Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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EDA — 618 — EDE firme y de color amarillento. La fabricación es bastante complicada. Se cuaja la leche á la temperatura de 32 á 36°; se calienta ó se enfría un poco según las estaciones, cuando no tiene la temperatura conveniente. Se agrega al cuajo un poco de annato, que es la materia colorante del achiote, para tinturar de amarillo el coágulo, sirviéndose de cubos de madera; se divide la cuajada con precaución con un rectángulo formado por barras de metal llamado lira, y después de tenerla algún tiempo en reposo, se reúne la cuajada sobre el fondo del cubo con una escudilla redondeada de madera, y con la misma escudilla se separa casi todo el suero. Después se coloca sobre la cuajada con un peso de 10 á 20 kilogramos encima, y la presión determina la salida de suero, que se decanta cuidadosamente. Después de repetir la operación cuatro veces, se puede considerar depurada la cuajada, la cual habrá de mantenerse á la temperatura de 28 á 32°. Compacta y elástica entonces, se echa en moldes de madera, dentro de los cuales es fuertemente oprimida con las manos, procurando no tapar los agujeros por donde el suero ha de escurrir. Cuando el queso está ya bastante firme, se saca del molde y se le mantiene sumergido durante uno ó dos minutos en un baño de suero á la temperatura de 52 á 55°; después se le vuelve á colocar en el molde, se le prensa nuevamente con las manos, se le extrae al cabo de un rato de manipulación, y se le envuelve en un trozo de tela clara, para colocarle luego nuevamente en el molde, que se cubrirá con su tapa correspondiente. Por fin se colocan los moldes bajo una prensa, y el suero que vaya fluyendo se echa en el depósito destinado á bañar los quesos al principio de su elaboración. La presión ha de durar una ó dos horas en invierno, y seis ó siete en verano, y aun doce para los quesos destinados á la exportación. Terminada la presión, se sacan los quesos de los moldes para colocarlos, sin tela de ninguna especie, en un molde más pequeño, que comunica al queso una forma más redondeada. Esos moldes se van colocando uno al lado de otro en una caja de madera, con el fondo inclinado y provisto de una abertura para que escurra por ella el líquido que fluya de los quesos. El primer día se agrega una ligera capa de sal; el segundo se ruedan los quesos sobre esa capa y se los vuelve á colocar en los moldes, para repetir la operación cotidianamente por un espacio de nueve á doce días, hasta que se pongan duros los quesos. Entonces se sumergen durante algunas horas en salmuera, se lavan y se ponen á secar, para colocarlos luego sobre tablas en una bodega seca y aireada. En esa pieza no debe descender nunca la temperatura á menos de 6 o sobre cero en invierno, ni elevarse á más de 22° en estío, debiendo adoptarse las precauciones necesarias para que no penetre la humedad y se enmohezca el queso. Durante el primer mes es necesario volver cotidianamente los quesos sobre las tablas; durante el segundo, cada dos días, y por último, dos veces por semana únicamente. Al terminar el primer mes se ejecuta una manipulación especial, consistente en mantener los quesos sumergidos durante una hora en agua á la temperatura de 20 á 25", en rasparlos y ponerlos á secar al aire antes de volverlos á colocar en su sitio. Esa manipulación se repite á los quince días, y entonces se frotarán los quesos con aceite de linaza. Cuando se hallan en ese estado se dice que los quesos están blancos, y se los da color con diferentes materias, según el país á que se hayan de enviar; generalmente el color que se les da es rojo; á veces se ponen á la venta sin tal requisito. Ese color se obtiene con una mezcla colorante de 61 partes de agua, 36,5 de tornasol y 2,5 de rojo