Sementera: 312 litros de grano - citaREA

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13.05.2013 Views

DES — 516 — DES lio del microscopio, por cuya razón se denominan todos en general bacterios. Los bacterios nocivos, causa de las enfermedades inficiosas, presentan algunas reacciones químicas especiales, aunque poco características; de modo que se reconocen principalmente por la propiedad de engendrar la enfermedad por inoculación. Afortunadamente los bacterios no pueden vivir más que en determinadas condiciones, y cuando éstas faltan, el organismo los rechaza. Cuando aquéllas les son favorables, entonces los bacterios lo invaden, se reproducen con una rapidez prodigiosa, y modificando las condiciones de vitalidad de los órganos, crean un estado morboso especial. En tiempo de epidemia tiene el hombre medio de defenderse de estos bacterios inficiosos; y medios de defensa tiene también cuando la epidemia se ceba en una determinada especie de animales. Aparte de los métodos de inoculación, de que se tratará á su tiempo, sólo citaremos aquí como medio de defensa, de los desinfectantes; nombre bien apropiado á ciertos agentes, puesto que siendo los bacterios la causa de la inficióu, y viviendo aquéllos en líquidos donde hay substancias en putrefacción, la mayor parte de dichos agentes quitan el olor, destruyendo la causa del mismo. Uno de los medios más enérgicos de destrucción de los bacterios es el calor, bastando para ello una temperatura de 60 á 70°. Sin embargo, hay gérmenes que presentan mucha mayor resistencia, por ejemplo, el baci- 11o de la tuberculosis, para cuya segura destrucción se necesitaría una temperatura de 130 á 150°, lo cual hace inaplicable este método en la práctica, debiéndonos atener á la acción de ciertos agentes químicos. Los agentes químicos empleados como desinfectantes pueden obrar de tres maneras distintas: 1.° Destruyendo los cuerpos olorosos producidos por la putrefacción. 2.° Formando combinaciones insolubles con los productos putrescibles. 3.° Destruyendo los bacterios. El sulfato y cloruro cúprico, las mismas sales de cinc, el sulfato ferroso ó caparrosa, el cloruro férrico y otras varias sales metálicas obran, no sólo fijando el hidrógeno sulfurado y los compuestos amoniacales producidos por la putrefacción, sino que además coagulan las materias albuminoides y gelatinosas, haciéndolas imputrescibles ó retardando por lo menos su descomposición. Análogas combinaciones forman dichas materias con la alúmina del alumbre, con el tanino y con la cal. Como ejemplo de compuestos químicos que destruyen los bacterios, citaremos algunos resultados obtenidos por M. Miquel con los bacterios de las aguas de las alcantarillas, cultivados en caldo de buey después de neutralizado, cuyo líquido es eminentemente putrescible. Para hacer estéril un litro de este líquido é impedir el desarrollo de bacterios, se necesitan 0,07 gramos de cloruro mercúrico ó sublimado corrosivo, cuerpo eminentemente antiséptico que se recomienda por lo mismo en disolución, en caso de enfermedad contagiosa, como el mejor desinfectante para lavar los vasos de noche, orinaderos, excusados, así como para desinfectar las deyecciones, rociar el suelo cuando está impregnado de productos pútridos, y hasta para lavar las ropas que haya usado un enfermo de enfermedad inficiosa. Sin embargo, el sublimado corrosivo es un agente altamente venenoso, por cuyo motivo no puede ponerse eu manos de personas ignorantes ó poco cuidadosas, siendo en este caso preferible usar cualquiera de los agentes que se citan á continuación, por más que, como se verá en la adjunta lista, se necesita mayor cantidad de desinfectante para esterilizar un litro del líquido anteriormente nombrado : Sulfato cúprico 0,í)0 gramos. Bicromato potásico 1,20 — Cloruro de cinc 1,00 — Thymol 2 - Fenol 3,20 — Permanganato potásico 3,50 — Alumbre 4,50 — Tanino 4,80 — Acido bórico 7,50 — i Salicilato de sosa 10 — Sulfato ferroso 11 — En vista de estos resultados, se comprenderá que no en balde se recomienda hace años el sulfato de cobre como un excelente desinfectante que puede sustituir al cloruro de mercurio en todos los casos, aumentando su eficacia cuando se le mezcla sal común en las proporciones convenientes para que todo el sulfato cúprico quede convertido en cloruro por doble descomposición. Conviene advertir que el fenol y el-thymol, tan recomendados como desinfectantes en las últimas invasiones coléricas, sólo obran sobre los bacterios estando en disolución y en dosis muy elevadas; siendo más difícil que su acción alcance á ios gérmenes que están generalmente en suspensión en el aire, en cuyo caso hay que usar ésta y otras materias con las cuales se intenta desinficionar el aire, la ropa ú otras cosas, en forma de fumigación. Se entiende por fumigación la acción de fumigar; fumigar es lo mismo que sahumar con materias gaseosas ó reducidas al estado de vapor ó de gotas sumamente pequeñas, formando una especie de rocío por medio de aparatos llamados pulverizadores ó inhaladores. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que muchas veces las fumigaciones son tan sólo sahumerios caseros, que consisten en humos que van acompañados de materias aromáticas cuyo efecto principales sustituir el olor infecto por otro olor agradable, lo cual se logra quemando azúcar ó hierbas aromáticas

