Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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EMB — 639 — EMB<br />
presenta el animal y completar su enseñanza;<br />
4.° La cama <strong>de</strong>l <strong>de</strong>udor é individuos <strong>de</strong> su familia<br />
que vivan en su compañía.—5.° La ropa<br />
<strong>de</strong> uso diario <strong>de</strong> las mismas personas.— Y<br />
6.° Los uniformes, equipos y armas <strong>de</strong> los<br />
militares, con arreglo á su grado. Respecto á<br />
los sueldos, establece lo mismo esta Instrucción<br />
que la Ley <strong>de</strong> Enjuiciamiento civil. Comparando<br />
la última con la Instrucción, se advierte<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego que la primera limita <strong>de</strong><br />
tal modo lo que pue<strong>de</strong> salvar el <strong>de</strong>udor <strong>de</strong>l<br />
embargo, que aplicada literalmente sería durísima.<br />
Un progreso notamos en la Instrucción<br />
actual cotejándola con la <strong>de</strong> 3 <strong>de</strong> Diciembre<br />
<strong>de</strong> 1869, consistente en que en la<br />
primera se exceptúan los libros y las ropas<br />
<strong>de</strong>l embargo. A los autores <strong>de</strong> las leyes <strong>de</strong><br />
Enjuiciamiento civil les tuvo sin cuidado,<br />
tanto á los que redactaron la <strong>de</strong> 1855 como la<br />
<strong>de</strong> 1881, que un abogado, médico ó ingeniero<br />
se quedara sin libros. Más racional la legislación<br />
administrativa, los exceptúa expresamente<br />
para evitar toda duda, llevando su<br />
magnanimidad hasta <strong>de</strong>jar al labrador sus ganados<br />
y carros, no obstante tratarse <strong>de</strong>l fisco.<br />
Nosotros <strong>de</strong>sconocemos la filosofía <strong>de</strong> ambas<br />
legislaciones. Quizás consista en que á los<br />
particulares que reclaman sus <strong>de</strong>rechos se les<br />
<strong>de</strong>be proteger con más fuerza que al Estado,<br />
que al fin y al cabo su hacienda es la <strong>de</strong> todos,<br />
y entre todos á poco po<strong>de</strong>mos tocar para<br />
cubrir estos déficits. Quien <strong>de</strong>be, se halla obligado<br />
á pagar. Lo que ninguna ley <strong>de</strong> estos<br />
tiempos pue<strong>de</strong> autorizar es que se imposibilite<br />
al <strong>de</strong>udor <strong>de</strong> vivir, que es lo primero y principal,<br />
sin que esto sea <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>rlos ni menos<br />
patrocinar la mala fe <strong>de</strong> los tramposos.<br />
Del embargo en lo mercantil trata el Código<br />
<strong>de</strong> comercio <strong>de</strong> 1881, y no es aquí muy<br />
pertinente.<br />
M. Fernán<strong>de</strong> i <strong>de</strong> la Vega.<br />
EMBARRAR (Apicultura).— En algunas<br />
partes se jarrean las colmenas con tierra gredosa<br />
en su parte interior, con lo cual se abrigan<br />
las abejas, y á éstas se les economiza trabajo,<br />
porque en menos tiempo embetunan el<br />
vaso antes <strong>de</strong> trabajar en la formación <strong>de</strong> los<br />
panales, que sin embetunar la colmena no<br />
verifican (véase Colmena). También se jarrean<br />
, y es lo más común, con yeso.<br />
Al sentarla en el colmenar se tapan las juutas<br />
<strong>de</strong>l asiento con tierra, y si las tapas <strong>de</strong>jan<br />
huecos, se cubren también con barro.<br />
J. <strong>de</strong> Hidalgo Tablada.<br />
EMBOCADO (Vinificación).—El vino<br />
que por su suavidad es apacible al gusto, se<br />
llama embocado, palabra que indica el término<br />
medio entre dulce y seco. En los vinos<br />
tintos <strong>de</strong> pasto el <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> salir embocados<br />
algunos años proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> que la falta <strong>de</strong> lluvias<br />
en el verano iace que el mosto tenga<br />
más. <strong>de</strong> 15° <strong>de</strong>l areómetro, y según exce<strong>de</strong><br />
sale embocado ó dulce, cuya calidad le hace<br />
<strong>de</strong>smerecer <strong>de</strong> valor. EÍ exceso <strong>de</strong> madurez <strong>de</strong><br />
la uva hace que se convierta en azúcar el tártaro<br />
