Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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13.05.2013 Views

ENE — 688 — ENE viene también que en esa época se ocupen los levantada por los operadores cubre una parte cosecheros eu recorrer, sanear y limpiar las de la leña, y después con el deshielo los hijue­ cubas y toneles que se hau de emplear en los los y retoños quedarían enterrados en gran trasiegos, y ejercerán la más exquisita vigi­ parte. Además, el frío intenso es causa de.que lancia para observar los aros, cinchos ó cellos, salten astillas de los troncos, y así se compro­ los cuales saltan fácilmente á consecuencia de mete su vida, es decir, que resultaría doble la contracción que el frío determina. Se dará pérdida: pérdida en el momento de la corta, suelta á los vinos cuyo contacto con la casca porque se queda mucha leña en el suelo, y se haya prolongado, y se continuarán relle­ pérdida para lo futuro, por correr el riesgo nando ó cebando los envases conforme se va­ de que no arrojen brotes los árboles. yan vaciando á consecuencia de la evapora­ Durante el mes de Enero se ha de procurar ción y la trasudación por sus paredes. Tam­ á todo trance terminar los trabajos de saneabién se ha de proceder á la destilación de la miento .comenzados durante el otoño, porque casca, turbios y heces que quedan en el fondo la fundición de las nieves ó lluvias abundantes de los envases al trasegar los vinos. Cuando pudieran ser más tarde un obstáculo para éstos no presenten buen aspecto por las malas continuar esas faenas, siendo importante en condiciones en que se hiciera la vendimia, ó alto grado que las aguas tengan salida, para por otras causas, ó por no haber terminado que no perjudiquen más tarde á las planta­ la fermentación, se adoptarán las precauciociones. Algunas zanjas abiertas con discreción nes debidas, ó si ésta ha terminado, se azufra­ en un monte cuyas maderas se explotan, facirán , se adicionarán con vinos sanos, y se tralita á veces mucho el trabajo de los leñadores segarán ó pondrán en venta, según sus con­ y la saca de productos, que habrían de permadiciones.necer en otro caso abandonados durante va­ OLIVICULTURA.— Cuando no ha terminado rias semanas, porque la humedad del suelo la recolección de la aceituna y los fríos son in­ impide que penetren los carruajes. En Enero tensos, no se talarán ni podarán en manera al­ se cavan también los terrenos destinados á guna los olivos en Enero; se proseguirá la re­ semillero, y después del deshielo se plantau colección, y se regarán, á ser posible, las plan­ los que se hayan de repoblar por transplante. tas para prepararlas á la primera labor, que A fines de ese mes se apoderan de los árboles se podrá comenzar á fines del mes, si lo per­ los aserradores y carpinteros, y preparan todo mite el tiempo. Antes se estercolarán los pies género de tablas y vigas, seguros de que los abriendo una zanja ó anillo circular en derre­ hielos no constituyen un impedimento para dor de la