Sementera: 312 litros de grano - citaREA
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ECO — 591 — ECO<br />
en sus relaciones con el Gobierno y el grado<br />
<strong>de</strong> progreso <strong>de</strong> las naciones. Los alemanes<br />
Thünen, Gaaritz, Roscher; los ingleses Yóniíg<br />
y Sinclair; los franceses Gasparin, De Lavergne<br />
y Le Coteux; el italiano Malaguti, y los<br />
españoles citados Sres. Morquecho é Hidalgo<br />
Tablada, entre otros muchos que podríamos<br />
citar, hacen compren<strong>de</strong>r que es como el complemento<br />
<strong>de</strong> todas las ciencias que se relacionan<br />
con la producción rural.<br />
En estos últimos tiempos una circunstancia<br />
<strong>de</strong> inmensa trascen<strong>de</strong>ncia ha contribuido á<br />
dar mayor valor á la ciencia <strong>de</strong> que se trata:<br />
la concurrencia. A causa <strong>de</strong> ella, no basta al<br />
agricultor producir, ni á los pueblos producir<br />
mucho; es preciso producir barato, y aun esto<br />
es poco en muchos casos para que no sea causa<br />
<strong>de</strong> ruina la abundancia; es indispensable,<br />
para triunfar en la lucha, que el producto<br />
tenga cierto grado <strong>de</strong> perfección. Para producir<br />
trigo ú obtener lana es suficiente sembrar<br />
la semilla ó criar una vaca; mas para que la<br />
cosecha represente en el mercado un valor superior<br />
al gasto <strong>de</strong> cultivo, y los vellones tengan<br />
la finura y sean <strong>de</strong> la calidad que el comprador<br />
<strong>de</strong>sea, se requiere tener en cuenta las<br />
circunstancias climatológicas, la clase <strong>de</strong> terreno,<br />
el precio <strong>de</strong> los jornales, si hay compradores,<br />
cuidar <strong>de</strong> que no entren en la hacienda<br />
rateros, emplear el capital necesario<br />
para la escarda, segar y trillar <strong>de</strong>l modo más<br />
económico, buscar la raza más apropiada á la<br />
localidad, más lechera y que se nutra con<br />
menos alimento; se requiere a<strong>de</strong>más tener en<br />
constante estado <strong>de</strong> fertilidad la tierra para<br />
que el producto <strong>de</strong> un año no se obtenga privándose<br />
con la esterilidad <strong>de</strong> productos sucesivos;<br />
que haya mercado para la leche ó quieu<br />
sepa convertirla en queso ó manteca, y por<br />
último, se requiere, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> todo esto, y<br />
<strong>de</strong> otras cosas que se omiten, que el dueño<br />
vigile por que el trabajador no huelgue, por<br />
que se ejecuten bien las labores, por preservar<br />
el ganado <strong>de</strong> enfermeda<strong>de</strong>s, y asiente con<br />
exactitud el coste <strong>de</strong> cada operación y el ingreso<br />
<strong>de</strong> cada esquilmo para po<strong>de</strong>r hacer el balance<br />
<strong>de</strong> las pérdidas y ganancias, y estudiar,<br />
observando los buenos ejemplos, el modo <strong>de</strong><br />
evitar las primeras y aumentar las segundas.<br />
Esto es la economía rural, y <strong>de</strong> ahí nace<br />
que los autores la juzguen resumen <strong>de</strong> todos<br />
los conocimientos agrarios, criterio elevado<br />
<strong>de</strong> las mejoras agrícolas y pecuarias, ciencia<br />
<strong>de</strong> armonías y <strong>de</strong> equilibrio entre las partes<br />
que constituyen la producción <strong>de</strong> la tierra, y<br />
entre las relaciones intrínsecas y extrínsecas<br />
<strong>de</strong> una empresa <strong>de</strong> labranza.<br />
De ahí nace la diferencia esencial entre la<br />
agricultura, y compren<strong>de</strong>mos con esta palabra<br />
el cultivo y la gana<strong>de</strong>ría, y la economía<br />
rural. La agricultura da reglas para producir;<br />
la economía rural establece principios para<br />
que sea útil la producción, entre los cuales<br />
enumera los siguientes un autor mo<strong>de</strong>rno:<br />
«Hay que obe<strong>de</strong>cer y acomodarse á la ley <strong>de</strong><br />
los climas. La intensidad <strong>de</strong> los cultivos, ó lo<br />
que es igual, el producto bruto <strong>de</strong>be ser relativo<br />
con la fertilidad <strong>de</strong> la tierra; el capital<br />