.JES — 517 — DES sobre las ascuas; y aun cuando podría decirse que en todas estas fumigaciones se producen materias empireumáticas é hidrocarburos olorosos, cuyos productos no están exentos de propiedades antisépticas, no debe suponerse que su acción sea tal que pueda darse como segura la destrucción de los gérmenes de putrefacción por tan sencillo medio. He aquí dos recetas usadas para pulverizaciones: Agua alcohólica 1 litro. Fenol ó ácido fénico 25 gramos. Otra más eficaz: Agua 1 litro. Acido bórico 10 gramos. Thymol •. 1 — La desinfección de un local cualquiera es completa si antes se ha producido en él un desprendimiento de gases nitrosos en cantidad bastante para que el olor no llegue á ser molesto. Estas fumigaciones nitrosas se obtienen poniendo en un bote de vidrio, barro ó porcelana, una moneda de cobre, ó pedazos de cobre ó hierro viejo, encima de los cuales se derrama un poco de ácido nítrico ó agua fuerte del comercio. Inmediatamente se producen unos vapores rojos que se esparcen por la atmósfera. Un volumen de este vapor basta para 2.000 volúmenes de aire inficionado, después de lo cual se completa la desinfección con el thymol. El líquido resultante de la acción del ácido nítrico sobre el cobre ó el hierro es una sal que se aprovecha para desinfectar las letrinas, vasos, etc., etc. Otros medios hay para producir los vapores nitrosos, pero no ofrecen ventaja alguna para la clase á quien principalmente se dedica este DICCIONARIO. Citaremos en corroboración de lo dicho un experimento que el profesor Yallin practicó en un antifiteatro de anatomía de París, de 150 metros cúbicos de cabida. A las cinco de la tarde hizo desprender en dicho antifiteatro unos 9 litros de vapores nitrosos, habiendo colocado en el mismo local una jaula con conejos. Al día siguiente por la mañana los animales continuaban perfectamente sanos y el antifiteatro completamente desinfectado, habiendo sido destruidos todos los gérmenes de bacterios y desaparecido el mal olor. Concretando la cuestión de la desinfección á los casos que más aplicación pueden tener á la economía agrícola, propongámonos los ejemplos siguientes: 1.° Desinfección de una atmósfera viciada á consecuencia de enfermedad inficiosa, así en las personas como en los irracionales. Pueden usarse en este caso las fumigaciones nitrosas antes indicadas, seguidas de las pulverizaciones con el thymol. . A falta de aparato pulverizador, basta ro­ ciar el suelo y los umbrales de las puertas y ventanas con una disolución de: Thymol 6 gramos. Alcohol 25 — Agua.: 600 — Agítese el líquido antes de usarlo. También puede prescindirse de esto colocando varios platos con aceite esencial de trementina (aguarrás) ó lavando el suelo con ácido clorhídrico. Las fumigaciones de cloro y las de ácido sulfuroso son también medios eficacísimos. A esto debe agregarse, siempre que sea posible, el encalado de las paredes. El desprendimiento de cloro se obtiene por medio del cloruro de cal del comercio, ya sea que se eche un poco de este ingrediente bien desleído en la misma cal con que se va á blanquear las paredes, ya sea que se dejen en la habitación, bien cerrada, unos cuantos platos con cloruro de cal, el cual, en contacto con el aire, va dando un desprendimiento de cloro muy lento. El desprendimiento es más rápido y la acción más intensa si se añade al cloruro un poco de un ácido cualquiera, aunque no sea más que el vinagre. En cuanto á las fumigaciones de ácido sulfuroso, se obtienen simplemente quemando azufre; 30 gramos de azufre por metro cúbico de capacidad de la cámara, bastan en todos los casos para una completa desinfección, hasta tal punto que el virus tuberculoso que haya permanecido en tal atmósfera, pierde la propiedad de engendrar la enfermedad por inoculación. (Vallin: Revue d'hygiene.) 2.° Desinfección del agua para aplicarla sin peligro á la economía- animal. —El uso de un agua de mala calidad es una de las causas más comunes de propagación de las enfermedades inficiosas. El agua de los pozos, y hasta la de los ríos y arroyos, está frecuentemente inficionada por las filtraciones del suelo, de las letrinas, de los albañales y de las aguas sucias procedentes de diferentes industrias. Cuando reina una enfermedad de carácter epidémico, si no se tiene una completa seguridad de la buena calidad del agua que ha de servir para beber ó para la cocina, lo mejor es hacer hervir cada día la cantidad que se necesita para el consumo. Además, puede echarse en el agua, cuando hierve, un poco de te, lúpulo, centaura ú otra planta amarga ó aromática, y bebería mezclada con vino. La filtración al través del carbón produce también la desinfección del agua. Cuando no se tiene la seguridad más completa de que no puede haber en un pozo filtraciones procedentes de lavaderos, letrinas, etc., más vale renunciar á servirse de dicha agua. Lo mismo debe entenderse para el caso en que se desarrolle una enfermedad epidémica entre el ganado. (Y. Filtración.) 3.° Desinfección de líquidos excrementicios, aguas de las alcantarillas y otros líquidos