planta, salvando la cepa y las raíces sus faenas; los fabricantes de zuecos comien­ superficiales que hayan de ser conservadas, y zan á instalarse en los bosques, y los de aros cubriendo luego el estiércol echado en el foso van preparando las latas que han de convertir con tierra que no se deseqjie y desjugue. Co­ en arcos al siguiente mes. El aserrado ejecumo en algunas comarcas comienza la molientado en esa época ofrece grandes ventajas da de la aceituna, es necesario inspeccionar y sobre el ejecutado en la primavera, porque la limpiar las máquinas, útiles y enseres, y co­ desecación se efectúa paulatinamente y no se menzar la operación por las aceitunas prime­ abren hendeduras en la madera como en la ramente recolectadas. época en que ya pica el sol, ni saltan esquirlas SELVICULTURA.—Ocioso es advertir que du­ bajo la acción de la sierra. También es el mes rante el mes de Enero las labores en los bos­ de Enero el más conveniente para entresacar ques dependen de los temporales, y que cuan­ los árboles, porque aún no se ha movido la do nieva ó el terreno se halla cubierto de savia. La corteza, muy adherida á la planta blanca capa, ha de paralizarse forzosamente entonces, no se separa bajo la acción del ins­ todo género de trabajo, pudiéndose utilizar á trumento empleado; las heridas se cicatrizan lo sumo la capa de nieve endurecida para mejor; la madera cortada se seca en mejores arrastrar sobre ella maderas que de otra suer­ condiciones, sin perder sus buenas propiedate habrían de permanecer en el monte mucho des, y al ser sometida á la combustión des­ tiempo, por ser imposible transportarlas. Por prende mayor calor y menos humo, no segre­ medio de cadenas, los bueyes pueden arrastrar gando los líquidos y las exudaciones formadas sobre la nieve una carga que no llevarían so­ por la savia, que se conservan en la leña corbre terreno húmedo, y que sería imposible tada durante la primavera. extraer con aparatos de ruedas. También se Como complemento de lo dicho, debemos pueden portear sobre la nieve, y con una es­ agregar que. sieudo el mes de Enero una épopecie de trineos, maderas trabajadas durante ca de completa paralización para los braceros, los meses anteriores. Esos trineos se constru­ y estando los jornales muy baratos, se pueden yen con facilidad y con unos cuantos maderos acometer muchas obras de reconocida utili­ de poco valor, uniendo dos con varios travedad, y que los mismos labradores pueden sanos. Así se puede arrastrar un estéreo de ejecutar y dirigir, como es la reparación y leña, bastando dos hombres para conducir en arreglo de los caminos y sendas, de las rega­ breves días una importante corta, y para evideras y pozos, de los apriscos y otras constar el inconveniente de que crucen las cabatrucciones rústicas. Naturalmente, siendo esa llerías los tallares. Cuando hiele es necesario época de tanto vagar, el labrador que no haya suspender la corta de árboles, porque la tierra | arreglado su contabilidad al terminar el año,

