Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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CEP — 52 — CEP y otro año, sostenidas en la cepa, conservan la humedad y es motivo de muchas enfermedades de la planta, y de podrirla y perderla; en este caso, como en todos, lo mejor es descortezar las cepas, lo cual hoy se verifica perfectamente con los guantes de mallas (figuras 40 y 41) que facilitan la operación, que tendrá lugar abriendo la cepa alrededor para que en el fondo caigan las cortezas, que tapándolas después, además de ser un abono, quedarán enterrados y morirán los gérmenes de insectos y demás que estén envueltos en ellas. La cepa de la vid hay variedades que suelen echar yemas adventicias, ó lo que se denomina en algunos sitios tetillas (véase Ampelografía); éstas se. deben quitar por una persona entendida que lo verifique cual corresponde (véase Poda de la vid) y sepa utilizar los sarmientos si son aptos para rebajar la cepa en tiempo de la poda. Los sarmientos adventicios, tetillas, pegadizos, etc., que esos nombres tienen los que nacen en la cepa, se utilizan también para revueltos, hundidos, varas de canutillo (véanse esos nombres); pero es necesario que una persona perita los determine y elija, pues no todos pueden utilizarse con provecho. En algunos casos puede renovarse la vid enterrando las cepas. Determinado hacerlo, fijada la dirección en que se, han de enterrar y el punto en que se ha de formar la nueva, se descubre la vieja de la parte opuesta á la dirección en que se ha de enterrar, y se le cortan las raíces; después se abre una zanja suficiente que llegue al tronco en la dirección que ha de enterrarse, y se tiende de manera que el pulgar y sarmiento que han de ser después la nueva planta, sienten el pulgar eii el fondo y el sarmiento salga perpendicular á la superficie, cortándole la parte que sobre para fundarle como planta nueva; se cubre la cepa, pulgar y sarmiento, y la operación queda terminada. El resultado de esta operación es: las raíces de la cepa enterrada dan vida y desarrollo en el primer año al sarmiento, que producirá fruto, á la vez que el pulgar y la parte del sarmiento enterrados echan sus raíces, que-en adelante nutrirán la planta nueva, suspendiéndose la vida de la vieja, que se pudrirá y servirá de abono. Este método, que lo hemos ensayado con ventajas, permite continuar teniendo productos de la cepa, variar el sitio en que estaba plantada, renovarla y aprovechar como abono la madera vieja. J. de Hidalgo Tablada. CEPEDA.—Lugar en que abunda el brezo, cuyas cepas ó raíces se arrancan y utilizan para hacer,carbón. CEPEJÓN.—Lo último y más abultado de cualquiera rama del árbol separada de su tronco. CEPH^1LIS.-(V. Mampel.) CEPHALANTUS.—(V. Cefalanto.) CEPHALOTAXUS.