de Berlín. Pintados los quesos con esa mezcla, se frotan con un poco de manteca de vacas y se empaquetan en cajas de madera, divididas en varios compartimentos por medio de tablillas. También se aplica el tornasol con telas ó trapos impregnados con ese tinte de color violeta. Basta frotar dos veces los quesos de Edam con esos trapos para que adquieran un color fojo obscuro. Los quesos destinados á ser remitidos á la Gran Bretaña se tiñen con achiote disuelto en aceite de linaza. Cien kilogramos de leche sin desnatar dan 10 ú 11 de queso fresco, reduciéndose el peso á 8 ó 9 kilogramos cuando se afinan los quesos. Los que han sido mal preparados corren el riesgo de desfigurarse y llenarse de hendeduras, alterándose entonces con rapidez suma. Los buenos quesos pueden soportar viajes larguísimos. La producción del queso de Edam en la Holanda septentrional se calcula en unos 40 millones de kilogramos anuales. En los mercados del país, y especialmente en los de Alkmaar y Purmerenda se venden al año de 10 á 12 millones de kilogramos, y la exportación se eleva á 25 ó 28 millones, constituyendo una de las principales fuentes de riqueza de aquella región de los Países Bajos. En diferentes épocas se ha ensayado la fabricación de quesos de Edam en varias naciones, y en Francia sobre todo, no habiendo dado resultado tales ensayos. EDEMA (Veterinaria).—Hidropesía subcutánea más ó menos extensa, frecuente en todos los animales. Puede ser idiopática ó sintomática, y debida á contusiones, traumatismos y abscesos. También son causas de ella las enfermedades que entorpecen la circulación y las afecciones cardíacas. Los caballos viejos están muy expuestos á padecer edemas, que se presentan en las extremidades principalmente. También se desarrollan á menudo en los enfermos crónicos y en las reses que padecen la caquexia acuosa. Los síntomas del edema son: abultamiento, en el cual queda marcada la impresión del dedo y poco dolor. Las escarificaciones dan salida á la serosidad. Se desarrollan en las regiones en que es abundante el tejido celular, y en el vientre y ex-
EDU — 619 — EDU tremidades. Para que desaparezca el edema hay que suprimir la causa ante todo, practicar la punción de los abscesos y curar las llagas cuidadosamente. Se recomiendan también las fricciones resolutivas y vesicantes, y cauterización en puntas. EDETANIA (Geografía antigua).—^Según el mapa publicado por el P. Flórez, el acotamiento de las poblaciones que comprendía el país de los edetanos eran: Edeta, hoy Liria; Segobriga, Segorbe; Cesaraugusta, Sagunto, Valencia, etc., situadas al Este de los celtíberos (1). Según Lafuente, en el siglo vm antes de Jesucristo arribaron á las costas del país de los edetanos unos navegantes focenses (2). Según Ptolomeo, era una de las regiones más hermosas y ricas de la España tarraconense, que se extendía desde Zaragoza hasta la embocadura del Júcar. Sus límites al Sur eran los contéstanos; abNorte los ilérgetes y cosetanos; al Este el mar, y al Oeste los celtíberos. J. de Hidalgo Tablada. EDUCACIÓN PRIMARIA ELEMEN TAL.—Hemos de limitarnos en esta palabra á la que creemos necesaria para el fomento y desarrollo de la agricultura, que debe ser una como preparación del hombre y de las masas del pueblo para la realización en grande escala de los nobilísimos fines de ella. Nada diremos referente á la enseñanza, que después se ha de tratar extensamente. Si siempre ha sido la agricultura de una necesidad vital para el hombre, hoy, merced á los adelantos de la vida moderna, tiene importancia mayor en las naciones civilizadas. Y en relación con esta importancia deben estar los medios que hay que adoptar por los que se dedican á su honrosa profesión en nuestra España, para sacarla de los estrechos límites de una vergonzosa rutina. En China no se desdeñaban, desde muy