ENF — 689 — ENF debe reparar esa falta y. trazar también los planes y cálculos respecto de los cultivos que haya de emprender y de la marcha de la explotación. ENERVACIÓN.—Estado de debilidad debido á la disminución de fuerzas de los animales domésticos á causa de enfermedades, pérdida de sangre, excesos del coito, de trabajos fuertes, continuados ó violentos, y de tina alimentación escasa ó de malas condiciones. Cuando un animal llega á este estado, cae en un abatimiento de fuerzas completo, está inapetente, la acción muscular es muy lenta y difícil, la piel aparece seca, el pelo erizado y los ojos tristes. El reposo, una buena alimentación y los cuidados higiénicos bien entendidos son los medios á que se recurre para restablecer las fuerzas de los animales y combatir su debilidad. ENFALDAR.—Cuando se cortan las ramas bajas de los árboles para que crezcan y fomenten las de la parte superior, se dice enfaldar, remangar, etc. (V. Escamujo.) En los olivos, las ramillas que penden de las ramas principales y se dirigen al suelo por el cuidado que se tiene de limpiarlas y renovarlas con frecuencia, se denominan faldas, haldas, etc., según los países y el cuidado que se tiene de dirigir los olivos en esa forma, en cuyas faldas llevan mucho fruto. En pocas partes hemos visto tanto cuidado para conservar esos elementos de producción del olivo, como en los pueblos de Lucena, Cabra, Montilla, etc., en la provincia de Córdoba, nuestra patria. En Lucena se cavan los pies de los olivos en una extensión igual al diámetro de su copa, con el fin de que el ganado de labor, al arar la tierra, no tenga que pasar por dentro de las faldas del árbol, que llegan al suelo y forman un pabellón. En contra hemos visto en Sevilla, en invernadas escasas de hierbas, meter en los olivares el ganado, en cuyo caso las haldas se las comen y hay que enfaldar alto. JSTO es esto decir que en la provincia de Sevilla no se cuiden los olivos por los que no tienen gauados que cobijar en ellos en las invernadas; los que esto hagan pueden contar que sacrifican gran parte del fruto del árbol, á la necesidad de asistirlos con los pastos del olivar, que en su mayor parte son las ramas. Al tratar del olivo, su cultivo y limjiias, nos extenderemos más en este asunto. J. de Hidalgo Tablada. ENFERMEDADES DE LOS ANIMA­ LES.—Alteraciones más ó menos graves de la salud. La vida de los animales, como la de los vegetales, es una consecuencia de las fuuciones normales de los órganos que los constituyen. Cuando obran causas extrañas ó mórbidas sobre esas funciones, perturbándolas, resultan enfermedades, generales ó parciales, ocasión de pérdidas más ó menos sensibles para el agricultor, no solamente á causa de la muerte de los animales, sino por los gastos que la curación exige, la disminución del valor de las reses que no mueren y la interrup­ ción de los trabajos que los pacientes debieran haber ejecutado. Las enfermedades generales epizoóticas devastan frecuentemente las campiñas y llevan la desolación á las comarcas en que la cría de ganados constituye el único recurso de los habitantes. La perineumonía de las reses vacunas es una de esas enfermedades. Las contagiosas son también un azote que hay que combatir vigorosamente así que se inician, porque no es fácil preveer la importancia de las pérdidas que han de ocasionar. La sarna, el carbunco, el tifus contagioso y otras muchas afecciones son enfermedades que van transmitiéndose de unos animales á otros, y que se han de combatir ante todo aislando á los atacados. Las enfermedades pueden ser agudas ó crónicas. Son agudas aquellas que recorren rápidamente los períodos de su proceso, de manera que los pacientes mueren ó sanan en pocos días, y las crónicas, por el contrario, se van desenvolviendo con lentitud, su tratamiento exige mucho tiempo y gastos más ó menos considerables, y resulta con frecuencia inútil, porque hay muchas enfermedades crónicas que son incurables. Por medio de precauciones higiénicas se podrían prevenir muchas enfermedades, principalmente investigando las causas que las producen, y haciéndolas desaparecer cuando son conocidas. Como tratamos de cada enfermedad en artículos especiales, no creemos necesario describirlas aquí una por una. ENFERMEDADES DE LAS MADE­ RAS.—Se consideran como enfermedades de las maderas todas las alteraciones químicas sufridas por sus tejidos, cuyo carácter distintivo consiste en la facilidad de que adquieran incremento y se propaguen al resto de la madera, ocasionando su inutilización ó destrucción más ó menos completa. Cuando estas alteraciones afectan tan sólo al organismo físico, entonces se consideran como simples vicios ó defectos. (V. Vicios y enfermedades de los árboles y de sus maderas.) ENFERMEDADES DE LAS PLAN­ TAS.—Como en diversos artículos, y especialmente en los relativos á cada planta, tratamos de ellas con la conveniente extensión, parécenos ocioso hacer un trabajo especial. ENFISEMA (Patología veterinaria).— Afección determinada por la penetración del aire en el tejido celular ó conjuntivo. Sus dos variedades principales son el enfisema pulmonar y el enfisema subcutáneo. El primero, muy común en las reses caballares, en las cuales provoca el asma, es debido á la penetración anormal del aire en el tejido interlobular ó dilatación de las vesículas pulmonares, y de ahí que se subdivida en enfisema interlobular y enfisema vesicular. La aparición de ese enfisema puede ser brusca, á consecuencia de esfuerzos violentos, saltos, carreras rápidas, etcétera. También se va desarrollando á veces lentamente, y en ese caso se manifiesta por una progresiva irregularidad en la respiración, que se descubre fácilmente por el mo-

