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Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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DES — 518 — DES<br />

infectos, con el objeto <strong>de</strong> utilizarlos para abono.-—Los<br />

escritores antiguos no están muy<br />

acor<strong>de</strong>s acerca <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong> los líquidos<br />

excrementicios como abono, siendo bastante<br />

general la creencia <strong>de</strong> que comunicaban<br />

malas cualida<strong>de</strong>s y un olor pútrido á las plantas<br />

. Columela mismo, que recomendaba la<br />

orina como un excelente abono, <strong>de</strong>cía que <strong>de</strong>bía<br />

emplearse con preferencia <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> haberla<br />

<strong>de</strong>jado <strong>de</strong>positada durante mucho tiempo,<br />

reprobando el uso <strong>de</strong> las <strong>de</strong>yecciones<br />

humanas como abono <strong>de</strong> las huertas.<br />

La <strong>de</strong>sinfección <strong>de</strong> dichos líquidos, cuando<br />

no lo han sido en el momento <strong>de</strong> la extracción<br />

<strong>de</strong> la letrina (véase), tiene su razón <strong>de</strong><br />

ser, aun cuando hayan <strong>de</strong>saparecido las preocupaciones<br />

<strong>de</strong> nuestros antepasados. Por una<br />

parte lo exige la fijación <strong>de</strong> una porción <strong>de</strong><br />

productos amoniacales fertilizantes,-que <strong>de</strong><br />

otro modo se pier<strong>de</strong>n en la atmósfera; y por<br />

otra parte, la comodidad y la higiene exigen<br />

que <strong>de</strong>saparezca <strong>de</strong> una explotación agrícola<br />

todo peligro <strong>de</strong> infición. Para este efecto pue<strong>de</strong>n<br />

usarse las sales metálicas <strong>de</strong> que queda<br />

hecha mención, y en <strong>de</strong>fecto <strong>de</strong> ellas, el yeso<br />

molido en polvo muy fino, el cual fija también<br />

el amoníaco al estado <strong>de</strong> sulfato amónico; sal<br />

mucho más fija que el sulfuro y el carbonato<br />

amónico, que se forman en el acto <strong>de</strong> la putrefacción.<br />

Los ingleses han intentado el empleo <strong>de</strong>l<br />

cloruro férrico para la <strong>de</strong>sinfección en vasta<br />

escala <strong>de</strong> líquidos infectos proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> las<br />

alcantarillas y <strong>de</strong> las casas particulares. Ya<br />

hemos indicado antes el efecto que produce<br />

esta sal sobre las sales amoniacales, fijando<br />

su base y su ácido, coagulando a<strong>de</strong>más todo<br />

compuesto albuminoi<strong>de</strong>; pero estas ventajas<br />

quedan generalmente contrarrestadas por el<br />

inconveniente <strong>de</strong>l elevado precio <strong>de</strong>l compuesto<br />

usado como <strong>de</strong>sinfectante.<br />

Por lo <strong>de</strong>más, iguales ingredientes pue<strong>de</strong>n<br />

usarse para la <strong>de</strong>sinfección <strong>de</strong> toda clase <strong>de</strong><br />

abonos líquidos, pastosos ó sólidos, excluyendo<br />

siempre la cal, cuya acción sería contraproducente,<br />

pues que ten<strong>de</strong>ría á hacer <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r<br />

el amoníaco.<br />

Debemos también hacer mención <strong>de</strong> la<br />

acción absorbente y <strong>de</strong>sinfectante <strong>de</strong>l carbón<br />

en polvo, así como <strong>de</strong> otras materias carbonosas,<br />

tales como el negro animal proce<strong>de</strong>nte<br />

<strong>de</strong> las refinaciones <strong>de</strong> azúcar, la tierra vegetal<br />

carbonizada, y hasta la misma tierra arcillosa<br />

bien <strong>de</strong>secada, cuyas materias activan<br />

a<strong>de</strong>más la <strong>de</strong>secación <strong>de</strong> ciertos abonos líquidos,<br />

con virtiéndolos prontamente en una especie<br />

<strong>de</strong> mantillo fpoudrette) casi inodoro y<br />

<strong>de</strong> larga coservación.<br />

El azufrado <strong>de</strong> la sangre proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> los<br />

mata<strong>de</strong>ros <strong>de</strong> caballos, en los países en que el<br />

mata<strong>de</strong>ro <strong>de</strong> los caballos inútiles no es la<br />