antiguo, sus emperadores de romper el suelo con su arado de plata; y en la misma Roma sus grandes hombres se ocuparon de la Re agraria, mereciendo la misma haber inspirado á Virgilio sus Geórgicas, el más perfecto de sus poemas. El arte de la agricultura no está hoy relegado por nuestra civilización cristiana á los ilotas y á los esclavos, como en Grecia y en los pueblos sibaritas del Oriente; ese arte ennoblece al que lo profesa y al que lo fomenta. Pero como es tan complicado, exige cierta preparación en los pueblos, y una ayuda eficaz y sabia tutela de parte de los Gobiernos desde su misma cuna. Así desaparecerán añejas preocupaciones y dará fecundos resultados. Se hace preciso ante todo que la juventud, desde su niñez, empiece á concebir ideas grandes sobre agricultura. Los padres deben mostrar á sus hijos con orgullo los toscos instrumentos con que proveen á su subsisten- (1) Clave historial, por el P. Mtro. Fr. Enrique Flórez. (2) Historia general de España, por Lafuente; tomo I, página 317. cia, é infiltrarles la afición á las cosas y ocupaciones agrícolas, sin olvidar el hermoso y cristiano lema «ganarás el pan con el sudor de tu frente». Después, en las escuelas elementales, bien montadas y mejor dotadas, deben éstas, que son como semillas de la educación doméstica, ser fomentadas por celosos maestros teórica y prácticamente, haciendo ver á los jóvenes que la profesión de labrador tiene por base la religiosidad, la honradez y la pureza de costumbres, tanto privadas como públicas; y que el arte que sabe arrancar á la tierra el alimento del hombre, es el más noble y digno, el más útil y necesario, siendo como el cimiento de todo el edificio social. Han de cuidar también los maestros, y en esto pueden prestarles eficacísima ayuda el cura con su palabra y el alcalde con su vigilancia y ejemplo , de abolir los hábitos de pereza y holganza, que matan el amor al trabajo, los vicios de la embriaguez y de la blasfemia, pecado horrendo, tan opuestos á la sencillez de la vida del labrador, que debe vivir alejado de los centros de inmoralidad y de corrupción, de disipación y de libertinaje, que destruyen los capitales, impiden las economías y fomentan la usura, creando necesidades ficticias que conducen al agricultor á su perdición y á su ruina. Mucho pueden ayudar al maestro en esta, tarea de la educación un celoso cura párroco y un Municipio que sepa su deber, guiado por un alcalde diligente. No hay duda, decimos con un notable publicista: un pueblo que tenga la envidiable fortuna de estar regido en lo religioso por un sacerdote celoso de su deber; en la educación por un buen maestro, ilustrado y amante de su profesión, y en lo administrativo por un alcalde honrado y diligente, es un pueblo dichoso. El pueblo que logre reunir estos tres importantes elementos de cultura, será ilustrado, será culto, será rico; rico aunque sea pobre, porque la pobreza no es la miseria; se puede ser pobre y ser feliz. El pobre lo es verdaderamente, y hasta se le puede llamar miserable, si es ignorante, si no puede disfrutar del gran consuelo de la lectura, si no puede expresar en el papel su pensamiento. Ser ignorante es la mayor, la más vergonzosa miseria. El que lo es tiene forzosamente que dedicarse á los trabajos más rudos, puesto que no puede hacer uso de su inteligencia. Donde no hay maestro de escuela, ó si le hay está despreciado y las gentes no tienen interés en que eduque á sus hijos, no ha de buscarse educación. La holganza, la embriaguez, los juegos brutales, las malas pasiones, son los signos característicos de la ignorancia. Pueblos que viven en ese embrutecimiento, alejan de sí á los demás, no dan salida á sus productos, no están bien administrados ni disfrutan las ventajas de la beneficencia y de la higiene, y viven, en fin, Ja vida más precaria y miserable.