—Género de plantas dioicas, de la familia de las Coniferas. Comprende diversas especies arbóreas de poco in­ terés forestal, pero muy apreciables como árboles de adorno. Tienen todas el porte y facies de los tejos (Taxus), pero son más elegantes que éstos. La maduración de sus frutos es bisanual. Véase á continuación la descripción sumaria de todas ellas: 1.° Cephalotaxus pedunculata, Sieb. et Zuce-—Originario del Japón é introducido en Europa el año 1837. Arbolillo de 6 á 8 metros de alto, con ramas numerosas, extendidas y verticiladas, y las ramillas dísticas y á veces opuestas. Hojas dísticas, sobrepuestas, algo encorvadas, de 3 á 5 centímetros de largo y 4 á 5 milímetros de ancho, gruesas, de color verdegay por encima, lustrosas y con nervio saliente, estrecho y agudo, marcadas por debajo con dos fajas anchas, glaucas, á cada lado del nervio central, sentadas ó con pecíolos muy cortos, estrechados en el ápice, el cual tiene un mucrón agudo ú obtuso. Amentos masculinos, reunidos en capítulos globosos, pedunculados y provistos de brácteas; cada uno de ellos ovoideo, más corto que su bráctea. Por su vegetación vigorosa, por la regularidad de sus ramas y por el color y abundancia de sus hojas, este arbplito producé un lindo efecto en los jardines y parques. 2.° Cephalotaxus Forlunei, Hook.—-Árbol de 12 á 15 metros de alto, con ramas verticiladas, extendidas horizontalmente, algunas veces ascendentes, y ramillas dísticas y alguna vez opuestas. Hojas caulinares en los pies jóvenes, alternas, de 8 á 12 centímetros de largo; las de las ramas mucho más cortas, dísticas, de 3 á 6 centímetros de largo y 3 á 4 milímetros de ancho, recurvas, de color verde obscuro por encima, glaucas por debajo, sentadas ó con pecíolos muy cortos, terminadas por un mucrón corto, agudo, raras veces obtuso. Amentos masculinos, globosos, axilares, con pedúnculo corto; escamas ovales y cóncavas. Semillas de 18 á 25 milímetros de largo y de 10 á 14 de ancho, regularmente elípticas, atenuadas en los dos extremos, á veces puntiagudas; testa ósea, algo frágil, delgada y cubierta de una parte carnosa. Introducida esta especie en los cultivos de Europa el año 1848, procede de la provincia de Yang-Sou, en la China del Norte. Se cultiva en algunas partes la variedad péndula. Este árbol es sin disputa el más hermoso de todo el género. Los individuos procedentes de semillas tienen cierta semejanza con las Cycas, á causa de la disposición de sus hojas sobre las ramas. 3.° Cephalotaxus drupácea, Sieb. et Zuce.— Hojas subdísticas, casi lineares, de. 2 á 4 centímetros de largo por 5 milímetros de ancho, cuspidadas, marcadas con líneas blancas por debajo y á cada lado del nervio central. Amentos masculinos globulosos, provistos de brácteas, y cada uno de ellos oval-agudo, tan largo como la escama correspondiente. Hállase en el Japón, cerca de Nangasaki, donde es espontáneo, aunque también se cul-

