remota usaron los países de clima seco y calientes para conservar los cereales de la perniciosa influencia y daños causados por los insectos, la alucita, el gorgojo, etc., son graneros subterráneos, de forma cónica, ordinariamente hechos en suelos impermeables ó revestidos con manipostería.

ENT — 709 — ENT Los romanos conocieron los silos y la conservación de los cereales, en particular el trigo, en ellos; pero los granos ensilados contraen un olor y dan un gusto á las harinas que les hace desmerecer de precios y aplicaciones si se comparan con los que se conservan en graneros. (V. Silos.) En España y en la Argelia se encuentra, aunque en pocas localidades, todavía la conservación de granos ensilados, que antiguamente era costumbre casi general, no sólo por la poca regularidad de las cosechas, que hacía tener guardado el sobrante de los años abundantes para los escasos, sino también porque, guardados bajo tierra, en épocas de ser frecuente la necesidad de abandonar las poblaciones en tiempo de la reconquista, al volver á los pueblos se encontraban los granos. En muchos pueblos de España hay sitios conocidos con la denominación de los silos, calle de los silos, y en no pocos, al abrir los cimientos para edificar, se han encontrado silos antiquísimos rellenos de tierra, y que en el fondo aún tenían algún grano de trigo y paja podrida. Nosotros tenemos construido un aljibe en un silo que encontramos al abrir un cimiento. El silo estaba lleno de tierra, y entre ésta encontramos varios restos de platos y de ánforas de origen romano y árabe; medido el vacío, que estaba hecho sin revestir, en tierra bermeja, dio 6 metros de profundidad por 3 de anchura. Son frecuentes estos encuentros en varios pueblos de España. J. de Hidalgo Tablada. ENSILLADO.—(V. Caballo, página 348, tomo III.) ENS OLER AR.—Echar ó poner soleras á las colmenas. ENTABLADO (Equitación). —Se dice está así, al caballo que se niega á volver á uno ú otro lado, ó sea á obedecer las indicaciones que con las riendas se emplean en la acción de las vueltas. No todos los caballos que se resisten á dicha operación están entablados, ni la resistencia dimana siempre de la misma causa; son varias las que pueden contribuir, no sólo á que no vuelva, sino á que por alguna de ellas sobrevenga el entable. Para que sea aplicada con propiedad esta voz, es indispensable que la negativa del animal venga acompañada de la dureza del cuello, promovida por la contracción de sus músculos, de cierta insensibilidad ó adormecimiento en los puntos sobre que obran los instrumentos que se emplean para gobernarlo, y de la obcecación maliciosa y constante en negarse á la obediencia, empleando alguna defensa más ó menos grave y acentuada. Este es el vicio más general y que con más frecuencia toman los caballos, y cuando llega á serlo, da lugar á casi todas las defensas; dificulta el buen servicio que prestar deben estos animales, y proporciona muchos sustos y algunos contratiempos á los que de ellos se valen careciendo de arte para manejar­ los, pues su falta de pericia provoca las más veces la resistencia, ó, cuando menos, afirma más en el vicio al que lo tiene adquirido. Con frecuencia se ve á muchos hombres ecuestres estudiar medios, buscar recursos y empeñar luchas , las más veces sin fruto, para corregir los caballos que se presentan entablados; cada cual atribuye á una causa distinta la resistencia del animal; unos (que es lo más común), á la poca flexibilidad ó endurecimiento del cuello; otros, á la mortificación que proporciona en la boca del animal algún mal bocado; aquél dice que un padecimiento en la vista ó alguna de sus extremidades debe ser la causa. Los entables es infalible y probado que dimanan, como todos los vicios, de la errónea dirección en la doma del potro, de los abusos que cierta clase de aficionados cometen con los caballos, y de la torpeza de los malos jinetes. Ya está consignado (véase Doma) que los potros en el campo nada aprenden de bueno ni de malo, y que de la misma manera que no saben ninguno de los manejos que se les enseñan después, tampoco tienen aprendida ninguna defensa ó vicio de las que la mala dirección ó absurdas exigencias del hombre le hacen adquirir; así es que ningún potro viene entablado; este vicio lo adquiere después; cuando empieza su doma no sabe volver á ningún lado, pero más ó menos torpemente obedece, y vuelve á una y otra mano, y continúa ejecutándolo hasta terminar su enseñanza, sin resistencias ni entables, si es dirigido siempre por una mano hábil ó un jinete entendido: este mismo potro se entabla en cualquier período de su doma ó en alguna época de su servicio, si desgraciadamente cae en manos de un mal jinete ó un instructor impaciente, y se acentúa en algunos el vicio al punto de hacerse inservibles, pues toman por no obedecer, al lado de su resistencia, toda clase de defensas, con una obstinación exagerada, imposible de describir. ¿Este potro tenía más flexibilidad en el cuello cuando vino de la dehesa? No; empezó obedeciendo, y así hubiese seguido si no se le precipita ó precisa por una provocación cualquiera á que establezca la resistencia, base de la dureza que presenta en el cuello en el momento de la lucha; dureza que desaparece muchas veces con el cambio de trato ó de jinete; aquí está probado que la causa del vicio no estuvo en el caballo y sí en un tratamiento equivocado. La falta de acierto en la aplicación del bocado da lugar á que sus insinuaciones se comuniquen mal y que el animal se resista á obedecerlas; por consiguiente, que se crea entable un caso accidental que termina en el acto que desaparece la causa; culpa será también este incidente de la carencia absoluta de conocimientos en el hombre que lo maueja. La opinión que se inclina á creer que ciertos padecimientos físicos pueden dar lugar á la dificultad para las vueltas, es bastante