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la punción <strong>de</strong> los abscesos y curar las llagas<br />
cuidadosamente. Se recomiendan también las<br />
fricciones resolutivas y vesicantes, y cauterización<br />
en puntas.<br />
EDETANIA (Geografía antigua).—^Según<br />
el mapa publicado por el P. Flórez, el<br />
acotamiento <strong>de</strong> las poblaciones que comprendía<br />
el país <strong>de</strong> los e<strong>de</strong>tanos eran: E<strong>de</strong>ta, hoy<br />
Liria; Segobriga, Segorbe; Cesaraugusta, Sagunto,<br />
Valencia, etc., situadas al Este <strong>de</strong> los<br />
celtíberos (1). Según Lafuente, en el siglo vm<br />
antes <strong>de</strong> Jesucristo arribaron á las costas <strong>de</strong>l<br />
país <strong>de</strong> los e<strong>de</strong>tanos unos navegantes focenses<br />
(2). Según Ptolomeo, era una <strong>de</strong> las regiones<br />
más hermosas y ricas <strong>de</strong> la España tarraconense,<br />
que se extendía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Zaragoza hasta la<br />
embocadura <strong>de</strong>l Júcar. Sus límites al Sur eran<br />
los contéstanos; abNorte los ilérgetes y cosetanos;<br />
al Este el mar, y al Oeste los celtíberos.<br />
J. <strong>de</strong> Hidalgo Tablada.<br />
EDUCACIÓN PRIMARIA ELEMEN<br />
TAL.—Hemos <strong>de</strong> limitarnos en esta palabra<br />
á la que creemos necesaria para el fomento y<br />
<strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la agricultura, que <strong>de</strong>be ser una<br />
como preparación <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> las masas<br />
<strong>de</strong>l pueblo para la realización en gran<strong>de</strong> escala<br />
<strong>de</strong> los nobilísimos fines <strong>de</strong> ella. Nada diremos<br />
referente á la enseñanza, que <strong>de</strong>spués<br />
se ha <strong>de</strong> tratar extensamente.<br />
Si siempre ha sido la agricultura <strong>de</strong> una<br />
necesidad vital para el hombre, hoy, merced<br />
á los a<strong>de</strong>lantos <strong>de</strong> la vida mo<strong>de</strong>rna, tiene importancia<br />
mayor en las naciones civilizadas.<br />
Y en relación con esta importancia <strong>de</strong>ben estar<br />
los medios que hay que adoptar por los<br />
que se <strong>de</strong>dican á su honrosa profesión en<br />
nuestra España, para sacarla <strong>de</strong> los estrechos<br />
límites <strong>de</strong> una vergonzosa rutina. En China<br />
no se <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñaban, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muy antiguo, sus<br />
emperadores <strong>de</strong> romper el suelo con su arado<br />
<strong>de</strong> plata; y en la misma Roma sus gran<strong>de</strong>s<br />
hombres se ocuparon <strong>de</strong> la Re agraria, mereciendo<br />
la misma haber inspirado á Virgilio<br />
sus Geórgicas, el más perfecto <strong>de</strong> sus poemas.<br />
El arte <strong>de</strong> la agricultura no está hoy relegado<br />
por nuestra civilización cristiana á los<br />
ilotas y á los esclavos, como en Grecia y en<br />
los pueblos sibaritas <strong>de</strong>l Oriente; ese arte ennoblece<br />
al que lo profesa y al que lo fomenta.<br />
Pero como es tan complicado, exige cierta<br />
preparación en los pueblos, y una ayuda eficaz<br />
y sabia tutela <strong>de</strong> parte <strong>de</strong> los Gobiernos<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su misma cuna. Así <strong>de</strong>saparecerán añejas<br />
preocupaciones y dará fecundos resultados.<br />
Se hace preciso ante todo que la juventud,<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> su niñez, empiece á concebir i<strong>de</strong>as<br />
gran<strong>de</strong>s sobre agricultura. Los padres <strong>de</strong>ben<br />
mostrar á sus hijos con orgullo los toscos<br />
instrumentos con que proveen á su subsisten-<br />
(1) Clave historial, por el P. Mtro. Fr. Enrique<br />
Flórez.<br />
(2) Historia general <strong>de</strong> España, por Lafuente;<br />