CER — 53 — CER tiva. Llega en las montañas hasta 600 metros de altitud. 4.° Cephalotaxus umbracidífera, Sieb.— Hojas dísticas, tiesas, cuspidadas, algo glaucas por debajo, lineares, de 15 á 20 milímetros de largo y 4 de ancho, verdes por encima, casi sentadas, acuminadas. Ramas verticiladas, horizontales, y las semillas dísticas. Es especié japonesa. CULTIVO.—-Se multiplican estos árboles por semilla. A falta de ésta se pueden aplicar las estacas é injertos que se dan bien, pero como pasa con las araucarias, no se obtienen así individuos de tallo derecho si se emplean estacas de ramas laterales, de las cuales no debe servirse el arboricultor más que para obtener individuos sobre los cuales se injertan más adelante las yemas aptas para producir tallos derechos, á menos que se prefiera emplear estas mismas yemas como estacas. CEPHALOTUS.—(V. Cefaloto.) CEPO.—Trampa para coger lobos, zorras ú otros animales dañinos. Plácese de varios modos, pero el más común es formarlo de dos zoquetes recios de madera, unidos con bisagras de hierro, ú otro madero recio, armado de puntas de hierro, los cuales se dejan abiertos y sostenidos así de un pestillo que al más leve , vcontacto se dispara, y doblándose al mismo tiempo los muelles antes comprimidos, se juntan con gran fuerza los dos zoquetes, asegurando y traspasando con las puntas de hierro lo que cogen en medio. Este cepo tiene el inconveuiente de que suelen Caer en él los animales domésticos, como perros, gatos, etc. Por eso debe ponerse en sitio á propósito, donde no sea probable que acudan los animales caseros. CERA.— Existen dos clases de cera, la de las abejas y las ceras vegetales. Trataremos de cada una separadamente. CERA DE LAS ABEJAS.—La cera de las abejas es la común y la úuica que está admitida para el alumbrado en el culto católico, apostólico, romano. Las abejas, frotándose en el interior de la corola de las flores, recogen el polen que cae de las anteras y se pega al pelo de que el insecto está cubierto. Sirviéndose después de las brochas que guarnecen su último par de patas (véase figura 6i a , página 33, tomo I), reúnen el polen en pequeñísimas bolas, que colocan en las cucharillas que en ellas tienen, y así lo transportan á la colmena, en donde lo depositan. El polen, para convertirlo en cera, tiene que sufrir la acción del estómago de la abeja, á la que se ve poco tiempo después de haberlo comido que por la extremidad de la trompa echa una substancia dúctil y pastosa, con la que construye las paredes de las celdillas,' cuyo conjunto forman los panales de la colmena. La cera de las abejas es la más empleada de ordinario en las artes y la industria; su manera de extraerla y separarla de lá miel la hemos dicho en el artículo Abejas. La cera tiene un color naturalmente amarillento, el cual se le quita exponiéndola á la luz bajo la influencia de una solución de clorito alcalino. La cera en sus propiedades es blanca, transluciente en sus bordes; no tiene olor ni sabor, y su densidad es de 0,960. Expuesta al calor entra en completa fusión á -+- 68°. El agua no tiene acción sobre ella; el alcohol hirviendo disuelve una parte, que la deposita por el enfriamiento. La parte soluble de la cera en el alcohol se designa por el nombre de cerina, la cual forma 0,7 de la cera. La parte insoluble en el alcohol se denomina myricina, porque existe en gran cantidad en la cera de la Myrica cerífera, árbol que vegeta en la Luisiana. Esas dos substancias reunidas son las que componen la cera de abejas. Los ácidos débiles tienen poca influencia sobre la cera; los álcalis cáusticos la saponifican en caliente, parte, y producen una substancia neutra menos fusible que la cera, denominada ceraina. Los caracteres distintivos y físicos de la cera son su fusibilidad, insolubilidad en el agua, su solubilidad, en parte, en el alcohol y en las soluciones alcalinas, cuyas propiedades la sirven,para distinguirla. La falsificación 6 adulteración de la cera se encuentra con frecuencia en el comercio. Uno de los fraudes es la adición de fécula de patatas; esto es fácil distinguir por la fusión de la cera, en cuyo estado se deposiH en el fondo'del vaso la fécula. También se averigua tratando una porción de la cera de que se tenga sospecha por ocho ó diez veces su peso con esencia de trementina; la cera se disuelve y la fécula se separa fácilmente con todos sus caracteres. La aplicación de la tintura de yodó sobre una porción de cera descubre la fécula por la coloración violácea que produce al poco tiempo. En las artes suelen introducir en la cera pequeñas cantidades de sebo, con el fin de que la cera no se rompa con tanta facilidad y utilizar la diferencia del valor. Se conoce la mezcla del sebo en la cera por el olor que esparce proyectándola sobre el carbón ardiendo, ó destilándola en un tubo de vidrio. La cera pura, destilada y lavada con el agua caliente, no contiene el ácido sebácico en solución, mientras que la que tiene 2 ó 3 por 100 de sebo da un producto ácido que precipita (según Boissenot) la solución de acetato neutro de plomo. El azufre suele encontrarse mezclado á la cera antes de blanquearla; es una adulteración conocida con facilidad; al efecto se hace hervir la cera en una lejía de sosa cáustica y después se deja enfriar, mezclando al líquido alcalino ácido clorhídrico, que dará nacimiento á un olor de hidrógeno sulfurado que no se produce si el azufre no existe mezclado á la cera. Cuando á la cera se ha mezclado resina, se conoce el engaño haciendo hervir la cera con cuatro ó cinco veces su peso de espíritu de vino, se deja después enfriar, se filtra y evapora el líquido en el filtro ; en él quedará un residuo duro y quebradizo.

