Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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ENC — 67 1 — ENC<br />
mine la muerte prematura <strong>de</strong>l árbol; pero<br />
aun cuando los efectos no lleguen por lo común<br />
á tal extremo, dan siempre lugar á que<br />
el tronco sea muy nudoso, y por consiguiente<br />
poco á propósito para proporcionar ma<strong>de</strong>ras<br />
<strong>de</strong> construcción y para una multitud <strong>de</strong><br />
industrias. Es indudable que la poda <strong>de</strong> los<br />
árboles que se*crían bajo las condiciones indicadas<br />
es altamente conveniente, y recomendable<br />
por tanto para los resalvos <strong>de</strong>l medio<br />
y para los árboles que forman el vuelo <strong>de</strong><br />
los oquedales, tanto más cuanto que consi<strong>de</strong>rada<br />
casi siempre la encina como árbol frutal,<br />
puesto que el fruto es un producto más abundante<br />
y estimado, exige la intervención <strong>de</strong><br />
la mano <strong>de</strong>l hombre para mejorar dicha producción<br />
en cantidad y calidad.<br />
La poda <strong>de</strong>termina siempre una perturbación<br />
más ó menos gran<strong>de</strong> en la marcha <strong>de</strong> la<br />
savia y en las funciones normales <strong>de</strong> la vegetación,<br />
y esa perturbación, tanto más perjudicial<br />
para el árbol cuanto mayor es la actividad<br />
<strong>de</strong> los jugos, pue<strong>de</strong> ser origen <strong>de</strong> <strong>de</strong>rrames,<br />
heridas, úlceras y otros acci<strong>de</strong>ntes<br />
que lleguen á producir la muerte prematura<br />
<strong>de</strong> aquél. Para evitar estos inconvenientes<br />
<strong>de</strong>be ejecutarse la operación durante aquella<br />
época <strong>de</strong>l año en que la vegetación es menos<br />
activa, esto es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> fines <strong>de</strong> Octubre á mediados<br />
<strong>de</strong> Marzo, siendo preferible, <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong> este período, la temporada correspondiente<br />
á fines <strong>de</strong> invierno, porque empezando<br />
poco más tar<strong>de</strong> la actividad <strong>de</strong> la vegetación,<br />
los cortes se cicatrizan más pronto y están<br />
expuestos por menos tiempo á la influencia<br />
<strong>de</strong> los agentes atmosféricos.<br />
Lo primero que <strong>de</strong>be procurarse es enfaldar<br />
el árbol, ó sea formar una copa que arranque<br />
<strong>de</strong> la altura conveniente, y que esté compuesta<br />
<strong>de</strong> ramas igualmente vigorosas y distribuidas<br />
con regularidad. Esto se consigue<br />
empezando á podar los árboles cuando no<br />
cuentan todavía más que ocho ó diez años, y<br />
repitiendo <strong>de</strong>spués la operación con frecuencia,<br />
ó sea cada dos ó tres años. Es muy errónea<br />
la práctica seguida en algunas partes,<br />
don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>ja transcurrir un largo número <strong>de</strong><br />
años entre dos podas consecutivas. Esta costumbre<br />
obliga á suprimir ramificaciones <strong>de</strong><br />
un diámetro consi<strong>de</strong>rable, cuyos cortes son<br />
<strong>de</strong> gran superficie, tardan mucho en cicatrizarse<br />
y ofrecen mayor acceso á los agentes<br />
que pue<strong>de</strong>n <strong>de</strong>terminar enfermeda<strong>de</strong>s en el<br />
árbol. Otro inconveniente no menos grave <strong>de</strong><br />
este sistema es que. esas ramificaciones que<br />
luego han <strong>de</strong> suprimirse, consumen una gran<br />
cantidad <strong>de</strong> savia, con pérdida absoluta para<br />
la producción sucesiva. La poda, repetida<br />
con frecuencia, salva todos esos males. Las<br />
ramas suprimidas son entonces <strong>de</strong> escasas dimensiones;<br />
la superficie <strong>de</strong> los cortes, pequeña;<br />
fácil la cicatrización <strong>de</strong> las heridas; exigua<br />
la cantidad <strong>de</strong> savia asimilada por ellas<br />
y perdida para el <strong>de</strong>sarrollo ulterior <strong>de</strong>l árbol,<br />
y poco profunda la perturbación que en<br />
su marcha experimente aquélla.<br />
Para que el árbol adquiera formas regulares<br />
, es preciso que el tronco que<strong>de</strong> limpio <strong>de</strong><br />