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sobre las ascuas; y aun cuando podría <strong>de</strong>cirse<br />

que en todas estas fumigaciones se producen<br />

materias empireumáticas é hidrocarburos olorosos,<br />

cuyos productos no están exentos <strong>de</strong><br />

propieda<strong>de</strong>s antisépticas, no <strong>de</strong>be suponerse<br />

que su acción sea tal que pueda darse como<br />

segura la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> los gérmenes <strong>de</strong> putrefacción<br />

por tan sencillo medio.<br />

He aquí dos recetas usadas para pulverizaciones:<br />

Agua alcohólica 1 litro.<br />

Fenol ó ácido fénico 25 gramos.<br />

Otra más eficaz:<br />

Agua 1 litro.<br />

Acido bórico 10 gramos.<br />

Thymol •. 1 —<br />

La <strong>de</strong>sinfección <strong>de</strong> un local cualquiera es<br />

completa si antes se ha producido en él un<br />

<strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> gases nitrosos en cantidad<br />

bastante para que el olor no llegue á ser<br />

molesto.<br />

Estas fumigaciones nitrosas se obtienen poniendo<br />

en un bote <strong>de</strong> vidrio, barro ó porcelana,<br />

una moneda <strong>de</strong> cobre, ó pedazos <strong>de</strong> cobre<br />

ó hierro viejo, encima <strong>de</strong> los cuales se <strong>de</strong>rrama<br />

un poco <strong>de</strong> ácido nítrico ó agua fuerte<br />

<strong>de</strong>l comercio. Inmediatamente se producen<br />

unos vapores rojos que se esparcen por la atmósfera.<br />

Un volumen <strong>de</strong> este vapor basta para<br />

2.000 volúmenes <strong>de</strong> aire inficionado, <strong>de</strong>spués<br />

<strong>de</strong> lo cual se completa la <strong>de</strong>sinfección con el<br />

thymol.<br />

El líquido resultante <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong>l ácido<br />

nítrico sobre el cobre ó el hierro es una sal<br />

que se aprovecha para <strong>de</strong>sinfectar las letrinas,<br />

vasos, etc., etc.<br />

Otros medios hay para producir los vapores<br />

nitrosos, pero no ofrecen ventaja alguna<br />

para la clase á quien principalmente se <strong>de</strong>dica<br />

este DICCIONARIO. Citaremos en corroboración<br />

<strong>de</strong> lo dicho un experimento que el profesor<br />

Yallin practicó en un antifiteatro <strong>de</strong><br />

anatomía <strong>de</strong> París, <strong>de</strong> 150 metros cúbicos <strong>de</strong><br />

cabida. A las cinco <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> hizo <strong>de</strong>spren<strong>de</strong>r<br />

en dicho antifiteatro unos 9 <strong>litros</strong> <strong>de</strong> vapores<br />

nitrosos, habiendo colocado en el mismo<br />

local una jaula con conejos. Al día siguiente<br />

por la mañana los animales continuaban perfectamente<br />

sanos y el antifiteatro completamente<br />

<strong>de</strong>sinfectado, habiendo sido <strong>de</strong>struidos<br />

todos los gérmenes <strong>de</strong> bacterios y <strong>de</strong>saparecido<br />

el mal olor.<br />

Concretando la cuestión <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sinfección<br />