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<strong>de</strong>be reparar esa falta y. trazar también los<br />

planes y cálculos respecto <strong>de</strong> los cultivos que<br />

haya <strong>de</strong> empren<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> la marcha <strong>de</strong> la explotación.<br />

ENERVACIÓN.—Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>bilidad<br />

<strong>de</strong>bido á la disminución <strong>de</strong> fuerzas <strong>de</strong> los animales<br />

domésticos á causa <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s,<br />

pérdida <strong>de</strong> sangre, excesos <strong>de</strong>l coito, <strong>de</strong> trabajos<br />

fuertes, continuados ó violentos, y <strong>de</strong><br />

tina alimentación escasa ó <strong>de</strong> malas condiciones.<br />

Cuando un animal llega á este estado,<br />

cae en un abatimiento <strong>de</strong> fuerzas completo,<br />

está inapetente, la acción muscular es muy<br />

lenta y difícil, la piel aparece seca, el pelo<br />

erizado y los ojos tristes. El reposo, una buena<br />

alimentación y los cuidados higiénicos bien<br />

entendidos son los medios á que se recurre<br />

para restablecer las fuerzas <strong>de</strong> los animales y<br />

combatir su <strong>de</strong>bilidad.<br />

ENFALDAR.—Cuando se cortan las ramas<br />

bajas <strong>de</strong> los árboles para que crezcan y<br />

fomenten las <strong>de</strong> la parte superior, se dice enfaldar,<br />

remangar, etc. (V. Escamujo.)<br />

En los olivos, las ramillas que pen<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

las ramas principales y se dirigen al suelo<br />

por el cuidado que se tiene <strong>de</strong> limpiarlas y<br />

renovarlas con frecuencia, se <strong>de</strong>nominan faldas,<br />

haldas, etc., según los países y el cuidado<br />

que se tiene <strong>de</strong> dirigir los olivos en esa forma,<br />

en cuyas faldas llevan mucho fruto. En pocas<br />

partes hemos visto tanto cuidado para<br />

conservar esos elementos <strong>de</strong> producción <strong>de</strong>l<br />

olivo, como en los pueblos <strong>de</strong> Lucena, Cabra,<br />

Montilla, etc., en la provincia <strong>de</strong> Córdoba,<br />

nuestra patria. En Lucena se cavan los pies<br />

<strong>de</strong> los olivos en una extensión igual al diámetro<br />

<strong>de</strong> su copa, con el fin <strong>de</strong> que el ganado<br />

<strong>de</strong> labor, al arar la tierra, no tenga que pasar<br />

por <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las faldas <strong>de</strong>l árbol, que llegan<br />

al suelo y forman un pabellón. En contra hemos<br />

visto en Sevilla, en invernadas escasas <strong>de</strong><br />

hierbas, meter en los olivares el ganado, en<br />

cuyo caso las haldas se las comen y hay que<br />

enfaldar alto. JSTO es esto <strong>de</strong>cir que en la provincia<br />

<strong>de</strong> Sevilla no se cui<strong>de</strong>n los olivos por<br />

los que no tienen gauados que cobijar en ellos<br />

en las invernadas; los que esto hagan pue<strong>de</strong>n<br />

contar que sacrifican gran parte <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong>l<br />

árbol, á la necesidad <strong>de</strong> asistirlos con los pastos<br />

<strong>de</strong>l olivar, que en su mayor parte son las<br />

ramas. Al tratar <strong>de</strong>l olivo, su cultivo y limjiias,<br />

nos exten<strong>de</strong>remos más en este asunto.<br />

J. <strong>de</strong> Hidalgo Tablada.<br />

ENFERMEDADES DE LOS ANIMA­<br />

LES.—Alteraciones más ó menos graves <strong>de</strong><br />

la salud. La vida <strong>de</strong> los animales, como la <strong>de</strong><br />

los vegetales, es una consecuencia <strong>de</strong> las fuuciones<br />

normales <strong>de</strong> los órganos que los constituyen.<br />

Cuando obran causas extrañas ó mórbidas<br />

sobre esas funciones, perturbándolas,<br />

resultan enfermeda<strong>de</strong>s, generales ó parciales,<br />

ocasión <strong>de</strong> pérdidas más ó menos sensibles<br />

para el agricultor, no solamente á causa <strong>de</strong> la<br />

muerte <strong>de</strong> los animales, sino por los gastos<br />

que la curación exige, la disminución <strong>de</strong>l valor<br />

<strong>de</strong> las reses que no mueren y la interrup­<br />

ción <strong>de</strong> los trabajos que los pacientes <strong>de</strong>bieran<br />

haber ejecutado. Las enfermeda<strong>de</strong>s generales<br />

epizoóticas <strong>de</strong>vastan frecuentemente las campiñas<br />

y llevan la <strong>de</strong>solación á las comarcas en<br />

que la cría <strong>de</strong> ganados constituye el único<br />

recurso <strong>de</strong> los habitantes. La perineumonía<br />

<strong>de</strong> las reses vacunas es una <strong>de</strong> esas enfermeda<strong>de</strong>s.<br />