tomo I, página 317.<br />
cia, é infiltrarles la afición á las cosas y ocupaciones<br />
agrícolas, sin olvidar el hermoso y<br />
cristiano lema «ganarás el pan con el sudor<br />
<strong>de</strong> tu frente».<br />
Después, en las escuelas elementales, bien<br />
montadas y mejor dotadas, <strong>de</strong>ben éstas, que<br />
son como semillas <strong>de</strong> la educación doméstica,<br />
ser fomentadas por celosos maestros teórica<br />
y prácticamente, haciendo ver á los jóvenes<br />
que la profesión <strong>de</strong> labrador tiene por base la<br />
religiosidad, la honra<strong>de</strong>z y la pureza <strong>de</strong> costumbres,<br />
tanto privadas como públicas; y que<br />
el arte que sabe arrancar á la tierra el alimento<br />
<strong>de</strong>l hombre, es el más noble y digno,<br />
el más útil y necesario, siendo como el cimiento<br />
<strong>de</strong> todo el edificio social. Han <strong>de</strong> cuidar<br />
también los maestros, y en esto pue<strong>de</strong>n<br />
prestarles eficacísima ayuda el cura con su<br />
palabra y el alcal<strong>de</strong> con su vigilancia y ejemplo<br />
, <strong>de</strong> abolir los hábitos <strong>de</strong> pereza y holganza,<br />
que matan el amor al trabajo, los vicios<br />
<strong>de</strong> la embriaguez y <strong>de</strong> la blasfemia, pecado<br />
horrendo, tan opuestos á la sencillez <strong>de</strong> la<br />
vida <strong>de</strong>l labrador, que <strong>de</strong>be vivir alejado <strong>de</strong> los<br />
centros <strong>de</strong> inmoralidad y <strong>de</strong> corrupción, <strong>de</strong><br />
disipación y <strong>de</strong> libertinaje, que <strong>de</strong>struyen los<br />
capitales, impi<strong>de</strong>n las economías y fomentan<br />
la usura, creando necesida<strong>de</strong>s ficticias que<br />
conducen al agricultor á su perdición y á su<br />
ruina.<br />
Mucho pue<strong>de</strong>n ayudar al maestro en esta,<br />
tarea <strong>de</strong> la educación un celoso cura párroco<br />
y un Municipio que sepa su <strong>de</strong>ber, guiado<br />
por un alcal<strong>de</strong> diligente. No hay duda, <strong>de</strong>cimos<br />
con un notable publicista: un pueblo<br />
que tenga la envidiable fortuna <strong>de</strong> estar regido<br />
en lo religioso por un sacerdote celoso<br />
<strong>de</strong> su <strong>de</strong>ber; en la educación por un buen<br />
maestro, ilustrado y amante <strong>de</strong> su profesión,<br />
y en lo administrativo por un alcal<strong>de</strong> honrado<br />
y diligente, es un pueblo dichoso.<br />
El pueblo que logre reunir estos tres importantes<br />
elementos <strong>de</strong> cultura, será ilustrado,<br />
será culto, será rico; rico aunque sea pobre,<br />
porque la pobreza no es la miseria; se<br />
pue<strong>de</strong> ser pobre y ser feliz. El pobre lo es<br />
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miserable, si es ignorante, si no pue<strong>de</strong> disfrutar<br />
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pue<strong>de</strong> expresar en el papel su pensamiento.<br />
Ser ignorante es la mayor, la más vergonzosa<br />
miseria. El que lo es tiene forzosamente que<br />
<strong>de</strong>dicarse á los trabajos más rudos, puesto<br />
que no pue<strong>de</strong> hacer uso <strong>de</strong> su inteligencia.<br />
Don<strong>de</strong> no hay maestro <strong>de</strong> escuela, ó si le<br />
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interés en que eduque á sus hijos, no ha <strong>de</strong><br />
buscarse educación. La holganza, la embriaguez,<br />
los juegos brutales, las malas pasiones,<br />
son los signos característicos <strong>de</strong> la ignorancia.<br />
Pueblos que viven en ese embrutecimiento,<br />
alejan <strong>de</strong> sí á los <strong>de</strong>más, no dan salida á sus<br />
productos, no están bien administrados ni<br />
disfrutan las ventajas <strong>de</strong> la beneficencia y <strong>de</strong><br />
la higiene, y viven, en fin, Ja vida más precaria<br />
y miserable.