Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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ENC — 6 ¡72 — ENC<br />
<strong>de</strong> aquél é impidan que secándose <strong>de</strong>termine<br />
<strong>de</strong>fectos ó enfermeda<strong>de</strong>s en el árbol. Otra<br />
precaución muy útil es la <strong>de</strong> cubrir la superficie<br />
<strong>de</strong> los cortes muy consi<strong>de</strong>rables, con un<br />
mástic ó betún <strong>de</strong> los que se usan comúnmente<br />
para injertar, á fin <strong>de</strong> que los preserve <strong>de</strong><br />
las influencias <strong>de</strong>sorganizadoras.<br />
El tratamiento <strong>de</strong> los subresalvos, cuando<br />
los hay, ó sea cuando el monte no constituye<br />
oquedal, pue<strong>de</strong> subordinarse á las reglas que<br />
expondremos á continuación.<br />
Monte bajo.—La época más favorable para<br />
la roza <strong>de</strong> la encina es la que hemos señalado<br />
para la poda, esto es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> Octubre<br />
á mediados <strong>de</strong> Marzo, suspendiéndola durante<br />
las fuertes heladas, porque éstas exponen<br />
las cepas á <strong>de</strong>teriorarse y á morir. Se emplea<br />
para ejecutar dicha operación, una hacha<br />
bien afilada, á fin <strong>de</strong> que el corte sea limpio<br />
y la corteza forme alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> él un tajo circular<br />
sin <strong>de</strong>sgarradura. Deben darse los cortes<br />
entre dos tierras, por poco más arriba <strong>de</strong>l<br />
cuello <strong>de</strong> la raíz, y recubrirse las cepas con<br />
tierra ú hojarasca, para resguardarlas, así <strong>de</strong><br />
los gran<strong>de</strong>s fríos, 'como <strong>de</strong> los calores y sequías.<br />
Esta recomendación es muy interesante,<br />
y por no haberla atendido convenientemente<br />
se han perdido muchas veces extensos<br />
repoblados, sobre todo en las exposiciones septentrionales.<br />
El turno <strong>de</strong> los montes bajos <strong>de</strong> encina<br />
<strong>de</strong>be oscilar entre quince y veinticinco años.<br />
En algunas localida<strong>de</strong>s francesas el turno<br />
más común es el <strong>de</strong> veinte años, y antiguamente<br />
era el <strong>de</strong> doce, diez y aun ocho años.<br />
De esta manera no se obtenían más que ramillas<br />
<strong>de</strong>lgadas <strong>de</strong> poco valor, y las cepas se<br />
esquilmaban pronto, por hallarse expuestas<br />
con mucha frecuencia á los efectos <strong>de</strong> los<br />
agentes atmosféricos. Hace algún tiempo que<br />
esta costumbre ha <strong>de</strong>saparecido, y que se ejecuta<br />
la roza cada quince ó veinte años, intervalo<br />
durante el cual los brotes han adquirido<br />
ya su mayor crecimiento medio, y los productos<br />
dimensiones bastante consi<strong>de</strong>rables, siendo<br />
por consiguiente <strong>de</strong> más valor. Encinar hay<br />
en Francia que aprovechado al turno <strong>de</strong> doce<br />
años, producía apenas 100 francos por hectárea,<br />
mientras que al turno <strong>de</strong> 20 produce<br />
hoy 300.<br />
Con objeto <strong>de</strong> <strong>de</strong>stinar sus ma<strong>de</strong>ras á aplicaciones<br />
especiales, pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>jarse, si se cree<br />
conveniente, algunas reservas en las cañadas,<br />
en los terrenos <strong>de</strong> fertilidad excepcional, en<br />
los límites <strong>de</strong>l monte ó en las orillas <strong>de</strong> aquellos<br />
caminos que atraviesan á media la<strong>de</strong>ra<br />
las faldas <strong>de</strong> las montañas.<br />
En los montes mezclados <strong>de</strong> encina y roble<br />
el turno <strong>de</strong>be variar <strong>de</strong> veinte á veinticinco<br />
años, según la proporción relativa <strong>de</strong> las especies.<br />
En estos montes pue<strong>de</strong>n establecerse<br />
reservas en mayor ó menor cantidad, según<br />
la <strong>de</strong>nsidad <strong>de</strong>l repoblado. La espesura es en<br />
ellos más uniforme que en los encinares puros,<br />
pero hay que tener presente que el roble tien<strong>de</strong><br />