á los casos que más aplicación pue<strong>de</strong>n tener á<br />

la economía agrícola, propongámonos los ejemplos<br />

siguientes:<br />

1.° Desinfección <strong>de</strong> una atmósfera viciada<br />

á consecuencia <strong>de</strong> enfermedad inficiosa, así en<br />

las personas como en los irracionales.<br />

Pue<strong>de</strong>n usarse en este caso las fumigaciones<br />

nitrosas antes indicadas, seguidas <strong>de</strong> las pulverizaciones<br />

con el thymol.<br />

. A falta <strong>de</strong> aparato pulverizador, basta ro­<br />

ciar el suelo y los umbrales <strong>de</strong> las puertas y<br />

ventanas con una disolución <strong>de</strong>:<br />

Thymol 6 gramos.<br />

Alcohol 25 —<br />

Agua.: 600 —<br />

Agítese el líquido antes <strong>de</strong> usarlo.<br />

También pue<strong>de</strong> prescindirse <strong>de</strong> esto colocando<br />

varios platos con aceite esencial <strong>de</strong> trementina<br />

(aguarrás) ó lavando el suelo con<br />

ácido clorhídrico.<br />

Las fumigaciones <strong>de</strong> cloro y las <strong>de</strong> ácido<br />

sulfuroso son también medios eficacísimos. A<br />

esto <strong>de</strong>be agregarse, siempre que sea posible,<br />

el encalado <strong>de</strong> las pare<strong>de</strong>s. El <strong>de</strong>sprendimiento<br />

<strong>de</strong> cloro se obtiene por medio <strong>de</strong>l cloruro <strong>de</strong><br />

cal <strong>de</strong>l comercio, ya sea que se eche un poco<br />

<strong>de</strong> este ingrediente bien <strong>de</strong>sleído en la misma<br />

cal con que se va á blanquear las pare<strong>de</strong>s, ya<br />

sea que se <strong>de</strong>jen en la habitación, bien cerrada,<br />

unos cuantos platos con cloruro <strong>de</strong> cal,<br />

el cual, en contacto con el aire, va dando un<br />

<strong>de</strong>sprendimiento <strong>de</strong> cloro muy lento. El <strong>de</strong>sprendimiento<br />

es más rápido y la acción más<br />

intensa si se aña<strong>de</strong> al cloruro un poco <strong>de</strong> un<br />

ácido cualquiera, aunque no sea más que el vinagre.<br />

En cuanto á las fumigaciones <strong>de</strong> ácido sulfuroso,<br />

se obtienen simplemente quemando<br />

azufre; 30 gramos <strong>de</strong> azufre por metro cúbico<br />

<strong>de</strong> capacidad <strong>de</strong> la cámara, bastan en todos<br />

los casos para una completa <strong>de</strong>sinfección,<br />

hasta tal punto que el virus tuberculoso que<br />

haya permanecido en tal atmósfera, pier<strong>de</strong> la<br />

propiedad <strong>de</strong> engendrar la enfermedad por<br />

inoculación. (Vallin: Revue d'hygiene.)<br />

2.° Desinfección <strong>de</strong>l agua para aplicarla<br />

sin peligro á la economía- animal. —El uso <strong>de</strong><br />

un agua <strong>de</strong> mala calidad es una <strong>de</strong> las causas<br />

más comunes <strong>de</strong> propagación <strong>de</strong> las enfermeda<strong>de</strong>s<br />

inficiosas.<br />

El agua <strong>de</strong> los pozos, y hasta la <strong>de</strong> los ríos<br />

y arroyos, está frecuentemente inficionada<br />

por las filtraciones <strong>de</strong>l suelo, <strong>de</strong> las letrinas,<br />

<strong>de</strong> los albañales y <strong>de</strong> las aguas sucias proce<strong>de</strong>ntes<br />

<strong>de</strong> diferentes industrias. Cuando reina<br />

una enfermedad <strong>de</strong> carácter epidémico, si no<br />

se tiene una completa seguridad <strong>de</strong> la buena<br />

calidad <strong>de</strong>l agua que ha <strong>de</strong> servir para beber<br />

ó para la cocina, lo mejor es hacer hervir<br />

cada día la cantidad que se necesita para el<br />

consumo. A<strong>de</strong>más, pue<strong>de</strong> echarse en el agua,<br />

cuando hierve, un poco <strong>de</strong> te, lúpulo, centaura<br />

ú otra planta amarga ó aromática, y<br />

bebería mezclada con vino.<br />

La filtración al través <strong>de</strong>l carbón produce<br />

también la <strong>de</strong>sinfección <strong>de</strong>l agua.<br />

Cuando no se tiene la seguridad más completa<br />

<strong>de</strong> que no pue<strong>de</strong> haber en un pozo filtraciones<br />

proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> lava<strong>de</strong>ros, letrinas,<br />

etc., más vale renunciar á servirse <strong>de</strong><br />

dicha agua. Lo mismo <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse para<br />

el caso en que se <strong>de</strong>sarrolle una enfermedad<br />

epidémica entre el ganado. (Y. Filtración.)<br />

3.° Desinfección <strong>de</strong> líquidos excrementicios,<br />

aguas <strong>de</strong> las alcantarillas y otros líquidos

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