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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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ECO — 594 — ECO<br />

curar que resulte <strong>de</strong> la profesión agrícola<br />

producto neto al cultivador.<br />

Primer principio <strong>de</strong> economía rural. — Su<br />

exactitud es tan evi<strong>de</strong>nte, que no hay más que<br />

enunciarlo para probarla. Desgraciadamente<br />

muchos agricultores españoles y no pocos extranjeros<br />

meditan poco en esto, siendo la consecuencia<br />

no saber á qué atribuir la prosperidad<br />

en unos casos, la ruina en otros. Para<br />

ellos no hay otra explicación satisfactoria que<br />

la fatalista <strong>de</strong> Xa. fortuna. Uno gana porque es<br />

afortunado, otro pier<strong>de</strong> porque la suerte le es<br />

adversa. No; la causa <strong>de</strong> la diferencia estriba<br />

en la observancia ó inobservancia, siquiera<br />

sea inconsciente, <strong>de</strong> aquel primer principio.<br />

Si no se tiene en cuenta ni la temperatura,<br />

ni las épocas <strong>de</strong> lluvia, ni los vientos reinantes,<br />

y se contrarían estas circunstancias con<br />

el cultivo, será inútil el trabajo, perdido el<br />

capital que se emplee. Esto ha sucedido á los<br />

que han tenido empeño en reemplazar las razas<br />

<strong>de</strong> nuestro ganado lanar con las inglesas<br />

New-Leicester ó Sout-Down. Pagaron los ejemplares<br />

adquiridos á extraordinario precio; los<br />

cuidaron con esmero especial para aclimatarlos,<br />

y todo lo perdieron. Cuantos animales<br />

<strong>de</strong> una y otra raza se importaron, perecieron<br />

á poco tiempo, siéndoles insoportable nuestro<br />

clima seco canicular.<br />

Lo mismo suce<strong>de</strong>rá cuando sea <strong>de</strong> excelente<br />

calidad la tierra y benigno el clima, si falta el<br />

capital necesario para la empresa. El <strong>de</strong>fecto<br />

general y grave <strong>de</strong> la agricultura española es<br />

carecer, el que á ella se <strong>de</strong>dica, <strong>de</strong> recursos<br />

proporcionados á la extensión <strong>de</strong> la hacienda.<br />

Asusta al economista ver que la inmensa mayoría,<br />

empeñándose en empresas rurales superiores<br />

á sus fuerzas, son áios ojos <strong>de</strong> la sociedad<br />

opulentos propietarios, y en la vida interior<br />

están constantemente agobiados por los mayores<br />

apuros. Escasean las labores, regatean el<br />

alimento al ganado, ven<strong>de</strong>n sin tiempo los frutos.<br />

El resultado es tener míseras cosechas é<br />

hipotecar las fincas, pagando por las cantida<strong>de</strong>s<br />

tomadas á préstamo un interés más alto<br />

que lo que valen aquéllas.<br />

También se esteriliza el capital numerario,<br />

y son inútiles los <strong>de</strong>más elementos constitutivos<br />

<strong>de</strong> la empresa agraria si uo hay dirección<br />

ó ésta es poco inteligente. No establecer subordinación<br />

en la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, y <strong>de</strong>jar, por<br />

<strong>de</strong>bilidad <strong>de</strong> carácter, que cada cual obre<br />