ENT — 709 — ENT<br />

Los romanos conocieron los silos y la conservación<br />

<strong>de</strong> los cereales, en particular el trigo,<br />

en ellos; pero los <strong>grano</strong>s ensilados contraen<br />

un olor y dan un gusto á las harinas<br />

que les hace <strong>de</strong>smerecer <strong>de</strong> precios y aplicaciones<br />

si se comparan con los que se conservan<br />

en graneros. (V. Silos.)<br />

En España y en la Argelia se encuentra,<br />

aunque en pocas localida<strong>de</strong>s, todavía la conservación<br />

<strong>de</strong> <strong>grano</strong>s ensilados, que antiguamente<br />

era costumbre casi general, no sólo por<br />

la poca regularidad <strong>de</strong> las cosechas, que hacía<br />

tener guardado el sobrante <strong>de</strong> los años abundantes<br />

para los escasos, sino también porque,<br />

guardados bajo tierra, en épocas <strong>de</strong> ser frecuente<br />

la necesidad <strong>de</strong> abandonar las poblaciones<br />

en tiempo <strong>de</strong> la reconquista, al volver<br />

á los pueblos se encontraban los <strong>grano</strong>s. En<br />

muchos pueblos <strong>de</strong> España hay sitios conocidos<br />

con la <strong>de</strong>nominación <strong>de</strong> los silos, calle <strong>de</strong><br />

los silos, y en no pocos, al abrir los cimientos<br />

para edificar, se han encontrado silos antiquísimos<br />

rellenos <strong>de</strong> tierra, y que en el fondo aún<br />

tenían algún <strong>grano</strong> <strong>de</strong> trigo y paja podrida.<br />

Nosotros tenemos construido un aljibe en un<br />

silo que encontramos al abrir un cimiento. El<br />

silo estaba lleno <strong>de</strong> tierra, y entre ésta encontramos<br />

varios restos <strong>de</strong> platos y <strong>de</strong> ánforas<br />

<strong>de</strong> origen romano y árabe; medido el vacío,<br />

que estaba hecho sin revestir, en tierra<br />

bermeja, dio 6 metros <strong>de</strong> profundidad por 3<br />

<strong>de</strong> anchura. Son frecuentes estos encuentros<br />

en varios pueblos <strong>de</strong> España.<br />

J. <strong>de</strong> Hidalgo Tablada.<br />

ENSILLADO.—(V. Caballo, página 348,<br />

tomo III.)<br />

ENS OLER AR.—Echar ó poner soleras á<br />

las colmenas.<br />

ENTABLADO (Equitación). —Se dice<br />

está así, al caballo que se niega á volver á uno<br />

ú otro lado, ó sea á obe<strong>de</strong>cer las indicaciones<br />

que con las riendas se emplean en la acción<br />

<strong>de</strong> las vueltas.<br />

No todos los caballos que se resisten á dicha<br />

operación están entablados, ni la resistencia<br />

dimana siempre <strong>de</strong> la misma causa; son<br />

varias las que pue<strong>de</strong>n contribuir, no sólo á que<br />

no vuelva, sino á que por alguna <strong>de</strong> ellas<br />

sobrevenga el entable.<br />

Para que sea aplicada con propiedad esta<br />

voz, es indispensable que la negativa <strong>de</strong>l animal<br />

venga acompañada <strong>de</strong> la dureza <strong>de</strong>l cuello,<br />