Las contagiosas son también un azote<br />

que hay que combatir vigorosamente así que<br />

se inician, porque no es fácil preveer la importancia<br />

<strong>de</strong> las pérdidas que han <strong>de</strong> ocasionar.<br />

La sarna, el carbunco, el tifus contagioso y<br />

otras muchas afecciones son enfermeda<strong>de</strong>s que<br />

van transmitiéndose <strong>de</strong> unos animales á otros,<br />

y que se han <strong>de</strong> combatir ante todo aislando<br />

á los atacados. Las enfermeda<strong>de</strong>s pue<strong>de</strong>n ser<br />

agudas ó crónicas. Son agudas aquellas que<br />

recorren rápidamente los períodos <strong>de</strong> su proceso,<br />

<strong>de</strong> manera que los pacientes mueren ó<br />

sanan en pocos días, y las crónicas, por el<br />

contrario, se van <strong>de</strong>senvolviendo con lentitud,<br />

su tratamiento exige mucho tiempo y gastos<br />

más ó menos consi<strong>de</strong>rables, y resulta con frecuencia<br />

inútil, porque hay muchas enfermeda<strong>de</strong>s<br />

crónicas que son incurables. Por medio<br />

<strong>de</strong> precauciones higiénicas se podrían prevenir<br />

muchas enfermeda<strong>de</strong>s, principalmente investigando<br />

las causas que las producen, y<br />

haciéndolas <strong>de</strong>saparecer cuando son conocidas.<br />

Como tratamos <strong>de</strong> cada enfermedad en artículos<br />

especiales, no creemos necesario <strong>de</strong>scribirlas<br />

aquí una por una.<br />

ENFERMEDADES DE LAS MADE­<br />

RAS.—Se consi<strong>de</strong>ran como enfermeda<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

las ma<strong>de</strong>ras todas las alteraciones químicas<br />

sufridas por sus tejidos, cuyo carácter distintivo<br />

consiste en la facilidad <strong>de</strong> que adquieran<br />

incremento y se propaguen al resto <strong>de</strong> la<br />

ma<strong>de</strong>ra, ocasionando su inutilización ó <strong>de</strong>strucción<br />

más ó menos completa. Cuando estas<br />

alteraciones afectan tan sólo al organismo<br />

físico, entonces se consi<strong>de</strong>ran como simples<br />

vicios ó <strong>de</strong>fectos. (V. Vicios y enfermeda<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> los árboles y <strong>de</strong> sus ma<strong>de</strong>ras.)<br />

ENFERMEDADES DE LAS PLAN­<br />

TAS.—Como en diversos artículos, y especialmente<br />

en los relativos á cada planta, tratamos<br />

<strong>de</strong> ellas con la conveniente extensión,<br />

parécenos ocioso hacer un trabajo especial.<br />

ENFISEMA (Patología veterinaria).—<br />

Afección <strong>de</strong>terminada por la penetración <strong>de</strong>l<br />

aire en el tejido celular ó conjuntivo. Sus dos<br />

varieda<strong>de</strong>s principales son el enfisema pulmonar<br />

y el enfisema subcutáneo. El primero, muy<br />

común en las reses caballares, en las cuales<br />

provoca el asma, es <strong>de</strong>bido á la penetración<br />

anormal <strong>de</strong>l aire en el tejido interlobular ó<br />

dilatación <strong>de</strong> las vesículas pulmonares, y <strong>de</strong><br />

ahí que se subdivida en enfisema interlobular<br />

y enfisema vesicular. La aparición <strong>de</strong> ese enfisema<br />

pue<strong>de</strong> ser brusca, á consecuencia <strong>de</strong><br />

esfuerzos violentos, saltos, carreras rápidas,<br />

etcétera. También se va <strong>de</strong>sarrollando á veces<br />

lentamente, y en ese caso se manifiesta por<br />

una progresiva irregularidad en la respiración,<br />

que se <strong>de</strong>scubre fácilmente por el mo-

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