, que la fermentación <strong>de</strong>l mosto sea lenta,<br />
el color <strong>de</strong>l vino tinto poco vivo y el sabor<br />
dulce, si no se modifica el caldo por los medios<br />
que la ciencia y la práctica aconsejan.<br />
J. <strong>de</strong> Hidalgo Tablada.<br />
EMBOCADURA.—La pieza ó parte principal<br />
<strong>de</strong>l bocado, <strong>de</strong>l bridón y filete, por ser<br />
la que se introduce <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la boca <strong>de</strong>l caballo;<br />
su forma y dimensiones han <strong>de</strong> guardar<br />
la mayor analogía posible con la conformación<br />
<strong>de</strong>l animal, porque en la embocadura<br />
estriba la mayor parte <strong>de</strong>l efecto que ha <strong>de</strong><br />
producir cada uno <strong>de</strong> dichos instrumentos en<br />
los distintos mandos que se emplean sobre el<br />
caballo.<br />
Se han conocido infinitas clases y formas<br />
<strong>de</strong> embocaduras, sujetas á criterios más ó menos<br />
extraviados,.y sostenidas por el capricho ó<br />
la ignorancia, que tanto cun<strong>de</strong> en los hombres<br />
que por necesidad ó afición montan á caballo,<br />
ó se valen <strong>de</strong> él en cualquiera otro servicio.<br />
La embocadura más aceptable será aquella<br />
que reúna las condiciones <strong>de</strong> suavidad y dominio,<br />
tan necesarias en la mayor parte <strong>de</strong> los<br />
casos; como será nociva é impertinente si carece<br />
<strong>de</strong> alguna <strong>de</strong> estas dos cualida<strong>de</strong>s. Las<br />
que más se aproximan á la verdad son las comunes,<br />
que se usan en los bocados llamados <strong>de</strong><br />
cuatro anillas; en los enteros que se llevan con<br />
el filete, y en los jerezanos conocidos por <strong>de</strong><br />
asa <strong>de</strong> cal<strong>de</strong>ra, que pue<strong>de</strong> ser la misma con<br />
una pequeña diferencia, y la <strong>de</strong> cuello <strong>de</strong> pichón,<br />
que se encuentra en los bocados sevillanos;<br />
pero no la que con el mismo nombre<br />
usan hoy los garrochistas, que uuida á unas<br />
camas <strong>de</strong>sproporcionadas, y perrillos y barbadas<br />
irritautes,forman una máquina <strong>de</strong>scomunal<br />
y rara, á la que dan el nombre <strong>de</strong> bocado<br />
<strong>de</strong> acosar; porque ésta, tal como se usa, no<br />
obe<strong>de</strong>ce á razón lógica ninguna, mientras la<br />
verda<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> cuello <strong>de</strong> pichón está perfectamente<br />
entendida para ciertas bocas difíciles,<br />
siendo <strong>de</strong> gran aplicación en los arreos llamados<br />
<strong>de</strong> campo, porque el uso ha hecho que<br />
éstos y los <strong>de</strong> asa <strong>de</strong> cal<strong>de</strong>ra sean los bocados<br />
<strong>de</strong> que se sirven más todos los hombres<br />
<strong>de</strong> campo en Andalucía, Extremadura y <strong>de</strong>más<br />
localida<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> la necesidad reclama<br />
la silla vaquera ó albardón jerezano, albardilla<br />
ú otra montura análoga, que son las a<strong>de</strong>cuadas<br />
á las faenas <strong>de</strong> acosar y <strong>de</strong>rribar reses<br />
bravas, como para estar muchas horas sobre<br />
ellas y conducir el equipo que estos ejercicios<br />
requieren.<br />
En los <strong>de</strong>más países fuera <strong>de</strong> España son<br />
poco conocidas las embocaduras últimamente<br />
citadas, pues que tampoco se usan los arreos<br />
aludidos, por más <strong>de</strong> que en Italia se usó mucho,<br />
unida á unas camas <strong>de</strong> cola <strong>de</strong> león ó<br />
curvas, y se les conocía con la <strong>de</strong>nominación<br />
<strong>de</strong> bocados italianos, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong>saparición<br />
<strong>de</strong> la jineta.<br />
Nada más erróneo que la costumbre inveterada<br />
<strong>de</strong> cambiar constantemente las embocaduras<br />
, lo mismo en los caballos <strong>de</strong> silla que<br />
en los <strong>de</strong>dicados al tiro, pretendiendo con<br />
este solo hecho corregir todos los vicios que