promovida por la contracción <strong>de</strong> sus<br />

músculos, <strong>de</strong> cierta insensibilidad ó adormecimiento<br />

en los puntos sobre que obran los<br />

instrumentos que se emplean para gobernarlo,<br />

y <strong>de</strong> la obcecación maliciosa y constante<br />

en negarse á la obediencia, empleando alguna<br />

<strong>de</strong>fensa más ó menos grave y acentuada.<br />

Este es el vicio más general y que con más<br />

frecuencia toman los caballos, y cuando llega<br />

á serlo, da lugar á casi todas las <strong>de</strong>fensas; dificulta<br />

el buen servicio que prestar <strong>de</strong>ben<br />

estos animales, y proporciona muchos sustos<br />

y algunos contratiempos á los que <strong>de</strong> ellos<br />

se valen careciendo <strong>de</strong> arte para manejar­<br />

los, pues su falta <strong>de</strong> pericia provoca las más<br />

veces la resistencia, ó, cuando menos, afirma<br />

más en el vicio al que lo tiene adquirido.<br />

Con frecuencia se ve á muchos hombres<br />

ecuestres estudiar medios, buscar recursos y<br />

empeñar luchas , las más veces sin fruto, para<br />

corregir los caballos que se presentan entablados;<br />

cada cual atribuye á una causa distinta<br />

la resistencia <strong>de</strong>l animal; unos (que es lo<br />

más común), á la poca flexibilidad ó endurecimiento<br />

<strong>de</strong>l cuello; otros, á la mortificación<br />

que proporciona en la boca <strong>de</strong>l animal algún<br />

mal bocado; aquél dice que un pa<strong>de</strong>cimiento<br />

en la vista ó alguna <strong>de</strong> sus extremida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>be<br />

ser la causa.<br />

Los entables es infalible y probado que<br />

dimanan, como todos los vicios, <strong>de</strong> la errónea<br />

dirección en la doma <strong>de</strong>l potro, <strong>de</strong> los abusos<br />

que cierta clase <strong>de</strong> aficionados cometen con<br />

los caballos, y <strong>de</strong> la torpeza <strong>de</strong> los malos jinetes.<br />

Ya está consignado (véase Doma) que los<br />

potros en el campo nada apren<strong>de</strong>n <strong>de</strong> bueno<br />

ni <strong>de</strong> malo, y que <strong>de</strong> la misma manera que no<br />

saben ninguno <strong>de</strong> los manejos que se les enseñan<br />

<strong>de</strong>spués, tampoco tienen aprendida ninguna<br />

<strong>de</strong>fensa ó vicio <strong>de</strong> las que la mala dirección<br />

ó absurdas exigencias <strong>de</strong>l hombre le hacen<br />

adquirir; así es que ningún potro viene<br />

entablado; este vicio lo adquiere <strong>de</strong>spués;<br />

cuando empieza su doma no sabe volver á<br />

ningún lado, pero más ó menos torpemente<br />

obe<strong>de</strong>ce, y vuelve á una y otra mano, y continúa<br />

ejecutándolo hasta terminar su enseñanza,<br />

sin resistencias ni entables, si es dirigido<br />

siempre por una mano hábil ó un jinete entendido:<br />

este mismo potro se entabla en cualquier<br />

período <strong>de</strong> su doma ó en alguna época <strong>de</strong> su<br />

servicio, si <strong>de</strong>sgraciadamente cae en manos<br />

<strong>de</strong> un mal jinete ó un instructor impaciente,<br />

y se acentúa en algunos el vicio al punto <strong>de</strong><br />

hacerse inservibles, pues toman por no obe<strong>de</strong>cer,<br />

al lado <strong>de</strong> su resistencia, toda clase <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>fensas, con una obstinación exagerada, imposible<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir. ¿Este potro tenía más<br />

flexibilidad en el cuello cuando vino <strong>de</strong> la <strong>de</strong>hesa?<br />

No; empezó obe<strong>de</strong>ciendo, y así hubiese<br />

seguido si no se le precipita ó precisa por una<br />

provocación cualquiera á que establezca la<br />

resistencia, base <strong>de</strong> la dureza que presenta en<br />

el cuello en el momento <strong>de</strong> la lucha; dureza<br />

que <strong>de</strong>saparece muchas veces con el cambio<br />

<strong>de</strong> trato ó <strong>de</strong> jinete; aquí está probado que la<br />

causa <strong>de</strong>l vicio no estuvo en el caballo y sí<br />

en un tratamiento equivocado.<br />

La falta <strong>de</strong> acierto en la aplicación <strong>de</strong>l bocado<br />

da lugar á que sus insinuaciones se comuniquen<br />

mal y que el animal se resista á obe<strong>de</strong>cerlas;<br />

por consiguiente, que se crea entable<br />

un caso acci<strong>de</strong>ntal que termina en el acto<br />

que <strong>de</strong>saparece la causa; culpa será también<br />

este inci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la carencia absoluta <strong>de</strong> conocimientos<br />

en el hombre que lo maueja.<br />

La opinión que se inclina á creer que ciertos<br />

pa<strong>de</strong>cimientos físicos pue<strong>de</strong>n dar lugar á<br />

la dificultad para las vueltas, es bastante

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