á <strong>de</strong>salojar á la encina, y como ésta es en<br />
realidad la especie más apreciada y la que protege<br />
más el suelo, <strong>de</strong>be contrarrestarse aquella<br />
ten<strong>de</strong>ncia por medio <strong>de</strong> los aprovechamientos.<br />
La mezcla <strong>de</strong> la encina con el pino <strong>de</strong> Alepo<br />
constituye también buenos repoblados, La<br />
espesura se conserva muy bien, y las dos especies<br />
se protegen recíprocamente, <strong>de</strong>sarrollándose<br />
sin obstáculo, siempre que no se <strong>de</strong>je<br />
al pino apo<strong>de</strong>rarse <strong>de</strong>l terreno, y se cui<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />
apear los árboles <strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong>s, que concluirían<br />
por ahogar á la encina, cuyos productos<br />
son <strong>de</strong> más valor. El pino <strong>de</strong> Alepo lleva<br />
por lo común semillas fecundas muy joveu,<br />
y llega á su cortabilidad máxima á los cincuenta<br />
años. En estos montes convendrá adoptar<br />
el turno <strong>de</strong> veinte años, apear en cada corta<br />
los árboles más viejos y vigorosos, rozar las<br />
cepas <strong>de</strong> encina y limpiar las pimpolladas.<br />
Deberán también conservarse las matas <strong>de</strong><br />
boj y otras plantas leñosas, para proteger el<br />
suelo y conservar la humedad.<br />
Cualquiera que sea la marcha que se siga<br />
en el aprovechamiento, <strong>de</strong>be cuidarse mucho<br />
<strong>de</strong> rozar los brotes raquíticos y más ó menos<br />
secos por efecto <strong>de</strong> la cubierta, <strong>de</strong> los daños<br />
<strong>de</strong> los ganados, etc. Los propietarios y jomar<br />
leros suelen <strong>de</strong>jarlos porque no tienen valor<br />
alguno y para evitarse trabajo, pero esto es<br />
un abandono muy censurable, porque dichos<br />
brotes concluyen por <strong>de</strong>saparecer, dando lugar<br />
á los claros que se ven muchas veces en<br />
los rodales. Si,por el contrario, se rozan, brotan<br />
con vigor, y producen tallares más espesos<br />
y lozanos.<br />
CULTIVOS.— Los métodos <strong>de</strong> cultivo aplicables<br />
á la encina se reducen á la siembra y la<br />
plantación, y aun esta última ofrece'dificulta<strong>de</strong>s<br />
consi<strong>de</strong>rables. Al ocuparnos <strong>de</strong> las reglas<br />
que en la práctica <strong>de</strong>ben observarse, nos<br />
concretaremos á los preceptos <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>ra<br />
aplicación, prescindiendo <strong>de</strong> generalida<strong>de</strong>s<br />
ajenas á la índole <strong>de</strong> este escrito.<br />
SIEMBRA.—La recolección <strong>de</strong> las bellotas<br />
para la siembra <strong>de</strong>be hacerse en tiempo seco,<br />
porque la humedad dificultaría su conservación,<br />
exponiéndolas á <strong>de</strong>scomponerse.<br />
La operación se ejecutará <strong>de</strong>spués que hayan<br />
caído por sí mismas al suelo, ó bien vareando<br />
los árboles y colocando <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> ellos<br />
unos lienzos para recogerlas. Es necesario en<br />
seguida exten<strong>de</strong>r las bellotas en un sitio muy<br />
ventilado, disponiéndolas en capas <strong>de</strong> poco<br />
espesor, para que pierdan la humedad excesiva,<br />
que pudiera ser causa <strong>de</strong> alteración; luego<br />
, pue<strong>de</strong>n conservarse durante el invierno <strong>de</strong> ia<br />
manera siguiente: Se escoge una superficie<br />
plana y bien seca, en la cual se extien<strong>de</strong> una<br />
capa <strong>de</strong> hojas, secas también,- <strong>de</strong> unos 30 centímetros<br />
<strong>de</strong> espesor; se colocan sobre ella, en<br />
montones cónicos <strong>de</strong> un metro <strong>de</strong> altura, las<br />
bellotas, recubriéndolas con una capa <strong>de</strong> hojas<br />
<strong>de</strong>l mismo grueso que la anterior; en seguida<br />
se pone otra <strong>de</strong> 16 á 20 centímetros, <strong>de</strong><br />
musgo seco, y se cubre todo con paja, abriendo<br />
alre<strong>de</strong>dor una zanja circular, para evitar<br />
el acceso <strong>de</strong> la humedad.