Plaza <strong>de</strong> Toros, es otro medio <strong>de</strong> <strong>de</strong>sinfección<br />

que permite trasladar á gran<strong>de</strong>s distancias<br />

esta materia primera para ciertas industrias<br />

químicas.<br />

En la actualidad, el ácido salicílico, em­<br />

pleado como agente <strong>de</strong> conservación ó antipútrido<br />

, permite el transporte á distancia, <strong>de</strong><br />

la sangre, <strong>de</strong> la gelatina, <strong>de</strong> los huesos y <strong>de</strong><br />

otras materias orgánicas <strong>de</strong> fácil putrefacción.<br />

No queremos <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> hacer mención <strong>de</strong><br />

los' productos breosos empleados también<br />

como <strong>de</strong>sinfectantes; y sin entrar en consi<strong>de</strong>raciones<br />

acerca <strong>de</strong> la composición <strong>de</strong> la brea<br />

<strong>de</strong>l gas <strong>de</strong>l alumbrado, sólo indicaremos el<br />

buen uso que <strong>de</strong> esta substancia antipútrida<br />

se hace para embetunar ó calafatear <strong>de</strong>pósitos<br />

<strong>de</strong> agua, los cuales en el campo pue<strong>de</strong>n<br />

hacerse con pipas viejas, y la <strong>de</strong>sinfección<br />

<strong>de</strong> materias orgánicas en putrefacción por<br />

medio <strong>de</strong> la brea ó coaltar <strong>de</strong>l gas, dividida<br />

por medio <strong>de</strong>l yeso ó <strong>de</strong> la tierra vegetal bien<br />

seca ó carbonizada.<br />

Esta mezcla, allá por los años <strong>de</strong> 1860, se.<br />

recomendó con el nombre <strong>de</strong> <strong>de</strong>sinfectante<br />

<strong>de</strong> Corne y Demaux. La manera <strong>de</strong> prepararla<br />

es la siguiente: Se toman cien partes <strong>de</strong><br />

yeso cocido ó tierra seca ó carbonizada, y seis<br />

jiartes <strong>de</strong> brea, que se mantiene algo caliente<br />

para que esté líquida. En un mortero <strong>de</strong> hierro<br />

se pone una porción <strong>de</strong> yeso ó ¡tierra caliente<br />

, y se le echa la brea <strong>de</strong> modo que pueda<br />

mezclarse completamente, incorporándole<br />

el resto <strong>de</strong>l yeso ó tierra poco á poco, mientras<br />

se revuelve continuamente para que el conjunto<br />

resulte homogéneo.<br />

La <strong>de</strong>sinfección <strong>de</strong> las letrinas y abonos líquidos<br />

es más perfecta cuando la mezcla se<br />

hace con yeso que cuando se fabrica con tierra.<br />

De todos modos, éste es un excelente medio<br />

<strong>de</strong> activar la solidificación <strong>de</strong> los abonos<br />

líquidos, así como su <strong>de</strong>secación y <strong>de</strong>sinfección.<br />

La mezcla <strong>de</strong>l yeso con la brea pue<strong>de</strong> hacerse<br />

en molinos ó aparatos mezcladores á.<br />

propósito cuando se trabaja en mayor escala.<br />

4.° Desinfección <strong>de</strong> substancias sólidas,<br />

carnes, etc.—El po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sinfectante <strong>de</strong>l carbón<br />

es bien conocido; su uso, sin embargo,<br />

bien limitado. Los cazadores pue<strong>de</strong>n conservar<br />

frescas las piezas que cazan al principio <strong>de</strong><br />

una jornada, aun cuando sea en tiempo caluroso<br />

, abriendo la pieza, sacándole las tripas<br />

y rellenándola con cisco <strong>de</strong> carbón, que pue<strong>de</strong>n<br />

obtener ellos mismos en el monte, quizás<br />

á la par que condimentan su frugal almuerzo..<br />

Las carnes que presentan un poco <strong>de</strong> tufo<br />

se <strong>de</strong>sinfectan con sólo <strong>de</strong>jarlas en contacto con<br />

el carbón. Hay un adagio castellano que dicer<br />

«La perdiz á la nariz», que da á enten<strong>de</strong>r que<br />

la carne es más tierna pasado algún tiempo<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> muerta, que <strong>de</strong>masiado reciente;<br />

pero si se apetece tierna, no es razón que se<strong>de</strong>see<br />

que tenga olor alguno que revele el menor<br />

síntoma <strong>de</strong> <strong>de</strong>scomposición. Esto se evita,<br />

con el contacto <strong>de</strong> carbón, ó <strong>de</strong>jando las carnes<br />

en agua en la cual se apagan y se <strong>de</strong>jan<br />

algunas ascuas.<br />

La <strong>de</strong>sinfección <strong>de</strong> carnes que han <strong>de</strong> utilizarse<br />

para la comida no pue<strong>de</strong> tener lugar<br />

con los polvos <strong>de</strong> Corne y Demaux, pues les<br />

comunicaría un sabor ingrato á brea. Sin embargo<br />

, estos polvos pue<strong>de</strong>n tener otras útiles

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