<strong>de</strong> explotación ha <strong>de</strong> guardar proporción con<br />
la riqueza territorial ó con la intensidad <strong>de</strong><br />
los cultivos. Toda agricultura progresiva tiene<br />
por fundamento el sistema <strong>de</strong> concentración<br />
<strong>de</strong> las labores y <strong>de</strong> los abonos; el cultivo<br />
<strong>de</strong> las plantas agotantes tiene que estar en<br />
equilibrio y relación con el <strong>de</strong> las plantas fecundantes;<br />
en todo caso <strong>de</strong>be predominar el<br />
factor ó la fuerza <strong>de</strong> la producción más barata,<br />
la naturaleza unas veces, el trabajo otras,<br />
y el capital siempre que abunda y exige un<br />
mínimo interés. Las explotaciones rurales tienen<br />
que ajustarse á las condiciones <strong>de</strong>l mercado,<br />
pues como dice Lavergne, no hay buena<br />
práctica agrícola sin una buena situación<br />
económica; en la agricultura progresiva se<br />
pue<strong>de</strong> marchar con el concurso predominante<br />
<strong>de</strong>l tiempo ó con el <strong>de</strong>l capital, según sea la<br />
actividad con que se <strong>de</strong>senvuelva la civilización<br />
y riqueza general <strong>de</strong>l país.»<br />
De aquí nace, finalmente, la obligación <strong>de</strong><br />
los Gobiernos <strong>de</strong> ayudar directa é indirectamente<br />
á los agricultores para que la producción<br />
sea abundante, buena y barata. La economía<br />
rural tiene dos aspectos, que son la<br />
base <strong>de</strong> dos divisiones: aspecto privado, peculiar<br />
<strong>de</strong> la acción particular <strong>de</strong>l cultivador, la<br />
cual tiene por objeto la acertada constitución<br />
<strong>de</strong> la granja, y aspecto público, peculiar <strong>de</strong><br />
la acción gubernativa, la cual se dirige, <strong>de</strong>spués<br />
<strong>de</strong> enseñar al agricultor, á facilitar la venta<br />
ventajosa <strong>de</strong>l fruto <strong>de</strong> su trabajo, que es lo<br />
que constituye la economía política agrícola.<br />
La razón <strong>de</strong> esta última es <strong>de</strong> fácil explicación.<br />
El agricultor no es un ser aislado en el<br />
universo, ni la familia rural una colectividad<br />
in<strong>de</strong>pendiente en el Estado, sino que aquél es<br />
unidad <strong>de</strong>l conjunto humano, y ésta parte integrante<br />
<strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social. De un lado, á causa<br />
<strong>de</strong> esto, la situación económica <strong>de</strong> la clase agrícola<br />
es el vivo reflejo <strong>de</strong>l grado <strong>de</strong> progreso<br />
<strong>de</strong> una nación, y <strong>de</strong> otro, el bienestar <strong>de</strong> los<br />
productores se convierte en vigor y prosperidad<br />
<strong>de</strong> los Estados. Por eso ha podido <strong>de</strong>cir con<br />
entero acierto el primer agrónomo <strong>de</strong> Europa,<br />
el con<strong>de</strong> <strong>de</strong> Gasparin, que «los sistemas <strong>de</strong><br />
cultivo son á la vez un efecto y una indicación<br />
<strong>de</strong>l estado social <strong>de</strong> un país. A medida<br />
que la civilización a<strong>de</strong>lanta y que crece la<br />
población, cada sistema tien<strong>de</strong> á encerrarse<br />
en los límites que la naturaleza <strong>de</strong>l suelo <strong>de</strong>termina».<br />
Otro economista agricultor, monsieur<br />
<strong>de</strong> Lavergne, ha dicho también que «la<br />
condición agrícola <strong>de</strong> un pueblo no es un hecho<br />
aislado, sino que es una parte <strong>de</strong>l gran<br />
todo; que no hay buena práctica agrícola sin<br />
una buena situación económica: la una es el<br />
efecto, la otra la causa». Y por último, para<br />
abreviar citas, el insigne profesor actual <strong>de</strong><br />
Leipzig, Guillermo Roscher, ha <strong>de</strong>mostrado<br />
perfectamente que á todo cambio en el <strong>de</strong>sarrollo<br />
<strong>de</strong> la civilización correspon<strong>de</strong> un modo<br />
especial <strong>de</strong> cultivo.<br />
El po<strong>de</strong>r público, por tales consi<strong>de</strong>raciones,