CER — 53 — CER<br />

tiva. Llega en las montañas hasta 600 metros<br />

<strong>de</strong> altitud.<br />

4.° Cephalotaxus umbracidífera, Sieb.—<br />

Hojas dísticas, tiesas, cuspidadas, algo glaucas<br />

por <strong>de</strong>bajo, lineares, <strong>de</strong> 15 á 20 milímetros<br />

<strong>de</strong> largo y 4 <strong>de</strong> ancho, ver<strong>de</strong>s por encima,<br />

casi sentadas, acuminadas. Ramas verticiladas,<br />

horizontales, y las semillas dísticas. Es<br />

especié japonesa.<br />

CULTIVO.—-Se multiplican estos árboles por<br />

semilla. A falta <strong>de</strong> ésta se pue<strong>de</strong>n aplicar las<br />

estacas é injertos que se dan bien, pero como<br />

pasa con las araucarias, no se obtienen así<br />

individuos <strong>de</strong> tallo <strong>de</strong>recho si se emplean estacas<br />

<strong>de</strong> ramas laterales, <strong>de</strong> las cuales no <strong>de</strong>be<br />

servirse el arboricultor más que para obtener<br />

individuos sobre los cuales se injertan más<br />

a<strong>de</strong>lante las yemas aptas para producir tallos<br />

<strong>de</strong>rechos, á menos que se prefiera emplear<br />

estas mismas yemas como estacas.<br />

CEPHALOTUS.—(V. Cefaloto.)<br />

CEPO.—Trampa para coger lobos, zorras<br />

ú otros animales dañinos. Plácese <strong>de</strong> varios<br />

modos, pero el más común es formarlo <strong>de</strong> dos<br />

zoquetes recios <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, unidos con bisagras<br />

<strong>de</strong> hierro, ú otro ma<strong>de</strong>ro recio, armado <strong>de</strong><br />

puntas <strong>de</strong> hierro, los cuales se <strong>de</strong>jan abiertos<br />

y sostenidos así <strong>de</strong> un pestillo que al más<br />

leve , vcontacto se dispara, y doblándose al<br />

mismo tiempo los muelles antes comprimidos,<br />

se juntan con gran fuerza los dos zoquetes,<br />

asegurando y traspasando con las puntas <strong>de</strong><br />

hierro lo que cogen en medio. Este cepo tiene<br />

el inconveuiente <strong>de</strong> que suelen Caer en él los<br />

animales domésticos, como perros, gatos, etc.<br />

Por eso <strong>de</strong>be ponerse en sitio á propósito,<br />

don<strong>de</strong> no sea probable que acudan los animales<br />

caseros.<br />

CERA.— Existen dos clases <strong>de</strong> cera, la <strong>de</strong><br />

las abejas y las ceras vegetales. Trataremos <strong>de</strong><br />

cada una separadamente.<br />

CERA DE LAS ABEJAS.—La cera <strong>de</strong> las abejas<br />

es la común y la úuica que está admitida para<br />

el alumbrado en el culto católico, apostólico,<br />

romano. Las abejas, frotándose en el interior<br />

<strong>de</strong> la corola <strong>de</strong> las flores, recogen el polen que<br />

cae <strong>de</strong> las anteras y se pega al pelo <strong>de</strong> que el<br />

insecto está cubierto. Sirviéndose <strong>de</strong>spués <strong>de</strong><br />

las brochas que guarnecen su último par <strong>de</strong><br />

patas (véase figura 6i a<br />

, página 33, tomo I),<br />

reúnen el polen en pequeñísimas bolas, que<br />

colocan en las cucharillas que en ellas tienen,<br />

y así lo transportan á la colmena, en don<strong>de</strong><br />

lo <strong>de</strong>positan. El polen, para convertirlo en<br />

cera, tiene que sufrir la acción <strong>de</strong>l estómago<br />

<strong>de</strong> la abeja, á la que se ve poco tiempo <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> haberlo comido que por la extremidad<br />

<strong>de</strong> la trompa echa una substancia dúctil y<br />

pastosa, con la que construye las pare<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

las celdillas,' cuyo conjunto forman los panales<br />

<strong>de</strong> la colmena.<br />

La cera <strong>de</strong> las abejas es la más empleada<br />

<strong>de</strong> ordinario en las artes y la industria; su<br />

manera <strong>de</strong> extraerla y separarla <strong>de</strong> lá miel la<br />

hemos dicho en el artículo Abejas. La cera<br />

tiene un color naturalmente amarillento, el<br />

cual se le quita exponiéndola á la luz bajo la<br />

influencia <strong>de</strong> una solución <strong>de</strong> clorito alcalino.<br />