como le parezca en la tarea que le está <strong>de</strong>signada;<br />

no llevar cuenta exacta <strong>de</strong>l coste y rendimiento<br />

<strong>de</strong> cada operación <strong>de</strong> cultivo; gastar<br />

infructuosamente la renta ó invertir el capital<br />

numerario sin tener en consi<strong>de</strong>ración la<br />

importancia <strong>de</strong> aquello en que se emplea; no<br />

calcular para compras, ventas y cambios, ni<br />

el lugar a<strong>de</strong>cuado ni la ocasión oportuna, son<br />

circunstancias que minan los cimientos <strong>de</strong> una<br />

granja, y acaban por sepultar entre sus ruinas<br />

la fortuna y el crédito <strong>de</strong>l agricultor más<br />

acaudalado.<br />

Principio segundo. — No basta para que<br />

prospere una empresa agraria, que exista la<br />

<strong>de</strong>bida relación entre los diversos elementos<br />

que la constituyen, sino que es preciso, obe<strong>de</strong>ciendo<br />

á la ley <strong>de</strong>l progreso y contribuyendo<br />

á él en lo posible, que cada uno <strong>de</strong> esos<br />

elementos intervenga ó figure en la relación<br />

en grado máximo. Si el productor obrase en<br />

esfera in<strong>de</strong>pendiente como en los primeros<br />

tiempos, su anhelo se limitaría á satisfacer el<br />

hambre y resguardar el cuerpo <strong>de</strong> la intemperie;<br />

en este caso le bastaría que aquella relación<br />

se verificase en inferior escala. ¡Tierra<br />

mediana, escaso capital, trabajo rudimentario,<br />

elemental iniciativa! Pero las necesida<strong>de</strong>s<br />

se multiplican; se agota la fecundidad <strong>de</strong>l<br />

suelo; se aumentan los medios <strong>de</strong> acción;<br />

surgen la rivalidad <strong>de</strong> intereses y la concurrencia<br />

<strong>de</strong> esfuerzos; se crean sucesivamente<br />

la familia, la clase, el estado, y en tal situación<br />

no basta producir, sino que es preciso<br />

producir mucho, y cada día más y mejor.<br />

La evolución social engendra la ley económica,<br />

y por ley económica, que no se pue<strong>de</strong><br />

infringir sin sufrir el castigo <strong>de</strong> la miseria, el<br />

agricultor tiene que ejercitar sus faculta<strong>de</strong>s<br />

para enseñorearse con dominio creciente <strong>de</strong><br />

cuanto pudo influir en la consecución <strong>de</strong> aquellos<br />

fines.<br />

Clim.a.—En vez <strong>de</strong> resignarse á los rigores<br />

<strong>de</strong> éste, los suavizará en la medida <strong>de</strong> sus necesida<strong>de</strong>s.<br />

Templará el ardor <strong>de</strong>l sol, funesto<br />

para los animales, con plantación <strong>de</strong> árboles<br />

<strong>de</strong> sombra; pondrá las plantas á,cubierto <strong>de</strong><br />

las heladas con nubes artificiales <strong>de</strong> humo;<br />

suplirá la lluvia canalizando ríos ó abriendo<br />

norias para el riego, y hasta graduará la temperatura<br />

por medio <strong>de</strong> estufas, y precipitará<br />

el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> la vegetación aplicando las<br />

corrientes eléctricas.<br />

Tierra.—Ya no la hay estéril. Con la química<br />

se ha logrado el prodigio <strong>de</strong> conocer<br />

cómo se nutren las plantas y las substancias<br />

que necesitan asimilar para su <strong>de</strong>sarrollo. A<br />

fuerza <strong>de</strong> análisis se pue<strong>de</strong> fijar cuál es el<br />

cultivo propio <strong>de</strong> cada una, y hacer que sea<br />

feraz perpetuamente. No hay que contentarse<br />

con labrar y abonar; se calcula con arreglo<br />

á la calidad <strong>de</strong>l subsuelo y á la semilla que se<br />

ha <strong>de</strong> confiar á la tierra, la profundidad que<br />

<strong>de</strong>be tener el surco; se prepara el abono más<br />

barato ó el más eficaz en cada caso. La granja<br />

progresiva tiene algo <strong>de</strong> laboratorio, y tanto<br />

más a<strong>de</strong>lantará cuanto sean más numerosas<br />

las combinaciones <strong>de</strong> los elementos fertilizantes<br />

y con más tino se apliquen á cada tierra<br />

aquellos <strong>de</strong> que carezca: auna, yeso; á otra,<br />

algas marinas; á otra, estiércol <strong>de</strong> cuadra; á<br />

otra, abonos artificiales; á otra, marga. No se<br />

perdonará medio por mejorar la tierra. Unos<br />

traerán guano <strong>de</strong>l Perú, otros exportarán el<br />

mineral <strong>de</strong> fosforita <strong>de</strong> Logrosán, otros recogerán,<br />

para convertirlos en abono, los huesos<br />

esparcidos hasta en los cementerios y campos<br />

<strong>de</strong> batalla.<br />

Por <strong>de</strong>sdicha, los agricultores españoles,<br />

salvo los <strong>de</strong> las huertas <strong>de</strong> Valencia y Granada,<br />

y algunos <strong>de</strong> Cataluña y otras limitadas

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