ramificaciones en toda la mitad inferior <strong>de</strong> su<br />
altura, por lo cual á dicha distancia <strong>de</strong>l suelo<br />
se empieza á enfaldarlo, cuidando <strong>de</strong> que<br />
las ramas madres que<strong>de</strong>n repartidas con la<br />
conveniente simetría. En las <strong>de</strong>más partes <strong>de</strong><br />
la copa hay que tener siempre la misma precaución,<br />
haciendo que la savia se distribuya<br />
por igual, sin alterar el equilibrio <strong>de</strong> los órganos<br />
vegetales., Al efecto se procurará que<br />
al lado opuesto <strong>de</strong> cada rama vaya otra que<br />
tenga dimensiones próximamente iguales, que<br />
esté simétricamente colocada y que solicite á<br />
la savia con igual energía que aquélla. Deben,<br />
pues, suprimirse aquellas ramas que hayan<br />
adquirido un <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>sproporcionado respecto<br />
<strong>de</strong> sus análogas, ó que disputen á la<br />
guía su predominio; algunas <strong>de</strong> las que formen<br />
verticilo ó partan <strong>de</strong> un mismo punto<br />
<strong>de</strong>l tronco, escogiéndolas <strong>de</strong> modo que las<br />
que que<strong>de</strong>n estén bien distribuidas; uno <strong>de</strong>.<br />
los dos brazos <strong>de</strong> cada rama que se bifurque<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su mismo punto <strong>de</strong> inserción, y, por<br />
último, aquellas ramificaciones que por su excesivo<br />
<strong>de</strong>sarrollo puedan producir ó hayan<br />
producido la inclinación <strong>de</strong>l árbol en un sentido<br />
ó en otro. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> estas reglas, hay<br />
que tener también en consi<strong>de</strong>ración que siendo<br />
el objeto <strong>de</strong> la poda en los encinares el favorecer<br />
todo lo posible la producción <strong>de</strong>l fruto<br />
, hay que <strong>de</strong>scargar el árbol <strong>de</strong> muchas ramificaciones<br />
secundarias que sólo llevan yemas<br />
<strong>de</strong> hojas, y que impi<strong>de</strong>n que la luz, agente<br />
principal <strong>de</strong> la elaboración, <strong>de</strong> aquél, pueda<br />
llegar hasta aquéllas en que abundan las yemas<br />
florales. La práctica es el guía más seguro<br />
en esta materia, sobre la cual no es posible<br />
dictar reglas precisas, pero <strong>de</strong>be consi<strong>de</strong>rarse<br />
como tal la <strong>de</strong> <strong>de</strong>sahogar los árboles, ó<br />
sea quitarles lo reviejo, las ramas secas ó<br />
dañadas y todas aquellas que pue<strong>de</strong>n ser origen<br />
<strong>de</strong> una enfermedad y <strong>de</strong> acci<strong>de</strong>ntes más<br />
ó menos frecuentes, ó producir, por lo menos,<br />
una pérdida inútil <strong>de</strong> jugos.<br />
La materialidad <strong>de</strong> la operación se ejecuta<br />
por medio <strong>de</strong>l hacha cuando las ramas son<br />
bastante gruesas, y con una poda<strong>de</strong>ra si son<br />
<strong>de</strong> poco diámetro. Los cortes <strong>de</strong>ben quedar<br />
lisos, sin asperezas ni rugosida<strong>de</strong>s en las cuales<br />
pueda <strong>de</strong>tenerse el agua, y para conseguir<br />
mejor este objeto <strong>de</strong>ben hacerse inclinados<br />
hacia el exterior, cuidaudo al practicarlos <strong>de</strong><br />
que la corteza no se <strong>de</strong>sprenda <strong>de</strong>l cuerpo leñoso.'<br />
La amputación pue<strong>de</strong> hacerse á raíz <strong>de</strong><br />
la superficie <strong>de</strong> la rama en que se halle inserta<br />
la que se suprime, si ésta no es <strong>de</strong> gran<strong>de</strong>s<br />
dimensiones, evitando que que<strong>de</strong> adherida á<br />
la primera ninguna porción <strong>de</strong>l talón ó base<br />
<strong>de</strong> la segunda. Si, por el contrario, la rama<br />
suprimida es muy gruesa, <strong>de</strong>be <strong>de</strong>jarse una<br />
porción <strong>de</strong> ella <strong>de</strong> longitud variable, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un<br />
<strong>de</strong>címetro á medio metro, pero cuidando <strong>de</strong><br />
que en este tetón, como se llama vulgarmente,<br />
que<strong>de</strong>n siempre algunas ramillas en activa<br />
vegetación, para que conserven la vitalidad