La cera en sus propieda<strong>de</strong>s es blanca, transluciente<br />

en sus bor<strong>de</strong>s; no tiene olor ni sabor,<br />

y su <strong>de</strong>nsidad es <strong>de</strong> 0,960. Expuesta al calor<br />

entra en completa fusión á -+- 68°. El agua no<br />

tiene acción sobre ella; el alcohol hirviendo<br />

disuelve una parte, que la <strong>de</strong>posita por el<br />

enfriamiento. La parte soluble <strong>de</strong> la cera en<br />

el alcohol se <strong>de</strong>signa por el nombre <strong>de</strong> cerina,<br />

la cual forma 0,7 <strong>de</strong> la cera. La parte<br />

insoluble en el alcohol se <strong>de</strong>nomina myricina,<br />

porque existe en gran cantidad en la cera <strong>de</strong><br />

la Myrica cerífera, árbol que vegeta en la<br />

Luisiana. Esas dos substancias reunidas son las<br />

que componen la cera <strong>de</strong> abejas. Los ácidos<br />

débiles tienen poca influencia sobre la cera;<br />

los álcalis cáusticos la saponifican en caliente,<br />

parte, y producen una substancia neutra menos<br />

fusible que la cera, <strong>de</strong>nominada ceraina.<br />

Los caracteres distintivos y físicos <strong>de</strong> la<br />

cera son su fusibilidad, insolubilidad en el<br />

agua, su solubilidad, en parte, en el alcohol<br />

y en las soluciones alcalinas, cuyas propieda<strong>de</strong>s<br />

la sirven,para distinguirla.<br />

La falsificación 6 adulteración <strong>de</strong> la cera<br />

se encuentra con frecuencia en el comercio.<br />

Uno <strong>de</strong> los frau<strong>de</strong>s es la adición <strong>de</strong> fécula <strong>de</strong><br />

patatas; esto es fácil distinguir por la fusión<br />

<strong>de</strong> la cera, en cuyo estado se <strong>de</strong>posiH en el<br />

fondo'<strong>de</strong>l vaso la fécula. También se averigua<br />

tratando una porción <strong>de</strong> la cera <strong>de</strong> que se<br />

tenga sospecha por ocho ó diez veces su peso<br />

con esencia <strong>de</strong> trementina; la cera se disuelve<br />

y la fécula se separa fácilmente con todos sus<br />

caracteres. La aplicación <strong>de</strong> la tintura <strong>de</strong> yodó<br />

sobre una porción <strong>de</strong> cera <strong>de</strong>scubre la fécula<br />

por la coloración violácea que produce al poco<br />

tiempo.<br />

En las artes suelen introducir en la cera<br />

pequeñas cantida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> sebo, con el fin <strong>de</strong><br />

que la cera no se rompa con tanta facilidad y<br />

utilizar la diferencia <strong>de</strong>l valor. Se conoce la<br />

mezcla <strong>de</strong>l sebo en la cera por el olor que<br />

esparce proyectándola sobre el carbón ardiendo,<br />

ó <strong>de</strong>stilándola en un tubo <strong>de</strong> vidrio. La<br />

cera pura, <strong>de</strong>stilada y lavada con el agua caliente,<br />

no contiene el ácido sebácico en solución,<br />

mientras que la que tiene 2 ó 3 por 100<br />

<strong>de</strong> sebo da un producto ácido que precipita<br />

(según Boissenot) la solución <strong>de</strong> acetato neutro<br />

<strong>de</strong> plomo.<br />

El azufre suele encontrarse mezclado á la<br />

cera antes <strong>de</strong> blanquearla; es una adulteración<br />

conocida con facilidad; al efecto se hace hervir<br />

la cera en una lejía <strong>de</strong> sosa cáustica y <strong>de</strong>spués<br />

se <strong>de</strong>ja enfriar, mezclando al líquido alcalino<br />

ácido clorhídrico, que dará nacimiento á un<br />

olor <strong>de</strong> hidrógeno sulfurado que no se produce<br />

si el azufre no existe mezclado á la cera.<br />

Cuando á la cera se ha mezclado resina,<br />

se conoce el engaño haciendo hervir la cera<br />

con cuatro ó cinco veces su peso <strong>de</strong> espíritu<br />

<strong>de</strong> vino, se <strong>de</strong>ja <strong>de</strong>spués enfriar, se filtra y<br />

evapora el líquido en el filtro ; en él quedará<br />

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